Orgía con mis papas mis tíos domingo por la noche.

El domingo por la noche, bajo a la sala para coger con mis tíos, quienes ya concluyen su visita a nuestra ciudad y viajan al día siguiente. .
Fue domingo por la noche. Me encontraba trabajando en el escritorio de mi cuarto. Había pasmanecido casi todo el día solo, después de que mi papas y mis tíos se habían retirado a un lago cerca de la ciudad para pasar el día. Yo venía llegando del trabajo y la verdad es que nomás tuve tiempo con ellos para una breve follada Antes de que ellos se fueran yo me quedara a descansar, recuperarme del turno nocturno y para seguir adelantando cosas en mi profesión.

El perro comenzó a enloquecer cuando escuchó que la camioneta en la que viajaban ellos de regreso llevó a la cochera de la casa. Escuché como abrieron la puerta y comenzaron a subir. Desde abajo de la casa se escuchaba el grito de mi nombre y me preguntaban cómo estaba y que esperaban platicar o verme conmigo al rato. Yo en ese momento me quedaba conectado con mi novia, ambos haciéndonos compañía debido a que ella vive en otra ciudad a la mía y que somos una relación a distancia. Así permanecimos la primera hora desde que ellos llegaron. Eventualmente supe que podría ser que se me haría una última acogida antes de que ellos se fueran debido a que al día siguiente tomaban un avión a otra ciudad en la costa de nuestro país.

Eventualmente mi papá se asomó a la puerta de mi cuarto, diciéndome que ya estaban empezando a tener un poquito de acción en la sala de la casa, que me invitaban a participar, debido a que era la última noche y el día siguiente mis tíos viajaban. Le dije que iba a estar abajo en breve, nomás tenía que terminar de hacer algunas cosas en la computadora, y ponerme un poco de desodorante y perfume, debido a que acababa de hacer ejercicio antes de que ellos llegaran del viaje. Mi novia enterriza me llegó a comentar, que tenia envidia de tener una orgía en este momento, esto debido a que ella vive con su abuela, y su abuela ya no está a la altura para tener sexo tan frecuente como a ella le gustaría.

Me levanté del escritorio diciéndole a mi novia que la iba a dejar conectada en mi habitación en lo que yo bajaba para coger y eventualmente volvía a regresar a platicar con ella. Ella sintió sin problema, comentándome que seguiría trabajando en algunas cosas o su trabajo en la computadora. Pasé rápido al baño para perfumarme, ponerme desodorante, lavarme un poco la ingle y entre los genitales con agua, y secarlo con la toalla para echarle un poco más de perfume, y me dirigí hacia abajo. Para mi sorpresa, cuando llegué a la sala, se escuchaba un silencio total. En un sofá, mi tío Mike, de 54 años, totalmente desnudo, con las piernas abiertas, mi mamá, de 59 años, a cuatro patas, entre sus piernas, con la polla de mi tío Mike en la boca. Mientras que en el sofá opuesto al otro lado de la mesa de café, la misma imagen se repetía con mi papá, de 60 años, y mi tía, Birgit, de 54.

Al momento que entré a la sala, notaron mi presencia. Mike saludando, me preguntando que cómo me veía en el transcurso de la tarde, a lo que yo le comenté que bien. Mi papá aprovechó para preguntarme que si había podido concluir mis cosas del trabajo. Le dije que casi todo, que todavía terminando aquí, tendría que volver a mi cuarto a trabajar un poco más, pero que con gusto bajaba para integrarme. A medida que me acercaba, mi tía, Birgit, se puso de pie para caminar hacia mí, con unas sonrisa en la boca, misma con la cual había quedado en la mañana cuando había llegado del trabajo, y la había cogido en conjunto con mi papá y mi tío. Llegamos, nos abrazamos, y nos unimos en un beso entreabrazado, de lengua, prendido, excitante. Me dio la impresión de que ella quería específicamente acoger conmigo, sobre todo por cómo habíamos interactuado en la cama, tanto el viernes que habían llegado, así como el día de hoy por la mañana, antes de que se fueran a su viaje al lago.

Después de fundirnos en ese beso, mientras que nos manoseábamos, mi cara bajó a buscar sus tetas, para meterme sus pezones hipertrofiados por los embarazos previos a la boca, dedicándolo en tiempo a cada uno, mientras que ella nomás gemía me acariciaba el cabello y me rascaba la espalda. Siendo ella una mujer europea, rubia, blanca, de un ochenta y cinco de altura, y yo siendo un hombre un poquito más del lado latino, cuando se trata de características físicas, y de unos setenta y cuatro de altura, la verdad es que no tuve que agachar mucho mi cabeza para estar a la altura de sus pezones. Así estuvimos un momento. Mi papá, mientras tanto, decidió colocarse detrás de mi mamá, comenzando a penetrarla y embestirla, mientras que ella seguía dándole una mamada a mi tío. Birgit me quitó la camiseta, y yo comencé a bajar mis pantalones para quedar completamente desnudo, igual que ellos, y me llevó de la mano hacia el sofá. Me sentó en el sofá, y ella se puso nuevamente de acuerdo entre mis piernas, tomando mi pene y metiéndoselo a la boca para comenzar una buena mamada, mientras que con una mano me masturbaba, y con la otra me tomaba de los huevos.

Mientras ella me daba una mamada de ensueño, yo me dedicaba a contemplar toda la escena, mientras que con mis manos recogía su cabello para tenerlo amarrado detrás de su cabeza. Ocasionalmente nuestros ojos se cruzaban, ella penetrándome con esa mirada que tanto nos puede debilitar las cuclillas a los hombres mientras una mujer tiene nuestro miembro en su boca.

Eventualmente, como en algún momento estuve a punto de llegar al orgasmo, la detuve, y le dije que, para agradecerle el favor, quería que se sentara ella en el sofá, y que ahora ella fue la que tuviera las piernas abiertas. Sin dudarlo, volvió a abrir las piernas ya sentada, yo ahora el que estaba arrodillado entre ellas, su coño con una mata de pelo triangular, rubio y un poquito yaconoso, por arriba de su pubis. El resto completamente depilado. Deslice mi lengua por el interior de su pierna, hasta llegar a sus labios mayores y eventualmente menores, comenzando luego a comer tanto el clítoris, así como para pasar la lengua por el interior de su vagina, a lo más profundo que podía. Haciendo al principio puros besos y puras lamidas y algo de succión, eventualmente incorporé una mano, metiendo uno, dos y hasta tres dedos. Estimulando su punto gémex, que con la lengua cubría su clítoris, y con la otra mano le tomaba de una de las tetas. Eventualmente no tardó mucho antes de que me dijera que se iba a venir, dejando claro que había llegado a su climax con un gemido de placer.

Como siempre me encanta hacer a las mujeres con el sexo de oral, después de darle un breve respiro del orgasmo, seguí manejando las mismas maniobras manuales y orales sobre su clítoris y vagina para sacarle un segundo orgasmo que me dejó claro que había llegado también a través de un gemido. Mientras que esto sucedía, yo escuchaba como se escuchaba la embestida de caderas en contra de las nalgas de mi madre, mientras que ella también gemía claramente de sus gemidos a medias debido a que se ahogaban por algún pene en su boca. Después del segundo orgasmo, me detuve y me puse de pie. Parado enfrente de mi tía, ella tomó nuevamente mi pene y comenzó a masturbarlo y a mamarlo para que volviera a ponerse duro. Me invitó a sentarme al lado de ella y nos besamos mientras que nos masturbábamos el uno al otro. Eventualmente se giró para poder estar sobre mí, dándole ella la espalda a la escena que estaba ocurriendo en el sofá contrario de la sala. Yo acomodé mi pene en la entrada de su vagina y ella se dejó caer, comenzando una sesión de cabalgada. Obviamente siendo ella una mujer de 54 años y no tan ágil como una persona más joven o inclusive hasta como un niño, su botadera no era tan pronunciada, pero sin embargo, el ritmo estaba excelente para que ambos tuviéramos placer, mientras que yo podía besarle el cuello, los labios y seguirle también chupando las tetas.

Como una buena madre, ella me tomaba de la cabeza con una mano, mientras que con la otra dirigía una teta a mi boca para que la succionara. Eventualmente dirigiendo mi cabeza a la siguiente teta, y así nos las íbamos alternando. Mientras tanto yo tomaba mis manos, y ella las aprovechaba para rascar su espalda, así como para tomar sus nalgas y abrirlas para que sintiera que estaba entrando más profundo, así como para asistirla en la botadera y en el sub y bajo.

Tuvo otro orgasmo, el cual coincidió con los gemidos de orgasmo de parte de mi madre, que cuando volteé a ver el otro sofá para ver en qué posición estaban, encontraba a Mike frenéticamente embistiendola, ella estando de a cuatro al largo del sofá, mientras que mi papá estaba sentado del otro lado, tomándola del cabello, ahogándola con su pene.

Eventualmente comencé a escuchar los gemidos de mi tío, al cual ya estaba a punto de llegar a su clímax también. En eso mi mamá dejó de mamarle el pene a mi papá, y le dijo a mi tío que la avisara cuando estaba a punto de venirse. Mi tío le preguntó que dónde quería ella que se viniera, y ella le dijo que no había ningún problema, que ella se encargaba de ello. En el momento que mi tío le avisó que ya estaba a punto de venirse, mi mamá se arrodilló enfrente de él, dejándo a mi papa a un lado, y metiéndose su pene completamente en la boca. Mi tío dando gemidos intensos de placer, mientras que escargaba su semen en la garganta de mi mamá. Eso para mí fue bastante excitante, por lo cual yo le dije a mi tía que también estaba a punto de venirme. Se bajó de mí y se arrodilló entre mis piernas, comenzando a masturbarme mientras que se metía la punta de mi glana en la boca. Le tomé del cabello y comencé mis semillos de clímax, descargando igualmente todo mi semen en la boca de ella. El último en venirse fue mi papá, quien le preguntó al principio a mi tío a dónde le parecía él que se viniera, mi tía le dijo que a ella le encantaba recibir el semen de él, por lo que mi papá se deshazó con nosotros, mi tía dejándome a un lado, y todavía de rodillas, voltiéndose a mi papá, igualmente engullendo su pene en su boca, la cual probablemente tenía un poco de mi semen. Mi papá igualmente gimió, apretando la cabeza de mi tía en contra de él, descargando todo el semen en su garganta. Mi papá se sentó al lado mío, colapsado por el clímax, al igual que Maika colapsó en el sofá contrario. Mi tía y mi mamá se voltearon a ver, sonriéndose y rieron un poco, se acercaron la una a la otra y se dieron un beso. No pude ver si en realidad compartieron semen, probablemente, probablemente no. Eventualmente, mi mamá llegó a sentarse entre mi papá y yo, y mi tía volvió al otro sofá para sentarse al lado de su marido, y nos quedamos platicando un poco, sacando conclusiones sobre el viaje, que era lo que más les había gustado, y cuál era el siguiente plan en su viaje por nuestro país, diciéndonos que el destino era Cancún.