Nuestra segunda vez, mi hermanita y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Adriann27MX.
Los días transcurrieron con normalidad desde nuestra primera experiencia juntos, tanto mi hermanita como yo, no nos dijimos ninguna palabra, más bien parecía que algo nos apenaba ya que no podíamos vernos directamente a los ojos, la incertidumbre y el miedo ya me estaba incomodando, porque no sabía si ella pudo haberme delatado con mi padres, que tal vez ella sintió culpa por lo que pasó, o que simplemente ella decidió que eso no pasaría nunca más, sin embargo yo aún no podía olvidar ese maravilloso momento que pasamos por primera vez y que quería repetir de nuevo.
Decidido a volver a intentarlo, un sábado por la tarde que no había clases, mi madre se había ido a casa de la vecina que vivía justo frente a nosotros; en casa solo estábamos yo y mi hermanita, mi madre acostumbraba a ir a conversar con la vecina por largas horas durante la tarde, y mi padre que aún no regresaba del trabajo dieron la ocasión perfecta para hablar a mi hermanita y tratar de convencerla y jugar con ella otra vez, ella estaba tranquilamente en el sillón mirando caricaturas; yo me le acerqué y con voz temerosa le pregunte:
-Ale, ¿estas molesta conmigo?
-No, por qué? (me contesto muy fría y seria)
-¿por qué no me has hablado desde ese día?
-Aah… nada más.
En la manera de como me contestaba pensé que ya jamás volvería a jugar con ella, la notaba muy cortante y fría, una última esperanza me hizo suponer que tal vez ella estaba muy distraída con las caricaturas como con el juego en la computadora, así que decidí preguntarle directamente:
-¿Oye Ale que te parece si jugamos otra vez, como aquel día en mi cuarto?
Ella contesto:
-Pero esta mama en frente en la casa de la vecina, que tal que viene y nos ve!
-No te preocupes, mamá siempre tarda mucho cuando va con la vecina y papá va a llegar más tarde.
-No se Adrián me da miedo.
-Tranquila, vamos a estar acá cerca de la ventana y así podemos ver si mamá viene o no, ven vamos detrás de las cortinas jugamos 1 vez nada más rápido y ya si?
-Ok vamos pero rápido si?.
Ella no parecía convencida del todo, y tenía razón de estarlo que ya nuestra madre podría aparecer en cualquier momento y vernos en el acto, pero a pesar de lo riesgoso de la situación logré convencerla y hacer que aceptara jugar conmigo otra vez, ella aceptó rápidamente por que al final de cuentas ella también disfrutaba de eso que le estaba haciendo, e imaginé que quiso jugar de nuevo conmigo porque quería sentir de nuevo esas ricas sensaciones como las que le hice sentir ese día.
Con miedo nos paramos del sillón, le bajamos el volumen a la TV para que fuera más fácil escuchar movimientos por si alguien se acercaba y nos diera tiempo de disimular, cerré las puertas de atrás, bajé las cortinas, la puerta principal la deje entre abierta y le pedí a mi hermanita que se adelantara y se colocara de tras de las cortinas, mientras yo iba al cuarto por una almohada y unas sábanas para que pudiéramos acostarnos en el piso y estar más cómodos.
Las cortinas de mi casa eran largas y llegaban hasta el piso, nosotros nos fuimos a esconder en las cortinas que estaban en la parte de atrás del mueble de la TV, en donde se formaba una especie de pequeño pasillo oscuro donde cabía perfectamente una persona, tomé de la mano a mi hermanita y le dije que esperara mientras colocaba las almohadas, las coloque de manera que quedara como una cama en miniatura para que ella se acostara y estuviera cómoda, ya que esta vez mi idea era hacerle algo diferente.
Ella con un poco de miedo aun y desconfianza se acostó sobre la cama improvisada que acababa de crear, desde ese momento mi corazón ya latía fuertemente, la excitación subía cada vez más y ya comenzaba a despertarme una fuerte erección; estaba nervioso pero continúe.
En esa ocasión mi hermanita tenía puesto un calzoncito blanco y un short de lycra encima nada más; ella acostumbraba a vestir ligera y cómoda los días sin clases, la característica particular de la lycra es que cuando está muy ajustada se transparenta y deja remarcada las líneas del cuerpo, y recuerdo perfectamente que a mi hermanita se le marcaba un poco la cuquita debido a la suavidad de la tela.
Ella ya estaba costada en el piso sin decir ninguna palabra, y yo solo le decía que estuviera tranquila y que le iba a gustar el juego nuevo de hoy, coloque mis codos a lado de sus brazos como en la posición del misionero y le dije que cerrara los ojos, ella obedeció, al cerrar los ojos le di un beso en los labios y ella rápidamente abrió la boca y me contestó el beso con sus inexpertos labios, le bese el cuello rápido y suave; no quería que se pusiera a reír y perdiera la concentración, mi pene estaba ya estaba como un tronco y tocaba el piso era un poco incómodo ya que me lastimaba al estar ejerciendo presión, pero eso no me importó la sensación de placer y excitación era mayor que el dolor.
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Continúe besándola poco a poco, le levante la blusa e hice a un un lado su corpiño que cubrían sus pequeños pechitos duros y puntiagudos, me deleite mirando sus hermosos pezones de color café claro y me lance rápidamente a lamerlos como si no hubiera un mañana, mi hermanita empezó a retorcerse, sinónimo de que le estaba gustando, lamí su otro pechito y de vez en cuando le daba suaves mordidas, algo curioso de lo que pude percatarme era de que cuando le daba mordiditas suaves a mi hermanita ella gemía y abría las piernitas, en mi mente decía que tal vez había encontrado su debilidad (las mordidas suaves por el cuerpo) lo cual decidí usar como mi arma principal, por pequeños momentos me levantaba y me asomaba por la ventana a ver si mi madre se acercaba o continuaba distraída platicando.
Al ver que mi madre estaba completamente distraída, continúe gozando el lindo cuerpo de mi hermana sin apuros, los besos seguían por todo su cuerpo bajando lentamente hasta su ombligo, le mordía las caderas de un lado a otro, dejando de ultimo el postre final, ¡su linda vaginita! después de unos minutos de besos por el cuerpo, pensé que ya era hora de besarle ahí abajito, acerque suavemente, mi nariz sobre su short y pude sentir un sutil aroma a hembrita que me dejo más caliente, primero con la nariz le rozaba la vaginita como avisándole que ya venía lo mejor, me acomode nuevamente y sin pensarlo le di un beso sobre la tela de su short, ella dio un pequeño gemido y apretó las piernas, enseguida volví a besarla pero esta vez di una pequeña mordida que yo había descubierto que le gustaba más que los besos.
Al levantar la mirada noté que ella continuaba con los ojos cerrados y daba pequeños gemidos, después de varios besos y mordidas sobre la tela de su short le había dejado toda la parte de la vagina mojada con mi saliva, me asusté un poco ya que podían darse cuenta, mejor opté por quitárselo por completo junto con su calzoncito, y ahí tenia ante mis ojos la linda y virgen vagina de mi hermanita, era pequeña y estaba cerradita, sin ningún vello, tenía una forma hermosa, era la vagina perfecta en miniatura.
Al ver eso no pude contenerme y me tiré a chuparle la vagina sin control, daba largos lengüetazos desde arriba y abajo hacia los lados e introducía mi lengua dentro de ella como queriendo penetrarla.
Continúe lamiendo y en ocasiones daba pequeñas mordidas a su tierna vaginita, al dar esas mordidas mi hermanita daba gemidos más fuertes de lo normal, eso me dio la confianza para seguir mordiendo y lamiendo sin control, mi pene ya estaba mojado y chorreando el líquido transparente, sin más me baje el short y me saque la verga, con los dedos tome un poco de ese líquido viscoso y le unte en la cuquita de mi hermana para tener algo de lubricación ya que estaba a punto de introducirle la punta de mi verga, yo colocado de rodillas acerque mi pene en le entrada de su vagina y lentamente le fui metiendo mi verga, estaba tan apretada y estrecha, me estaba doliendo un poco pero aun así seguí, de atrás hacia adelante por unos 3 minutos, solo la punta es la que tenía adentro y mi hermanita hacia gemiditos como
-Mmmm
-Ssssss
-Ahhh
-Ooh
¡Ya no aguante más la excitación y termine por eyacular! Gran parte de mi semen quedo dentro de ella y el resto cayó sobre las sabanas, había tenido otro orgasmo maravilloso, inmediatamente después de haber eyaculado me paré y mire por la ventana para ver si mi mamá seguía ahí, y sí ahí estaba con la vecina platicando, a lo cual aproveche y le dije con calma a mi hermanita que se fuera al baño a lavar ahí abajo con agua y jabón, la ayude a cambiarse y cuando estábamos por salir del pasillo me dijo que quería hacer lo mismo pero en mi cuarto solos por que así como ahora le daba miedo.
Eso me lleno de emoción ya que sabía que mi hermanita era completamente mía y podía tenerla cuando yo quisiera, nos despedimos con otro beso en la boca y ella se fue a lavar y yo fui a guardar las cosas, la sabana manchada la lleve en el cesto de la ropa sucia intentando quitar la mancha de semen para que nadie se diera cuenta, subí a mi cuarto contento ya más tranquilo sabiendo que mi hermanita no diría nada y que al contrario era mi cómplice de nuestras experiencias juntos.
Espero les haya gustado mi segundo relato, voy a tratar de escribir más seguido las otras experiencias, quiero compartir con todos ustedes lo que me sucedió, si alguien de ustedes desea ponerse en contacto conmigo no duden en mandarme un mensaje privado con gusto les responderé.
Saludos!
Esta muy bueno su relato, puedo conocer a su hermanita?
De nuevo…no entiendo como no tienes miles de comentarios si el relato esta riquisimo.