Paraiso II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por pipau.
Paraíso II
Camino al paraíso II.
Llegando al limbo.
Ada se levantó pensando como arreglaría las cosas para que sus planes se llevaran a cabo.
Durante el día escribió varias cartas y mandó un cable a Inglaterra pues ahí vivía alguien con quien ella pensó que podría contar.
Durante el día vigiló la alimentación de su hijo y preparó a sus hijas para esa noche.
Y la noche llegó.
Hans esperó que fuera la hora y se presentó en la recamara de su madre esperando repetir lo de las noches anteriores, pero se sorprendió cuando su madre le dijo que esa noche no lo harían, que le tenía una sorpresa.
Le pidió que se desvistiera y se metiera en la cama mientras ella le traía la sorpresa.
Hans no lo pensó dos veces y se quitó el batín acostándose.
Así pasó unos minutos y de pronto se abrió la puerta de la recamara y entro Ada acompañada de Helga e Hilda.
Las dos venían vestidas con batas transparentes que dejaban ver su desnudes.
A Helga apenas le despuntaban los pezones e Hilda tenía el pecho plano, una pelusa empezaba a cubrir el coño de Helga.
De pronto Ada tomo la palabra.
-Bien Hans, aquí están tus hermanas.
A partir de ahora tomaras tu placer en ellas y en mí y ellas solo en ti hasta que tú decidas otra cosa.
La idea es que tanto ellas como yo quedemos embarazadas de ti.
Ya tengo un plan para encontrar por lo pronto dos hombres de suficiente abolengo que puedan ser maridos complacientes, pero eso después lo explicare, ahora se trata de cumplir con las normas familiares.
Hans no creía lo que veía, se le salían los ojos de las orbitas y se le despertaban todos los deseos que jamás había experimentado, ellas solo se limitaban a murmurar.
-Hay que pena……….
Pero ahí estaba Ada, que empujó a sus hijas hacia la cama e hizo que se comenzaran a acariciar entre los tres, la erección de Hans fue inmediata y muy potente al grado que le dolía el pene, Ada muy sutilmente empujó la cabeza de Helga hacia el pene de su hijo y ella por puro instinto abrió la boca dándole cabida.
A pesar de su ignorancia total del sexo, tenía el instinto muy desarrollado, pues ya hacía meses que se masturbaba en la soledad de su recamara, pare ella tener sexo con el beneplácito de su madre la llenaba de dicha, el que fuera con su hermano no le importaba en absoluto y lo hacía más excitante.
Sintió en su boca la dureza de la berga de Hans y el sabor de sus líquidos seminales no que no le desagradó.
Hilda se acercó a su hermano y los dos se besaron suavemente.
Ahí se dio cuenta Hans de que obtendría mucho placer de su madre y su hermana Helga, pero con Hilda seria el amor lo que los movería, ella sería su verdadero amor por siempre.
Introdujo su lengua en la boca de ella y ella le respondió de igual modo, estaba a punto de venirse en la boca de Helga cuando su madre los separó y las colocó a las dos acostadas boca arriba sobre la cama diciéndole.
-escoge a cual desvirgas primero.
Hans no lo pensó y escogió a Hilda.
Su madre tomó un aceite lubricante y embarro la verga de su hijo, pero Hans hizo algo que a todas las sorprendió, se colocó entre las piernas de su hermana y empezó a chuparle la vagina, al estar está totalmente lampiña excito mucho a Hans y así Hilda quedo totalmente relajada al sentir algo muy parecido a un orgasmo.
Entonces Hans apuntó su verga al orificio vaginal de su hermana y empujo lentamente.
Sintió como el himen de su hermana cedió dejando entrar su pene, Hilda se puso dura pero acepto la verga sin sufrir mucho, cuando entro la mitad Hans empezó el mete y saca sintiendo deliciosas sensaciones por la estreches de su hermana, ya estaba a punto de venirse cuando su madre detuvo la acción.
-esperen un poco, también debes de desvirgar a Helga.
Hans de retiró del coño de su hermanita y su verga quedó ante la vista de las tres en toda su dureza, entonces Ada, colocó a Helga en tres patas sobre la cama, le puso crema en el culo y atrajo a su hijo diciéndole.
-con Helga debes iniciar por su culo, hazla gozar como me haces gozar a mí.
El culito de Helga no era del tamaño del de su madre pero estaba mucho más apretado, Hans batalló un poco para meterle la verga pero al fin lo logró, la sensación fue deliciosa pues apretaba todo su cilindro con sus paredes anales, inicio el mete y saca y en pocos minutos descargó una buena cantidad de semen que le refrescaron el ano a su hermana y a la vez lo lubricaron permitiendo mayor entrada del pene de Hans.
Ada trajo algunos bocadillos que en realidad tenían mesclados algunos afrodisiacos que les permitió durara buena parte de la noche con sus juegos, así cayeron el virgo de la vagina de Helga y el del culito de Hilda.
Después de tres semanas de puro placer familiar Ada decido hacer un viaje en tren a París, ahí estaba citada con Lewis H.
Morgan, noveno duque de Alberhite.
El viaje duró un día y se hospedo en el mejor hotel de París.
El duque de Alberhite pertenecía a una de las familias de más abolengo de Inglaterra, pero estaba en bancarrota.
Quince años atrás le había vendido al barón- Conde su propiedad de Hasfoshide, un palacio de la época de Carlos II que había pasado de generación en generación.
Los de Alberhite eran homosexuales por tradición, pues el primer duque había obtenido su título por ser amante del rey Jacobo I, y así fueron sobreviviendo hasta llegar al actual que había heredado el título de su hermano.
Nunca se había casado y a sus 48 años parecía que jamás lo haría, aunque se sabía su situación, era recibido en los más altos círculos de toda Europa, así había hecho amistad con Ada.
A las ocho de la noche se sentaron a cenar en un lugar apartado y reservado del restaurant del Hotel, pero no lo suficiente para que los periodistas y los huéspedes no se dieran cuenta quienes eran ellos, la cena fue deliciosa y a los postres el duque le preguntó a Ada.
-¿Puedo saber señora el motivo por el cual me citasteis aquí?
-antes quisiera haceros unas preguntas.
-soy todo oídos.
-¿os pensáis casar algún día?
-Jamás señora, jamás.
-¿tenéis un heredero a vuestro título?
-Ninguno señora, soy el último de Alberhite que existe en el mundo, al morir yo mi título y lo poco que deje serán para la corona.
Ada sacó unos papeles de su bolsa de mano y bajando la voz y acercándose al duque le dijo.
-por lo que tengo entendido estáis en bancarrota, debéis alrededor de cien mil libras a vuestros acreedores, la única propiedad que os queda es vuestra casa en Londres que aunque grande, con mucho terreno y en el mejor lugar, está en estado lamentable.
Tenéis una relación de diez años con el vizconde Hoodles, conocida por todos y en muchos lados aceptada.
Fijaos lo que os ofrezco.
Primero: Pagar todas vuestra deudas.
Segundo: trescientas mil libras en efectivo y aparte una anualidad de treinta mil libras.
Tercero: reparar al 100% vuestra casa en Londres.
-¿Y qué me pedís a cambio mi señora, acaso mi vida?
-vuestro título.
-eso lo podríais conseguir mucho más barato.
-entendámonos.
Os casarías conmigo, los hijos que yo tuviese serian reconocidos como vuestros y heredarían vuestros títulos, estaríais a mi lado en los momentos importantes tales como los partos, ceremonias etc.
Además seriáis parte de la familia Von Steinhoff.
-¿y el vizconde Hoodles donde quedaría?
-también tengo planes para el que lo harían permanecer a vuestro lado.
-señora, sois muy generosa y estúpido seria si no acepto vuestra oferta.
Hablando claro, quiero que sepáis que el vizconde y yo estamos enamorados y tenemos planes de pasar el resto de nuestra vida juntos.
Estoy dispuesto a serviros sin preguntar nada y hacer el papel que vos queráis en vuestra familia, también respondo del vizconde.
-pues sinceridad por sinceridad, los planes para el vizconde son de casarlo con mi hija Helga en las mismas condiciones que las vuestras, y para ser más claros, los hijos que tengamos, tanto mis hijas como yo, serán a la vez hijos de mi hijo Hans…….
si señor duque, practicamos el incesto, ya veis como cada quien tiene sus secretos.
-señora, jamás traicionare vuestra confianza.
-¿entonces el trato esta hecho?
-más que hecho mi señora, sois mi salvación y tonto seria si no acepto.
El duque besó la mano de Ada ante las miradas atónitas de los concurrentes al restaurant y se vieron algunos estallidos de las fotografías que tomaron algunos periodistas, durante dos semanas fueron tema de conversación de la alta sociedad, tanto inglesa como alemana, aunque muchos se olieron la trama, no imaginaban el motivo de la misma.
Continuara………………………………………………………………………….
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