PARQUE INFANTIL 3. Con mi sobrinita (Continuación de “PAEQUE INFANTIL”)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mecatronico.
Observando la utilización que las niñas le daban a las maquinitas tuve la idea de crear una máquina más sofisticada y apropiada para el caso; mi cerebro Mecatrónico había quedado funcionando a mil con las hermosas escenas que había disfrutado tanto, al ver a nenas de 4 a 9 añitos masturbándose con los movimientos del caballito de mar.
Y así empezó todo.
Mientras entregaba el trabajo estadístico que me había encargado mi jefe y que había realizado juiciosamente, mi exaltado cerebro empezaba a diseñar una increíble maquina que haría muy feliz a más de una nena que tuviera la inquietud sexual suficiente y quisiera disfrutar del placer más natural del mundo: La Masturbación.
Que puede haber más natural y humano que eso ??
Después de un mes de estar sentado todas las noches en mi mesa de diseño en casa, comencé a comprar los materiales.
Ya tenía los bosquejos del muñeco; sería un hermoso Unicornio rosado muy tierno y regordete, realmente atractivo a primera vista.
También había estado investigando en Internet sobre la masturbación femenina y me había encontrado con una hermosa y educativa página que en aquella época se llamaba The-clitoris.
com y en su versión en español tenía una sección sobre masturbación y había miles de relatos de mujeres que contaban sus inicios en este arte, la mayoría de ellas a muy temprana edad.
Allí me enteré de las muy diversas formas como las niñas descubren su sexualidad y como la disfrutan normalmente a escondidas pues los adultos las recriminan cuando les notan esos naturales comportamientos.
Aquí me enteré que hay un grupo de ellas que se autodenominan “Las Trepadoras”.
Ellas suelen disfrutar trepando árboles y postes pues sienten deliciosas sensaciones en sus vaginas y algunas llegan a poderosos orgasmos trepando árboles.
También suelen frotar sus genitales contra sillas, cojines, descansabrazos, barandas o contra las piernas de un adulto que les haga caballito; ellas lo describen como la más increible y deliciosa sensación que hayan podido sentir hasta ese momento.
También investigué las frecuencias que mejor estimulan El Clítoris, este precioso órgano femenino cuyo único objetivo para el que fue puesto allí es DAR PLACER, no tiene ninguna otra función y se estimula muy bien con frecuencias entre 120 y 160 Hz.
mejorando la sensación si el estímulo incrementa la frecuencia gradualmente.
Y volviendo a mi diseño, aparte de los movimientos pendulares normales combinados con ascensos y descensos, tendría bajo la silla flexible y en el sitio perfecto un pequeño equipo vibrador que solo se encendería brevemente después del tercer ciclo seguido de la máquina para estar seguro que la jinete estaba a gusto con el muñeco y sus movimientos.
Su frecuencia de vibración iría incrementándose a medida que se repetían los ciclos del juguete para intensificar la experiencia.
Mientras lo construía, llegó de visita a casa mi hermana con su hija de 7 años, una preciosa y curiosa niña que de inmediato quedó fascinada con el muñeco; entonces pensé: ¿qué mejor piloto de pruebas que mi sobrinita ?
Entonces, aunque no estaba terminado aún, le pregunté si quería probarlo y de inmediato aceptó gustosa.
Le dije que como no tenía aún el colector de monedas, solo tenía que oprimir el botón de arranque otra vez para repetir el ciclo y así comenzó el jugueteo.
Estaba feliz brincando en su unicornio regordete y efectivamente luego de varios ciclos la empecé a ver disfrutando más de lo normal pues movía su carita arriba y abajo cerrando y volviendo a abrir sus ojitos.
Aunque se veía que lo estaba disfrutando en grande, me miraba como incómoda de que yo la estuviera observando y por su puesto entendí el mensaje y me aparté de la escena discretamente para ocuparme de otras cosas en el taller.
Solo podía oír las muchas repeticiones que hizo de los ciclos del muñeco y algunos de sus deliciosos gemidos que se le escapaban involuntariamente y que trataba de callar con cortos silencios que me tentaban a mirar, pero no quise estropear su gozo y me tuve que aguantar mi curiosidad hasta el final.
Se bajó jadeante pero jubilosa y no alcancé a preguntarle como le había parecido la experiencia cuando ella misma me replico: es una delicia tu muñeco tío; quiero que me sigas invitando a probar tus inventos.
Claro que si, mi amor; tu serás siempre mi piloto de pruebas.
Allí mismo me di cuenta que al muñeco le faltaba lo principal: una cámara oculta en la parte de atrás de la cabeza del Unicornio que me transmitiera las imágenes de las caritas preciosas de las nenas en medio de tan hermoso transe y ya sabía de donde la iba a sacar: de un viejo helicóptero de control remoto que había estrellado hacía poco y tenía el equipamiento perfecto de cámara a distancia y receptor en el control remoto.
Las pruebas con mi sobrinita habían sido un total éxito; había que terminar de perfeccionar mi invento.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!