PATY, MI GOLOSA HIJA Y MI PRIMA SILVIA.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MONTANA16.
Cuando regresamos a casa después de esa primera vez en motel y que desvirgue a mí pequeña Paty, le dio beso a su mamá y se fue a bañar, bajando más tarde solo para darnos beso y subirse a dormir, su mamá no noto nada extraño.
Lo curioso sucedió en el transcurso de la semana. Era viernes en la noche cuando salí tarde del trabajo, al llegar a casa ambas me recibieron como siempre, con abrazos y besos, entonces mi esposa me dijo que habían salid de compras y que esperaba que no me enojara porque ella y yo no habíamos hablado nada al respecto de la ropa de Paty, le dije que me hablara sin rodeos, en eso bajo Paty de su recamara con una bolsa en manos y me dice:
-Es que le pedí a mamá que me comprara esto- Paty.
Abrió la bolsa y saco varias prendas intimas, un par de pequeños bikinis de encaje azul y rosa y tres diminutas tangas blanca, negra y roja.
-Varias de mis amigas ya usan y pues tenía el deseo de usarlas, así que le dije….- Paty.
Ya no supe que seguía diciendo y no era necesaria tanta explicación, era súper que su mamá se las hubiera comprado, me libraba de que pensara mal de mí. Mientras mi verga estaba ya súper dura y erecta, tanto que me dolía debajo del pantalón.
¡Ok! ¿Pero nada de andar mostrándola como hacen muchas chamacas o de andar de caliente con los chicos. Me puse en el papel de padre estricto.
¡Gracias papito! le dije a mi mami que si me darías permiso- Paty.
Se dio la vuelta, abrazo y le dio beso a su mamá. Mientras ella me pedía disculpas porque aun no estaba la cena, le dije que me subiría a recostar y que me hablara cuando estuviera. Me subí rápido y apenas iba a cerrar la recamara cuando detrás de mí entro Paty.
¿Te gustaron papi?- Paty.
-Están……- Le dije agarrándome el bulto de mi pantalón. Ella sonrío pícaramente. Me desabroche el pantalón y saque de su tormentoso encierro mi erecta verga.
-Ven, chúpamela.- Le dije.
Contesto y se acerco rápido mientras me recostaba sobre la cama y ella se acomodaba entre mis piernas, dándome una mamada fenomenal en la que por mi excitación no tarde en venirme en su boquita, tomándose toda mi caliente leche enseguida.
Esa noche, para no levantar sospecha le hice el amor a mi esposa, esforzándome en dejarla satisfecha y rendida, así tendría para mi niña varios días de leche.
Dos noches después, estaba mi esposa atareada con asuntos de su trabajo cuando me dice Paty que subiera a acompañarla en lo que se dormía, le dije que si, en lo que ella se adelanto, unos 5 minutos después subí y ella ya hacia acostada y tapada, cerré la puerta de su cuarto y me recosté a su lado, ella levanto y poco las cobijas para que me tapara con ella, asi lo hice y cuando la abrace ¡¡¡¡Oooohhhhh!!!! Estaba completamente desnuda.
-Te tardaste papi.- Me dice sonriéndome. La abrazo y ella me besa en los labios. Mi verga ya está a mil, dura y erecta. Paty mete su mano en mi short y me la acaricia.
Me dice jalándome el short hacia abajo. Me lo quito por completo, luego meto mi mano entre sus piernas que abre enseguida y me doy cuenta que está bastante húmeda y caliente. De mi verga ya empieza a brotar liquido pre seminal, por lo que no espero mas y me coloco sobre ella, quien agarra mi verga y la centra en su panochita, despacio se la comienzo a meter mientras gime de placer. Esta bastante húmeda y caliente, es exquisita la sensación de estar dentro de ella. Despacio comienzo a metérsela y sacársela, sus caderas rápido se acoplan a mis embestidas. Tengo que fundir mi boca con la suya para qué sus gemidos no llegue a los oídos de su mamá y que no nos sorprenda. La embisto con fuerza y cuando ya estoy cerca de venirme, le pregunto dónde quiere mi leche.
-La quisiera por todo el cuerpo papi, así como dentro de mí, pero mejor quiero tomármela.- Me dice entre gemidos.
Arrecio mis embestidas y cuando ya estoy cerca de venirme, me levanto de la cama y me pongo al pie de ella, Paty se acerca y comienza a chupármela vorazmente hasta que me hace venir dentro de su boquita. Se toma cada una de mis gruesas erupciones, una, dos, tres, nada deja, toda se toma sin desperdiciar nada.
Esa misma escena se repite casi todas las noches en que no salgo con ella y a escondidas nos fundimos en esa pecadora lujuria.
Dos años después, llegó de visita Silvia una prima mía, quien es mayor que Paty por dos años. Hacía años que no la veía, y ella con Paty pues no se conocían, aun así rápido se acoplaron ya que compartieron la misma recamara y cama. Su actitud desde el primer día para conmigo fue cariñosa, traviesa y juguetona, quien nos viera solos en la calle pensaría que éramos otra cosa menos primos.
Un día que regrese del trabajo todo sudado por el calor que hacía, al entrar a casa me saluda Paty como siempre beso y abrazo, mi esposa no estaba, enseguida se me acerca Silvia, pero me ve sudado y se retira haciendo gestos de asco según ella, en eso la abrazo por la espalda y me repegó bien contra ella, repegandole mi verga que al instante se me puso dura y erecta al sentir sus duras nalguitas, ya que traía una pequeña falda de algodón y sin short debajo, ya que se sentía. Silvia entre el forcejeo se agitaba y movía sus caderas, pero sin tratar de separarse de mi, al contrario mas la pegaba, en un movimiento incluso se le levanto la falda, dejándome sentir su pantaleta y sus nalguitas. Entre risas la deje un rato después.
Un par de días después fuimos al centro Paty, Silvia y yo, solo que en el regreso nos agarro una pequeña lluvia que nos dejo empapados y como quedaba más cerca el departamento, decidimos pasar para lavarnos y cambiarnos de ropa, ya que ahí teníamos, aunque no Silvia. Las mande a bañar, pero Silvia alegaba que no tenia ropa, por lo que se esperaría a llegar a casa, Paty le dijo que le prestaba ropa, al cabo eran casi de la misma talla. Silvia por fin acertó y se metieron a bañar, solo que unos minutos después Paty me hablaba.
-Papi, dice mi tía Silvia que le ayudes a quitarse el pantalón, que no puede jajajaja.- Paty.
Y si, mi primita traía un pantalón de infarto súper justado con el que se le marcaba bastante sus lindas nalgas y su panochita.
-No, no es cierto, yo puedo quitármelo.- Silvia.
-No es cierto, no puede, apenas si se lo desabrocho jajajaja.- Paty.
-¿Si quieres cierro los ojos y me meto a ayudarte?- Le conteste, pero con una tremenda excitación solo de imaginármela desnuda.
Después de un buen rato tratando de convencerla junto con Paty, por fin aceptó. Cerré los ojos y me metí al baño ya en short y sin trusa, ya que ya me había quitado la ropa mojada, pero con la verga bien erecta y dura.
-No vaya a abrir los ojos:- Me dijo Silvia.
-¡Ok!.- Le conteste sonriendo.
-Ponte atrás.- Me dijo Silvia.
Ahí me puse, inclinándome, agarrando su pantalón de los lados y jalándoselo hacia abajo. Abrí los ojos y vi su pantaleta rosa con flores amarillas. Entre jaloneo y jaloneo se le iba bajando su pantaleta.
-No me bajes la pantaleta- Me decía Silvia.
-¿No te vas a bañar con pantaleta de toda maneras o sí?- Le conteste.
-¡No, pero no quiero que me veas!- Me contesta.
Mientras Paty reía, pero a la vez agarraba de los brazos a su tía. En eso, jale con fuerza hacia abajo, le baje el pantalón pero también le baje la pantaleta, viendo por primera vez sus nalguitas blancas y redondas. En el intento por taparse y que no la viera según ella, estuvo a punto de caer, pero entre Paty y yo la sujetamos. Nuevamente a regañadientes se dejo ayudar a terminar de quitarse el pantalón, pero remarcándome que cerrara los ojos, lo cual nunca volteo a ver si lo hacía. En esos movimientos, al levantar la pierna izquierda y tratar de quitárselo, pude ver su panochita con un poco de vellos, así como sus labios íntimos. Le jale el pantalón y se lo quite de la pierna izquierda, luego de la derecha.
-No veas primo. ¡Ya! ya me lo quite, ya te puedes salir.- Me decía mientras le terminaba de quitar el pantalón.
Cuando me iba levantando, Paty hace la travesura y le abre a la regadera, mojándonos a todos.
-Ya salte primo:- Me dice Silvia.
Me termino de levantar, pero me bajo el short, dejando mi verga de fuera y abrazo a mi prima, quien luego sintió como mi verga se acomoda entre sus duras nalguitas, subo mis manos y la agarro de sus duras y lindas tetas.
-Estate quieto primo, se va a enojar Paty.- Silvia.
-No te hagas tía, tú también quieres. Por mí no hay problema, nadie se va enterar.- Paty.
Se le acerca mi nena y le comienza a acariciar también las tetas, así como le da un beso en la boca. Mientras yo le comienzo a besar la espalda, Silvia sigue tratándose de resistir pero sin mucho esfuerzo. Paty deja de besarla y se arrodilla frente a mi prima quien sigue clamando por que nos detengamos. La trata de empujar para que no haga lo que ya se imagina que hará.
-¡Ya primo! ¡Paty ya! ¡Está mal, tu esposa se va enojar y mi mamáaaa!- Silvia.
Se ahoga su reclamo cuando Paty hunde su cara en la panochita de Silvia, quien aprieta sus labios pero no tarda en comenzar a gemir. Acaricio con firmeza sus tetitas, bajo una de mis manos y acaricio sus nalguitas duras y aterciopeladas. Paty le separa las piernas y se acomoda mas entre medio de ellas para chupar la fruta de su tía. Entonces le empujo la espalda hacia delante y apoya sus manos sobre la pared.
-¡No primo, no, Paty ya estate quieta!.- Sigue reclamando Silvia, pero ninguno de los dos le hace caso.
Le tallo la verga por entre su culito y su panochita, sintiendo los lengüetazos de Paty, quien humedece mas mi verga. Entonces me separo un poco, tomo mi verga y la centro en la entrada de su panochita.
-¡No primo, no! ¡Aun soy virgen, no! ¡Delante de Paty no!.- Silvia. Quien gime y jadea a la vez con fuerza.
No le hago caso y comienzo a empujársela despacio, mientras Paty no deja de chupársela. Entra la punta de mi verga, apenas la cabeza y cuando trato de seguir, siento que algo impide seguir. Silvia trata de empujarme hacia atrás, pero débilmente, entonces con fuerza de un solo impulso se la meto toda.
-¡Haaaayyyyy! me duele, me duele.- Se queja mi prima.
Tranquila, ahorita se te pasa.
-¡Tranquila tía, ahora te deja de doler!.- Paty.
-¿Y tu como sabes?- Silvia.
-Porque así me dolió a mí la primera vez que me la metió mi papi.- Paty.
-¡Primo! ¿Te cogiste a Paty?- Silvia.
No le contesto ya que comienzo a bombearla despacio, mi prima comienza a gemir, ya va cediendo el dolor del desvirgue. Poco a poco arrecio mis embestidas, tomándola de sus caderas con firmeza, mientras Paty no para de lamer su panochita hasta que entre ambos la hacemos estallar en un escandaloso orgasmo que la hace doblar sus piernas y no cayo nada más porque la sostuvimos. Le saco la verga de su panochita con rastros de mi leche e hilitos de sangre. Silvia se apoya sobre la pared, entonces Paty se pone de pie y me pide que también se la meta, se coloca de espaldas así como estaba mi prima y se la meto de un solo empujón. Esta bastante caliente y empapada por sus jugos íntimos, le comienzo a bombear con fuerza, llegando rápido a su orgasmo mi nena y antes de venirme se la saco y ella se arrodilla frente a mí, jalando a Silvia que se arrodilla también.
-Chúpasela.- Le dice Paty a Silvia, quien torpemente lo hace, luego Paty le quita mi verga y comienza a chuparla con la agilidad que me encanta. No tarda mucho hasta que me hace venir en su boca, una, dos erupciones, entonces se la meto en la boca a Silvia y termino de venirme en ella quien con esfuerzo se toma mi leche. Luego Paty besa en la boca a mi prima, quien tímidamente la acepta.
-Que no te de pena tía, mi papi no se enoja.- Paty.
Silvia se va desinhibiendo hasta que se funde completamente con mi nena. Luego de un rato, nos bañamos los tres juntos, cuando terminamos nos secamos y vestimos, nos fuimos a casa. Esa noche no volvió a pasar nada, si no a al día siguiente que nos quedamos solos, las volví a coger a ambas, solo que esta vez Silvia ya no tuvo pena, ni vergüenza en hacerlo con ambos. Más de una vez se tomo sola toda mi leche, aunque me quede con ganas de cogerla por el culito. Después supe que ya habían hecho travesuras entre ellas a la noche siguiente que llegó.
Después de un mes de visita, se fue Sivia, ya no volvió, pero esas vacaciones jamás se olvidaran.
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