Nuevas experiencias con mi hijo 2: Casa sola para 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por the-valo.
Esta es la segunda parte de una posible serie; aquí les dejo la primera parte por si no la han leído:
http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-40611.html
Como referencia:
J: José
A: Alex (alejandro)
Ya había pasada un mes desde lo ocurrido en el cielo, y la relación con mi hijo había mejorado, hacíamos más actividades juntos, me interesaba más en sus actividades, que aunque en vacaciones lo aviamos inscrito en un campamento de futbol, y yo en mi trabajo no tuve vacaciones, así que aprovechábamos cualquier momento que tuviéramos juntos, pero con mi esposa en casa solo nos limitábamos a roses y carisias leves.
Como era verano, dejábamos que Alex durmiera solo con trusas y que anduviera así por la casa, a mi esposa no le importaba y pues a mí tampoco, me acuerdo que un viernes fui a despertarlo porque se le iba hacer tarde para ir al campamento, cuando entro a su cuarto le veo acostado boca arriba y con una pierna doblada debajo de la otra, se veía tan sexi y más porque traía unos calzoncillos blancos de estilo clásico, no me aguante y a despertarlo de la mejor forma que había para un casi adolecente que con paja matutina, le saque su pene por la abertura de enfrente y lo empecé a masturbar.
Me empecé a excitar por la escena de verlo acostado con su carita tierna y no aguante me saque el pene y agradezco solo dormir solo con short, me empecé a masturbar y en eso veo que su cuerpo se tensa y deja caer unas gotitas, yo iba casi a la mitad y le empiezo a pasar el pene por la boca hasta que logre metérselo, en eso se despierta al principio no me doy cuanta por tener los ojos cerrados, pero cuando empieza a mover su lengua alrededor del glande me estremezo y me vengo en su boca.
Me acuesto a un lado de él para reponerme del éxtasis del momento, me acomodo el short, y le dijo que lo quiero mucho, que es un buen niño y que me da mucho gusto que nos llevemos también, todo esto jalándole el pene que todavía no lo había guardado, en eso escucho que mi esposa nos habla para bajar a desayunar, nos asustamos y nos terminamos de acomodar nuestra ropa y bajamos a comer.
Alex se metió a bañar rápido porque ya era tarde, su mamá lo llevo al campamento, por mi parte me bañe y me fui al trabajo, el día transcurrió normal hasta que me marca mi esposa y me dice que va a ir a pasar una tarde de chicas con sus mejores amigas, yo le dijo que está bien que no se preocupe que yo paso por Alex, gritaba de emoción por que iba a tener la tarde a solas con el pequeño otra vez.
Se llega la hora de salidas y salgo corriendo lo más rápido que puedo, voy por el al campamento, y cuando ve llegar mi carro, se sube:
A: pa, y mi mamá, porque no paso ella por mí? – Mientras me dice esto lo saludo con beso en la mejilla-.
J: tu mamá salió con sus amigas toda la tarde, así que vamos a pasar toda la tarde a solas para divertirnos.
Alex se sorprende y se emociona, porque ya se imaginaba lo que iba a pasar toda la tarde así que me apure a llegar a la casa, en cuanto llegamos lo mande a bañar para que se relajara y se quietara el sudor del cuerpo, mientras yo preparaba la comida, mientras él se terminaba de bañar me fui a cambiar de ropa, cuál fue mi sorpresa al verlo bajar solo en trusas azul claro con estampados de aviones, lo quería besar en ese momento, volver a sentir su suave piel rosar la mía, pero me resistí y nos pusimos a comer.
Cuando terminamos de comer nos fuimos a mi cuarto para estar más cómodos en la cama, nos acostamos, y a cada uno se nos notaba una muy notable erección, lo empiezo a besar toda su linda carita hasta llegar a sus dulces labios, duramos como 10 minutos besándonos mientras yo le acariciaba su pecho, empecé a bajar lamiendo todo lo que me encontraba, me entretuve en sus pezones los morada, los lamia, y seguí bajando pase por su ombligo hasta llegar a gran premio.
Se le veía muy excitado su pene palpitaba bajo su trusa, para darle más emoción al momento antes de quitarle su delicada prenda, le lamí la parte interna de sus muslos, hasta llegar a la entre pierna, le empecé a morder delicadamente su pene por arriba de sus trusita, se la fui bajando poco a poco.
Empecé a lamerle sus bolitas me las metía a la boca las dos juntas, por separado, con la lengua subía y baja por todo su tronquito de unos 11 cm, metía mi lengua dentro de su prepucio le lamia el glande todo esto provocaba que unos delicados gemidos, haciendo que Alex mueva mucho su cadera.
Ya me estaba cansando, así que le dije que era su turno, me paro en la cama y él ni lento ni perezoso, me empezó a bajar el short que traía y de un golpe en la cara saluda a mi pene, lo agarra y me empieza a masturba, eso me gusta y él lo nota, empieza a pasar su lengua por todo el tronco, lame mis bolas, fue lo más excitante sentir como intentaba meterse mi pene otra vez en su boquita, ya que hace mucho que no lo hacía, me estaba por venir así que lo detengo, no quería terminar aun teníamos toda la tarde a solas.
Me bajo de la cama voy a mi buro y saco una botella de lubricante que usaba para tener sexo con mi esposa, le dijo que se ponga en cuatro sobre la cama, le empezó a verter el líquido con sabor a fresa, él se estremece por la sanción de sentir el líquido pasar por sus nalgas hasta su pequeño ano, jugo con sus nalguitas las masajeo, desparramo el lubricante, me entretengo en su anito le paso un dedo haciendo círculos, haciendo presión y poco a poco va entrando mi dedo índice, lo saco y mete lenta mente, acerco mi cara a su ano y le empiezo a dar un requisito beso negro, le chupo su culito, le meto lengua lo más que puedo, intercalo mu lengua y mi dedo, después de un rato le meto otro, y veo que no se queja así que me prepara para penetrarlo.
J: ya estás listo bebé, te lo voy a meter.
– Le dijo esto mientras movía mi pene entre sus nalgas y tallaba su espalda-.
A: haaa, si estaaaa biiiiieeen.
– se le escucha excitado y con las voz entre cortada -.
Le empiezo a meter la cabeza y suelta un quejido muy fuerte.
J: estas bien, te dolió mucho? Quieres que me detenga?
A: no, tuuuuuu sigue, que horita se me pasa, verdad?
J: si nene, no te preocupes, acuérdate que duele al inicio pera después te gusta mucho.
Se la fui metiendo lentamente, haciendo paradas cuando veía que le dolía, logre metérselo todo, me quede quieto un rato, para que se acostumbrara a su invasor.
J: ya no te duele?
A: no, pero ciento ganas de ir al baño.
J: jajajaja, es normal, bueno entonces me voy a empezar a mover.
Empiezo con un vaivén lento pero duro que hacía sonar sus nalgas cundo chocaban con mi pubis, cuando vi que su rostro cambio a placer, las embestidas fueron más rápidas.
J: haaaaa, si que rico se siente.
A: haaa, haaa no espera vas muy rápido.
J: shhhh, eso no importa, te esta gustando?
A: haaaa, ssss iiiii.
Después de su respuesta acelere más la embestidas; plas plas se escuchaba por todo el cuarto, eso y sus quejidos de placer y dolor.
Se lo saco un momento para que se reponga y tomo aire suficiente y lo cambio de posición, lo coloco en la orilla de la cama, le meto dos almohadas de bajo y sus piernas en mis hombro.
A: porqué de esta forma?
J: es que te quería ver dulce carita de placer cuando te estoy cogiendo.
A: pero esta vez ve un poco lento.
No le contesto pero le sonrió con cierta malicia, le hecho más lubricante y se la dejo ir toda de una sola hasta al fondo, haaaaa fue todo lo que dijo mientras se aferraba de las sabanas de la cama, empiezo otra vez con la tremenda cogida que le estaba proporcionando, veo como su cara cambia por el placer que sentía, y le doy un gran beso para que disfrute mejor el momento.
Por el cuarto solo se escuchaba, nuestras pieles chocando, gemidos combinados con placer y un toque de dolor y bufadas de aire.
Ya teníamos buen rato y ya me estaba cansando pero quería que sintiera el mismo placer que yo, así que lo empecé a masturbar mientras le acariciaba el abdomen, sus gemidos se hicieron más fuertes, al igual que mis embestidas, cuando siento que su recto se aprieta y veo salir de unas cuantas gotitas transparentes de su pene, ese me excito a tope, y le acelero las embestidas.
J: haaaa, si ya me vengo, siiii
A: haaaa haaaa, espera no la hagas adentro.
Fue muy tarde ya me estaba corriendo, le llene el ano con abundante semen, me sentía tan cansando que me deje caer arriba de él, nuestros cuerpos sudados y fatigados por tan extenuante actividad.
J: perdón por terminar dentro de ti.
A: no te preocupes, es que solo quería ver otra vez como te salía el semen.
J: bueno, no te preocupes que la tarden es joven y nosotros también, aprieta fuerte para que no se salga nada.
Nos acomodamos en la cama, él se acuesta sobre mi brazo, mientras le proporciona unos cuantos besos, en eso que nos quedamos dormidos y nos despertamos por el hambre que nos dio, volteo a ver el reloj y veo que son casi las 8 de la noche, nos aviamos dormido cerca de tres horas y media.
Lo despierto rápido, para que se meta a bañar y se quiete otra vez el sudor, pero veo que sus piernas le tiemblan, así que le dijo que mejor nos bañemos juntos en el baño privado del cuarto porque tenía tina y así terminábamos más rápido.
J: cómo te sientes?
A: me duele mucho mi culito y las piernas me tiemblan.
J: es normal, acuérdame de ponerte una pomada para que se te quite el dolor y lo inflando.
A: está bien.
J: oye y que quieres cenar?
A: pizza.
Verlo acostado en la tina, desnudo y feliz, hizo que mi pene se parara de nuevo, y me acorde que me había dicho que quería ver mi semen otra vez.
J: porque no me ayudas a limpiar mi pene?
En cuanto se lo dije, me empezó a masturbar y a metérselo en la boca, lo hacía tan bien que no aguante mucho, y me bien adentro de su boca, traga una parte y escupe un poco en sus manos.
A: porqué es tan blanco y espeso?
J: bueno eso es porque ya soy grande.
–no fue la mejor respuesta pero ya no teníamos tiempo, mi esposa estaba por llegar-.
Lo saque de la tina, lo seque rápido y le di su trusita para que la pusiera, mientras yo me ponía mi short y acomodábamos el cuarto, bajamos rápida a la cocina a ver si todavía quedaba pizza de la última vez que compramos, gracias a dios si había, así que la puse a calentar.
Nos fuimos a la sala a ver una película, y a los pocos minutos llega mi esposa, con unas copitas de más, la llevo al nuestro cuarto se acuesta, y yo me regreso a terminar de ver la película con mi hijo, pero cuál fue mi sorpresa al encontrarlo dormido en el sillón de la sala.
Lo levanto en brazos y lo llevo a su cuarto, una vez allí lo acuesto en su cama y me le quedo observando.
J: qué lindo mi hijo, se ve tan bien como te quiero – y le da un beso en la mejilla, porque estaba acostado de lado-.
A: yo también te quiero papi – se da la vuelta y se acomoda como en posición fetal-.
Me dirijo a la sala, mientras pienso en que buen hijo tenía y que suerte había tenido, junto con todas las posibles aventuras que pudiéramos tener juntos.
Se aceptan sugerencias y comentarios para próximas entregas
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