Padre enamorado y en apuros 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por chelo212.
Continué con los tocamientos habituales de cuando ella pasaba cerca mío, una mano que tocaba una nalga, un roce de sus pechos, el correspondiente insulto por parte de ella, yo que la “castigaba “ por eso con unos chirlos en su culo o le estrujaba sus tetas, mientras que ella me daba golpes como defendiéndose , pero entre risas.
En cierta ocasión en que estábamos forcejeando los dos caímos al suelo del living, quedando de lado enfrentados uno al otro, se produjo un pequeño silencio de unos segundos, en la que nos miramos fijos a los ojos.
Me sentí tentado a besarla, por lo que busqué sus labios con los míos, pero ella giró la cabeza y me dice : pará un poco , que te pensás que haces? , su rechazo me pegó duro en el alma, pensé que sería mas fácil pero me había equivocado.
Ella se incorporó del piso y se dirigió a donde se encontraba su madre en la cocina para ponerle las quejas.
Mamá mirá tu marido (así se refiere a mi cuando se enoja conmigo) intentó besarme en la boca!!
Mi mujer casi sin mirarla le contestó en forma sarcástica, ¿tanto lío porque te coma la boca? Hay otros que a su hija se la “comen” de lo lindo.
Esa respuesta la dejó helada, no se la esperaba y menos viniendo de su progenitora, que siempre le parecía tan correcta en todo.
Me acerqué en silencio tratando de escuchar la conversación entre ambas, pero solo se sentía como el cuchillo golpeaba la tabla de las verduras.
Me entorné a la puerta de la cocina y vi a mi mujer terminando de preparar la ensalada y mi hija con su espalda apoyada en la heladera ,con su cabeza gacha y su mirada perdida como buscando algo en su cabeza o tal vez algo de lo que había escuchado daba respuesta a una duda suya.
Me acerqué como quien no quiere la cosa, y me coloqué entre ambas féminas, mientras que a mi mujer le palpaba descaradamente con una mano sus nalgas , con el otro brazo lo pasé sobre los hombros de Gabriela, y comencé suavemente a acariciar su hombro derecho y su cuello.
Pasó menos de un minuto y ella me miró como con una pregunta en su mirada para luego quitar mi mano de encima de ella mientras nos informaba que iba a su habitación para recoger la ropa que metería en el lavarropas , retirándose del lugar.
Mi señora se giró hacia mi y me indicó que para poder tenerla , yo debía probar con una estrategia que la hiciera interesarse en el sexo, y no que la llevara a rechazarlo.
Entonces me dirigí a mi habitación , prendí la computadora y comencé a indagar en el tema del incesto, buscando relatos , información , imágenes y videos que me ayudaran a elaborar una forma de atraerla hacia mí.
Encontré material de todo tipo , en especial de padres y abuelos con chicas como mi hija y otras que supongo tenían la mitad de su edad, el material era tanto y tan variado que después de almorzar continué buscando durante toda la tarde.
Mi mujer pasaba cada tanto y miraba las imágenes, algunas le parecían muy artísticas y otras la espantaban porque se notaba que eran de violaciones reales.
Dejé un acceso directo a una carpeta donde descargaba todo el material recolectado, y me dediqué mas a leer las experiencias y consejos de otros padres que sí habían logrado llegar a un encuentro sexual con sus hijas.
Cuando la noche se acercaba, mi hija Celeste, me avisa que faltan cosas para poder preparar la cena, y que además la habían invitado a pasar un par de días en la casa de una de sus amigas del colegio, una chica que vivía con su madre y dos hermanas mas, ya que su padre trabaja en un buque de transporte y no está nunca en el país.
Gabriela y su madre se encontraban en el living conversando muy bajito sentadas en el sofá enfrentadas entre sí, pero alcancé a observar como ambas manos de mi hija eran contenidas por las de su progenitora, por lo que deduje que se trataba de algo muy personal y serio.
Tras tomar mi billetera y las llaves de la puerta de casa, salí con rumbo al mercadito en busca de los víveres para la cena.
Cuarenta y cinco minutos después estaba de vuelta en mi casa y al entrar veo que ya no se encontraban sentadas en el sofá, me dirijo a la cocina a dejar lo comprado , cuando escucho que hablaban en mi habitación.
Mi mujer le mostraba los videos de incesto a mi hija, ella ponía cara de asombro al ver como una niña de su edad se tragaba casi todo el miembro de un adulto y luego de unos minutos este le descargaba un torrente de semen en su boca y su cara.
Puajj como le puede gustar eso a esa pendeja? Se preguntó, mi mujer le contesta que tenía que probarlo ella para poder criticar eso.
Luego otro video en que un canoso barrigón tenía en cuatro patas a una niña de unos once años, mientras la penetraba salvajemente por su vaginita, la mocosa chillaba de forma audible.
Mi hija comentó que la estaba destrozando, pero su madre le hizo saber que estaba gozando a lo grande , le observó como sus labios se los mordía y que no tenía muesca de dolor sino de un gozo enorme.
Gabriela ya estaba inquieta, disimuladamente su mano izquierda estaba entre sus piernas y sus dedos suavemente comenzaban a rozar lentamente su vulva por sobre la tela de sus pantalones.
Dirigiéndose a su madre le pregunta ¿Por qué papá me quiere hacer esto?
-Solo te quiere enseñar, para que después disfrutes plenamente de tu sexualidad, ya que si tu primera vez es con alguien que no te sepa tratar bien, te va a quedar una muy mala imagen de lo que es el sexo y no te vas a sentir a gusto con nadie.
-Pero es mi padre , eso creo que está muy mal que lo haga el.
-¿Quién mejor que alguien que te ama de verdad y que sabes que te va a cuidar siempre, para que sea tu primera vez? Además el sabe hacer el amor como pocos.
-Si pero es que me dá miedo!!
-No te preocupes, yo voy a estar cerca para ayudarte si te sentís insegura.
En ese momento ingreso a la habitación haciéndome el que recién llegaba y me siento en el borde de la cama, pero la erección que tengo no engaña a nadie.
-Estaba ablando con Gabriela y explicándole de lo bueno que sería que su debut sexual sea con alguien de confianza , que la quiera mucho y la cuide, me dice mi mujer mientras me guiña un ojo.
-Si la primera vez es muy importante para una chica, es la que va a marcarla para siempre , acoto yo.
-Bueno los dejo solos para que conversen ustedes , cualquier cosa me llaman.
Mi hija la miró como suplicando que no la dejara sola conmigo, pero se retiró haciendo un gesto de que todo estaba muy bien.
Gaby solo se giró mirando el monitor donde una adolescente era penetrada analmente por un supuesto tío de ella, y luego la hacía girar para que quedando sobre el , lo cabalgara mientras el tipo la sujetaba a manos llenas de su culo.
Me levanté de la cama y me dirigí a donde estaba mi hija y haciéndole seña de que se levantara de la silla, para ocupar yo su lugar, luego la tomé de su cintura y haciendo que abriera sus piernas , la senté sobre las mías.
Fui explicándole cada una de las imágenes que aparecían y ella me preguntaba el por que? De cada una de las posiciones.
Un video largo comenzaba no tan brusco sino sensualmente, lo que aproveché para ir copiando algunas caricias sobre su cuerpo.
Comenzando con un roce suave sobre sus pechos, sentí como se tensó , pero seguía atenta a las imágenes.
Poco a poco introduje una mano por debajo de su remera y acaricié sus senos , seguía sin corpiños por lo que el contacto de su piel me estremeció y el sentir como se habían endurecido sus pezones me puso a mil.
Me costaba muchísimo contenerme, pero no quería espantarla, hoy tenía que ser el momento esperado.
En la pantalla el cuarentón la besaba apasionadamente en los labios , pero yo solo aproximé los míos a su cuello , apenas apoyándolos y comenzando a recorrer el camino hacia la parte posterior de su oreja para luego regresar hasta sus hombros.
Un suspiro largo escapó de ella y su cuerpo se relajó como si se estuviese desvaneciendo, ahora mi mano comenzaba suavemente a estrujar sus pechos , mientras que con la otra la dirigí a su entrepierna para acariciar su zona mas caliente.
Su respiración se tornó muy pesada y cada inspiración y exalación eran bien largas, señal de que estaba realmente exitada.
Hice que se incorporara y tomándola de la mano la dirigí hacia mi cama.
En un primer momento se quedó quieta pero al insistir en el movimiento ella me acompañó.
Tenía su mirada asustada, sabía lo que iba a pasar y dudaba si continuar.
La recosté sobre las colchas y poco a poco desprendí cada uno de los botones de su pantalón , para luego tomarlo de sus costados para bajarlos, pero sus manos tomaron las mías como un ultimo intento de detener todo.
Acerqué mi boca a su ombligo y le dí un beso tierno , lo que hizo que se estremeciera, oportunidad que aproveché para tirar de la tela y comenzar a dejar sus muslos al aire.
Mientras mis labios jugaban con su vientre ella tomó con fuerza mis cabellos ,al tiempo que esa odiosa prenda abandonaba sus piernas.
Me incorporé un poco para apreciar la diminuta tanguita que tenía puesta , acercándome para oler ese perfume especial de mujercita exitada, que despedía y me hacía perder el control.
Subí por su estómago con mis labios lentamente, y mis manos allanaban el terreno levantando su remera hasta la altura de sus axilas.
Sus pechos quedaron a la vista, de una hermosura única, sus pezones duritos de un marroncito claro y aureola pequeña, fueron atacados por mi boca , que ya impaciente buscó saciar el anhelo de meterse cada uno de esos botones , succionando , lamiendo y cada tanto pellizcando con los dientes.
Mi hija se revolvía debajo de mí como queriendo escaparse, este placer nuevo era demasiado torturante y no lo podía controlar.
Ahora engullo todo lo que puedo uno de sus pechos y los voy liberando lentamente mientras lo raspo con mis dientes hasta llegar a su pezón , al que le doy un pequeño mordisco y luego un potente chupón.
Alterno con su otro pecho y repito la acción una y otra vez, la sensación que provoca en su cuerpo la esta llevando al delirio, su cabeza se sacude a ambos lados y me pide por favor que me detenga, pero yo hago caso omiso de sus súplicas, por el contrario ,refuerzo mi acción en sus tetas.
Gabriela se quejaba, jadeaba como si fuese a llorar y no dejaba su cuerpo quieto, sus manos no sabia que hacer con ellas, cada tanto me tomaba de mi nuca y por momentos clavaba sus uñas en mi espalda.
Sin detener la tarea a la que estaba abocado, logro separar sus piernas utilizando mis rodillas, y con mis manos logro indicarle como abrirlas para tener el mayor acceso posible a su entrepiernas.
Coloco ambas manos completamente abiertas sujetándola por el interior de sus muslos, presionando hacia afuera, y de esta manera se ve forzada a llevar sus rodillas flexionadas y teniendo sus tobillos cerca de su vulva.
Ahora con ambos pulgares comienzo a acariciarla en forma circular sobre su vulva pasando en forma alternada sobre su clítoris.
Su tanga está tan mojada que mis dedos ya casi no resbalan , por lo que decido correr a un lado la tela que cubre su intimidad, me despojo por un momento de sus senos para contemplar el maravilloso espectáculo de sus labios vaginales danzando al ritmo de mis movimientos dactilares.
Un hilo húmedo como si fuese baba ya recorre desde su vagina pasando por su ano el cual parece que estuviese latiendo por la forma en que se expande y contrae .
A esta altura mi pene estaba a punto de reventar dentro de mi short, en otro momento no lo hubiese pensado dos veces y la perforaría de una, pero he esperado tanto que lo quiero disfrutar todo lo posible.
Usando los mismos pulgares separo todo lo que puedo sus labios mayores , exponiendo esa perlita suave de color rosa , y es mi boca la que se adueña de su clítoris, succionándolo como si de un caramelo se tratase, castigándolo con mi lengua, sobándolo con mis labios .
Gabriela prácticamente imploraba que la dejara, porque se estaba por orinar, señal que su climax se aproximaba, su estómago ondulaba como si provocara olas , sus contracciones la sacuden violentamente, por lo que se incorpora a medias quedando apoyada sobre sus codos.
La imagen de sus pelos pegados a su rostro por el sudor , la hacen ver totalmente sensual, me cuesta mucho verla como mi hija y no como una pequeña hembrita que está zimbrando bajo mis atenciones.
Su respiración se hace mas entrecortada y difilcultosa , con una mano intenta separar mi cabeza pero yo no se lo permito, me afinco con todo el peso de mi cuerpo y cuando los espasmos se vuelven mas violentos, introduzco de forma inmediata mi dedo medio dentro de su vagina.
Un gruñido mezclado con llanto y desesperación coronan el estallido de su cuerpo en un interminable orgasmo que la hace ver como poseída, su pelvis se eleva y desciende convulsivamente arrastrando mi cara y mi mano con ella, hasta que se desploma pesadamente sobre la cama lanzando un grito que se sintió por toda la casa.
Decido quedarme quieto para que se recupere mientras su torso se infla y desinfla frenéticamente, su cara está muy roja y sus fosas nasales se expanden tratando de adquirir todo el aire posible.
Sus ojos permanecen cerrados .
Mientras se relaja yo termino de desnudarme por completo, ahora soy yo el que necesita desfogarse, me coloco arrodillado sobre ella con las piernas abiertas a la altura de sus pechos, ella abre los ojos y se encuentra con mi miembro apuntando a su cara.
Por instinto trata de salirse de abajo mío, pero se lo impido ,me dice que no quiere, que le da asco.
Como sabes si te da asco si nunca la has chupado? Nuevamente me dice que no quiere pero no le dejo terminar la frase, le apoyo el glande sobre sus labios , los que ella cierra y mantiene apretados.
Si firme en mi posición haciendo presión sobre su boca, y le hago saber que es parte de lo que voy a enseñarle, y para tranquilizarla le prometo que no voy a acabarle en la boca.
Con mucha desconfianza comienza a ceder y lentamente afloja la tensión en su mandíbula dando paso a mi miembro que lentamente comienza a ingresar.
Le indico que guarde sus dientes con sus labios y que utilize su lengua para acariciar mi glande el cual a duras penas pasa un poco más allá de la cabeza.
Lentamente comienzo un vaivén en su boca, pero su falta de experiencia hace que tenga una serie de arcadas y se retira para no vomitar.
La dejo en paz porque no quiero que su exitación se valla así que nuevamente procedo a lamer su almejita, pero está tan sensible que se empieza a incomodar, pero los espasmos aparecen mucho mas rápido, aplico mas fricción con mi lengua en su clítoris y con mi dedo índice comienzo a masajear su punto g, y en unos pocos minutos nuevamente explota en un intenso orgasmo que la deja nuevamente jadeando.
Es el momento por el que tanto esperé, ella ya está lista para que la desvirgue, nuevamente le abro sus piernas con mis manos como ya lo había hecho , exponiendo al máximo su vulva, tomo con mi mano derecha mi miembro que ya lo siento latiendo solo, y lo dirijo a la entrada de su vagina.
Lo refriego una y otra vez a lo largo de su gruta , llenándolo de su lubricante natural y comienzo mi avance lentamente, pero solo logro abrir sus labios mayores, no logro ingresar.
Ella está muy tensionada , algo asustada , por lo que se ha contraído, sus manos están estrujando las sabanas a los lados de su cuerpo, por lo que reclinándome sobre su cuerpo le digo suavemente al oído “te voy a cuidar”, en ese momento su cuerpo se relaja y como si hubiese ingresado una clave especial , su conchita comienza a devorar mi pene centímetro a centímetro.
Al llegar a la mitad me detengo un poco para reacomodarme y ver su rostro si mostraba signos de dolor, pero solo veo que está como expectante por lo que sigo avanzando esperando topar con su himen, pero llego al final de su conducto sin encontrar mayor resistencia que la estreches de su canal.
Me retiro hasta casi sacarla por completo y vuelvo a ingresar a mayor velocidad, un quejido ahogado se escapa de su garganta, repito la acción y nuevamente su quejido se hace presente, nuevamente me retiro y al observar mi miembro no veo sangre, es obvio que tanto penetrarla con el consolador le ha dilatado su telita para que sea flexible y no se rompa .
Tomo sus manos con las mías y se las llevo hacia la cabecera de la cama, ella advierte mis intensiones y me suplica que lo haga despacio, pero ya no me puedo contener mas, la estocada es profunda y con fuerza, ayy papá despacio me implora , pero mi cintura comienza a acometer con mayor velocidad y sin miramiento, el choque de nuestras pelvis hace que su cuerpo se sacuda hacia arriba y abajo, mi glande choca con su útero una y otra ves .
Ahora sus quejidos se hacen mas audibles ya no se puede controlar, nuevamente se confunde con un llanto de placer y por momentos se entrecorta como si le faltase el aire.
Ya no puedo controlarme por mucho mas tiempo , su vagina me aprisiona mi miembro como si fuese una mano que lo intenta sujetar, su cuerpo comienza a convulsionar producto de los espasmos que le esta provocando un interminable orgasmo y sus contracciones aceleran mi final, la descarga no se hace esperar y uno tras otro , chorros de esperma ingresan a su interior bañando sus paredes vaginales.
Mi cuerpo ataca como si la vida me fuera en ello, descontrolado y loco de goce, no escucho los quejidos de mi hija que me pide que lo haga mas despacio, hasta que la furia de mis estocadas se va apaciguando , volviendo lentamente a la cordura.
Mi cuerpo pierde toda fuerza por lo que me dejo caer pesadamente sobre mi hija, tratando de recobrar el aliento, mi boca se encuentra sobre su cuello , por lo que deposito un suave beso en el mismo.
Al alzar la cabeza observo a Gabriela que está como semi desvanecida , totalmente relajada y con una sonrisa que trasmite paz y satisfacción .
La puerta de mi habitación se encuentra semi abierta y puedo observar el rostro de mi mujer y parte de su cuerpo desnudo, su mano derecha termina de moverse frenéticamente sobre su concha ,y de esta emergen tres dedos que acaban de otorgarle un placer que la convierte en cómplice de mi primer encuentro consentido con mi hija mayor.
Poco a poco mi miembro pierde su rigidez y comienza a abandonar la cueva de mi nena mayor , mi ahora amante, y de esta comienza a perder contención de mi simiente y un hilo rosado , vestigio del castigo que recibió su interior en su primera vez.
Lentamente me incorporo de la cama, Gabriela se encuentra totalmente abierta de brazos y piernas, su respiración comienza a ser normal, pero está tan relajada que parece dormida.
Mi mujer ingresa a la habitación con un trapo húmedo y tiernamente comienza a limpiar toda la zona de la vagina y el interior de sus muslos, la tela húmeda no logra cortar la tranquilidad que reina en el rostro de mi hija.
Cuando ya está totalmente limpia me inclino sobre ella y nuevamente hago una pasada con mi lengua sobre su clítoris , esto le provoca una sensación electrizante en su cuerpo, y me detiene retirando mi cabeza con sus manos, -ya está por hoy papá , otro día seguimos, ahora déjame descansar.
Le dí un beso en la frente y así desnuda como estaba la deje sobre mi cama para que se recuperara, mi mujer me tomó de la mano y me guió al baño para darnos una ducha juntos, donde ahora reclamaría su parte de satisfacción.
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