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Incestos en Familia

Papá me lo enseñó todo

–¿De verdad papá te gustaría que con aún 13 años, ya fuese una puta profesional?.
Pocas horas antes de que le preguntase a mi padre “esa frase” que os he escrito al principio de este relato, yo solo era una niña de 13 años, a solo dos meses de cumplir los 14 ¡pero aún de 13! Cierto es que yo era alta, con más tetas que mis amigas de 15, y una boca grande casi siempre sonriente de labios de mediano grosor. O sea, una boca muy adecuada para ser una muy buena mamona… lo que realmente sí era.

 

Ese día tan especial para mí, estuve en la piscina pública (mi pueblo está a más de 100 km de la playa), con mis amigas Sole y Areta, las dos de recientes 15 años. Ya cerca de las 13 horas, se acercó un hombre maduro a Areta, le dijo algo en el oído mientras ella sonreía y asentía, y se marchó al fondo de la piscina donde estaba la terraza del bar. Poco después, se fue Areta al mismo sitio mientras nos decía:

 

–Chicas, voy a mamar una buena polla por 30€, y beberme un buen batido de semen recién ordeñado…

 

Vi que Sole también le sonreía y le pregunté con cierta incredulidad:

 

–¿De verdad va a mamar la polla de ese viejo y por dinero? Entonces ¿es cierto lo que me dijo su prima que se había hecho puta?

 

–Pues si Anabel. Y no solo Areta es puta, yo también lo soy desde hace 4 meses. Solo son unos pocos clientes cada semana por culpa del cole. Follamos sobre todo los fines de semana, pero eso nos permite tener dinero y gastarlo o ahorrarlo como queramos. Lo que no entendemos, es cono tú no solo no te haces puta con lo caliente que eres, sino que además, aún eres virgen –y mirándome sonriente, me dijo- ¡Virgen a los 13… Casi nos da vergüenza ser tus amigas! Con ese cuerpo que tienes ganarías mucho dinero y en el futuro podrías ir a la universidad sin problemas económicos. Y luego dices que tienes las hormonas locas?

***Mira Anabel –añadió- Si ganamos dinero ahora trabajando para Chelo (la dueña de la mejor casa de puti-adolescentes de la comarca), ella nos dará luego trabajo en sus clubs asociados de la ciudad. Podremos estudiar y al mismo tiempo trabajar allí de putas bien pagadas, porque nuestros padres no son ricos para mantenernos. Y cuando terminemos los estudios, tendremos estudios y dinero ahorrado. Ese hombre que está con Areta, es un buen cliente de nosotras dos, tiene una buena polla, nos paga bien, y nos hace disfrutar.

 

Sonriéndome se levantó, y al ver que se ponía un pareo sobre el bikini, también yo me levanté y nos marchamos a casa. Hora de comer… Ayudé a mi madre y esta, apenas terminamos de comer, se largó corriendo a la peluquería. Recogí la mesa, fregué, y me fui al dormitorio para ponerme ropa para la tarde y como creí estar sola en casa por pensar que se había ido mi padre al bar, no cerré la puerta y me desnudé totalmente. Estaba dudando sobre qué ponerme… cuando noté como una sombra, que no dejaba entrar la luz en la habitación, me giré ¡y mi padre estaba allí!

 

Solo llevaba puesto un calzón hasta casi la rodilla que hace años debió ser blanco. Su polla estaba tiesa y hacía un espectáculo raro estirando del calzón hacia mí. Nunca le había visto así, casi desnudo y con la polla tiesa ¡enormemente tiesa! Me miraba como nunca me había mirado. Su lengua la pasaba lentamente entre sus labios. Y su polla me apuntaba directamente, tan directamente, que empezó a asomar por la bragueta sin botones de sus calzones. No le importó que yo la viese asomar cada vez más. Y yo estaba desnuda frente a él… ¡totalmente desnuda! Y extrañamente quieta.

 

Me di cuenta que los ojos de mi padre no se apartaban de mi cuerpo, sobre todo de mis tetas. También me di cuenta que de manera consciente o inconsciente, empezó a pasarse la mano por la parte visible de la polla salida del calzón. Y en un rápido pensamiento extraordinariamente caliente y pervertido, pensé que mi padre y ahora mismo, podría ser la persona adecuada para  que yo dejase de ser virgen. Y además lo tendría siempre en casa para poder usar ¿por qué no intentarlo? Si yo me entregase a mi padre ¿cómo podría mi padre prohibirme ser puta? Mi propio padre podría ser mi pasaporte sexual.

 

Ciertamente con muchos nervios, con miedo, y con algo de decisión sexual, me fui acercando a él ¡y él empezó a venir hacia mí! A poco menos de un metro de distancia y siempre en completo silencio, con mi mano izquierda cogí la suya que acariciaba su polla, y con mi mano derecha agarré ¡por primera vez en mi vida!, la polla que me engendró y empecé a ser yo quien la acariciase. Como no dijo nada y solo aumentó el ritmo de su respiración, de acariciarle pasé a masturbarle lentamente, mientras sus ojos y los míos estaban fijos mirándose sin pestañear. De repente, mi padre me preguntó:

 

–¿También tú eres puta como tus amigas?

 

Al oír esa frase paré en mi masturbación, y sin soltar su durísimo mástil, le dije en voz baja:

 

–No papá, no lo soy.

 

Y para mi sorpresa y asombro, él me contestó con voz ronca:

 

–Y por qué no lo eres? ¿Es que no te gustaría follar con hombres varias veces cada día?

 

Y ahí si me paré. Su respuesta me paralizó. Me puse roja, muy roja. Un extraño calor me invadió, y con bastante enfado y nerviosismo, le solté la frase con la que empiezo este relato.

 

–¿De verdad papá te gustaría que a mis aún 13 años, ya fuese una puta profesional?

 

–Hija, a mí no me importa nada lo que hagas con tu cuerpo, la que tienes que follar eres tú. Pero veo a los padres de tus putas amigas muy orgullosos de lo bien que follan sus hijas y de lo contentos que dejan a sus clientes ¡y también a ellos! Tienes un cuerpo precioso que sé que desean muchos, y la verdad es que también a mí me gustaría presumir de tus méritos sexuales. Sería como un campeonato entre vosotras para ser la más viciosa.

***Aunque si en algún momento piensas hacerte puta, espero hagas todo lo que sea para ser la mejor y la mejor pagada cochina de la comarca ¡Quiero estar orgulloso de haberte fabricado muy puta!

***Tan puta, que ahora mismo voy a follarte. Debí hacerlo hace años, pero desde hoy mismo recuperaré mi tiempo usándote constantemente.

 

Y mientras me decía todo eso, su mano agarró uno de mis glúteos, me acercó a él hasta que nuestros cuerpos chocaron, y con la otra mano agarró su polla y la intentó meter en mi coño mientras su boca empezó a besar mi cuello. Yo estaba ya extraordinariamente caliente y muy deseosa de dejar de ser virgen ya mismo, pero le paré mientras le susurraba al oído:

 

–Para hacer papá lo que deseas hacer, primero tendría que dejar de ser virgen. Ya ves papá, para tu desgracia no solo no soy puta sino que aún soy virgen, y así, de pie los dos, no me la podrás meter ¡Aún soy muy estrecha! Si de verdad deseas desvirgarme ¿por qué no lo hacemos bien?

 

Francamente no intenté pincharle. No intenté provocarle ni lo pensé. Pero en cuanto mi padre oyó eso de ser virgen, un frenesí de locura sexual le invadió. Me cogió en sus fuertes brazos y me tiró sobre la cama. Ni siquiera se quitó el calzón. Tal y como la tenía casi toda fuera del mismo, se tiró sobre mí, me separó las piernas, me metió con toda su fuerza y gran dolor todo su capullo. Se levantó un poco y se dejó caer sobre mí con todo su peso, y me desfloró totalmente de un solo y brutal golpe.

 

El dolor fue terrible. Sentí como si un cuchillo al rojo vivo penetrase desde mi coño hasta mi culo dilatándome y separándome el cuerpo en dos mitades, mientras mi cerebro me insultaba con odio por dejarme follar de esa manera tan dolorosa. Moví como pude mi cuerpo para intentar amoldarme a su peso y su brutal follada… y mi padre interpretó que me encantaba lo que me hacía y se preparó para disfrutarlo. Durante un buen rato, su polla entraba hasta el fondo, y salía de mi coño con terrible fuerza y sin importarle para nada que solo minutos antes fuese una joven virgen de 13 años. Después de bastante rato de follarme duramente, de repente se paró.

 

Le vi pensativo. Con una mirada rara en sus ojos y un rictus desconocido en su boca. Me cogió de las caderas y me dio la vuelta ¡me temí lo peor! Y aunque mi dolor era terrible y mi mente estaba embotada y no supe ver “bien” lo que me venía, sucedió lo peor. Con su fuerza levantó mi culo, me puso bajo el estómago la almohada, y con voz seca, autoritaria, y excitada, me dijo:

 

–He cambiado de idea. Vas a ser ya puta y yo seré tu domador. Harás todo lo que yo te ordene, como te lo ordene, y con quien te ordene. Este sábado por la tarde te llevaré al caserón y varios de mis amigos te follarán hasta que no puedan más. Por todos tus agujeros. Te emborracharé como nunca te has imaginado emborracharte. Durante toda la próxima semana te follarán cada tarde-noche y a partir del otro sábado, ya serás una puta más del pueblo, con clientes de pago y con días y horas fijas de “atención al público”. Yo te controlaré, yo te mandaré, y yo te entrenaré para que seas la reina del follaje ¡la mejor cerda de todas!

 

Y mientras me decía eso, su dedo pulgar penetró en mi todavía virginal culo. El dolor me hizo apretar las mandíbulas y los puños. Noté como lo sacaba y también noté como si otro dedo me rozase el culo, pero no era un dedo, era la polla del hijoputa de mi padre. Casi no me di cuenta, pero tal y como mi padre me terminaba de hablar y de anunciarme que era mi puto Amo y yo su “muy puta” esclava, se volvió a dejar caer sobre mí, y su polla me empaló y penetró salvajemente. Mi grito fue terrorífico, pero mi padre no hizo nada para evitar que gritase y que siguiese gritando… y me mareé.

 

Mi padre no perdió su tiempo. Cuando me recobré del todo, la polla paterna seguía entrando y saliendo del culo. Con dificultades por la estrechez del mismo y el grosor de la polla que me destrozaba. Mis anillos anales parecían de fuego líquido porque el roce de ese pollón era verdaderamente ardiente y doloroso. Poco después y al notar mi padre que mi cuerpo volvía a moverse, soltó una risotada y me anunció un cambio de agujero.

 

Efectivamente, sacó su polla de mi culo y desde atrás la metió en mi coño. Durante un largo tiempo interminable para mí, nunca decreció su fuerza, su ímpetu salvaje. Nunca noté que me follase simplemente por placer humano. O que considerase que mi cuerpo era de una adolescente virgen que además era su hija. No, nada de todo eso.

 

Simplemente quería demostrarme quien era el semental, quién mandaba en esos momentos, y quien iba a mandar de mí desde ahora. Un buen rato después, con un grito de gorila en celo, empujaba su polla hasta lo más profundo de mi coño y vació sus huevos dentro de mi. Mi primera leche en mis agujeros inferiores, porque en la boca ya sabía yo desde hacía más de un año, lo que era mamar pollas de todos los tamaños y tragar su semen.

 

Mi padre la sacó rápidamente y salió de la habitación. Pero no fue al baño, sino al salón, volvió fumando un puro asqueroso y con una botella de cazalla en la mano. Miró mi culo maltrecho y me vació, encima de mi profanado ano, una generosa cantidad de cazalla, que dado su alto contenido alcohólico, os podréis imaginar no solo lo muchísimo que me escoció, sino el enorme y brutal grito que volví a pegar. Mi amado papi ni se inmutó.

 

Alargó su mano para que bebiese de la botella y bebí más de lo que yo misma hubiese deseado. Luego alargó la mano de su puro y para mi asombro, le cogí el puro y lo empecé a fumar tragándome el humo. Durante casi media hora, los dos estuvimos en silencio, fumando el puro que poco a poco ya no me parecía tan asqueroso y bebiendo cazalla hasta terminar la botella.

 

Durante todo ese rato, mi padre nunca dejó que su polla languideciese. Unos momentos se la acariciaba. Otros se la meneaba lentamente… y de una manera o de otra, su polla ni languidecía ni estaba dura del todo, pero siempre estaba preciosa para mis ojos. Y mis ojos, junto con el caliente e intenso humo tragado del cigarro, y los efectos de la gran cantidad de cazalla que había tomado, incitaron a mi cerebro a excitar todos, pero todos, mis órganos sexuales, y sobre todo mi coño y mi culo, tan maltratados por ese pollón y el alcohol derramado de la cazalla. Increíblemente deseaba ser follada de nuevo. A su gusto. Y yo no tuve problemas en pedirlo sin necesidad de palabras.

 

Me giré hacia el cuerpo de mi padre, le abracé, le besé intensamente en la boca donde me entretuve jugando con mis labios y las lenguas. Mi mano se deslizó hacia abajo y cogí su polla acariciándola, y de repente, con voz melosa y suave, le pregunté:

 

–Papá ¿de verdad quieres hacerme puta? ¡Quieres, de verdad, que todos sepan que tu hija es una puta y que folla por dinero?

 

–Por supuesto. Además pregúntate cómo una puta puede ser puta y tener clientes si la gente no sabe que eres puta. Lo más importante de una puta es que se sienta orgullosa de serlo, que la gente lo sepa, que la gente desee su cuerpo, que apruebe lo bien que folla y lo viciosa que puede ser. Deja que todos lo sepan, muéstrate orgullosa de tu cuerpo y exhíbelo, deja que todos digan lo bien que lo haces… y las colas de clientes llegarán al Polo Norte o al Sur ¡al que más lejos esté! -Y sus risotadas llenaron la casa-

 

Como yo estaba al borde de un nuevo orgasmo y ya muy mareada-borracha, al oír lo que me decía mi padre, me excité una burrada, me agaché, cogí su polla ya casi endurecida de nuevo y me la llevé a la boca. Tengo una buena boca muy apreciada en el cole y por las pollas adultas que también he mamado antes. Besé el casi redondo y gran capullo de esa polla, y mi lengua jugó con ese precioso prepucio reproductor. La respiración de mi padre cambió y su cuerpo empezó a estremecerse.

 

–Así putita, así  -me decía mi progenitor mientas acariciaba mi cabeza- Eso lo estás haciendo bien, muy bien.

 

Y poco a poco, jugando con ese pollón que cada vez me gustaba más, me fui tragando con algunas dificultades ese grueso pedazo de carne endurecida. Lógicamente, todos los restos de mis sabores de la follada anterior que me desvirgó totalmente, estaban en mi boca y entre ellos, un sabor a sangre bastante intenso. Restos de mi himen, de mi coño, de mi culo, o de los tres ¡qué más importaba ya! Porque yo había dejado de ser virgen y había sido mi puto padre, mi nuevo Amo y Señor, quién me lo había hecho.

 

No tuve prisa, algo dentro de mí quería satisfacer los deseos sexuales de mi padre y me entregué a ello, pero cuando su polla llegó al fondo de mi boca y me preparé para tragarme esa verga en mi garganta, mi propio padre me frenó, sacó su polla y me dijo:

 

–Para puta, para y ponte culo en pompa. Antes me he corrido en tu coño y ahora quiero hacerlo en tu culo. Así sabrás tú y yo que eres mía. Que soy yo quien te ha abierto tus agujeros y he depositado en ellos su primer semen. Yo te he estrenado y yo te pervertiré hasta los más depravados límites ¡te convertiré en una puta de bandera! Eres mía, y tú serás todo lo que yo quiera que seas.

 

–Papá, ¡por Dios! Me has destrozado el culo. Lo has llenado del alcohol de la cazalla y me arde de la irritación que tengo ¿Vas ahora, en ese estado, a follarlo otra vez?

 

–Desde hoy, puta hija, no hay para ti más Dios que yo. Soy tu dueño, tu Amo, y tu dios. Prepárate para aprender a ser una puta “todoterreno”, porque también en el placer hay dolor, como hay dolor si quieres verdadero placer. Ya lo aprenderás sufriendo y teniendo orgasmos infinitos.

 

Y os aseguro que lo aprendí. Vi allí una botella de licor y sin saber ni lo que era, me tomé otro largo trago. Di la vuelta a mi cuerpo. No me hizo falta almohada o cojín para levantar mi culo. Yo misma lo levanté y se lo ofrecí a él. En unos instantes algo pasó por mi cabeza y casi con alegría me entregué sumisamente a sus pervertidos instintos. Bueno, posiblemente no con mucha alegría, pero lo hice consciente de mi entrega absoluta. Sin darme cuenta de lo que realmente pasaba, noté cómo me penetraba y como el dolor más insufrible que nunca he tenido, me llegaba a la cabeza, y ahora si me desmayé unos instantes.

 

Cuando poco después me desperté, mi padre seguía follando intensamente mi culo, y mi cabeza me dolía casi más que mi culo, pero gracias a los dioses, mi borrachera era tan intensa que ya no me importaba tanto el culo. Cuando se corrió intensamente en mis intestinos, mi amado, querido, e hijoputa padre, se tumbó a mi lado, se rio, y solo dijo:

 

–Creo que para ser tu primera vez, no ha estado mal ¡Nada mal! Ya verás como podré hacer de ti algo especial ¡Muy especial!

 

Y creo que entre maldiciones a todos sus ancestros, me desmayé otra vez o me dormí.

 

============

[email protected]

152 Lecturas/7 octubre, 2025/0 Comentarios/por Olorarosas
Etiquetas: amigos, baño, follar, hija, madre, maduro, padre, playa
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