Orgía con hermano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esta narración que voy a contar la he metido en el tema de “incesto” por dos de los protagonistas de la escena que eran hermanos (hermano y hermana). Yo no soy ninguno de los dos, sino uno que participó de esa misma juerga que nos corrimos con la novia de un amigo. Pero que conste que la orgía la pidieron ellos dos, y la chica quedó bastante a gusto con el resultado, saciada sexualmente y nutritivamente, pues se bebió toda la leche masculina que la pudimos dar.
En esa época, yo tenía un grupito de amigos que lo seguíamos siendo desde que éramos pequeños. Ahora ya estábamos en los 20 años y ya no éramos unos niños. Durante todos esos años, nos conocíamos mutuamente, los familiares, las novias (quienes las tuvieran), lo que estudiábamos cada uno, una vez que acabamos los estudios en común…, etc. Ahora voy al hecho que narro, sobre las novias: Aunque algunos del grupo tenían novias (no todos), había una especial, bastante putita, novia de uno del grupo y hermana de otro chico del grupo. Como ya la conocíamos antes de hacerse novia, pues ya sabíamos lo ligera de cascos que era. Su hermano sabía de memoria los comentarios que hacíamos de su hermana, y luego su novio también tuvo que aguantar esos comentarios, pero no se enfadaba porque ese mismo novio (cuando no lo era) era de los primeros en hablar sobre ella. En fin, que era una guarra y tenía fama de ello. Y por eso mismo, los comentarios sexuales dirigidos a ella eran subiditos de tono a ver si se animaba a hacer alguna “cosita”. Ilusiones adolescentes, porque ella elije con quien acostarse y con quién no. Y, una vez que se “ennovió” de un amigo del grupo, aunque dijésemos guarrerías graciosas a su novio sobre su novia, a ella ya no nos insinuábamos.
Y, hete aquí que un día se planta el novio (con ella delante) y nos dice que lo habían hablado entre ellos y que…, querían hacer una orgía del grupito con ella. ¡Hala!, lo que ha dicho. Nos reímos todos, sin dar ninguna credibilidad. Pero el chico lo fue explicando, y es que ella tenía esa fantasía erótica de ser follada por varios hombres, uno tras otro. Quería sentirse multiorgásmica y tener un orgasmo tras otro. O sea, nada de penetrarla por todos los agujeros posible, sino solo por uno (el coño) y un chico detrás de otro. Y, eso sí, NADA de correrse en su coño, sino que había que sacar la polla de ahí y metérsela en la boca para eyacular allí (así nos ahorrábamos condones, tan irresponsables que éramos). ¿Y?. La chica permanecía callada al principio, pero asentía lo que decía su novio, participando de la conversación al final dando por cierta la propuesta de él. Vaya, vaya… Pero en el grupo también estaba su hermano, al que preguntamos y luego miramos todos: ¿qué le parecía a él?. Él no decía nada y ponía cara de no saber. Esa propuesta es cosa del novio de su hermana, y el hermano sabía de ello como nosotros, o sea, nada. Pero, ¿también iba a participar el hermano en la orgía?, preguntábamos de coña. SÍ, dijo el novio. VALE, dijo la novia (y hermana)…, y la chica empezó a decir que ya conocía la polla y el cuerpo de su hermano. ¿Cómo es eso?. Que sí, que ya conocía la polla de su hermano pues le había pajeado varias veces y se había bebido su semen. Jajaja, el hermano se puso colorado (descubrimos su secreto que no nos había contado), pero la chica tenía desparpajo: decía que desde hace ya muchos años, su hermano le enseñó a hacerle pajas a él y a chuparle la polla, aunque los últimos años ya no se lo hacía a su hermano (decir que la hermana era unos dos años menor que el hermano, que era como nosotros).
Esto cambiaba las cosas, y si antes ya había morbo, ahora con el hermano en el grupito, el morbo estaba asegurado. Como la cosa iba en serio, se organizó la movida en la casa vacía de un amigo del grupo y cuando llegó el día, allí fuimos todos en procesión. Qué pena que no pensáramos en grabar la escena… Ahora, con todos los Smartphone con cámaras, algo habríamos grabado, pero hace 10 años, o llevabas una cámara digital, o no grababas nada y no grabamos nada (no caímos ninguno en hacerlo). Estaba todo muy organizado: la chica se desnudaría y empezaría a chuparnos la polla a cada uno, pero un rato solo porque lo fundamental era metérsela por el coño hasta que se corriera ella (o se corriera el chico que la follase, dando paso al siguiente). Cuando vimos que el novio y la novia se desnudaban y empezaban a lamerse sus entrepiernas, fue el pistoletazo de salida a nuestras erecciones más descomunales (bendita juventud, jaja). Pero el novio no fue el primero en follarla. Se mantenía cerca y con su novia sacudiendo su polla de vez en cuando. Empezamos a restregar la polla en la boca y la lengua de la chica y luego, el primero a follarla.
La verdad es que era un espectáculo ver a la chica tumbada panza arriba, despatarrada en un sofá, poniendo cara de vicio, mientras un tío la iba penetrando, ya sea de rodillas él o, al rato, tumbándose sobre ella. La chica no se levantaba, sino que no paraba de emitir jadeos y gemidos, que nos ponían más a cien. La norma era que, cuando estuviese cada uno de los chicos a punto de correrse, llevase la polla a la boca y derramase allí la leche. No fallamos ninguno (alguno se corrió por el camino y embadurnó las tetas, que también tiene su morbo), pero no quisimos fallar porque así lo había pedido ella, que estaba sedienta de leche. No voy a comentar mi “cometido” (tan excitante…, que no duré mucho), pero sí cuando llegó el turno del hermano de la chica. Estaba él también con la polla tiesa, y también se la había chupado la hermana con mucho vicio. Así que, se puso de rodillas, enfiló el pene a la entrada del coño y…, arremetió sin dudarlo. Metiendo y sacando, suave, cada vez más rápido y a todo meter. A diferencia del resto, el hermano, que de estar de rodillas, se echó encima de ella, empezó a magrear las tetas, a chuparlas, a sobarlas… vaya, todo un espectáculo sexual que el resto jaleábamos con risas.
Hasta que sacó su enorme polla y fue a la boca de su hermana: toda la leche para ella. Ella cerró la boca mientras el hermano se la metía y sacaba sin sacar el glande, echando hasta la última gota de leche que la chica se tragó. Que vicio tenía, jajaja. Buff, que a gusto se quedó. El último fue el novio, que hizo como el resto (y también sobó el cuerpo de su novia, como había hecho su hermano).
Y así quedó contenta la chica de su fantasía erótica. Lo pasó tan bien que concertamos, por lo menos, una vez al semestre hacer lo mismo. Y así fue durante un tiempo (hermano incluido).
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