Orgasmos sin tocarme
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Yo seguía haciendo cosas con mi hermano, principalmente tocarnos, desnudarnos, chuparnos.
Debo confesar que me gustaba mucho tragarme su semen y me excitaba tanto casi como venirme.
Y empezamos a hacerlo en nuestro cuarto, al bañarnos juntos, en la casa de mis tios, de mis abuelos, hasta en el patio de la casa cuando nos quedábamos solos.
y llegó un momento en que me empezó a parecer todo muy repetitivo y como mi intención era "jugar" pues le dije que ya no quería seguir haciendo las mismas cosas.
Eso impulsó a mi hermano a ir mas lejos y empezó a conseguir películas porno.
En ese entonces eran películas hetero de videocasette (es verdad).
Y nos teníamos que meter al cuarto de mis papás para ver las películas o cuando estábamos de vacaciones subíamos la video a nuestro cuarto para ver películas infantiles que habíamos rentado y ya de noche aprovechábamos para ver las porno.
La pornografía trajo todo un nuevo estímulo de excitación y me entró afición por los hombres musculosos, sus vergas gigantes y sus chorros de semen volando por todas partes.
No importaba si eran hombres musculoso, mayores, lampiños, jóvenes, todos me excitaban y sobre todo las escenas de tríos u orgías donde había varios hombres donde llegaban a tocarse para acomodarse y coger entrelazados o la mujer chupaba sus vergas al mismo tiempo y obviamente sus miembros se tocaban.
Mi hermano empezó a hacer más experimentos y yo a dejarme llevar con él.
Una noche nos paramos a mitad de la recámara desnudos y él empezó a lamerme el cuello, yo sentía delicioso, cerré los ojos disfrutando la sensación de su lengua y sus labios recorriendo mi piel y me dejé llevar hasta que él me dijo que hiciera lo mismo.
Entonces empezamos a chuparnos el cuello y el pecho uno al otro, yo estaba super excitado, nunca había tenia una sensación así recorriendo mi cuerpo, además sentía que estábamos conectados de cierta forma porque yo también lo estaba haciendo gozar a él.
Cuando de pronto empezó a chuparme los pezones como si quisiera sacarme leche, yo ya no pude resistir más la excitación y empecé a venirme a chorros sin tocarme la verga, hasta me salió un gemido que no pude resistir.
Fue la primera vez que recuerdo haber tenido un orgasmo sin tocarme el cuerpo o el pito.
Mis chorros salieron volando tan fuerte que manché el piso y la cama de mi hermano.
Como yo ya había quedado satisfecho no quise continuar y solamente lo ayudé a masturbarse.
Cuando ya iba a venirse, me acosté sobre mi cama para que me echara la leche sobre el pecho y yo la recibí con gusto, me gustaba mucho sentir las gotas calientes cayendo sobre mi cuerpo mientras mi hermano gemía y se convulsionaba de placer.
En unas vacaciones mi hermano tenía una película con varias historias y las íbamos viendo cada noche.
Primero nos acostábamos juntos desnudos, nos tocábamos y nos platicábamos lo que nos había gustado de la película y las fantasías que teníamos, para ese momento yo ya estaba tan caliente que salían literalmente chorros de lubricante por mi verga, transparente y denso sin sabor pero nos excitaba chuparlo o recogerlo con los dedos para untarlo en los pezones y chuparlo uno del otro.
El líquido lubricante de mi hermano era un poco más salado que el mío y también me volvía loco chuparlo ya fuera directamente de su verga, de sus pezones o de sus dedos.
Como casi siempre empecé yo a mamarle la verga y luego él a mí para irnos acomodando sobre mi cama en un 69.
Ya teníamos como dos horas desnudos viendo la película, tocándonos y chupando.
Entonces empecé a sentir que me iba a venir, le avisé a mi hermano porque normalmente nos veníamos juntos sobre las cobijas o él me echaba su semen encima, él casi nunca se tragaba mi leche.
Pero esa vez se puso muy caliente y no quiso que nos separáramos, seguíamos chupando al mismo tiempo con una sincronía que era casi como sentir que yo me estaba chupando mi propia verga.
En eso siento un chorro caliente de semen en mi boca y me pego con todas mis fuerzas para tragármelo junto con el resto de la leche que estaba por salir.
Casi al mismo tiempo yo empiezo a venirme en total excitación y mi hermano se metió mi verga hasta el fondo de la garganta y empezó a tragarse mi leche, totalmente inesperado para mí.
Fue increíble que nos viniéramos al mismo tiempo y que nos tragáramos la leche.
Fue la única vez que lo hicimos y estuvo genial porque fue algo sin planear, salió natural.
Después de eso nos vestimos y mi hermano se regresó a su cama para dormir.
esas noches de adolescencia eran perfectas para explorar y dejarnos llevar por las bajas pasiones.
Pero como mi hermano y yo íbamos incrementando la intensidad de nuestros encuentros, no tardó mucho en empezar a pedirme que me dejara coger.
A mí me daba mucho miedo que me fuera a lastimar el culo por dentro y no quería aceptar sus invitaciones, siempre buscaba una forma de hacerlo cambiar de opinión y buscar otros placeres.
hasta que finalmente un día yo solo fui cediendo a la curiosidad y la calentura.
pero es es otra historia.
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