Pablito capitulo 3
La llegada de mi padre cambiaron un poco las cosas entre Pablito y yo….
Cómo todos los domingos mi madre asistía a misa de 8 de la mañana, Pablito la acompañaba y yo me quedaba en casa dormido, ese domingo me despertó el teléfono y tuve que bajar corriendo a contestar, era mi padre, para avisar que en unas horas llegaría a casa después de casi dos meses de viajar por todo el país, recordarán que mi padre era chófer de autobuses de pasajeros.
Regrese a mi habítacion para esperar que llegara mi mamá y Pablito de misa para darles la noticia de la llegada de mi padre, en mi celular tenía un mensaje de Pablito que decía que estaba muy aburrido en misa, así que se me ocurrió la idea de mandarle una foto de mi verga flácida, con un texto que decía, cuando regreses te vas a divertir mamando, carita sonriente y la clásica berenjena.
Siempre al salir de misa mi mamá, hacía el mercado para la semana y Pablito la acompañaba, solo que esa vez Pablito finjio ganas de ir al baño y se fue para la casa, dando contestación a mi mensaje, con un ¡ que rica berenjena! Y una carita con ojos de corazón.
Me volví a quedar dormido, de repente empecé a sentir como me lamían la verga por arriba de la trusa, ufff abrí los ojos y ahí estaba Pablito listo para darme placer oral, ay Pablito no tienes llenadera, apenas anoche te di de comer verga y ya quieres más, todas las noches lo ponía a mamar, y solamente lo culiaba dos veces por semana, para no lastimarle mucho el ano y mi mamá no sospechara, ya que cada vez que lo culiaba se le hundían los ojos y otro día se la pasaba con mucho sueño y a mí mamá eso no se le hacía normal.
Total, Pablito me devoró la verga ese domingo por la mañana, que contradicción, después de recibir la ostia en misa, ahora Pablito recibía mi verga jajaja pero en lugar de vino le di leche bendita.
La mamada de verga no fue suficiente, así que le dije a Pablito que lo quería culiar, ya casi llega mamá, respondió y nos puede descubrir, yo sabía que al llegar nuestro padre sería un poco complicado culiarlo, así que no me importo y lo tome del cuello y metí al baño por si llegaba mamá, me senté en la tasa del baño y le dije que buscará la vaselina en el botiquín, ponme un la verga Pablito y luego te sientas, así lo hizo, me embarró la verga y se desnudo y se sentó dándome la espalda, espera le dije, metí el dedo en el frasco de vaselina y se lo introduje en su culito, con una mano me pajeaba la verga y con la otra lo dedeaba, ahora sí hermanito ensartate solo, abrí las piernas lo más que pude, tome mi verga del tronco y se la puse en la entrada de su ano, dale, dale.. segundos más tarde ya lo estaba empalando, Pablito jemia y daba pequeños gritos de dolor, yo disfrutaba de sus movimientos de cadera, yo lo sostenía de sus brazos y a la vez lo ayudaba en las subidas y bajadas, me miraba de reojo y me decía que yaaa, que le estaba doliendo y sentía ganas de defecar, un poco más, dale más, de pronto hizo presencia el tan detestable escremento que corrió desde mi verga asta mis testículos, apresure un poco y logré terminar de una manera sorpréndete y placentera, ahhhhh que placer me daba mi hermanito, vamos a bañarnos antes que llegue mamá, nos metimos a la regadera para limpiar las huellas de la batalla, Pablito sonreía y se veía muy felíz, así que no dude en darle un beso en la boca como a cualquier mujer que te da un gran placer sexual.
Ya estábamos muy acoplados y la idea era enamorarlo y así tenerlo a mi disposición.
Al llegar mi madre, pregunto por Pablito, se está bañando, y le comenté que llegaría papá para la comida, mi madre sonrió con mucha alegría, casi dos meses sin coger la tenían muy estresada y al llegar papá eso terminaría, mi madre era una mujer muy guapa, rubia, delgada y con unas tetas muy grandes, era muy conversadora y religiosa, siempre usaba ropa con la cual no se le notarán sus enormes tetas, aunque con mi padre era toda una puta, los mire varias veces en la cocina o en la sala meterse mano y una vez los mire cogiendo en la cocina y mi padre le chupaba las tetas como un bebé que pide leche materna.
Cuando yo era niño, escucha los gemidos de mi madre por las noches y una vez que la acompañe a la farmacia compro un lubricante anal, eso indicaba que le gustaba que le dieran por el culo.
Por fin llegó mi padre, todos felices y contentos, comiendo las delicias que había preparado mi madre, como están, quiero que me cuenten cada uno que han echo, empecé yo, cosas de la escuela y que estaba por comenzar un trabajo de medio tiempo, Pablito igual cosas de la escuela, papá pregunto, y de novias cómo andan, mamá respondió, luego hablamos de eso, papá se quedó pensativo y nos miro a Pablito y a mí, con una mirada estraña se dirigió a nosotros, no me vallan a salir jotos y soltó una carcajada, todos reímos.
Llegó la noche y papá y mamá se fueron a su habitación a coger como animales, Pablito y yo bajamos para escuchar y reír un poco jajaja, a mí se me paro un poco la verga, pero después de la cogida matutina no podría ni dar medio palo a mi lindo hermanito.
comos igue
Deliciaaaaaa, que rico coger a tu hermanito, sigue contando, que pasa. 😁
Me encanto esta historia, espero que dure mucho, me encanta la relación de estos 2 hermanos