Padre enamorado y en apuros 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por chelo212.
Por la mañana se juntó nuevamente toda la familia para desayunar, mi mujer preparó café con leche y tostadas para todos, el primero en sentarse a la mesa fue el varoncito, dos minutos después apareció Celeste, con todo el pelo revuelto, parecía que la había atacado un tornado, lo que generó algunas burlas por parte nuestra.
Después de algunos minutos notamos que Gabriela no aparecía , entonces mi señora me mandó a buscarla, y en forma irónica acotó “fíjate si no ha quedado muy agotada después de lo de anoche”, yo me reí por la ocurrencia y seguí camino a su habitación.
Al llegar la encuentro sentada en el borde de su cama muy pensativa, sus ojos no estaban llorando pero se notaba ese brillo húmedo previo a las lágrimas.
Le dije que la estábamos esperando para desayunar, y me contestó de forma muy escueta que ya iría, noté que aunque no me dijo nada , sospechaba lo que había pasado durante la noche y que no se despertó mientras sucedía, lo que la hacía sentirse muy vulnerable.
Pasaron un par de minutos cuando apareció en el comedor , estaba con una tanguita diminuta color rosa fluo, y una chomba sin mangas que no llegaba a tapar su ombligo, esa imagen me exitó de inmediato, se paseó lentamente mirando al piso, haciendo el camino mas largo hasta su silla, como dejándome degustar la exquisitez de sus curvas.
Su hermana le preguntó por que se había sentado desnuda a la mesa, a lo que ella le respondió que hacía calor y que además también lo que ella traía era ropa .
Celeste volvió a recalcarle que lo mismo era estar desnuda y que lo hacía frente a mí, teniendo por respuesta que aunque se vistiera con pantalones y sueter , los hombres se las arreglan para imaginárselas desnuda, mientras me clavaba una mirada desafiante directamente a los ojos.
Una vez terminado el desayuno , enviamos al trío a hacer las compras a un mercado que hay a unas siete cuadras de mi casa, por lo que quedamos a solas con mi mujer.
Ella aprovechó la ocasión para sentarse frente a mí.
-Tenemos que hablar muy serio de lo que te está pasando con Gabriela, hasta donde pensás llegar?
-Sabes que me estoy enamorando de ella también , y quiero convertirla en mi amante, pero no sé como encararla sin que me rechaze.
-Pero si metes la pata? Y si la embarazas?
-Todavía es virgen, aunque me gustaría poder desvirgarla pronto, y poder tenerla completamente para mí
-Me va a costar muchísimo , pero voy a ver si puedo ir hablando de a poco con ella, para ver que tan interesada está en el sexo y si sabe lo que le haces cuando se duerme.
-Podrías inventar algo como que me vea desnudo por accidente y si te lo cuenta que te de detalles de lo que pensó
-No creo que eso funcione ,pero déjame ver que hago.
-Bueno eso te lo agradecería mucho, no quiero desvirgarla sin su consentimiento.
Después de esa charla pasaron unos cuantos meses , en los que continué con mis incursiones nocturnas, mi mujer iba a dos médicos distintos para que le recetaran las pastillas para dormir, y así poder comprar una caja extra para darle a mi hija sin que se diera cuenta.
Una noche estaba Gaby de costado , por lo que me costó un poco mas de tiempo poder sacarle su tanguita, y cuando ya tenía lo suficientemente dilatado su culito , listo para penetrarlo , es cuando aparece mi mujer en la habitación.
Pensé que venía a impedirme que continuara, pero por el contrario, traía una cámara en su mano.
Se acercó hasta donde estábamos, y dándome un beso en los labios me susurró al oído que lo filmaría así después lo mirábamos juntos.
La idea me llenó de morbo y mi exitacíon comenzó a clamar por placer, tomé el pote de crema, lubriqué su entrada trasera y lentamente pero de una sola estocada , la ensarté hasta los huevos.
La tomé suavemente de la cintura, para evitar moverla mucho y lentamente comencé a bombear dentro de sus tripas, mi tolete iba y venía rítmicamente, causándome un placer indescriptible.
Mi mujer me comentaba que le parecía increíble que un culo tan chiquito se comiera todo mi miembro tan fácil y que a ella la única vez que me permitió meterle un dedo por unos segundos le había resultado doloroso e incómodo.
Ella buscaba distintos ángulos para captar mejor la imagen, mientras yo sentía el calor de la luz de la cámara en mi culo.
–La otra vez ví que la penetrabas con más fuerza , me desafió mi esposa, y yo como queriendo demostrar de lo que podía llegar, comencé a acometer más fuerte y más profundo, llegando a sacudir levemente a Gabriela, en el colmo de la calentura comencé a sacar mi miembro completamente para volverlo a clavar hasta el fondo.
Ahora un simple video ya parecía una filmación porno, y la visión que tenía de su ano totalmente dilatado y rojo, recibiendo mi miembro de una forma tan avasallante, hizo que mi climax llegara.
Mis músculos se contrajeron al máximo, mi respiración se hizo entrecortada, y en ese preciso momento estando con mis ojos cerrados por tanto gozo, siento como me jalan de mis cabellos y es mi mujer quien me deposita un apasionado beso, mientras mi miembro comienza a lanzar una abundante cantidad de esperma en el interior de mi hija, haciendo que lubrique aun más la penetración.
Yo quería quedarme un rato dentro de ella como hacía habitualmente, pero me insistió en que quería ver como le quedaba dilatado el culo a mi hija, por lo que me retiré velozmente de ella.
Tal como lo imaginó , el ano permaneció abierto por unos cuantos segundos ,mientras que de su interior comenzó a escurrir mi leche; en ese momento mi mujer me pasa la cámara y me dice que eso era de ella y que no pensaba desaprovecharlo, por lo que hacercó su boca al trasero de Gabriela y comenzó a sorber todo lo que rezumaba del mismo , mientras yo continuaba separando las nalgas de mi hija con una mano y con la otra sostenía la cámara.
Nunca en mi vida me hubiera imaginado que se animara a hacer eso y menos del culo de su hija mayor, ese video sería luego causante de los encuentros mas fogosos que tuve con mi señora
Una vez que nos tranquilizamos , me ayudó a colocarle nuevamente la tanga a mi hija, y creo que el efecto de las pastillas ya estaba pasando porque se quejó y se giró hacia el otro lado de la cama.
Esperamos unos segundos para asegurarnos que no se había despertado y luego recogimos las cosas nuestras de la habitación , y nos retiramos a la nuestra .
Quince días después mi mujer la llevó a la ginecóloga , por un problema de irregularidad en las fechas de sus ciclos menstruales, al volver a la casa Gabriela solo me saludó desde lejos con su mano ya que estaba ablando con su amiga por el teléfono celular.
Mi señora se arrimó hacia donde estaba yo y me dice “ creo que deseaste algo con muchas ganas porque se te dio” ; yo no entedía a que se refería con eso, entonces ella me amplia el tema comentándome que para regular su ciclo menstrual , la doctora le había recetado que empezara a tomar píldoras anticonceptivas.
No sé cual sería mi cara de felicidad por la noticia, que me dijo que no fuera tan evidente, y que de ahora en más había que buscar la forma de ir llevando la situación de a poco para lograr que ella me entregara su virginidad por voluntad propia.
Lo mejor está por venir.
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