Pedro y Alicia: Familia en el Camping (Parte 2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por robinmarzil.
(Importante: Nada de lo relatado aquí es real, todo pertenece a la ficción y es ahí donde debe quedarse. También dejo clara mi más absoluta repulsa ante cualquier acto de este tipo que incluya a menores de edad. Esto es solo un relato, y de igual manera que escribir sobre asesinos o terrorismo no te convierte en un asesino o un terrorista, escribir sobre estos temas o leerlos no te convierte en un criminal.)
PRIMERA PARTE: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-30464.html
Pedro se levantó muy temprano abrazado a su hijito. Los restos de semen habían hecho una costrita en la parte del culo del niño donde su padre había apoyado la polla toda la noche. Pensar en su vecinita, que lo había espiado mientras follaba con su mujer, le había hecho correrse muchísimo la noche anterior. Su mujer, Alicia, parecía haberse levantado ya, así que salió de la tienda con una inevitable erección matutina. La encontró desnuda en la cocina y desayunó con ella unas deliciosas tortitas. Pedro le contó lo ocurrido la noche anterior con su hijo David y ella le dijo que le hubiera gustado verlo. Al rato, David y María salieron con cara de sueño con sus pijamitas. Pedro se acercó a ellos y empezó a quitárselos.
– El pijama solo por la noche, si os da frío- dijo echando los pijamas encima de la tienda. Los niños empezaron a desayunar mientras Pedro fue a ver que actividades había ese día.-Lunes, Iniciación para los niños- Pedro sonrió y fue a decírselo a sus hijos – Hoy os toca Iniciación, así que desayunad rápido que empieza en media hora-
Pedro aprovechó para dar un paseo por el camping. En la calle la gente paseaba desnuda tranquilamente, en una ocasión vio pasar a una mujer paseando a su bebé cerca de la zona de baño. Llegó hasta la playa privada, donde una pareja de ancianos con una nena asiática de unos 6 años se bañaban tranquilamente. Pedro se sentó un rato en la arena a pensar y se fijó en la familia que jugaba, al rato el hombre empezó a saludarlo pero Pedro no lo reconoció hasta que salió del agua en su dirección. Era Ignacio, el anciano que había conocido el día anterior en los baños. -Buenos días Pedro, ¿dónde están tus niños?- preguntó con su característica sonrisa. -Se han quedado desayunando con su madre- respondió Pedro -¿Ahora los llevarás a la Iniciación no?, la de Susana fue el año pasado cuando la trajimos desde Tailandia. Fue uno de los mejores momentos que he pasado con ella. Hicimos muchas fotos y vídeos, a ver si un día te pasas por nuestra caravana y te las enseño-. Pedro quedo para ver las fotos y se despidió de Ignacio para ir a recoger a los niños.
Estaba llegando cuando pasó por la parcela contigua a la suya. Un hombre obeso comía frente a la tele en una tumbona con una nena de unos 5 años sentada entre su barriga y su pene erecto. Era la niña que le había espiado ayer desde la ventana de su caravana, Pedro se sintió algo mal, pues no recordaba que fuera tan pequeña, pero al ver a la que fue el motivo de haber tenido uno de los mejores orgasmos de su vida con solo pensar en ella desnudita en esa situación, no pudo evitar tener una tremenda erección. La niña jugaba con el pene de aquel hombre gordo y Pedro tuvo que contenerse para no masturbarse allí mismo. Siguió caminando hacía su parcela y su familia, que ya estaba lista, y él caminaron hasta la piscina donde se realizaba el principio de la Iniciación.
En la piscina padres y madres desnudos con hijos de todas las edades esperaban a que comenzara el acto. Algunos se bañaban, otros aprovechaban para tomar algo en el bar que había al lado. El ambiente era festivo, una música de ambiente sonaba por unos grandes altavoces en un altillo cerca de la piscina. De repente, la música bajo un poco y tres monitores subieron al altillo. Un hombre guapo y musculoso que solo llevaba una camiseta de tirantes, dejando ver una verga descomunal entre sus fibradas piernas, una mujer jóven y pelirroja que estaba completamente desnuda y lucía un coño cubierto de pelo rojo, y una mujer de unos 35 años con unas medias de red negras y un corset que dejaba sus grandes tetas fuera. La última cogió un micrófono y comenzó a hablar muy animada -Buenos días a todos, yo soy Linda y estos son John y Raquel. Un año más estamos aquí para celebrar la Iniciación de nuestros chicos. Todos los menores de 13 años serán iniciados hoy con ayuda de mis dos magníficos compañeros. Vamos a hacer tres grupos, uno con los más peques (de 0 a 3 años) donde los padres podrán aprender a realizar masajes eróticos y sanos a sus bebes, otro con los niños que tengan entre 3 y 7 años donde no habrá coito, y el último de 7 a 13 años que serán introducidos totalmente en el mundo del sexo. Cómo todos los años está permitido el uso de cámaras y el intercambio.-Pedro se quedó estupefacto, la noticia de que la iniciación se hiciera a todas las edades le provocó una erección de la que se sintió bastante culpable, pero el morbo le superaba así que siguió escuchando -El primer grupo se irá con Raquel a la cabaña número 1-dijo señalando a un grupo de cabañas rústicas que había cerca de la piscina – El segundo grupo se irá conmigo hasta la cabaña número 2 y el tercero a la número 3 con mi compañero John- dijo sonriendo pícaramente a su colega.
Dicho esto las familias empezaron a dirigirse a sus respectivas cabañas con los monitores correspondientes. Pedro, Alicia y sus hijos siguieron a John hasta la cabaña que les habían asignado. Antes de entrar se vieron entre unas cinco familias que formaban aquel grupo. Unas con madres solas con sus hijos, otras con padres con sus hijos y otras. como la de Pedro, con todos los miembros. John los saludo y los hizo pasar adentro. En la cabaña había filas de camas a los lados y una cama más grande al final donde se sentó el hombre para hablar delante de todos. -Bueno, yo soy John como ha dicho mi compañera Linda y os voy a explicar un poco cómo funciona la Iniciación en los nenes de 7 a 13 años. Bueno, en el camping nos enfocamos más hacía una práctica de sumisión por parte de los hijos hacía los padres, de manera que estos aprendan a amoldarse a las peticiones de los mayores. Entonces a partir de los 7 años ya consideramos aceptable el uso de juguetes y la práctica del coito con los chicos.-Mientras seguía hablando empezó a masturbarse, y su gruesa polla creció hasta unos asombrosos 20 cm -Esta Iniciación sirve más que nada como introducción a prácticas más agresivas que llevaremos a cabo más adelante. Hoy más bien nos dedicaremos a abrirlos y a que aprendan a realizar bien una mamada o un cunnilingus. ¿Cuantos de aquí no habéis hecho nada con ellos todavía? -Algunos padres levantaron la mano, Pedro no sabía si levantarla, pues la noche anterior había hecho tragar semen a su hijo- Vale, bueno. Pues comencemos. Lo primero va a ser abrirlos un poquito, tanto a niñas como a niños. Venid aquí- dijo, y una niña y un niño de unos 7 u 8 años fueron hasta John y se sentaron con él en la cama. Después de esto sacó una caja de debajo de la mesa y sacó un montón de consoladores de diferentes tamaños. -Estos son Wendy y Pablo, que me van a ayudar a ilustraros-. John cogió un consolador de medio tamaño e hizo a Wendy tumbarse en sus piernas. – Es bastante fácil, coged el lubricante que hay en las camas. Cuanto más lubricado esté mejor. Al ser vírgenes y no estar todavía muy desarrollados, puede costar un poco. Pero con paciencia se abrirá-. Tras decir esto, cogió un bote de lubricante y puso un poco en el culo de la niña y otro poco en sus dedos. Empezó a introducir un dedo y cuando ya salía y entraba totalmente, metió dos y sus dedos salieron manchados. -Es normal que manchen un poco, pues todavía no lo controlan bien-. Dijo limpiando sus dedos en el pelo de Wendy, cuando alcanzó a meter tres dedos agarró el consolador bien lubricado y lo metió hasta el fondo. La niña gritaba entre placer y dolor.- Bueno, empezad-. dijo mientras seguía introduciendo y sacando cada vez más rápido el dildo del culo de la niña.
Pedro cogió a su hija mientras Alicia grababa todo. Empezó acariciando el suave culo de María, abrió sus nalgas y pudo contemplar su ano rosadito, así que tuvo una erección brutal. Cogió el bote de lubricante y echó una cantidad abundante en el cerrado ano de su hija. Untó bien sus dedos en la masa gelatinosa y empezó a hacer presión en su pequeño ojete. María hacía ruidos cada vez que el dedo de su padre entraba más profundo, y David contemplaba la escena atónito tocándose la picha. Al cabo de un rato metió el dedo en su totalidad y lo movió por dentro, traduciéndose esto en más gritos de María. Al sacarlo el dedo estaba muy manchado de caca, Pedro no pudo reprimirse y empezó a olerlo manchándose la nariz. Tras oler su dedo solo tenía ganas de penetrar aquel joven culito, chupó su dedo sin miramientos e hincó dos dedos en el culo con brusquedad. Después pasó directamente al consolador que metió con fuerza en el culo, sacándolo manchado de caca y sangre a partes iguales. -¿Te duele mucho cariño?- preguntó a su hija asustado. Alicia había comenzado a masturbarse viendo la escena mientras grababa. -Sí-. dijo María secamente con lágrimas en los ojos. -Bueno, pues empiezo con tu hermano, tú ahora tienes que chuparme aquí sin parar- dijo, señalando a sus testículos. Y la niña se agachó para hacerlo mientras Pedro cogía a David y lo colocaba en posición. Entonces John, que para entonces ya había dejado introducido totalmente el consolador en el interior de Wendy y ahora tenía encima a un tembloroso Pablo, habló para todos. -Ahora para los chicos vamos a facilitar la dilatación si les masturbamos con una mano mientras abrimos con la otra-. dijo meneando la colita de Pablo y comenzando con el primer dedo en el culo del chico. Pedro empezó a masturbar a su hijo, pero vio que tenía el pene algo seco así que lo levantó y chupó unas cuantas veces su pequeño pene. Entonces siguió masturbándolo mientras comenzaba a introducir sus dedos con mucho lubricante. Cuando su dedo se volvió a manchar lo lamió cómo había hecho anteriormente y un poco de líquido preseminal salpicó la cara de su hija que estaba lamiendo sus huevos. Cuando consiguió abrir el culo de David insertó el consolador, esta vez con más cuidado, mientras besaba la espalda del niño.
Al cabo de un rato, escuchó a su mujer correrse varias veces. Miró a otras familias y algunos padres ya había comenzado a penetrar a sus hijos con la polla. Uno había puesto una mordaza a su hija para que no gritara y la penetraba´violentamente mientras le hundía la cara en la cama. John también había comenzado a follarse al chico brutalmente delante de todos con su enorme polla. Pedro cogió a María y comenzó a dilatarle la vagina con dos dedos y mucho lubricante directamente. Al rato, ya estaba dándole brutales asestadas desde atrás mientras ella gritaba. De su culito todavía salía un poco de sangre y caca, pero Pedro siguió follándosela hasta que la imagen de su vecinita en la barriga de su padre le vino a la cabeza y comenzó a llenar la vagina de María con todo su semen. Otros padres también se habían corrido ya, y estaban limpiando a sus hijos con toallitas. John se levantó dejando a un casi desmallado Pablo tumbado en la cama y se acercó a ellos. -Ahora vamos con el sexo oral, empezaremos con las mujeres. Poneos tumbadas en la cama y con las piernas semiflexionadas. Así, muy bien. Ahora iré cama por cama diciéndole a los niños la mejor técnica para provocaros intensos orgasmos-. Pedro salió de la cabaña con los hombres que ya habían eyaculado con la imagen de María comiéndole lentamente el coño a su madre.
Algunos hombres estaban mirando por las ventanas de la cabaña número 2 donde se iniciaban los niños de 3 a 7 años. Muchos se masturbaban ellos mismos o entre ellos mientras eran testigos de lo que sucedía dentro. Pedro se acercó intrigado. Y vio a los niños y niñas que había dentro de la cabaña en fila, comiéndose el culo de sus padres. Algunos lo hacían con normalidad, a otros les costaba un poco y tenían cara de asco. Entre los padres había un señor muy mayor, de unos sesenta y largos años, a cuatro patas con una niña asiática que se merendaba su culo con los ojos cerrados mientras una señora también bastante mayor le apretaba la cabeza contra el decrépito culo de su marido para que siguiera haciéndolo. En otra cama, Linda le daba instrucciones a un niño de unos 4 años para que introdujera sus dedos en el culo abierto de su padre. Lo que vio en la cabaña volvió a causarle una erección cargada de culpabilidad, pues una parte de él sabía que lo que pasaba en aquel camping no estaba bien. Pero la curiosidad pudo con él y se acercó a la cabaña número 1, donde se encontró con Ignacio que estaba masturbándose mientras se pellizcaba los pezones. Parecía estar gozando como nunca. Al verlo, se giró mientras seguía masturbándose -Hombre, Pedro, ¿cómo ha ido?-. -Ha ido bien, pero María se ha hecho un poco de daño en el culo cuando lo estaba dilatando-. -Es normal, pasa mucho. Luego la podéis llevar a la enfermería que hay en recepción, están acostumbrados a curar ese tipo de heridas-. Seguí tocándose su pecho peludo mientras se masturbaba con intensidad. -¿Has visto esto, Pedro? Es de lo mejor que se puede ver en el camping, me encanta-. Pedro pensó que Ignacio estaba demasiado enfermo, pero la curiosidad le superó y echó un vistazo dentro.
En el interior de la cabaña los padres estaban enfrente de unas camillas altas donde estaban sus bebes. Raquel daba instrucciones al fondo de la sala. Los padres y madres masajeaban los diminutos penes de sus hijos con los dedos o los chupaban con delicadeza mientras los miraban con una sonrisa. Algunos padres se masturbaban enérgicamente mientras chupaban las vaginas de algunas niñitas también. Pedro se sintió bastante confundido y su erección se atenuó un poco. Ignacio seguía tocándose mirando lo que había dentro. -Hay que enseñarles a gozar desde el principio para que lo vivan con naturalidad- Pedro iba a responder, pero pensó que sería una pérdida de tiempo así que optó por no decir nada. De repente, Ignacio cambió la mano con la que se masturbaba y empezó a tocar el pene de Pedro con la otra. Pedro acababa de correrse, pero la verdad es que lo que había visto en la segunda cabaña le había producido una excitación grandísima y le apetecía follar con un adulto. Así que permitió que Ignacio le masturbara. Al ver que Pedro evitaba mirar en la cabaña y se limitaba a cerrar los ojos Ignacio le dijo: -Quieres que vayamos a otro lugar, esto parece no gustarte mucho-. Pedro asintió y los dos fueron hasta la playa, que estaba vacía salvo por una joven pareja.
Pedro se acostó en la playa e Ignacio comenzó a mamársela. Pedro estaba gozando muchísimo, Ignacio la chupaba increíble. Su lengua recorría el tronco de su gran polla y acababa haciendo movimientos circulares en su glande. Tras una comida espectacular, Ignacio le dijo que fueran a su casa a por lubricante. Así que se levantaron y llegaron su caravana. Pedro todavía tenía una gran erección. La mujer de Ignacio y su hija Susana estaban viendo la tele en la caravana. La mujer saludo a Pedro. Ignacio seguía tocando el pene lleno de babas de Pedro mientras buscaba el lubricante.-¿Te importa si follamos aquí?, afuera está atardeciendo y no me gusta estar en la playa cuando no hay luz-. Tras decir esto se echo un poco de lubricante en la mano y se untó el culo mientras se ponía a cuatro patas en la cama.
Pedro empezó a dilatar su ano, cuando estaba bastante abierto le hincó la polla bruscamente y empezó a cabalgarlo. La situación le excitaba mucho, su hija los escuchaba gritar de placer mientras follaban a unos dos metros de su mujer. Al cabo de un rato, Ignacio se metió totalmente en la cama de la caravana y le dijo a su hija que fuera hacia allá. Esta como si estuviera acostumbrada se puso encima de la cara de su padre mientras Pedro seguía penetrando a el hombre. Susana miraba a Pedro con actitud seria mientras su padre se merendaba su chochito, y este aprovechó para pensar en su vecina. Entonces en un arrebato, Pedro cogió a la niña y la puso a cuatro patas hundiendo su polla en su joven coño. Y en dos embestidas ya se había corrido totalmente. Ignacio por su parte se levantó y se corrió sobre el pelo de la jovencita que se estaba tragando el colchón. Tras esto, la pareja de ancianos invitó a Pedro a cenar pero decidió volver a su parcela con su familia.
Al llegar, ya estaban todos allí y era de noche. Pedro le preguntó a su hija cómo tenía el culete y ella le dijo que bien, que ya casi no le dolía nada. Esa noche todos durmieron perfectamente, pues estaban exhaustos. Pedro se durmió pensando en que mañana iría conocer a la familia de su vecina, y con un poco de suerte acabaría pasando algo, por lo que disfrutó de un sueño en que se follaba a la niña que se había convertido en su obsesión. Continuará…
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