Padre e hijo – capitulo 2 – Enseñándole de sexo a mi hijo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por al.2310.
Las cosas no se volvieron sencillas al llegar a casa, no estaba seguro aun de la atracción que sentía por Esteban, y con mi esposa en casa era difícil intentar cualquier cosa con él, yo volví pronto a mi rutina normal del día, haciendo unos pequeños ajustes para pasar más tiempo con mi hijo. Por las noches me tomaba el tiempo para llevarlo a dormir, le ayudaba a ponerse su pijama todas las noches, no había en ese entonces cosa más excitante que desnudarlo lentamente, pasando mis manos por su cuerpo infantil y su piel suave, eso siempre me dejaba con una descomunal erección apretando mis pantalones, luego le ponía la pijama y me acostaba a su lado para contarle un cuento, cuando se quedaba dormido yo permanecía por un rato a su lado pegando mi cuerpo al suyo y con los pantalones aun puestos frotando suavemente mi erección contra sus nalguitas, eso me producía una sensación indescriptible de placer, a veces me arriesgaba más y metía mi mano dentro de su pantalón para tocarlo, pero nunca me permitía a mí mismo ir más allá de eso, y luego, volvía a mi cama, no sin antes darle un pequeño beso en los labios.
Yo esperaba por una oportunidad para acercarme más a él, no del tipo de cercanía paternal, sino de una forma sexual, pero la forma en que pudiera reaccionar y el poco tiempo que teníamos para estar solos me lo habían impedido muchas veces, parecía que iba pasando una eternidad, pasó su cumpleaños número diez, y cuando entró a quinto grado en la primaria se inscribió en el equipo de futbol de la escuela, alguien tendría que pasar por el después del entrenamiento, mi esposa que es enfermera en un hospital trabajaba hasta las 8, y como el entrenamiento de Esteban terminaba a las 5, yo me ofrecí a hacer ajustes en mi horario para poder llevarlo a casa, fue bastante sencillo, solo tendría que entrar al trabajo un par de horas antes y llevarme un poco de trabajo a casa, pero podría pasar por él.
A partir de ese entonces pudimos tener más tiempo a solas, llegábamos a casa poco antes de las 5:30 y mi esposa no llegaba a casa casi hasta las 9, recuerdo que el primer día que pase por el después de su entrenamiento, estaba bastante ansioso, y cuando llegó Esteban al coche, me encantó como se veía, traía una playera negra y unos shorts bastante cortos que dejaban ver bastante de sus piernas, entro al coche, me saludó contento, y comenzó a platicarme como había estado su primer día de entrenamiento, no le prestaba mucha atención, me encantaba como se veían sus piernas, lo único que quería era besarlas y acariciarlas.
El recorrido a casa pereció bastante largo y cuando llegamos de inmediato dijo:
-voy a bañarme y a cambiarme-
-yo también tengo que darme un baño- le respondí – te importa si nos bañamos juntos?
-no- dijo- iré por mi toalla.
Ya hacía varias semanas que no nos habíamos bañado juntos así que era bueno hacerlo otra vez, fui a mi cuarto y me quité la ropa de trabajo y me puse un short y una camiseta sin mangas, y luego me dirigí al baño, Esteban estaba mirándose en el espejo
-ya estás listo amor? – le pregunté
El asintió con la cabeza, y se quitó las sandalias que se había puesto, aún tenía el uniforme de entrenamiento, primero se quitó la playera, luego su short y su ropa interior, yo no le quité los ojos de encima mientras se desnudaba, su cuerpo de niño y su hermosa piel me encantaban, luego de verlo desvestirse yo me quité mi ropa, la puse junto a la de él, e hice un esfuerzo sobrehumano, para contener la erección que quería levantarse, me metí rápido a la ducha y encendí la regadera para que me cayera el agua fría, luego entró esteban y comenzamos a ducharnos
-ya no puedo esperar para crecer- dijo mientras miraba mi verga. –crees que la mía vaya a ser así de grande?
-claro!!- le respondí – tal vez más, pero ya llegará su momento, por ahora disfruta de tu momento de niñez. Mientras tanto, te importaría tallarme la espalda? – añadí.
Le di la esponja de baño, me di la vuelta y bajé mi cuerpo flexionando un poco mis rodillas para que pudiera tallarme bien, cuando terminó de hacerlo, me pidió que yo le tallara ahora a él su espalda, esperaba que me lo pidiera, así que no me negué, puse un poco más de jabón de baño en la esponja y lo comencé a tallar lentamente, me gustaba ver sus nalguitas mientras lo hacía, tenía un cuerpo encantador, me gustaba saber que yo había hecho a ese precioso niño, lo amaba tanto que no podía dejar de desear demostrárselo haciéndolo mío.
Cuando terminamos de ducharnos, nos secamos y nos envolvimos cada quien en su toalla, miré el reloj y apenas eran las 7.
-oye, que dices si mientras estamos solos hacemos algo de hombres?- le pregunté.
-qué cosa? – me dijo intrigado
-ven, vamos a mi cuarto- le respondí
Lo tome de la mano y lo dirigí a mi cuarto, luego saqué mi laptop de mi portafolios de trabajo y la encendí
-quieres ver un video y masturbarnos?
-qué es eso papá? – me preguntó.
-es algo que hacemos los hombres- le dije – ven, te voy a enseñar a hacerlo, quieres aprender?
-si!! – me respondió emocionado
Abrí una página porno en la computadora y entre a la sección gay, encontré un video de unos chicos en una oficina que parecía bastante interesante y lo puse.
-oye- le dije – pero lo que haremos es solo entre nosotros, me prometes que no se lo vas a decir a nadie?
-lo prometo papi- me dijo emocionado
-bueno, ven aquí y quítate la toalla entonces-
Yo me quité la toalla que tenía alrededor de mi cintura y me subí a la cama, le indiqué a esteban que se sentara a mi lado, y el se apresuró a obedecer. Cuando ya estábamos el uno a lado del otro, los chicos en el video se estaban besando, yo comencé a acariciar mi verga para ponerla dura,
-tu puedes hacer lo mismo,- le dije- se siente muy bien.
El comenzó a acariciarse su pequeña verga mientras veía bastante emocionado el video,
-te gusta cómo se siente?
Solo movió la cabeza para decirme que sí. Cuando mi verga se puso bien dura le dije que prestara atención a la forma en que yo lo hacía y comencé a masturbarme enserio, sacudiendo mi verga con mi mano hacia arriba y hacia abajo mientras me retorcía de placer, el comenzó a hacer lo mismo y su carita me indicó cuanto lo estaba disfrutando,
-lo haces muy bien- le dije. Sigue haciéndolo mientras miramos el video.
Uno de los chicos en el video comenzó a mamarle la verga a su compañero, yo bajé el ritmo de mi masturbación para no venirme tan rápido, no le estaba prestando mucha atención al video, estaba más atento a Esteban, a la forma en que se masturbaba y a lo mucho que parecía gustarle el video, creí que me iba a preguntar porque habían dos hombres en él, pero no lo hizo, estaba bastante concentrado en la forma en que ese chico se metía la gran verga de su compañero enterita en la boca.
-ya me he cansado un poco-comenté- que dices si me ayudas un rato y luego yo te ayudo a ti.
Dijo que sí sin pensarlo, le indiqué como sujetar mi verga con una de sus manos y luego comenzó a masturbarme, fue una cosa increíble, ambos desnudos ahí, mientras Esteban me masturbaba, lo había imaginado muchas veces, pero la realidad era mucho mejor que en mis fantasías,
-te gusta como lo hago? – preguntó mientras miraba mi expresión de satisfacción
-me encanta amor- le respondí acariciando su cabello
Perdimos totalmente el interés en el video, Esteban me masturbaba con mucha intensidad, y yo acariciaba su espalda y su cuello, noté como muy lentamente él acercaba más su rostro a mi verga, estaba bastante impresionado con ella, nunca me la había visto así de dura y por supuesto nunca antes la había sentido
-quieres mamármela verdad?
Él aparto un poco su cara cuando le pregunté eso y se sonrojó pero no me respondió y solo siguió masturbándome
-has oído lo que te pregunte? – insistí – quieres mamármela verdad?, quieres hacer lo que hacen en el video?
El solo me miro de reojo y yo lo miraba también
-tranquilo bebé, no tienes por qué avergonzarte- le dije suavemente
Detuve su mano y la quité de mi verga, luego comencé a pasar mis dedos entre su cabello, nuevamente me miró tímidamente, y con un movimiento de mi cabeza le indiqué que estaba bien, sujeté su cabello y acerqué su cara a mi verga, que parecía que quería explotar
-abre grande la boca
El obedeció, abrió su boca lo más grande que pudo, acerque su cara aún más y con la otra mano sostuve mi verga para que entrara en su boca
-solo imagina que es una paleta- le dije – y justo como si fuera una paleta es como me la debes mamar
Le solté el cabello para que sintiera mayor libertad de hacerlo a su gusto y luego, sin más comenzó a mamármela, ni siquiera la mitad le cabía en la boca, y siendo su primera vez mamando una verga, lo hacía de una manera un poco torpe, pero el hecho de que por fin tuviera a mi hijo conmigo lo compensaba todo, me encantaba ver su cuerpecito montado sobre mis piernas y comiéndose la cabeza de mi verga como un chico muy hambriento, yo no podía dejar de gemir, y de ven en cuando el alzaba sus ojos para asegurarse de que lo estuviera haciendo bien, cuando estaba por venirme le pedí que se detuviera,
-ya ha sido suficiente- le dije – ven y acuéstate junto a mí
Él se deslizo hacía arriba y se acostó a mi lado
-ahora quiero que veas lo que pasa cuando haces esto muy bien
Me puse en cuatro sobre él, acercando mi verga a su abdomen, y entonces comencé a masturbarme furiosamente,
-mira esto, mira esto
Y luego me corrí sobre él. Esteban estaba realmente impresionado con lo que había visto, le había encantado, tome un poco del semen que estaba sobre él, lo unte en mi mano y luego comencé a masturbarlo a él, le encantó la sensación cálida sobre su verga infantil y tuvo su primer orgasmo al poco tiempo, no se corrió, pero el solo hecho de ver la forma en que se retorció en la cama fue suficiente para saberlo.
Nos quedamos recostados por un rato en la cama, miré el reloj y ya eran casi las 8:30, mi esposa ya no tardaría mucho en llegar, le dije que debíamos vestirnos, me levante y limpié a esteban con una toalla, luego me limpié a mí mismo, nos vestimos, guardé mi computadora y luego lo acompañé a su habitación.
-me gustó mucho papi- me dijo, y me dio un abrazo.
-a mí me gustó más-le respondí – recuerda que es nuestro secreto ok?
El asintió con la cabeza y me sonrió
-podemos hacerlo mañana otra vez? – preguntó
-claro que podemos – le dije. – podemos hacerlo siempre que quieras.
Luego me puse en cuclillas, lo abracé y le di un beso en los labios. Escuché el coche de mi esposa llegar, así que le dije que se acostará si estaba cansado, se fue a su cama y yo bajé para recibir a mi esposa.
Y fue así como comenzó un acercamiento sexual más real con Esteban, las sesiones de masturbación y sexo oral, se volvieron bastante frecuentes aprovechando el tiempo a solas que teníamos, no había como tener a mi hijo, desnudo conmigo, intercambiando caricias, y un poco de fluidos, poco a poco, se fue volviendo mejor mamándomela y besándome. Ya solo era cuestión esperar un poco para poder estar con él de la manera que más deseaba, pero consideré que debía esperar un poco de tiempo para desvirgarlo
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