Nati, mi nuera, y la Jota. Parte 1
Amor, tranquilo, me susurró jadeante, te tenía una sorpresita. Es la Jota, la invité a jugar con nosotros. Creo que nunca terminare de conocer a Nati.
Después de la reconciliación, nuestra relación tomó otra dimensión. Ya no teníamos sexo, hacíamos el amor. Cada vez que nos encontrábamos para hacer el amor nos costaba más separarnos. En la intimidad nos tratábamos amorosamente ya sin restricciones. Nati sentía que me amaba y yo sentía lo mismo por ella.
Soy Isabel, una travesti de closet. No me considero gay, pero me atrae tener sexo con hombres desde mi rol de chica. Y tener sexo con chicas desde mi rol de hombre.
Este relato lo escribo desde mi lado femenino
Siempre nos repetíamos al misma pregunta; Y ahora, cómo seguimos?
Las siguientes veces, continuamos la dinámica que teníamos al principio. Yo llegaba a su casa en la mañana, muy temprano, después de que ella llegaba de dejar a sus hijos al colegio.
Ella me decía, a modo de broma, que podía ir sin problemas los martes y jueves, porque habitualmente, esos días cambiaba las sábanas de su cama.
Y es que después de cada encuentro, las sábanas quedaban empapadas de nuestro sexo.
La empresa en donde yo trabajaba tenía una fundación con fines sociales, de la que yo era uno de los directores, por lo que invité a Nati a participar en una actividad remunerada 3 veces a la semana, que en realidad era una excusa para estar juntos, fuera de su casa o la mía.
Eso daba pie a que pudiéramos pasar mucho tiempo juntos sin que llamara la atención de nadie.
Sin embargo, los encuentros más exquisitos eran en su casa, de la manera más furtiva que pudiéramos conseguir.
Siempre que íbamos en auto nos tocábamos, cuando nos cruzábamos a la pasada en nuestras casas o en su patio trasero también.
En una ocasión, hubo una celebración de algo en su casa, que no era familiar, sino que del círculo de amistades de ella y Hans.
Conocimos a muchos jóvenes. Considerar que la diferencia de edad entre Nati y yo no era menor. Cuando la conocí, ella tenía 31 y yo 49. Y cuando comenzamos nuestra relación ella tenía 35 y yo 53.
Ahí conocí a una de sus mejores amigas, Josefa, alias la Jota. Una despampanante chica, alta, pelo negro liso largo, tez mate y ojos verdes, ex compañera de universidad de Nati, profesora de ingles. Soltera, sin hijos y sin compromiso. según lo que me comento en nuestra presentación.
Comentamos con mi mujer que era la belleza opuesta a Nati.
En un momento en que quedamos solos con mi mujer se acercó la Jota y nos volvió a saludar muy cordialmente. Conseguimos algo de beber y conversamos de todo un poco. De cómo y cuánto conocía Nati, de lo amigas que eran, algunos chascarros de universidad, de los niños, de sus amigos y sus pololos. En eso llegó Nati a la conversación y negaba todo lo que la Jota había contado de la universidad y nos reímos de buena gana.
Ahí se notaba la diferencia física entre Nati y la Jota. Nati debía medir 1,65 y la Jota fácilmente 1,70. Su belleza era despampanante. Vestía una minifalda de jeans a la cadera que le quedaba ajustada y que permitía apreciar en todo su esplendor un par de hermosas piernas, un trasero y caderas que, sin ser tan prominentes, eran muy armoniosas. Un peto negro corto y elasticado que resaltaba la forma de sus senos y sus hombros, y dejaba a la vista su vientre plano
Luego Nati le pidió ayuda a mi mujer para algo de la cocina, por lo que quedamos solos con la Jota
Así que tu eres el amor de la Nati, me dispara a quemarropa la Jota
Sentí que se me subían y bajaban los colores a la cara, se me doblaban las piernas y buscaba inconscientemente una puerta de salida de emergencia.
Si, le dije, soy su suegro favorito, haciendo alusión que el otro suegro era el papá de Hans, seguro de que ella sabía algo que, según yo, no debía saber, y yo no iba a reconocer.
No te preocupes, me dijo, Nati me contó todo, lo del sillón, lo de la reconciliación y otras cositas más, que ni te imaginas
No te creo, le respondí, sin querer creer lo que estaba oyendo
Yo fui polola de Hans, antes de la Nati, me dijo bajito, como para que nadie más oyera. Yo se lo presenté a ella y le gustó altiro. Además, le desperté la curiosidad contándole algunos atributos de tu hijo
Eeeh, él no es mi hi… Me apresuré a corregir, pero la Jota me interrumpió.
Ah, verdad que no es tu hijo. Entonces, los atributos vienen de otro lado, me dijo sonriendo pícara.
Qué atributos, por ser?, le pregunté curiosa
Me miró inquisitiva, y me respondió, 20 deliciosos centímetros, poh guapo
Me incomodé con su respuesta. Quién me manda a andar preguntando
Pero, por lo que se, tu tienes otros atributos que la tienen loca, cierto? me pregunto como coqueta.
No se a que te refieres, le dije, tozudamente para no reconocer nada de lo que evidentemente ella ya sabía
En eso llegó mi mujer con un trozo de pastel de carne que habían sacado recién del horno con Nati
Había quedado con sensaciones encontradas después de la conversación con la Jota. Me molestaba el hecho de que alguien, que yo no conocía, supiera cosas que no se debían filtrar por ningún motivo.
Ya cerca de la una de la madrugada nos volvimos a casa
En el trayecto me fui pensativa por lo que mi mujer me pregunto si me pasaba algo
Le dije que estaba pensando que no quería volver a buscar la loza que le habíamos prestado a Hans y Nati. Que prefería volver al día siguiente , a lo que me contestó que sí lo hacía así no estaría la loza para el almuerzo familiar del domingo.
Con todo, a las 01:30 volví donde Hans y Nati a buscar la loza.
Me habían pasado copia de llaves por lo que llegué y entré hasta la casa.
Me encontré a Nati terminando de secar la loza que tenía que llevarme. Cuando me vio entrar hacia la cocina, dio un brinco de sorpresa y sonriendo dulcemente se tiró a mis brazos y me beso intensamente mientras rozaba su pubis con mi muslo. Eso me excitaba a mil y era su forma de ser conmigo. Respondí a su beso fogosamente, flecte ligeramente mi pierna para responder a su pubis y la tome de sus nalgas empujando sobre mi pierna. Ella respondió de inmediato con pequeños jadeos y movimientos de pelvis entrecortados.
Se separo de mí, me miro risueña y me pregunto, Qué te pareció la Jota?
Simpática, le respondí
Ah, sipo, es simpática ella. Es rica cierto? Te gustó?
Chuta, le digo, tengo que responder?
Jajaja, te gustó!!! Exclamó, mmmm
Ay, guachito, me dijo susurrando ansiosa. Vamos a la cama, y la hacemos rapidita, mientras metía su mano por el cierre de mi pantalón y agarra mi sexo duro casi sacándolo fuera.
Pero amor, le dije apenas susurrando, están todas las camas ocupadas, hay mucha gente!!!!
No, me dijo, no todas, ven calladito, están todos durmiendo.
Me llevo de la mano, sigilosamente, hasta la habitación de su hija, que estaba absolutamente a oscuras. Cerró la puerta y comenzamos a besarnos y a desnudarnos, y a acariciarnos profunda y desesperadamente.
Una vez desnudos, Nati se colgó de mi cuello y se subió afirmándose con sus piernas en mi cintura para recibir mi miembro duro en su vagina. Cuando la penetre echo su cabeza hacia atrás gimiendo lascivamente, pero bajito, y comenzó a moverse para hacerme entrar y salir de ella. Después de un par de minutos así, una vez que se canso, me llevo a tientas hacia la cama y me empujo suavemente para que me acueste, sin soltarme, siguiendo ella también mis movimientos, casi pegada a mi.
Una vez acostados, la atraje hacia mi para sentir su cuerpo pegado al mío. Ella subió su pierna libre sobre mi cadera y comenzó a frotar su clítoris con mi pene y ambos comenzamos respirar agitados y a gemir bajito, casi imperceptible
Nati me empujo un poco más hacia el centro de la cama y de pronto pasó su brazo sobre mi cuerpo como buscando algo al otro lado de la cama y me susurró entre jadeos, Amor, no te asustes y sígueme el juego, tengo algo que te va a gustar, mientras se movía deliciosamente rozando con mi miembro casi toda su vulva, ya totalmente lubricada.
Yo sin saber muy bien de qué se trataba me relajé expectante para ver en que terminaba esta nueva aventura.
En eso siento la mano de Nati acariciando con cierta fuerza mi espalda y estirando su pierna sobre mi cadera como atrayendo algo hacia mi.
De pronto, siento a alguien más en la cama, a mis espaldas, y siento su respiración agitada en mi nuca y siento que pasa su brazo por sobre mi cuerpo y toca a Nati, apegándose a mi.
Se me pasó por la mente que podía ser Hans. Quede fría en un segundo, se me fue hasta la erección, y me puse tensa esperando una explicación o algo.
En eso, Nati rompe ese segundo de eterno silencio.
Amor, tranquilo, me susurró jadeante, te tenía una sorpresita. Es la Jota, la invité a jugar con nosotros.
Empiezo a descifrar rápidamente mis sensaciones, y comienzo a distinguir el roce de los senos de Josefa en mi espalda, su perfume, su pubis en mis nalgas como queriendo penetrarme y su voz.
Hola guapito, me susurra, te dije que con la Nati compartimos muchas cosas
De pronto, siento la manos de la Jota entrar por mi pecho avanzando hacia mi pubis, alcanzando mi pene medio flácido.
Ya, relájate, me dice la Jota, te voy a ayudar a coger a mi amiga, y comenzó a masturbarme suavemente mientras jugaba con su lengua en mi oreja. Por su parte Nati volvió a besarme y metió su mano en su vulva y luego busco mi ano
Yo, entre la sorpresa, los nervios y el placer, terminé por sucumbir al placer y una vez más, entregarme a los deseos de mi amada Nati, cada vez más al borde del peligro.
Nos volvimos a besar con Nati, mientras La Jota guiaba mi pene hacia la vagina de Nati y yo abría mis piernas para que Nati estimulara mi ano. En eso Nati retiró su mano de mi ano y me abrazo fuerte para apegarse a mi y poder recibir mi pene en su sexo.
Cuando logre entrar, un quejido de placer salió de Nati y en ese momento la Jota comenzó a estimular mi ano y Nati tiro mi brazo hacia atrás, para que tocara a la Jota
Muy incómodo, logré tocar a la Jota, acaricié sus caderas y muslos, y ella subió su pierna sobre mi cadera por sobre la pierna de Nati y llevó mi mano hacia su clítoris. Mientras, noté que Nati le acariciaba sus pechos y luego la Jota hacia los mismo con los de Nati, mientras mi pene entraba y salía de la vagina de Nati. De pronto, Nati dejó de besarme, levantó su cabeza y comenzó a besar a la Jota.
Por mi parte, omití la sorpresa y seguí estimulando a duras penas el clítoris de la Jota y mi pene se salió de Nati sin poder volver a penetrarla porque no había manos que lo guiara. En eso siento que la mano de la Jota va directamente a la entrepiernas de Nati y comenzó a estimularla con tal pericia que en un minuto Nati acabo en un susurrado orgasmo.
Nati me empuja suavemente para que me de vuelta hacia el lado de la Jota, la que también le ayuda en la tarea, que acato obedientemente.
De inmediato la Jota me dio la espalda ofreciendo su trasero abriendo sus piernas. Nati tomo mi pene y lo dirige hacia el entrepiernas de la Jota que ya estaba húmedo y caliente
Yo aún era un objeto sin voluntad, solo dejándome llevar por el deseo y el placer
Nati me guío hasta que logré entrar en la Jota, y sentí su canal vaginal mucho más apretado que el de Nati, pues la Jota no había tenido hijos aun, y con sensaciones en mi pene mucho más intensas, pero, además, siento las manos de Nati que me recorren entera.
Cuando la Jota sintió que la penetré se le escapó un gemido contenido y bajito, lo mismo que a mí, pues el placer era intensísimo.
Comenzamos a movernos rítmica y coordinadamente, cómo si lleváramos haciéndolo juntos por mucho tiempo.
El movimiento de caderas de Josefa era muy sensual y excitante
Nati llevo mi mano hacías los pechos de la Jota, mientras me susurraba, Acaba dentro de ella mi amor, acaba dentro de ella
Acaricié los pechos de la Jota, más grandes y firmes que los de Nati. Acaricié su vientre, sus muslos, su clítoris, sin poder dejar de bombear dentro de ella.
Ella era más atlética, pero menos curvilínea que Nati
La Jota jadeaba bajito y me decía Que rico guapito, rico guapito
Mi resistencia llegó a su límite, y les dije entre jadeos, Voy a acabar, voy a acabar, mientras ambas me pedían que acabara
Acaba mi amor, me dice Nati, pegada a mi espalda y acariciando mi escroto y mi ano, acompañando mis movimientos.
Acaba guapito, lléname de tu leche, me dice la Jota entre jadeos y suspiros
De pronto explote dentro de la Jota, con una eyaculación copiosa e intensa, con múltiples contracciones musculares, mientras Nati me decía bajito shhhht no metamos bulla. y yo seguía bombeando sin poder parar del intenso placer.
Cuando ya no me quedaba más que dar, me separe de Josefa y me salí de su sexo, y sentí que Nati se paso por encima mío quedando entre la Jota y yo, pero con su trasero a la altura de mi tórax y su cabeza frente a mi pene, pero dándome la espalda
Acto seguido, la Jota comenzó a jadear intensa pero contenidamente, y logro entender que Nati está lamiendo la vulva de la Jota, bebiéndose todo mi semen y dando placer a su amiga, que finalmente termina en un orgasmo cargados de temblores involuntarios y gemidos contenidos y bajitos.
Luego de eso Nati se incorpora hacia mi, se pone encima mío y me besa lascivamente, dándome de mi propio semen con su lengua
Luego, silencio total.
Nati enciende la luz de la lámpara, sin bajarse de mi y logramos vernos las caras.
Ahí pude ver el bello rostro de la Jota, sus ojos verdes, sus labios tan bien delineados y una sonrisa brillante. Sus enormes y carnosos muslos, sus senos firmes, erguidos.
Ella me queda mirando pícara y sonriendo, sin decir palabra.
Le di una mirada a Nati y luego con mi mano atraje a la Jota hacia mí tomándola de la nuca.
La Jota se acercó sonriendo y cerrando sus ojos, y la bese intensamente, y sentí su poderosa y carnosa lengua juguetear con la mía, y succione su saliva y ese sabor y el olor de su respiración me encendieron intensamente
Una vez que nos separamos, la Jota besó de la misma manera a Nati y luego ambas me besaron a mi
Nati me dice susurrando, Ahora mi amor, la entretención puede ser de a tres.
Dicho esto, Nati se levanta y se viste y me pide que haga lo mismo
Nati besa a la Jota en la boca y le dice, Vuelvo en seguida
Yo le digo Chao desde lejos a la Jota y ella me llama con su mano y me ofrece sus labios. Nati me dice, Amor anda a darle un beso de despedida, así que me acerque a ella y la bese en los labios.
La Jota me tomó del cuello y me susurro, Eres más rico de lo que imaginé, quiero que estemos juntos los dos un día, solos… háblalo con la Nati
Si, bueno, le dije, no muy convencida
Una vez en la cocina comenzamos a meter bulla casi sin restricción ordenando y guardando la loza en una caja.
Una vez que termine de cargar el auto, volví para despedirme y Nati me abrazó casi maternalmente, y mientras acariciaba mis sienes y buscaba mi mirada con sus ojos, me dijo; Amor yo no tengo celos con la Jota. Si ella te pide que estén juntos y tu tienes ganas de tener sexo con ella, yo no tengo problemas. Yo se que te gusta, porque ella es muy sexy, y creo que tu le gustaste también. Te dijo algo al oído cuando se despidieron? Yo feliz que le des placer porque ella también me lo da a mi.
Si, le dije, me dijo que quería estar sola conmigo
Viste?, me dijo. Dale todo lo que te pida si tu quieres, pero no toques mi parte, tienes que reservar mi parte, me dijo riendo
Uds. son pareja? Son amantes? Pregunté intrigada
No mi amor, somos amigas y descubrimos otra forma de placer, no más, pero ella tiene sus parejas hombres. Bueno, ahora está sin pareja, si no, no se habría animado a esto. Además nos conocemos de chicas y nos queremos mucho.
Amor, le dije, aun no creo lo que acabo de vivir. Jamás había hecho un trío, y menos imaginé hacer un trío con un par de tremendas minas.
Ya guachito, ándate, que es tarde, la Jota me está esperando
Van a hacer algo? le pregunté
Yo creo, me respondió, pero no creo que duremos mucho porque, al menos yo, ya quede casi con nivel de llenado al tope.
Un último beso, y me fui a mi casa
Al día siguiente, mi mujer me comentó que me había demorado mucho al ir a buscar la loza.
Le respondí que, tal como suponía, cuando llegue la loza estaba sucia y tuvimos que lavarla y secarla antes de llevarla a la casa
De tanto en tanto aún me estremecía con el recuerdo de las sensaciones de la madrugada. Y el rostro de Jota se me quedó pegado
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