PADRES E HIJAS (Ensayo)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
PADRE E HIJAS (ENSAYO)
Voy a tratar de narrar esta historia lo más fiel que mi memoria me lo permita. Si es de su agrado les agradezco los comentarios y si no pues también me hacen notar las fallas pues como en el nombre lo indico es un ensayo.
El gusto por el sexo lo tengo muy desarrollado desde que era muy pequeñita, creo que debido a una costumbre muy particular que mi padre utilizaba en mi hermana menor y en mí.
A la luz del recuerdo se que mi padre lo hacia no con malicia sino por conveniencia y fuimos nosotras las que lo incitamos al incesto.
Paso a contaros los hechos: Mi madre murió muy joven cuando mi papá contaba 25 años, mi hermanita María del Pilar 2 y yo Carmen 3 años y medio.
En ese entonces mi papá tenía un taxi el cual vendió para poner una sastrería en la casa para estar cerca de nosotras y cuidarnos.
Como era natural a nuestra tierna edad armábamos berrinche a la hora de acostarnos, mí papá para calmarnos se recostaba a nuestro lado nos contaba un cuento y nos acariciaba la chochita hasta que relajadas nos quedábamos dormidas, y luego seguía trabajando hasta muy tarde.
Este método le dio resultado mientras éramos pequeñas y dejo de hacerlo porque ya no había necesidad.
Pero una noche Pilar ya de 4 años se puso a llorar, mi papá le preguntó:
– ¿Qué te pasa tesorito?
– Es que tengo miedo papito.
El la arropo bien y empezó a sobarle la cuquita hasta que se calmo y se durmió pero yo con 5 años y medio sentí un calorcito y unas cosquillas muy ricas entre mis piernitas.
Cuando cumplí 6 años pasé a la escuela pública y una noche tuve una pesadilla y me puse a llorar, mi papá acudió a mi habitación y empezó a calmarme y me acarició la chochita para que me durmiera pero sentí un cosquilleo muy bueno y me quedo gustando, de ahí en adelante empecé a inventar cosas para que el fuera a mi cama a acariciarme ó le decía a Pilar que llorara para que la sobara a ella, pero mi papá empezó a sospechar de nuestras artimañas mas que todo porque a partir de mis 7 años me emocionaba y me mojaba en las braguitas.
Una noche lloré para que me sobara pero él me dijo:
– Carmen, yo creo que ya es hora de que dejemos esa costumbre mejor duérmase.
– Papá hágame la última vez y le prometo que me porto juiciosa, le rogué.
El entonces me acaricio por encima de mis braguitas, y empezó a hacerme.
– ¡Papa¡ métame la mano por entre las bragas que siento más bueno, un poquito mas duro, esoooo, asiiiiiii, ¡ahí,¡ ahí, papito lindo, en el botoncito, apriétemelo con los dedos, esoooooooo que ricooooooo, me sobo otro rato y me dijo que no más cuando me moje en su mano, al ponerse de pié le alcancé a ver el pene parado sobresaliendo entre los calzoncillos.
Tenia yo más de 8 años y me puse a ver una película para adultos que tenia mi papá escondida, en una escena un señor mayor le hacia muchas cosas a una muchacha casi niña vestida con uniforme de colegio, después ese señor le metió el pene por la rajita y esa niña gozaba mucho, gimiendo y moviendo las nalgas, inmediatamente pensé en mi papá y sentí palpitaciones en el coño, apague el video y me quite las bragas, con mañita me metí en la cama de mi papá sin despertarlo, le cogí el pene y se lo hice parar acerque mi vagina para tallármelo, le mire la cara de placer que tenía, paso una pierna sobre mí y empezó a empujar como si estuviera follando, recuerdo que me lo tallaba sobre mi botoncito haciéndome sentir una sensación inexplicable, suspiro profundamente, se acomodo mejor sobre mí y dormido logro penetrarme un poco, menos mal se le vino un chorro de semen porque ya estaba empezando a dolerme, cuando se despertó sorprendido no me pude escapar por tenerme aprisionada entre sus piernas, me miro y analizo la situación y en un soberano regaño me mando para mi cama, “que eso no se hace, que mire que la pude haber perjudicado, que castigada sin computador durante un mes”.
Pasó mucho tiempo, ya tenía 10 años y la profesora de 4º B nos puso una tarea conjunta con una compañera vecina llamada Mónica que también tenia una hermanita de nombre Sandra de 8 años y medio, muy amiga de mi hermanita María del Pilar, bueno el caso es que fui a la casa de ellas para hacer la tarea, cuando estábamos estudiando don Jorge la llamo.
– Mónica venga.
– Voy papá, espérame me dijo y salió.
Yo me quede pero al rato me dieron ganas de ir al baño y salí a buscarlo, al pasar por una alcoba vi a Mónica sentada en un escritorio y don Jorge le estaba mamando las teticas y metiéndole un dedo en la vagina, ellos no me vieron y seguí para el servicio con un temblor en mi vagina, de regreso los espíe sin hacer ruido, don Jorge le estaba acomodando el pene en la raja a su hija.
– ¡Métamelo papá¡ le decía con la cara sonrojada y ese trozo de carne con las venas brotadas se fue perdiendo dentro de su coño sin pelos
– Siiiiiiiiiii papáaaaa, pero hágame duro para que terminemos rápido que Carmen me esta esperando, los espíe otro poquito y don Jorge se lo clavaba y lo sacaba rítmicamente, me fui para la sala con las bragas mojadas desde allí escuche a Mónica:
– Más papito, más, más, maaaaaaaas, haaaaaaaaaa qué ricooooooo, siiiii siiiiiiii siiiiiiiiiii, yaaaaaaaaa, me vengoooooooooo papitooooo, me vengoooooooooo……….
Recordé cuando mi papá nos acariciaba para calmarnos los miedos y me volví a mojar con palpitaciones en el coño.
Como a los 10 minutos regreso Mónica alisándose la falda del uniforme de la escuela y diciéndome que se había demorado porque su papá la puso a organizar unos papeles. Yo disimulando le dije que no se preocupara.
CONTINUARA
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