Penetré a mi prima sin siquiera haberlo pensado
Mimi era una niña de apenas 10 años. Convengamos que su cuerpo estaba bastante desarrollado para su edad, por ejemplo ya sus senitos hacían montañita y sus pezones eran dos lindos botones con los cuales jugar. También es cierto que su edad mental era la una niña de 10 años. Lo que facilitó las cosas.
Yo tenía 14 años cuando esto sucedió. Hoy con Mimí lo recordamos seguido.
Todo se dio en un contexto de inexperiencia de ambos. Yo solamente había experimentado sexualmente con masturbarme, claro que lo hacía hasta tres veces al día. Las hormonas a full. Y tengo una hermana que me lleva un año, ella tenía 15. Con un cuerpazo tremendo, un par de tetas soberanas y la muy turra se paseaba en bombacha y corpiño cuando nuestros padres no estaban en casa. Eso me excitaba y me ponía a mil. Mi hermana se divertía haciéndome calentar. Es más un día me mostró sus pechos y cuando fui al baño a masturbarme ella me acompañó y me miraba mientras yo me pajeaba. Ese fue el comienzo de algo muy lindo que ya contaré en otro relato. Ahora volvamos a Mimí.
En fin, todo esto para contarles que vivía tocándome y mirando cuanta teta y culo pasase cerca mío. Esa tarde, ya media entrada la tarde, cuando ya el sol solo deja ver su resplandor, llegan mis tíos a cenar a casa. Obviamente con ellos llegó Mimí, mi primita de 10 años. Que parece de 12. Ella venía vestida con una calza cortita de lycra y una remerita que apenas cubría hasta la mitad de su estómago, con lo que cuando se movía dejaba ver el nacimiento de sus pechos. Luego de 5 minutos de mirarla ya estaba con la verga parada. Me hice el desentendido por un rato, luego sin que se notara mucho me aleje del grupo que estaba en el living y salí al patio con el fin de esconderme entre las plantas y correrme una buena paja. Pasé por el baño y tomé una crema que mi madre usa para las manos y la piel que yo siempre usaba para lubricarme la pija. La verdad es que nadie notó que yo me había ido al patio, bueno eso creí yo. El tema es que ya habiéndome bajado el short y el calzoncillo, con la verga bien dura me estaba poniendo crema y sobándome la tripa cuando desde atrás de un matorral sale Mimí buscándome.
Claro que me encontró, y con la verga en la mano. Lejos de asustarse se me acerco intrigada, convengamos que hoy mi tripa no es nada descomunal, en ese entonces mediría erecta unos 14cms y un grosor de 3.5cms, algo cabezona pero nada del otro mundo. Pero claro mi prima era su primer pija en vivo y en directo. Es muy posible que haya visto imágenes porno en internet con sus amiguitas, pero como todavía es muy inocente no creo que haya estado muy interesada. Coqui, que estás haciendo? me preguntó mi prima.
Yo no sabía que contestarle. Simplemente me quedé callado y seguí sobándome la tripa, ella se acercó más y yo retiré mi mano de mi pija y se la mostré. Ella estaba paradita a 50cms de mi. Por impulso le tomé la mano y la puse sobre mi tronco, ella no se resistió. Es más la acariciaba suavemente, luego la apretó un poco y me dice Coqui, tu palo está duro y caliente. Le digo, viste, es que al verte tan linda mi muñeco quiso jugar. Y ella riéndose dice muy segura, primo ese no es un muñeco es tu pito. Entonces la atraje hacia mí y la abrazo, quedando mi pija dura entre los dos. Se me ocurrió que una manera de conseguir sus favores era pedirle ayuda por lo que rápidamente le digo que ella podía hacerme un favor. Muy inocente ella me dice que sí, que lo que quiera, para eso somos primos. Entonces tomándola de los hombros y haciendo presión para que se arrodille frente a mi pija le pido que me la chupe así se me ablanda, que ya que ella era la culpable de la hinchazón debía ser quien me la bajara. Y me creyó, así que sin más tomó mi tronco por la base y de una se metió media verga a la boca, comenzó a chupar como si fuera un helado, y eso lo aprendió de algún lado, le pregunte de donde lo había aprendido y me contó que con sus amiguitas descubrieron en el celu de una de ellas unas paginas porno y cuando se juntas todas miran y experimentan. Ella tiempito atrás había practicado con una zanahoria. El echo es que lo hacía bastante bien, y pronto me estaba dando placer en grande. Yo aproveché a tocarle bien los senitos, luego ya metí las manos por debajo de su blusa y le apretaba los pezones, ella solo suspiraba fuerte mientras mamaba la verga. La hice detenerse y le dije que parecía que esa no era la cura correcta, que si ella me permitía yo probaría otro método, pero ella tenía que colaborar y aceptar lo que yo le hiciera, ya que era su culpa como estaba.
Ella solo afirmaba con la cabecita, totalmente compenetrada en su acción de ayudarme, entonces la llevé detrás de unos rosales inmensos que no permiten ver nada desde la casa y allí hay unos bancos tipo los de la plaza, la hice ponerse de panza sobre uno de ellos y procedí a bajarle la calza, claro debajo no tenía calzón. Apareció su hermoso y redondo culito blanquecino, pero precioso, ella medio se quiso retirar, pero le dije que yo tendría dolores por su culpa y que debería ir mañana al médico a que me pongan una inyección para que se me deshinche la verga. Eso la asustó y se quedó quieta ya más participativa. Unté crema en mis dedos y procedí a meterle primero un dedito suavemente en su ano. Su pequeño agujerito permitió sin problema que mi dedo entrara todo lubricando bien su canal trasero, luego puse más crema y probé con dos dedos, ella se quejó de que le dolía un poquito pero pronto se calmó, entonces con más crema metí un tercer dedo y allí medio se enojó por que le dolía, a lo que yo volví a generarle culpa, y que la única cura buena sería esa y que ella lo iba a comprobar. En definitiva no muy convencida aceptó, yo unté mucha crema en la cabeza y tronco de mi verga, le hice que se abriera los cachetes y allí estaba ya dilatadito su rosado ano, le apoye la cabeza y apenas empujé un poquito la misma traspasó el esfínter, mi prima ni se quejó, el impulso me llevó a meter una tercera parte de la verga en su ano. Y luego meter el resto no fue problema. Simplemente con el ir y venir suavemente se la iba metiendo cada vez más adentro, hasta que mi pelvis chocó con sus cachetes. Allí ya la tenía totalmente penetrada, y ella no solo no se quejaba si no que participaba en el movimiento. Se me da por preguntarle que sentía y si le gustaba, a lo que respondió que sentía como un fuego en su culito pero que le gustaba como se siente la verga cuando va y viene. Entonces seguí ya acelerando la marcha y pronto estaba para acabar, se la metí bien al fondo y le llené el culo de semen, mi prima sintió la descarga y sin proponérselo ni saber que le pasaba comenzó a tener un orgasmo anal, yo seguí cogiéndola por un rato hasta que se calmó y mi verga se achico, es más se salió sola. MI prima se sentó en el banco, me mira y me dice, Coqui, me la metiste en el culo. Y se largó a reír. Le pregunté si le había gustado a lo que sorprendiéndome me dice, si mucho. Me gusta mucho tu pito duro. Se puso de pie y buscó su calza. Se la puso y me dice, yo vuelvo primero y luego entras vos así nadie se da cuenta que estuve con vos afuera. Pero tenemos que repetirlo, la verdad me gustó, y dándome un beso en la boca se fue corriendo hacia la casa. Yo todavía bastante sorprendido por lo que había pasado terminé de vestirme, y luego de un lapso importante de tiempo volví a la casa y me metí en mi habitación sin que nadie se preocupara por saber donde había estado. Para esto Mimí estaba entre su madre y su padre, sonriendo como si nada hubiera pasado. Ahora yo estaba seguro que esto no había terminado, si no que solamente era el principio. Sigue en parte II
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