Papi mi primer y único hombre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Al día siguiente desperté, pensé que todo había sido un sueño, pero era mi nueva realidad, cubierta por las delgadas sábanas mi cuerpo totalmente desnudo, a mi lado quien me abrazaba mi papá, ese día era mi cumpleaños número 15, en la tarde tendría una fiesta con todos mis amigos en un club, sentí un poco de pánico, no lo puedo negar, todo lo que había sucedido en la noche anterior era todo nuevo y abrumador, el principio de una nueva vida.
– Buenos días ¡Feliz cumpleaños mi niña! (me digo mi padre despertando conmigo entre sus brazos, se acurruco a mi lado pegando su cuerpo al mío, recorriendo con su mano mis senos y bajando hasta rozar de forma muy sutil mi rajita)
-Buenos días papi (dije mientras intentaba levantarme pero sus brazos me retuvieron)
-Papi tengo que ir a mi cuarto… Si llegan las muchachas y me ven aquí contigo…
-Ni se te ocurra levantarte, tu ahora eres mi mujer y tu deber es dormir en esta cama conmigo tu hombre a tu lado (digo en tono autoritario)
-Pero papá… Que van a decir los empleados…
-Me vale mierda lo que digan, he esperado demasiados años para tenerte a mi lado como debe ser como mi mujer, ahora eres mía.
Me hablo con su tono autoritario, ese que siempre usaba con sus empleados cuando algo no fluía como el quería, me pidió que fuera a mi habitación y que me arreglara para el día por venir, sin decir nada salí y me arregle lo más rápido posible, ese día dormimos hasta tarde eran alrededor de las 10 de la mañana, mientras me arreglaba mi papá se dio una baño rápido y salio de la casa.
Me di una larga ducha pensando en todo lo que había pasado, toque mi cuerpo mi rajita un poco inflamada, cerraba los ojos mientras el agua caía sobre mi cuerpo y por mi mente pasaba cada caricia de mi padre, termine de bañarme y salí mientras me secaba el cabello me miraba en el espejo pensativa, con una tanga de encaje blanco y mis senos al descubierto, cuando terminaba de secarme el cabello la puerta de mi cuarto se abrió, me cubrí rápidamente pero era mi padre. Vestía un pantalón capri color marrón, botas estilo militar y un sweater color negro corte cuello V, cerró la puerta con seguro, y se acerco a mi lentamente, en sus manos traía la pastilla del día después y una botella de agua.
-Tomatela, el lunes iremos al ginecólogo para que te recete pastillas anticonceptivas, estas muy pequeña para que quedes embarazada, los hijos vendrán después, ahora tienes que terminar el bachillerato.
-Esta bien papi (agarre la pastilla y me la tome mientras mi papá no quitaba la vista de mis senos)
-Eres tan hermosa, no quiero separarme de ti jamás, no quiero volver a pasar otra noche de soledad en mi cama
-Papi (acaricie su rostro) eres el mejor de todos, sabes que te amo demasiado.
-Ya di la orden, a partir de ayer, todos los empleados se irán a las 6 de la tarde, las muchachas dejaran la comida lista y regresaran en la mañana, no quiero interferencias en la noche.
Mientras me hablaba sus manos recorrían mi cuerpo y poco a poco caímos en mi cama el a mi costado besándonos con pasión, sus besos tan experimentados, y sus manos que cada vez pasaban más peligrosamente cerca de mi tanga, se incorporo y me pidió que me sentara a horcajadas sobre él. En esa posición sentía lo duro de su miembro luchando con salir, su boca con la mía de vez en cuando se entretenía con mis pezones, chupándolos con dedicación si haciéndome suspirar y gemir suavemente.
-Compre condones los tengo en nuestra habitación, pero no puedo esperar, no se si podré resistir verte tan bella y sensual en tu fiesta y controlar mi deseo de hacerte mía otra vez (sus manos apretaban mis nalgas)
-Tienes que controlarte, te lo pido por favor (le di un beso suave en los labios para tratar de convencerlo)
-Mi amor si me lo pides así… Mejor me retiro a mi habitación necesito calmarme y a mi amiguito también, termina de arreglarte vida mía.
Mi padre se marcho de mi habitación sin mucho querer, pero sabiendo que era mejor esperar, me estaba empezando a hacer a la idea de que las cosas serian así de ahora en adelante, toque mi tanga y estaba completamente mojada, me tumbe sombre la cama y no pude evitar despojarme de ella, con mis dedos imitaban el movimiento de mi papá la noche anterior, prestando atención a mi botoncito, antes de darme cuenta ya estaba en una intensa sesión masturbatoria, tocaba mis pechos pellizcando mis pezones, pensando en el potente miembro de mi padre. La puerta se volvió a abrir, con los ojos entre abiertos vi como mi papá entraba colocándole seguro a la puerta.
-Veo que tu tampoco puedes esperar (me sonrió acercándose a mí y con sus dedos empezó a penetrarme)
-Ah ah ah papi ah para alguien ah ah puede venir
-No importa, nada importa, solo tu y y yo. Sabía que tu tampoco te podías contener, solo fui a nuestra habitación por esto (señalándome un preservativo)
Su dedos entraban y salían con gran velocidad, moviéndose en forma circular no podía contener mis gemidos, y mi padre alegre por ello, apartándose de mi se quito su ropa, sus pectorales trabajados su cuerpo ausente de vello corporal le daba un aire tan perfecto, su blanca sonrisa y sus ojos avellana, esa mirada tan penetrante, demuestra la seguridad que tiene en si mismo, esa hombría, caballerosidad y celos, una mezcla perfecta para mí.
Retiro sus dedos de mi interior y se los llevo a mi boca para saborearlos, creo que siempre le ha excitado mucho manejarme a su antojo y hacer lo que quiera conmigo, rápidamente abrió el preservativo y se lo coloco, me tomo de las caderas acercándome a él y me beso, nuestras lenguas jugaban entre sí y su miembro jugaba rozando de arriba a abajo mi intimidad.
Sentándose a mi lado me ordeno que lo cabalgara, me senté sobre él y me fui clavando su miembro poco a poco hasta que sus guevos tocaron con la entrada de mi rajita, su cara de placer por lo apretado que estaba era inigualable, pose mis manos en su hombros y comencé a subir y bajar lentamente para luego ir aumentando de intensidad, en el proceso sus manos me nalgueaban y cuando ya lo cabalgaba rápidamente me dio un profundo beso y sentí como uno de sus dedos se metía en mi anito, lo cual me sobresalto un poco, después de acostumbrarme a la sensación sus besos se concentraron en mi cuello dejándome un visible chupeton, en ese momento me corrí.
Me levanto con sus fuertes manos y me coloco de espaldas a él y me la volví a clavar, me daba pequeños mordiscos en mi cuello y orejas, sus manos apretaban mis senos, sentía su profunda respiración, tomo mis caderas y me hizo revotar más rápido y después de ello me coloco en 4, besaba y mordía mi espalda, tomo mi cabello y lo halo un poco me respiraba en el cuello y sus embestidas eran profundas y duras, se termino de correr y me volteo dándome suaves besos y caricias. Se quito el condón y se puso el pantalón pero no el sweater.
– Hoy también tendremos toda la noche, creo que ahora lo mejor es que nos bañemos otra vez, comamos algo y terminar de arreglar los últimos detalles. Te amo Jenny, demasiado, no se como voy a controlarme cuando venga tu hermano (Michael se quedaba con nosotros un fin de semana al mes con nosotros)
-Papi yo también te amo, quien imaginaria que esto llegaría a suceder…
-El señor Jimmy completamente enamorado por una niña, mejor dicho ¡su niña! Como no estarlo, tu carita angelical me enamoro desde que te vi la primera vez.
-Puedo preguntarte ¿Cuando te diste cuenta de que estabas enamorado de mí? (él estaba sentado a mi lado yo completamente desnuda recibiendo sus caricias y besos)
-No se en que momento exactamente, solo se que verte era mi fascinación y sin darme cuenta me atrapaste hechicera, tu me embrujaste, arreglate amor (me dio un suave beso en mis labios y se marchó a "nuestra" habitación)
Otra vez me di una ducha y me arregle de nuevo, busque otra tanga, esta de color negro con encaje, un bra sin tirantes del mismo color, busque el vestido que me había comprado hace unas semanas para mi fiesta, un vestido sin tirantes color azul naval con una franja negra en diagonal algo corto, tacones plateados, me maquille un poco con un color rosa para mis labios y una sombra azul oscura algo brillante para mis ojos.
Lista, me dirigí al comedor en donde mi papá me esperaba reluciente en la entrada, un traje de varias piezas, una camisa del mismo color de mi vestido, corbata, chaleco, saco y pantalón negros, zapatos de vestir relucientes, me tomo de la mano y fuimos a la mesa, comimos un desayuno a la hora de almuerzo, comíamos y su mirada no dejaba de recorrer mi cuerpo, sentado a mi lado su mano posaba en mi pierna, mi cara roja por la pena, yo estaba acostumbrada a las caricias de mi papá pero desde esa noche siempre me preocupo ser descubiertos.
Al terminar de comer salimos a la entrada de la casa para que mi papá me diera mi regalo de cumpleaños, una camioneta ultimo modelo color blanco, yo más que encantada por el regalo, las manos de mi papá me tomaban fuertemente de la cintura mientras me abrazaba estando detrás de mí, me beso en el cuello de una manera muy sensual y el chófer nos vio extrañado
-Papi aquí no (susurre en su oído)
-Tienes razón, discúlpame es que te ves muy sensual y me cuesta resistirme a besar tu boca hermosa señorita
La tarde transcurrió con relativa normalidad, hasta que entrando la noche nos dirigimos al club, al llegar ya muchos de los invitados estaban en el lugar, una fiesta moderna, varios cócteles, todos los compañeros de mi año escolar, algo por todo lo grande como ordeno mi padre. Al llegar me reuní con mis 4 mejores amigas, lo primero después de felicitarme fue mencionar mi chupeton, ese causado hace unas horas por mi papá, trate de desviar el tema, me preguntaron si era Martín el responsable de eso
Martín era uno de mi compañeros de salón, un chico blanco de cabellos castaños rizados y ojos de igual color, muy atractivo, y hace tiempo me venia insistiendo para ser novios, pero como mi padre me lo tenía prohibido no lo había aceptado, me atraía un poco, pero más lo hacia mi padre. Lo pase de lo mejor junto a mis amigas, los demás chicos igual divirtiéndose, papá iba y venia de un lado para otro asegurándose de que todo estuviese perfecto.
Nos fuimos a la pista de baile, bailábamos entre nosotras, pero en determinado momento, Martín se acerco a mí y me saco a bailar, al principio no quería pero las chicas prácticamente me obligaron así que comenzamos a bailar normal hasta que sonó una canción romántica, tomándome de la cintura seguimos bailando la pieza muy pegados, voltee hacia la barra de cócteles, nunca olvidare la mirada de mi padre, me dio temor a su reacción, esa mirada reflejaba la mejor mirada animal de un macho celando a su hembra de un intruso. Se acerco a nosotros de una manera muy serena
-Buenas noches joven, espero la este pasando bien.
-Buenas noches señor Jimmy si gran fiesta y si me permite decirle gran compañía.
-Si nos disculpa me gustaría hablar con mi hija un momento ya se la regreso.
-Como no (respondió Martín)
Mi padre me tomo de la mano y poco a poco nos fuimos alejando del ruido de la fiesta, subimos al segundo piso del club y entramos en un ambiente, bastante oscuro con una barra y sillones alredo de color vinotinto. Me cargo y me sentó en la barra que al ser de baja altura hacia que la cintura de mi padre quedara a la altura de la mía. Sin mediar palabras su boca empezó a besarme de una maneras algo brusca.
-No quiero volver a verte con ese mocoso (sus manos se metieron en el interior de mi vestido subiéndolo y haciendo a un lado mi tanga)
-¡No papi aquí no! (dije con poca convicción al sentir sus manos sobre mí simplemente me derretí)
-Tengo que recordarte quien es tu hombre, para que no te andes fijando en mocosos, yo si soy un hombre de verdad, mírame, yo nací para ti y tu naciste para mí
Saco un condón de su cartera y se bajo un poco el pantalón, se lo coloco y su miembro se clavo en mi interior, sus embestidas eran rápidas y profundas causándome gran placer clave mis manos en su espalda y su boca luchando con la mía para acallar mis gemidos.
-¿Verdad que te gusta la verga de papi? Solo ella te puede dar placer
-Ah ah ah sii papi solamente tuu (logre decir entre gemidos y besos)
Duraríamos alrededor de 15 minutos cuando por fin se corrió, más rápido que en veces anteriores pero la intensidad del momento fue única, al ver que todavía no me había corrido me ayudo a hacerlo con su boca jugando con mi rajita, a decir verdad me encanta la manera tan sublime en la que me da sexo oral, su lengua es muy buena para ello, recorría cada parte de mi rajita y no dure mucho más en correrme y él se tomo todos mis jugos.
Salimos con cautela un poco sudados, nos arreglamos mutuamente, acomode su corbata y el mi cabello, retornamos a la fiesta nadie pareció notar nuestra ausencia, se fue a la barra y se tomo un trago mientras yo me dedique a seguir bailando con mis amigas, Martín seguramente se aburrió de esperarme y ya estaba bailando con otra chica cosa a la cual no le di importancia.
A las 2 de la mañana nos retiramos de la fiesta, dejando a todavía muchos de los invitados, pero mi papá ya quería estar a solas conmigo otra vez, de camino a casa su mano no dejaba de tocar mi pierna, apretaba un poco mi cintura y me miraba sonriente.
-Ya quiero que sea lunes, así el doctor te recetara las anticonceptivas y podremos hacerlo bien rico a todas horas sin preocuparnos de los preservativos.
-Papi pero ¿no es riesgoso?
-No mi amor si te las tomas como él te las indique no hay ningún riesgo, vamos a decir que ya tienes novio y quieres tomarlas para evitar cualquier inconveniente, los niños vendrán después, por ahora los estudios primero.
Llegamos a nuestra casa y comenzamos nuestra nueva sesión de besos subidos de tono, como dos amantes que se conocen a la perfección de igual manera, subimos poco a poco las escaleras, ya algo mareados por el alcohol, con lo tacones se me era más fácil llegar a su boca, mis brazos alrededor de su cuello, así entramos a "nuestra habitación" me sonroje un poco porque al encender la luz note en las sábanas una mezclas de nuestros fluidos, su leche, mis jugos y mi sangre prueba de mi perdida virginidad, que habrán pensado las muchachas de limpieza pensé.
Pero no me dio mucho tiempo de pensar, las hábiles manos de papá ya me estaban despojando de mi ropa hasta quedar sin nada, dejo su ropa de lado también, ya me estaba empezando a acostumbrar a tener mi cuerpo desnudo frente a él, yo ya estaba completamente húmeda, a pesar de tener solo 3 encuentros sexuales me estaba volviendo adicta a papá. Tome la iniciativa y como sabía que a los hombres les encanta el sexo oral, comencé a darle una mamada, lamiendo toda su verga dándole lenguetazos y comiéndome su gran masculinidad.
Lo miraba a los ojos y veía como su cara mostraba gran placer, retiro su miembro de mi boca y me recostó en la cama llevando mis pies a su pecho me clavo su verga de una solo vez de manera lenta, lo sentía entrar y salir desde lo más profundo, solo podía gemir, cambiamos de posición a su favorita teniéndome con sus piernas al costado de su cadera para así besarnos y el poder jugar con mis senos como quisiera, al rato me corrí y poco después me siguió él.
Como la noche anterior me llevó a su baño y ahí nos aseamos, después de terminar de limpiarnos recogí mi ropa y me iba a dirigir a mi habitación.
-No te vayas por favor, quiero dormir abrazando tu cuerpo.
-No me voy a ir papi solo voy a buscar mi pijama
-Utiliza mi camisa quiero vértela puesta
Sin objetar me coloque la camisa que hace poco cargaba con mi tanga, el se coloco el boxer y así nos quedamos dormidos.
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