Noche tormentosa, sobrina muy caliente con 9 años.
Una sobrina duerme esta noche con nosotros, me lo hace pasar muy bien.
Anoche me pasó algo inesperado, mientras estaba en la cama con mi esposa.
Resulta que se quedó en casa la hija de mi hermana, Rosita, que tiene 9 años, porque sabe que los domingos vamos al cine a la sesión de las 12 del mediodía, y quiso venir con nosotros.
Estábamos cenando como siempre, en ambiente relajado, contando cosas de cada uno, la escuela, el trabajo, las bromas, los primos, los juegos, de todo libremente, como hacía calor, yo estaba con mis calzonas de verano aún, pero sin calzoncillos, después de cenar como siempre nos fuimos a ver la tele a la salita, comentando los programas y hablando de todo, en frente de mi estaba Rosita en su silla y veia que me miraba ¿»inocentemente»? mucho mis piernas, hasta que pasó un rato, mientras mi esposa recogía las chucherías que habíamos sacado para dulcificarnos después de la cena, que me habló Rosita…
– Tito, te estoy viendo un huevo por ahí.
Me señalaba las calzonas a mi me hizo gracia e intenté taparme poniéndome en otra postura, ambos nos reímos.
– Huy, que despistado, y que travieso el huevo, jajaja
Pero pasaban los minutos y notaba que seguía mirando, mi esposa se vino de nuevo con nosotros, yo notaba su mirada y me estaba poniendo cachondo, tanto que mi pene empezó a tener una erección, y Rosita miraba y sonreía y alguna vez vi que se echaba la mano a los muslos, en cierto momento, dijo:
– Voy a al baño que me meo.
Un pipí no se tarda mucho en hacer, por lo que me preocupaba su tardanza, así que le dije a mi esposa, voy a ver que hace esta chica que tarda a lo que respondió mi esposa:
– Déjala, lo mismo está «haciendo cosas» de la edad, jajaja.
No sé si lo dijo en serio o en broma, pero me puso mas cachondo sus palabras, me acerqué a la puerta, pegué mi oído y escuchaba como gemidos, como jadeos, realmente Rosita se estaba haciendo un dedo, y a mi se me puso mas dura aún.
Volví con mi esposa, llegaba la hora de irnos a dormir, en la calle olía a tierra mojada, había empezado a llover y al lejos se escuchaba tormenta.
En cuanto Rosita llegó de «hacer pipi» dijimos de irnos a dormir, se le veía con cara de relajada, con sueño, como si hubiera recién echado un polvo y le di un beso en su cara sofocadita, para ello se acercó a mi silla, puso su rodilla entre mis piernas y rozó mi duro miembro a conciencia pero disimulando, con su extremidad inferior, me sonrió y me dio un beso.
No pasaron dos horas cuando un tremendo trueno hizo temblar las paredes de la habitación, en menos de un minuto se presentó Rosa con nosotros.
– Tita, tengo miedo, ¿puedo acostarme con vosotros?
– Si claro Rosita, ¿tienes miedo? Nosotras también teníamos miedo de pequeñas y hacíamos lo mismo, ven, ponte entre nosotros.
Mi esposa esa noche no se dio cuenta que estaba desnudo debajo de la manta, me eché a un lado y Rosita se acomodó entre ambos.
Nos pusimos en posición trenecito dándonos las espaldas, Rosita puso su culito respingón y metió la mano para rascarse, o eso parecía, se pasó la mano por la cadera y después la situó detrás de ella, como buscando… algo… que encontró… mi pene a medio endurecer…
– Mmm -dije yo-, eres muy traviesa -le susurré-.
– Mmm, que agustito y que calentito aquí entre mis titos.
Mientras decía eso me empezó a menear mi polla, endureciéndola del todo.
– Duerme bonita que es muy tarde -dijo mi esposa-.
Era evidente la caliente niña no tenia sueño.
– Si tita, ahora.
Empecé a acariciar su espalda y su culito, me acariciaba muy dulce, mi respiración se aceleraba por momentos, mientras seguía moviendo la mano de manera agradable, la tenía bastante dura y le tocaba su culito, me mojé un dedo para darle placer y lo llevé a su ojete oscuro, lo intenté meter y levantó su culito respingón, mi dedo se acomodó dulcemente, lo penetró con facilidad.
– Aaaah, tito -dijo en un susurro-.
Le saqué el dedo y agarró la mano que se le escapaba, quería más a lo que yo la calmé, me acomodé y puse mi polla en su lugar.
– Mmm, siii -casi en silencio suspiró- siii.
De un empujón le metí la cabeza de mi polla, entró sin esfuerzo, ella dio un gritito de placer, no podía levantar mucho el sonido porque se enteraría su tita, de un empujón le abrí el agujero del culo, la tenía dentro.
– Ufff, que caliente está mi sobrinita, no te muevas.
– No, tito, despacio que lo disfrute, aah.
Mientras me la follaba agarré su coñito caliente con mis dedos, rodeaba sus labios ardientes, de veras le gustaba, quería más, yo seguía penetrándola, no pude aguantar mucho, me subía el semen muy rápidamente, mis dedos se mojaban a su vez, notaba mi mano húmeda, ella gemía bajito, quería más y se lo di, comencé a meter mi dedo dentro de su vagina, con mi polla dentro de su culito empezó a menearse, de adelante hacia atrás, sentía el placer por ambos lados, fue tanta la calentura que no aguanté mucho más y me corrí dentro de su tierno culito, me agarró la mano y me detuve, supe que su orgasmo había llegado, sentía como le palpitaba su ano, con mi polla dentro apretaba y cedía, palpitaba como un corazón, a continuación nos quedamos dormidos.
Cuando despertamos estábamos solos en la cama, mi tita se había levantado y estaba preparándose para una ducha.
– Me voy a duchar, está puesto el calefactor por si alguien después se quiere duchar.
Ambos dijimos al unísono, -Nooo-.
Una vez hubo desaparecido, solía tardar una media hora en salir de la ducha, me miró y le besé en la mejilla, empezó a bajar despacio, besando mi cuerpo, mi ombligo, mi pubis y lamiendo mi polla, que por cierto no tenía vello, se la tragó fláccida enterita.
– Miiiiira como va creciendo, uauu, me voy a meter todo eso ahora mismo en mi coñito, tito.
Se fue incorporando, separó sus piernas, mi polla apuntaba al cielo, se separó los labios y la polla dura fue desapareciendo en su interior, entró enterita, tanto que se le vislumbraba el bulto cerca del ombligo, estaba caliente, disfrutaba, empezó a moverse cual puta bien enseñada.
– Mmmmm embarázame… tito… ufff… siii… que gustoooo… échame la leche…
Yo alucinaba por sus palabras, ¿cuantas veces habrá repetido este acto? Esas no son palabras de una nena de 9 años.
– Siiiii, sigue sigue, uffff….. ¿Quieres que… Me mueva más?
– Si Rosita cabálgame.
Empezó a subir y bajar, me cabalgaba prácticamente, incorporó su cuerpo todo tieso, se echó hacia atrás y la polla le hacía un bulto en su piel, esa visión me tenía loco, no pude aguantar mucho.
– Aaaaah aaaah aaaah, siiii, te voy a preñar pequeñaja… siiii, siiii.
A continuación me derrumbé, quedé quieto, ella se tumbó sobre mi cuerpo, me abrazó y se quedó quieta mientras sentía fluir mi semen dentro de su coñito de 9 años.
El placer fue infinito.
– Mmmmm que rica, quiero ponértela dura, quiero follármela.
Que rico sentir que el semen y va camino hacia adentro
Que rico la cojiste y tú.sra no se dió cuenta
Buen relato
Delicioso de como tu sobrina se come la verga por el culo u lo bueno fue cuando tu esposa se fue a bañar y tu sobrina muy caliente se te sube y fácil se come tu verga en su panochita se nota que tu sobrina sabe coger continua con el próximo relato amigo
Que rico cogerse a una niña de esa ddad y que a ella le guste
Quisiera una asi
Antes y luego de la cama, ve siempre con amor bien mimoso para cogerte a la criatura. Éxitos.
Que delicia a esa edad son muy lindas y ricas uuufff
Sii, muchas echamos un culaso 😆 y los nenes un rico bulto 🥒🫦
Que rico relato!! Una delicia de putita es tu sobrina. Es lo mejor de la nenas de esas edad, cuando se acostumbran al sexo sólitas te buscan y muchas veces se vuelven aún más viciosas que una de edad normal.
En mi opinión, si las niñas de esas edad quieren vergas, vergas hay que darles, abrir y destrozar sus agujeritos sin piedad.
Ojalá sigas escribiendo, me ha gustado mucho.
Muy deliciosio, me encantaría leer la continuación
X2, pero no llegó 🙁
HERMOSO RELATO AMIGO, ESPERO QUE CUENTES QUE MAS HICISTE CON ESA NENA
Siempre con amor como se debe. Me encantanlas experiencias asi, no sabes qué lindo es leerlo. Todo bien mimoso de antes y luego de coger con la criatura ❤. Solita querrá más verga y besos ni te digo. Si somos bien tratadas, no ponemos peros.
Si llegan a esto y la nena todavía no regla es genial, denle tranquilos su leche y ojo, felicítenla por coger y ya ser una mujercita.
Con la debida discreción de que no lo cuente, pero ya saben, haláguenla siempre. Se lo ganó.
Denle mérito también de ser ella la «mastra», la que se los hizo. Frases como «Amor, qué rico me cogiste», «Me sacaste riquísimo la leche» y eso. Claramente debe moverlos el amor a la nena, no sólo «quedar bien» para seguir cogiendo con ella, pero la verdad es que además que ella se super alegrará ustedes sumarán sus buenos puntos. Es un 50-50.
Otra cosa: en relatos es pasable leer una verga metida hasta los huevos en una nena de +/- 5 años, entiendo que caliente, pero en la realidad por favor no sean egoístas salvajes de hacerlo. Respeten.
Esperen a los 11 por ahi que ya es edad de tolerar verga y luego igual vayan lento, que dilate y se amolde al picho para que no le duela coger salvo la desvirgada.
Ese dolor suele ser inevitable, pero hacerla sufrir en lo demás por los calentones a saciar ya es salvajada, es egoísmo.