Nuevos comienzos con mi tía
la historia es ficción y que rico si fuera parte de la realidad, será mi primer relato, disfruten!!.
Me llamo Miriam y tengo 17 años, muchos me dicen Miri, soy hija única. Eso a veces me alegra porque puedo tener la casa para mi sola, escuchar música a todo volumen y hacer muchas cosas, como he sido una niña con buenas calificaciones mis padres no se limitan en prohibirme muchas cosas. Pero, en fin, como iba diciendo, al tener la casa sola y después de terminar mis actividades, suelo ver redes sociales en la compu, tablet o lo que tenga a la mano, siempre y cuando tenga internet. No diré a que se dedican mis padres, porque no viene al caso, solo diré que hay ocasiones que ellos llegan hasta muy tarde de trabajar y no tienen una hora fija para salir, así que yo tengo que ver por mí misma.
Por las mañanas para ir a la escuela pasa mi mejor amiga y su mama, que es la que nos lleva al cole, y también me traen de regreso, en la casa de a lado vive mi tía, es soltera así que tiene tiempo para ella y sus viajes. Cuando llego de la escuela es común que este en la ventana, la puerta o el jardín para corroborar que llego bien, después de una o dos horas viene y platicamos un rato, me acompaña a comer y eso me alegra.
Alguna vez tuve la ocurrencia de preguntarle a mi tía (que por cierto se llama Karo), porque no estaba casada o tenía algún novio, solo se carcajeo por algunos minutos y me dijo que para la felicidad no siempre se necesitan hombres y que algún día me explicaría la razón, si no mal recuerdo en ese tiempo tendría 10 años; de alguna u otra manera confiaba en mi tía como una hermana, a veces, me llevaba de compras a él mol, siempre algo común como ropa, algún juguete, helados y otras muchas cosas. El primer recuerdo realmente bonito de mi tía fue, cuando mis padres tuvieron que viajar a Brasil por negocios, tardarían dos o tres semanas, en ese tiempo aun mi tía no vivía en la casa de junto, venia por temporadas, pero mi mama le solicito cuidarme, ya que, yo en ese momento tenía 11 años, Karo tendría los 19 años, cuando ella llego tuvimos que recogerla en el aeropuerto, después de darle todas las indicaciones a Karo sobre la casa y su funcionamiento, mis padres decidieron irse, decían que un buen negocio fluye cuando hay tiempo de sobra, y si que eran puntuales, odiaban que los hicieran esperar, por eso no iban a las juntas de mi cole, en su lugar mandaban a la señora que hacia el aseo en la casa.
Bueno Karo era delgada, media 1,68 y tenia unos pechos medianos, unas nalgas torneadas, cabello largo y lacio, tez clara, ojos color miel, una bonita sonrisa, acostumbraba a usar todo tipo de ropa, me encantaba verla con vestidos, alguno que otro le coqueteaba en la calle, pero no solía hacerles mucho caso, en lo particular yo solo la veía a ella, ahora se que me estaba enseñando a no dejarme llevar por cualquier alago. El siguiente día era viernes y me despertó alrededor de las 8 am, fue dulce porque me dio besos en todos lados, dijo que mi mama había autorizado no ir a la escuela, pero que tenía que terminar tareas y ayudar con el hogar ya que no iría la señora del aseo.
Durante la mañana nos encargamos de mis tareas, la limpieza y un poco de televisión, en la tarde salimos a hacer compras para la comida, como mis padres habían dejado sus autos y Karo sabia manejar nos fuimos en uno de ellos, me dejo ir en el asiento del copiloto, y como era automático coloco su mano sobre mi pierna, al llegar a nuestro destino compramos los víveres, como era una plaza grande recorrimos algunas tiendas hasta que entramos en una donde había mucha ropa, me dijo que entráramos, reviso algunas ropas, me dijo que como no fue a casa por ropa para poder cambiarse tendría que comprar algo nuevo, también escogió algunas para mí, fuimos hacia los vestidores y me jalo para entrar en el mismo, me dijo que estaba mas tranquila si no me perdía de vista, comenzó a desvestirse para probarse lo que escogió, en esa ocasión traía ropa de encaje y me gusto verla, era bonita y se lo dije, se dibujo una sonrisa y me dijo tú también lo eres, al verme me dijo que no esperara y me desvistiera para probarme la ropa, al quitarme se dio cuenta que mis pechos habían crecido y no traía sujetador, le comente que algunas de mis compañeras ya usaban, se acercó al pasillo abrió un poco la puerta, no había nadie en el pasillo, así que me dijo: no salgas de aquí hasta que vuelva, tardo no mas de 2 minutos, traía consigo varios brasier, cacheteros y tangas, jamás había usado una. Me quito la ropa que me estaba probando y me comenzó a poner el primero. Era tan buena escogiendo que me quedo justo a la medida, mis pechos los sentía diferentes a pesar de ser chicos, al probarme el séptimo decidido que quería verlo completo, era blanco y con bordados rojos, se veía muy hermoso; así que me quito de nuevo el bra anterior y empezó a bajarme la ropa interior, al verme totalmente desnuda se quedo congelada, tuve que hablarle para que se despistara. Se acerco lentamente y me miro a los ojos, eres realmente bonita atino a decir, me enrojecí y en ese momento me beso en los labios, no sabía cómo besar pero me gusto y me deje llevar, comenzó a acariciar mis glúteos y meter su mano en mi entrepierna, me besaba por el cuello hasta llegar a mis pechos, ya era su juguete no decía nada, solo sentía su lengua en mi cuerpo, esta asombrada y a la vez sentía cosquillas pero me empezaba a gustar, empujándome hacia el sillón que estaba dentro del vestidor, me recostó y siguió besándome por todos lados (me pidió que no hiciera ruido), siguió bajado por mi cuerpo hasta llegar a mi vagina, sentí su respiración y siguió con su lengua, era una sensación de cosquillas, me hacia estremecer, y me gustaba lo que sentía. No podía decir nada más la sensación ya me había invadido, Karo no solo se deleito usando su lengua, si no también agrego su mano, aunque solo lo hacia para frotarme no podía evitar lo rico que me hacía sentir, masajeaba mis labios vaginales y por en medio de los dedos metía su lengua, con su otra mano jugueteaba con mis pequeños pechos, yo empezaba a hacer sonidos y me daba miedo que nos descubrieran hay adentro así que me tape con mi playera que traía al entrar a la tienda, ella al notar eso puso sus manos sujetando mis nalgas, y torteando apretando metía su lengua dentro de mi vagina, esa sensación me hizo comenzar a sudar creo porque seguía con la cara tapada, ella traía una playera holgada y un short en ese momento, los cuales se quitó muy rápido quedando desnuda completamente, sin quitar su mano de mi vagina subió para lamer y disfrutar de mis senos, después de un ratito me quito la playera de la cara y al notarme tan roja se dibujó una sonrisa en sus labios, me pregunto “Te está gustando?” a lo que no pude responder pero asentí con la cabeza, me jalo hacia ella, y en el piso alfombrado quede sobre sus piernas; ella las abrió un poco indicándome hacer lo mismo, para esas fechas yo media 1,50 había crecido rápido, al estar en esa posición nuestras vaginas se entraron y comenzando a moverse, sentí otra sensación electrizante pero rica, seguía besándome y tocándome, pero al estar ella desnuda, atine a hacer lo mismo, después de un rato, Karo estaba recostada en el suelo y me hizo indicaciones para hincarme frente al espejo, estando su cabeza entre mis muslos y mi vagina, me metía su lengua, tocaba con sus manos mi cintura, yo al verme así en el espejo, no lo podía creer después de unos minutos me abrazo y siguió besándome en los labios. Recogimos toda la ropa me empezó a decir cosas que no prestaba atención, solo me hacía reír, compro toda la ropa que había tomado para evitar sospechas.
Ufff!!! Me encantan este tipo de historias. Espero que hayan mas capitulos