Padre enamorado y en apuros
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por chelo212.
Para empezar algunos me dirían que soy un degenerado al que habría que matar a palos, pero por lo que siento por mi hija mayor , creo que solamente me puedo describir como un padre enamorado, loco por un amor poco comun.
Ella tiene 13 años está por cumplir los 14 y se ha desarrollado en una hermosa niña con una figura salida de la imaginación del mejor dibujante.
Es de piel bien blanca, su pelo rubio lacio se extiende hasta llegarle a la parte inferior de sus glúteos, tiene ojos color miel, es bien delgada sin llegar a ser muy flaca, sus pechos ya rellenan un corpiño talle 90 sus caderas aunque pequeñas son perfectas su cola es por demás exitante, con forma de corazón y una tersura única .
Gabriela es una niña muy sensual y provocadora ,sabe que su cuerpo me exita ya que no pierdo oportunidad de tocarle la cola o sus pechos a pesar de sus protestas cada vez que lo hago.
El relato que les voy a contar es totalmente real ,y es parte de una larguísima historia que tengo con gabriela ya que empecé a tocarla desde muy pequeña, cerca de los 7 años y que en los dos últimos he llegado a lo máximo de mi morbo.
A los 10 pude por primera vez lamerle su conchita ,debo decir que realmente es riquísima con un aroma suave a niña y un sabor que invita quedarse degustando ese manjar toda la vida.
Ella gozaba cada vez mas de mis lamidas y me venía a buscar mientras mi mujer dormía la siesta para que fueramos a su cuarto donde yo podía disfrutar de su cuerpito y ella de mi pasíon que le provocaba tanto placer, hasta que un día cometí el error de querer penetrarla ,lo que la asustó tanto que no quiso que continuaramos haciendo eso.
Me sentí muy mal al no poder tenerla como a mí me gustaba ,y por mas que le insistí ,ya no me permitió continuar tocándola; hasta que noté que ella tiene un sueño muy pesado, entoces decidí probar tocarla mientras ella dormía.
Aprovechando que se encontraba acostada boca arriba, apoyé suavemente mis dedos de una mano sobre su pelvis y lentamente comencé una delicada caricia sobre su conchita.
Ella no se despertaba y mis caricias iban en aumento, recorrían una y otra vez el pliegue que formaba la tela de su ropa interior al hundirse en su grutita, la que notaba como sus labios mayores comenzaban a hincharse, mostrando un bultito delicioso que yo quería atrapar con mi boca.
Mi dedo medio buscó por un costado de su ingle , una entrada fácil a mi objeto de deseo, no me costó mucho ya que la prenda era un tanto holgada y adentrándome en ella, encontré mi premio.
Sentir ese calorcito húmedo en la yema de mi dedo me volvió loco de la exitación , su piel suave aparentaba tener fiebre por la temperatura que podía percibir.
Utilizando mi otra mano, corrí del todo la tela que la cubría, descubriendo ante mis ojos un tajito cerrado, color rosa pálido, el que me dejó hipnotizado por la belleza de sus labios .
Ahora mis dedos abrían descaradamente su bulba, estirando su piel, exponiendo el botoncito rosado de su clítoris.
Me mojo el dedo índice en mi boca y lo deposito suavemente sobre su pepita, comenzando un masaje circular muy suave, para luego transitar con el mismo , todo el largo de su conchita, ida y vuelta.
Su bombachita me molesta, deseo tener un acceso directo a su sexo, por lo que lentamente dejo su prenda como estaba , retirando mis manos de su entrepierna, y atrapando el elástico de la cintura, comienzo a empujar hacia sus pies, sin ejercer casi presión, observando su respiración para saber si se estaba despertando.
Logré bajarle la bombachita hasta sus tobillos sin que se despertara y me dediqué a retirarle ese odioso trozo de lienzo que hasta un par de minutos antes, cubría su intimidad.
Primero lo retiré de su pierna derecha, para luego repetir la acción con la izquierda.
Con ambas manos tomé cada una de sus extremidades inferiores, llevándolas a ambos bordes de su camita, dejándola completamente abierta de piernas, ofreciéndome una maravillosa vista de esa apetitosa almejita.
De a poco fui subiéndome a su camita y cual si fuera un felino por atacar a su presa, fui acercando de a poco mi rostro a su entrepiernas, disfrutando de tan vella vista y del delicioso aroma a hembrita que llegaba a mi olfato.
Mis labios se pegaron suavemente a su bulba y comencé a recorrer su grutita con mi lengua durante un buen rato y mi sorpresa fue gigante al sentir que su respiración se empezaba a entrecortar, no podía creer que dormida ella sintiera placer, pero sus gemidos crecían y tuve miedo de que mi mujer se despertara , por lo que decidí detenerme un minuto, justo cuando ella se giró incómoda sobre su costado derecho.
Su mano razcó unos segundos su cabeza, yo creía que se había despertado y no sabía que escusa poner para explicar por que no tenía puesta su ropa interior , y que hacía yo sobre su cama.
Pero para mi suerte seguía dormida , aunque ya no me quise arriesgar mas por el momento, así que con la misma paciencia con la que la había desnudado , ahora la vestía, para luego retirarme al baño a descargar todo el líbido acumulado.
A la noche siguiente volví a su cuarto y nuevamente la desnudé pero se encontraba boca abajo y tenía miedo de despertarla si la intentaba girar, esperé mas de dos horas y nunca se movió.
Fue cuando vino a mi mente la idea de lamerle su culito, 10 minutos después estaba gimiendo nuevamente ,pero al estar boca abajo la almohada ahogaba sus suspiros ;esto me enloqueció mas y decidí ir más alla, tome un pote de crema para el cuerpo que había en la cómoda y apliqué un poco en su orificio anal masajeando con círculos la zona alrededor de su entrada trasera y luego suavemente empujé el dedo indice a su interior .
Al principio hubo una pequeña resistencia pero cuando cedió el esfínter entró en su totalidad de una sola ves.
La calentura que yo tenía era tal que me faltaba el aire y sentía que mi pene soltaba algo de líquido seminal, aprovechando la situación comencé un movimiento mete y saca , alternando con giros como si fuese un picaporte ,por unos 15 minutos hasta que sentí que el dedo resbalaba fácil y decidí introducirle el dedo medio también.
Todo marchaba de maravillas hasta que los dos nudillos no pasaban y le hice un poco de presión lo que le causó un poco de dolor y se volteó de costado, saque los dedos rapidamente aunque no se despertó le subí la bombachita y me retiré al baño a hacerme una paja que casi me desmayo.
Esto lo seguí repitiendo periódicamente unos meses hasta una noche que mi mujer le tocó trabajar en el turno nocturno ,yo estaba abocado a mi tarea y notaba que cada noche se dilataba mejor ,por lo que quise probar si la podía penetrar.
En el sumo de la calentura me coloque abundante crema en el pene me desnudé por completo y me coloqué sobre ella colocando mis piernas a cada lado de su cuerpo, lentamente me fui agachando hasta quedar de rodillas , apoyado sobre mis manos para no dejarme caer sobre su cuerpito.
Mi miembro palpitaba solo de la exitación que yo tenía, y casi dejo escapar un suspiro audible al sentir como por casualidad , rocé con mi miembro sus nalgas.
Me incorporé en forma vertical para liberar mis manos, y con una de ellas separé sus cachetes , exponiendo ese círculo oscurito y arrugado , que ya mostraba signos de una dilatación apreciable.
Con mi otra mano tomé mi órgano masculino, lo apoyé en su entrada trasera, comencé a presionar un poco dejándolo así hasta sentir que su esfínter comenzaba a relajarse , cediendo ante el embate de un intruso de carne venosa, y su ano comenzó a atrapar mi miembro ,sentía que el glande ya se alojaba en su interior y el calor de su culito me quemaba lo que me provocó que no me pudiera contener y empezara a acabar ;el corazón parecía querer escaparse por mi boca,y en su interior un torrente de semen se colaba bañando todo su interior de un espeso y caliente líquido.
Pero cometí la equivocación de comenzar a bombearla y esto le provocó un dolor que la despertó ,de repente levantó la cabeza me miró y me empezó a gritar que me fuera , que yo no le tenía que hacer eso.
Por suerte nunca le dijo a mi señora de lo ocurrido , pero se empezó a negar para quedarse sola de noche conmigo.
Continué desde entonces metiéndole dedos y lamiendo su conchita cuando ella y mi mujer dormían, pero en el trabajo me pasaron al turno de noche por lo que ya no podía rondarla , por lo que empecé a rogarle que me dejara lamerla como antes ,pero solo lo logré muy pocas veces, lo que me hacía enloquecer de deseos ;entonces tenía que esperar a mis días libres para tenerla para mí.
Soy técnico electrónico por lo que me dí mañas para fabricar con unos motorcitos de juguetes ,unas carcasas de linternas y unas pipetas de plastico ,un par de vibradores que funcionan de maravillas.
Hace dos noches tuve franco y me levanté nuevamente, como siempre la relajé y la penetré analmente con mis dedos pero sin bajarle la tanguita, alcancé nuevamente ese grado de exitación que me hace temblar y me falta el aire, me fui a mi habitación , tomé el aparato y regresé; le coloqué bastante crema y lo apunté a su culito ya dilatado.
Pensé que me iba a costar meterlo por ser mas ancho que mis dos dedos pero en apenas tres segundos se perdió entero en su interior, lo retiré un poco y lo volví a introducir mas rápido y nuevamente desapareció por completo; me dije que esto tenía que quedar registrado por lo que tomé una foto con mi celular y luego busqué como dejarlo apoyado para poder filmar lo que estaba haciendo.
Lo comencé a meter y sacar sin miramiento y empecé a escuchar sus gemidos pero se giró quedando boca arriba, en esta posición no podía continuar con lo que hacía, pero el morbo me llevó a intentar introducir aunque fuera un poco el vibrador en su conchita, tenía que tener cuidado de no meterlo mucho porque mi hija es virgen y recién ha tenido su primer regla.
Nuevamente con cuidado corrí de costado sus interiores y le apliqué otro tanto de crema en su vaginita para luego comenzar a introducir un poco el aparato hasta que note que se empezaba a poner incómoda, entonces me detuve un rato para que se acostumbrara y mientras le saqué otra foto; al cabo de unos minutos comencé con un pequeño bombeo ,avanzando y retrocediendo rítmicamente.
Cuando quise darme cuenta , el aparatito casero se había perdido prácticamente entero en su interior, lo que me sorprendió ya que éste tendría casi 20 cm de largo.
Sin retirarlo me acerqué a su vulva para comenzar a lamer su inflamado clítoris y sorber unos brillantes juguitos que emanaban de su interior y que resbalaban hacia su culito.
Nuevamente se sintió incomoda por lo que giró otra vez quedando boca abajo.
La volví a penetrar con el aparato ya sin necesidad de más lubricante hasta que la sentí nuevamente que empezaba a gemir, no aguanté más la calentura y decidí que tenía que gozarla si o si, por lo que me bajé mi sleep ,me coloqué crema en el pene y me ubique arriba de ella; retiré el aparato de un tirón y la penetré antes que su ano se contragera, era increíble mi miembro estaba entrando entero y ella lo gozaba dormida.
No aguante demasiado tiempo aunque quería quedarme cogiéndola toda la noche, me agarró un estremecimiento en todo el cuerpo ,dejé de respirar y hasta creo que me quede sordo ,comencé a acabar como nunca lo había hecho en mi vida, no sé cuantos espasmos tuve pero le inundé su interior con al menos medio litro de leche hirviendo.
Lo curioso es que ella tambien tuvo un orgasmo que la despertó, por lo que aprovechando la obscuridad salí de su pieza corriendo y me acosté en mi cama y allí me puse mi sleep.
Sentí que encendió la luz del baño y después de unos cinco minutos encendió la de mi pieza y comenzó a preguntarme a los gritos que era lo que yo le había hecho porque tenía todo el culo con crema, mi mujer me miró muy fiero ,por lo que respondí que usé la crema para hacerle una paja mientras dormía.
Mi señora me clavó la mirada en los ojos y me advirtió que me estaba pasando de la raya y que ya ibamos a hablar, luego acompañó a mi hija a su cama y se quedó con ella.
Al otro día me despertó algo seria y me mostró el vibrador que lo olvidé al salir corriendo y el pote de crema abierto en sus manos, se inclinó sobre mí me besó en los labios y me amenazó diciéndome que si se enteraba que yo le metía el aparato en el culo a mi hija o que si alguna vez yo intentaba siquiera culiarmela ella me iba a cortar las bolas.
Después llamó a toda la familia para desayunar, es cuando sale mi hija del baño diciendo que había hecho como diarrea clara, mi mujer me miró haciendome un gesto de que me iba a matar pero no dijo nada y bajo la mirada moviendo la cabeza negativamente pero con una sonrisa casi imperceptible.
Cuando terminamos el desayuno pasé junto a Gabriela y le dije que si le había gustado lo de la noche anterior , en mi próximo franco lo repetíamos a lo que ella respondió con un clarísimo “culiado” .
Los tocamientos se hicieron mas seguidos desde hace un par de años y últimamente lo hago descaradamente frente a mi señora a la vez que le digo de todo tipo de cosas, y hasta he llegado a proponerles que pasen una noche las dos juntas conmigo ,entonces recibo el reto de mi mujer y los insultos de mi hija, aunque el que prefiere decirme es culiado porque cada vez que me lo dice le agarro las tetas o le sobo el chochito ella empieza a los gritos pero lo repite cada vez que pasa al lado mío y comenzamos nuevamente con los toqueteos.
Ahora solo me deja de ves en cuando sacarle alguna foto cuando se prueba alguna bombachita nueva.
Mi mujer me recrimina a cada rato y luego de muchas discusiones por este tema ha llegado a la conclusión de que realmente estoy enamorado de mi hija y me recuerda siempre que ella no piensa competir por mi amor ,pero que mi esposa es ella y nadie mas.
Además de Gaby tengo otra hija de 6 añitos y un baroncito de 3.
Espero que este relato les haya gustado, mi próximo objetivo es convencer a mi hija para poder hacerle el amor con su consentimiento y desvirgarla y asi poder enseñarle lo que he aprendido en lo sexual.
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