Papucho mío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola amigos de SST.
Les envío por segunda vez este relato.
Espero que esta vez lo publiquen.
Fui la hija única de un matrimonio joven, humilde y trabajador.
Vivíamos en una casa de inquilinatos o vecindad, en una sola habitación que era a su vez dormitorio, cocina, comedor , sala de estar y en invierno hasta sala de ducha ya que nos lavábamos en un fuentón.
Mis padres se iban temprano en la mañana y volvían de tarde o noche, según.
Yo tenia 8 años e iba al colegio de mañana y en la tarde hacia mis tareas y después jugaba con los chicos y chicas de las otras familias.
A esa edad, por el contacto diario con los otros niños, ya sabía cuántos pares eran tres zapatos.
Es decir que los mas grandecitos transmitían sus conocimientos a los mas pequeños.
En nuestra pieza mi cama estaba separada de la de mis padres por una especie de cortina o biombo por lo que en sus noches de activa vida sexual nada me era oculto.
Muchas veces vi a mi papá hacerle sexo oral a mi mamá o a la inversa.
Cuando veía a mi mamá chupar el gordo falo de mi padre sentía un cosquilleo en mi cuerpo.
Casi aprendí de memoria cada detalle de ese miembro majestuoso, largo, peludo, cabezón y oscuro.
Despues miraba cuando mi padre montaba sobre mi mamá que lo recibia con las piernas abiertas y recogidas dejando que metiera todo su pedazo en ella.
Cuando mi papá comenzaba a menearse y bombear con su peludo poto que subia y bajaba, comenzaban los suspiros de mi madre.
Muchas veces me toqué entre las piernas y sentía mi rajita mojada.
Soñaba que mi papá me hacia lo mismo y en mis sueños le pedia como mi madre más y más.
No se en qué tiempo ni por qué pero entre ellos comenzaron a haber desavenencias, discusiones y llantos de mamá, hasta que un día no volvió de su trabajo.
Pasaron los días y luego meses sin que volviera.
Mi papá, los sábados, que volvia mas temprano del trabajo, se tomaba sus buenos tragos y tras lamentarse un rato se dormía borracho.
En el mes de octubre, por estos lares ya está avanzada la primavera y hace bastante calor.
En ese tiempo, década del 60, mi papá se ponía después de bañarse, un pantaloncito corto.
En esa época eran bien cortitos si es que alguno recuerda.
Se lo ponía sin interiores y vestía una camiseta malla, le dicen por aquí.
Es sin mangas, muy finita y escotada.
Ya hacia como cuatro meses que mi mamá se había tomado el buque sin retorno.
Mi viejo bebía en solitario y fumaba.
Ese sábado no había casi gente en el conventillo.
Yo lo vi muy triste y me acerqué a él.
Al abrazarlo de frente yo quedé paradita entre sus piernas que eran muy peludas.
Como era muy menudita me levantó y sentó sobre su pierna.
Mi muslo quedó sobre el bulto que sus genitales formaban en el pantaloncito y percibi su calor.
Mi papá me acarició la mejilla y yo me abracé a su cuello.
No sé por qué pero se me ocurrió hacerme la dormida.
Entonces él me llevó y me recostó sobre su cama para volver y terminar su copa.
Al rato cerró la puerta de la pieza y puso el ventilador y se acostó a mi lado.
Al estar cansado y sumando el alcohol, se durmió enseguida.
La luz estaba encendida.
Me senté en la cama y lo miré dormir.
Le toqué la cara, el torso y los brazos pero no se movió.
Seguí con mis caricias y llegue hasta su pelvis.
Acaricié sobre el pantalón.
Estaba nerviosa y sentía mi boca seca.
El pantaloncito tenia un lacito que se anudaba a la cintura y yo lo solté.
De a poco fui deslizándolo hacia abajo hasta quitárselo por completo dejándolo desnudo de cintura para abajo.
Allí tenía ante mi lo que antes me parecía inalcanzable.
Lo acaricié de todas las maneras que sabía e imitando a mi mamá, lo llevé a mi boca para besarlo y después chuparlo.
Mi papá se movió pero siguió durmiendo pero su miembro no, comenzó a crecer y crecer.
Mi desconocimiento y torpeza me hizo causarle algún dolor por lo que se volvió de costado.
Lo que sigue como lo hasta aquí contado ocurrió así de esta manera.
Me quité mi faldita y mis calzoncitos y me puse en posición de cucharita con él.
Mi papá al sentir mi cuerpo pegado al suyo me abrazó y subió su pierna sobre mi.
Esto provocó que el miembro duro ubicara su punta entre los labios de mi vagina, en la entrada misma.
El lugar estaba húmedo por mis juguitos y esto ayudó a que por la posición, el miembro por inercia abriera mi chochito y entrara un poco.
Supongo que solo fue la cabeza y un poquito más porque no me desvirgó pero si me provocaba una sensación de dolor muy placentero.
Sentí el calor del sexo de mi papá.
Así estuve meneándome un poquito y gozando ese momento hasta que me dormí.
Los ruidos de la mañana nos despertaron a los dos.
Mi papá no entendía nada pero no se movió ni quitó su miembro aún duro de mi.
Tomó, eso sí, la sabana y nos cubrió
Uy q lindo sería ser cojida así