PERDIDOS (CAP 23) LOS TRIOS POR TURNOS (PARTE 2)
Jonathan y Ronaldo están furiosos con mamá por la demora con el turno con ellos. Y Judith pagará caro su indisciplina, siendo “secuestrada y violada” por ellos.
CAPITULO 23:
LOS TRIOS POR TURNO (parte 2):
Jonathan y Ronaldo están furiosos con mamá por la demora con el turno con ellos. Y Judith pagará caro su indisciplina, siendo “secuestrada y violada” por ellos
Judith estaba preocupada por la demora, y la reacción que esta situación podría provocar en los otros chicos, sobre todo en Jonathan, que era el más nervioso y el más difícil de apaciguar en la cama, y la verdad que tenía razón en preocuparse:
En el campamento, Jonathan y Ronaldo ya habían preparado el almuerzo, y esperaron tanto, que al final decidieron comer sin ellos.
Jonathan estaba rabioso, furioso con su madre, porque el primer turno para coger, siempre era de él, y ahora mamá no solo no le había concedido a él el primer turno después de tanto tiempo de ayuno, sino que se habían demorado mucho más de la cuenta para volver. Se suponía que se iban a echar un polvo y volvían para el almuerzo. Pero ya hacía rato que pasó el medio día, y todavía no habían llegado, ¡estos hijos de puta se la pasaron cogiendo toda la mañana hasta después del mediodía.
Esto no iba a quedarse así, mami va a saber que hay que respetar las reglas que de algún modo ella misma había puesto. O sería el propio Jonathan, quien se las haría respetar.
Jonathan y Ronaldo conversaban sobre que iban a hacer con mamá cuando la tuvieran entre ellos.
Él insistió para convencer a su hermano, de jugar un juego con ella. Donde se la llevarían a la cueva, cómo secuestrándola, allí la mantendrían “secuestrada” hasta el otro día, y durante ese tiempo la “violarían” a gusto cuantas veces quisieran.
A Ronaldo, a medida que Jonathan le repetía el plan, le estaba empezando a gustar cada vez más, la idea de tener cómo esclava a mamí.
Jonathan empezó a preparar cosas en una mochila y a alistar todo para en vez de quedarse esperándolos a que lleguen. Salir a interceptarlos en el camino o directamente ir hasta la cueva a “relevar” a sus hermanos Jonás y Tomás.
Una vez todo listo, salieron camino a la cueva, y tras caminar varios minutos, a lo lejos vieron a Jonás, mami y Tomás que venían caminando en dirección opuesta.
Ni bien Judith los vio, y fundamentalmente lo vio a Jonathan, se le heló la sangre, porque el hecho de que hubiera salido al encuentro, eso indicaba claramente que había perdido la paciencia con ella. Y eso traería consecuencias a la hora del encuentro sexual.
- ¡Laaaaahhh mierda que se tomaron el tiempo para coger! ¿te la metieron por todos lados? Preguntó Jony furioso a su mamá.
- ¡Jony, basta! Intentó calmarlo Jonás.
- ¡Jijijijijiji! Ríen Ronaldo y Tomás.
- ¡Pasó que nos estuvimos bañando un buen rato también! Explica avergonzada la mamá
- ¿Y con nosotros también vas a coger en el mar? Se anima a increparla también Ronaldo ante el asombro de Judith.
- Bueno, pero ahora vamos a comer, que nosotros con Tomás y Jonás tenemos hambre. Dice la mamá, intuyendo que Ronaldo y Jonathan ya habían comido.
- ¡Vos veni con nosotros que en la cueva te vamos a alimentar bien alimentadita! ¿sabés putita?,, y ustedes vayan al campamento que allá les dejamos comida. Dice Jonathan a su madre, en un tono totalmente desafiante.
Jonathan la toma del brazo, y le hace ademán a su hermano Ronaldo para que la agarre del otro brazo para llevarla cómo “prisionera” a la cueva.
Judith mira a Jonás con ternura, y le murmura que todo va a estar bien, que ella sabe cómo manejarse con Jonathan.
Y Jonás y Tomás dejan a mamá en manos de Jonathan y Ronaldo.
- ¡Dale caminá, caminá! Le ordena con voz firme Jonathan, mientras prácticamente la llevan a empujones entre los dos.
- ¡Ayyy, bueno tranquilo, tranquilo hijito! Protesta ella algo asustada.
- ¿Así que habrás estado cogiendo toda la mañana y todo el medio día, ¿no?¡pero ahora nos toca a nosotros tomar nuestro turno!… ¿sabes cómo te vamos a dejar la concha, ¿no? Le dice casi a los gritos Jonathan zamarreándola.
- Está bien mi amor, está bien ahora mami está acá para ustedes. Contesta ella resignada al trato brusco de Jonathan.
- Bueno, nos queda un buen trecho de camino a la cueva todavía, contanos cómo te cogieron, que te hacían. Le pregunta Jonathan sonriente mirándolo a su hermano Ronaldo.
Pero ella sintiéndose avergonzada por tal pregunta y hecha con tanto descaro por parte de su hijo, se quedó callada y solo siguió caminando con la mirada en el piso.
- ¡JAJAJAJAJA!… ¿No vas a hablar? ¿no nos vas a contar cómo te la pusieron? ¡contale a Rony lo putarraca que Sos! Él hace poco que empezó revolcarse con Vos, y quizás por eso no es realmente consiente de la mujerzuela que tenemos cómo madre, pero acá entre nos querido hermano, te cuento que nosotros 4 somos unos verdaderos hijos de puta, porque hemos sido paridos por esta putarraca que camina entre nosotros. Comenta Jonathan ante el silencio de ella.
- ¡Basta Jonathan! Suplica ella con la voz quebrada y sus ojos llenos de lágrimas.
- Porque Vos fijate una cosa hermano mío, ¿Que madre se revuelca con sus propios hijos, aunque estos fueran los únicos machos a su alrededor?
- ¿Eso es una madre o una puta madre? ¡En serio hermano, respóndeme estoy confundido, jajajaja! Sigue comentando Jonathan.
- ¡No le contestes Rony!… ¡Mirá Jonathan, me estás cansando!, Vos sabés por qué hago esto, es para que Vos y Jonás no extrañen la vida activa que llevaban antes de que nos quedáramos aislados del resto del mundo, y porque me pareció injusto que, si con ustedes lo hacía, no lo haga con Rony y Tomy, que por otro lado se iban a morir sin saber lo que era estar con una mujer, mientras veían cómo sus dos hermanos mayores llevaban la vida que llevaban. Dice ya llorando Judith.
- ¡Aaayyy, pero escuchala a la madre Teresa que caritativa ofreciendo su concha, para que sus hijos mayores no se olviden lo que se siente coger, y sus hijos menores aprendan lo que es coger!……¡me conmueve hermano, me conmueve escuchar el testimonio de amor y sacrificio de esta madre por sus hijos! ¿y Vos no lo disfrutas? ¡dejá de hablar cómo si tuvieras la concha de lata hija de puta, que bien que lo gozas! Responde Jonathan Burlonamente.
- ¡Jijijijijiji! Se le escapa una contenida carcajada a Ronaldo.
Judith, se para frente a Jonathan y le da una sonora bofetada en el rostro, dejándolo aturdido por un instante, y acto seguido le hace saltar las lágrimas a Ronaldo, con otra cachetada, y dándose la vuelta emprende el retorno al campamento.
Pero rápidamente Jonathan se recupera, y corre tras ella, alcanzándola y tirándola en la arena, de un solo empujón.
- ¡Ayyyyyaahh, ¿Jonáaaaas! Grita desesperada la mamá tirada en el piso mientras forcejeaba con Jonathan.
- ¡Callate putarraca, que ahora nos toca a nosotros!¡Ronaldoooo!, ¿no queres coger? ¡vení a ayudarme con esta loca! Dice con voz autoritaria Jonathan forcejeando con ella en el suelo.
- ¿Qué hago? Pregunta un poco asustado Ronaldo, por el limite al que su hermano estaba llevando la situación con la mamá.
- ¡Traeme la cuerda, para inmovilizar a esta! Le grita Jonathan.
- ¡Jonáaaaaaaaaaaaaaas, Tomáaaaaaaaaaaaaaaaaas! Grita fuerte y llorando ella, sin dejar de resistirse a los manotazos y patadas infructuosas.
Ellos dos luchan ferozmente durante un buen rato con ella que luego de defenderse con todas sus fuerzas, es totalmente dominada por sus dos hijos quienes logran inmovilizarla de las piernas y las manos.
Ellos la ponen de pie y siguen caminando hacia la cueva, aun cuando los tres habían quedado visiblemente agotados después de la intensa lucha para someter a Judith.
- ¿Enserio pensaste que no íbamos cogerte? Le pregunta rabioso Jonathan a su madre mientras seguían camino a la cueva. Y acto seguido detiene la marcha, Jonathan le da una fuerte bofetada.
- ¡Nunca más me vuelvas a pegar! Le ordena rabioso Jonathan.
- ¡Ni a mí tampoco! Le grita Ronaldo, dándole otra bofetada.
- ¡Aprendé a respetar los turnos para coger, grabate en esa cabecita que tenes, que el primer turno del día es mío! Le grita Jonathan, dándole otra bofetada.
Y vuelven a retomar el camino hasta finalmente llegar a destino, y descansar un rato los tres, sentados en la roca que usaban de cama en la cueva de los encuentros.
Los minutos pasaban y ella lloraba sin parar y desconsoladamente sentada entre medio de sus dos hijos permaneciendo con sus manos atadas.
Rony la miraba con pena y lo miraba a Jony cómo pidiéndole parar con todo esto, pero por otro lado estaba empezando a sentirse excitado con toda la situación tan morbosa.
Por su parte Jony permanecía indiferente al llanto de mamá, y a las miradas suplicantes de su hermano, que en cuanto lo veía mirarlo, se encogía de hombros, en señal de que nada de aquello le importaba.
- ¡Uyyy bueno vieja! ¿vas a llorar todo el día por unas cachetadas de mierda? ¿no queres comer? O ¿ya podemos empezar a coger? Le pregunta de mala manera Jonathan.
- Quiero comer. MURMURA ELLA ENTRE SOLLOSOS.
- ¡Ronaldo, saca la comida de la mochila! Le ordena Su hermano.
- ¡A ver te voy a limpiar un poco esos mocos que te cuelgan! ¿ o también te los pensas comer? Le dice burlonamente Jonathan, mientras su hermano buscaba en una de las mochilas la comida que le habían guardado a ella.
Jonathan agarra el pelo largo y castaño de su madre, y usándole su propio pelo de pañuelo le dice:
- ¡Dale soná! A lo que Judith le obedece de inmediato sin dejar de llorar, y acto seguido con su mismo pelo lleno de mocos y baba, le ceca las lágrimas.
En ese momento es que se acerca a ellos Ronaldo con el recipiente con comida para la mamá.
- ¿La desatamos para que coma? Pregunta Ronaldo a su hermano.
- ¿Te vas a portar bien si te soltamos? Le pregunta Jonathan.
Pero ella no responde. Solo los mira totalmente aterrada, sollozando y temblando.
- Mejor démosle de comer en la boquita. Dice Jonathan. Y con su mano, toma varios cornalitos, que habían pescado y se los acerca a la boca a Judith, quien temblorosa la abre y su hijo le introduce los pescaditos en el interior.
- ¡Comé perra, come! Le ordena Ronaldo.
- ¡Ay boludo, como me calienta que me toque los dedos con la lengua y me eche el aliento en la mano! Le comenta Jonathan a su hermano.
- Cómo no pudimos cazar nada, cómo nos pediste, tuvimos que pescar. Le explica Ronaldo a su mamá.
- ¡Tragá rápido, tragá rápido así te doy más pedazo de puta, hacés que sea excitante hasta darte de comer en la boca! Le dice casi a gritos Jonathan.
- ¡Dejame a mí, déjame a mí! Le pide Ronaldo tomando varios peces en su mano.
Entonces Jonathan le cede el turno a su hermano, y así una vez cada uno se turnan para depositar los pececitos en la boca de la mamá, que comió y comió casi hasta que no quedo comida en el recipiente
- Agua, tengo sed. Dijo ella cuando Rony intentó meterle en la boca otro bocado
- ¡Uyyy, mami no trajimos agua! Dijo Rony.
- ¡Pero tenemos leche!… ¿Lo mismo? Dijo burlonamente Jonathan agarrándose su erecto pene por encima del pantalón.
- ¡Queee! Exclamó ella sorprendida cuando entendió a lo que se refería Jony.
- ¡Es lo que hay! ¿queres o no? Le dice Ronaldo, mientras Jonathan se bajaba el pantalón frente a ella.
- ¡Agua! Vuelve a pedir Judith al borde de llanto.
- ¡Ya te dije que no hay!… ¿Sos sorda?¡ Dale agachate y empezá a mamar, y vas a ver cuánta leche vas a tomar! Le dice Jonathan a punto de perder la paciencia con ella.
- ¡ y si tenés más sed, Yo también tengo! Le dice Ronaldo mientras la ayuda a agacharse frente a su hermano.
Jonathan desenvaina su espada y la coloca rosándole los labios a Judith, quien luego de negarse a abrir su boquita durante un instante, la abre lo más que pudo, cuando vio que Jonathan preparaba su mano para asestarle en la cara una fuerte bofetada.
Es en ese preciso momento que Jonathan aprovechó para meterle en la boca su afilada espada hasta que la sintió entrar en la garganta, y al recordar que Judith recién había comido, y aunque la idea de que le echara toda la comida en la verga y enfrente de su hermano lo calentó aún más, al pensarlo dos veces, se la retiró en cuanto sintió una fuerte arcada y hasta un eructo de Judith.
- ¡Jijijijiji, provechito mami! Rio Ronaldo, aunque al principio se alejó de mamá asustado y sobre saltado ante la idea de verse salpicado por el vómito de la dama.
- ¡Aaaaahhh, aaaaaaaahhhhh, aaaaaaahhhhhhhh! Gemía Jonathan disfrutando del mete y saca de su verga de la boca de Judith, quien solo trataba de que la verga no le llegue tan adentro cómo en las primeras veces, que además de casi hacerla vomitar todo el almuerzo en la verga de su hijo, había provocado que su estómago se revolviera inmediatamente y sintiera un gran asco con los sabores del pescado y el semen de su hijo mezclándose en su boca.
- ¡Guack, guack, guack, guack! Se escuchaban las arcadas de la mamá, que se abocaba solo a empeñar sus esfuerzos en resistir todo aquello.
- ¡Así, así, así perraaaaaaa, así, mi amor, así mi amor, asíiiiiiiii! Gemía Jony mientras metía y sacaba su sable de dentro de la boca de su bella mamita.
Ante semejantes escenas, Ronaldo se sacó rápidamente la ropa y completamente desnudo, volvió a pararse al lado de su mamá, quien continuaba recibiendo los vergazos de su hijo en la boca. Pero Rony estaba dispuesto a permanecer firme allí esperando su turno para dar de mamar a mamá y ayudarla a calmar su sed.
Es entonces, que, a poco de tomar su lugar para esperar su turno de darle de mamar a mamá, Rony nota cómo Judith lucha desesperadamente por zafarse de Jonathan, al tiempo que su hermano lanza un fuerte gemido que retumba en la cueva.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh! Gime fuerte Jonathan, sujetándole la cabeza a Judith contra su pelvis.
Jonathan la soltó de inmediato, y ella tosía y tosía hasta las arcadas.
- ¡Le entró hasta la última gota a la muy puta, le metí hasta la última gota a la muy putaaaaa! Gritaba victorioso Jonathan cómo si hubiera metido el gol de su vida.
Rony, ayuda a su madre a levantarse y da golpecitos en la espalda, hasta que ella supera el ahogo que le había provocado la semejante eyaculada de su hijo, prácticamente dentro de su garganta, dejándola sin opción más que tragar, tragar y tragar, hasta lo último, apenas evitando vomitar todo el almuerzo y el semen de Jony incluso quizás sobre su verga.
Pero aun así todavía Rony aguardaba impaciente su turno con mamá, y eso era algo de lo que Judith deberá ocuparse aun a la brevedad, dada la urgencia del caso por la impaciencia y calentura del chico.
Jonathan se sienta a descansar y recuperar energías en una de las rocas que usaban de banquito, mientras observaba a su hermano tomar su turno con mamá.
Ronaldo toma el recipiente donde todavía quedaba comida, y agarrando varios cornalitos con su mano, se los acerca a la boca a su mamá, que quien sin abrirla y con un movimiento de cabeza, rechaza seguir comiendo.
Entonces viendo la reacción negativa de mamá a seguir comiendo, deja los cornalitos en su lugar, y con la mano recoge los mocos de Judith pegados aun en su propio pelo, y se los pone en los labios.
- ¿Postre? Le pregunta Ronaldo ofreciéndole los mocos
- ¡Jajajajajaja! Ríe Jonathan viendo aquella escena ya de humillación a su madre, por parte de su hermano.
- ¿Por qué Sos así con mami? ¿por qué te comportas cómo tu hermano? Pregunta ella mirándolo a los ojos a Ronaldo y casi llorando.
- ¿Con mamí?… ¿Qué mami se baja la bombacha ante sus hijos para que se la cojan a gusto? Le pregunta burlonamente Ronaldo.
- ¡Jajajajajaja, la más putas de todas hermanas, la más putas de todas! ¿No te digo que resultamos ser 4 hijos de puta? Acota desde su lugar Jonathan.
- ¿Así que ahora soy una puta? ,,,,¡ escuchenme bien, los dos: Vos Jony, de no haber sido por mí, tu vida sexual hubiera terminado para siempre, y cómo ya te lo dije también a Vos Rony, Vos y Tomás se hubieran muerto in saber…… Dice Judith entre lágrimas y con voz quebrada.
- ¡Aaaaaaayyyy, pero escuchala a la mejor madre del mundo, bajale la calza y la bombacha Rony, besale la concha y decile: gracias mami! Le replica Jonathan desde el banquito donde estaba sentado.
Entonces, Ronaldo la recuesta de manera transversal en la “cama” con las piernas colgando por uno de los laterales de la misma. Y acto seguido empieza a desvestirla, mientras ella contenía su llanto en silencio.
Ronaldo le saca las zapatillas, y acto seguido hace lo propio con la calza, para lo que Judith, aun con sus manos atadas y por detrás de la espalda. Coopera con agiles movimientos para ayudarlo.
Luego Y CON UN POCO MÁS DE DIFICULTAD, Ronaldo la pone de pie y la despoja de la vestimenta superior, quedando ella solo con el conjunto blanco de bombacha y corpiño.
- ¡A ver a ver date la vueltita, date la vueltita! Le pide a su madre Jonathan, sin quitarle los ojos de encima.
Judith accede a la petición de su hijo, y comienza a girar.
- ¡Que pedazo de puta nos estamos echando al plato hermano! Vocifera Jonathan viéndola girar en ropa interior a su madre. Mientras Judith giraba sobre si con el rostro enrojecido de vergüenza por las observaciones de Jony.
- ¡Con este sí que vale la pena ser hijo de puta! Comenta Ronaldo.
- ¿Pero sabés que? Si llegamos a volver a casa, y en la calle alguien me gritara ¡Hijo de putaaaaa!, ¡Yo sacaría pecho, y le respondería: ¡Y QUE PUTA! Dice casi a gritos Jonathan.
- ¡Jijijijiji! Ríe nerviosa ella, que estaba empezando a disfrutar de tanto morbo por parte de sus propios hijos, que se desbocaban en groseros comentarios de elogios teniéndola a ella en ropa interior entre ellos.
- ¡Pero caminá un poco, perra, caminá un poco y mostranos ese cuerpazo de zorra madurita que tenés! Le pide Ronaldo.
Ella empieza a caminar entre ellos, mientras sus dos hijos le silban y la manosean cada vez que la tienen cerca, tocándole las tetas el culo y concha por encima del corpiño y la bombacha.
- ¡Mira como se le llegan a salir los pelitos de la concha por los lados de la bombacha! Comenta Rony.
- ¡Jijijiji! Ríe tímidamente ella por el aspecto descuidado de su zona vaginal.
- ¡Así se ven las verdaderas zorras hermano!¡no como las pendejitas que llegan a parecer nenas de tanto que se la afeitan! Comenta Jonathan.
- ¡Jijijijijiji! Vuelve a reír la mamá cada vez más excitada, por los comentarios y los manotazos que recibía de sus hijos en sus partes nobles.
- ¡Bueno bueno, basta de palabras y pasemos a los hechos, que Yo todavía no tuve mi turno con la zorra esta! Dice Ronaldo tomándola del brazo, y acercándola a la cama.
- ¡Si, y a mí de solo verla desfilar en calzón, mira cómo se me volvió a poner la pija! Dice Jonathan.
- ¡Ay chicos! Exclama la mamá ante semejantes comentarios.
- ¡Pero el turno sigue siendo mío, hasta que no le acabe en los tres agujeros, es mi turno! Protesta Jonathan.
- ¡Pero Vos te habías ido a descansar, asique es mi turno! Replica Ronaldo.
- Intenta intervenir la mamá.
- ¡Callate perra! Le gritan ambos.
- Si me desatan las manos, mamá puede ver quién de los dos la tiene más dura, y atender primero el caso más urgente. Propone ella cómo mediadora.
- ¡Te recuerdo que Vos perra, estás castigada por no respetar tus propias reglas, y ahora la vas a pagar siendo nuestra esclava hasta mañana al medio día! Le dice furioso Jonathan.
- ¿Esclava? ¿Hasta mañana al medio día? Reacciona sorprendida ella.
- ¡Obvio! ¿que te pensabas? ¿Qué después de pasarte casi medio día cogiendo con los otros dos, con nosotros ibas a estar un ratito?,,,, ¿Sabés las ganas que te tenemos después de tantos días de atinencia. ¡ y encima ahora te queres hacer la guapa poniendo las reglas y los turnos Vos?….. ¿Escuchame una cosa pedazo de zorra, de ahora en más si abrís la boca que sea solo para engullir una de nuestras vergas! ¿estamos mami? ¡Porque de lo contrario vas a terminar atada y amordazada! Le responde Jonathan.
- Está bien, no hablo más. Dice ella sintiéndose totalmente dominada por ellos, lo que por otro lado no dejaba de excitarla.
- Saquémosle de una puta vez el corpiño y la bombacha para gozarla desnuda a esta perra. Dice Jonathan.
Y dicho esto los chicos despojan a la mamá de su corpiño blanco y bombacha blanca, dejándola ahora sí, completamente desnuda frente a ellos, y la hacen desfilar, mientras le silban y le gritan groserías.
- ¡Bueno, bueno con tu permiso hermano Yo necesito pasar de las palabras a los hechos, si me lo permitís, voy a adorar a la concha por la que nací! Dice Jonathan
- ¡Ayyy!… y ¿Cómo sería eso? Pregunta Judith, llena de curiosidad, morbo y lujuria mientras es llevada por su hijo hasta la cama.
- ¡Ya te vas a enterar zorra de mierda, por ahora acostate bocarriba, abrite de patas y quédate calladita! Le ordena Jonathan, dándole una cachetada. Dejándole en claro que no debía olvidar que la estaban castigando, y que ellos eran los que mandaban.
- ¡Ay bueno, perdón! Dice ella al recibir la cachetada.
Mientras Judith se acuesta de forma transversal en la “cama” de piedra del lugar y se acomoda tal cómo se lo había ordenado su hijo, Ronaldo se desnuda por completo estando ya con la verga totalmente tiesa y exhibiéndola ante su madre, quien lo ve de reojo mientras se acomodaba en la cama con sus piernas abiertas.
Jonathan se arrodilla en el piso y entre sus piernas abiertas, y acerca su rostro para oler y besar la peluda concha de la bella Judith, y disfrutar de los aromas y sabores femeninos de mami.
Entonces Ronaldo toma del suelo la bombacha blanca de su mamá, y comienza a olerla y lamerla con desesperación, mientras ella lo observaba acostada de patas abiertas, disfrutando ya de los besos y lamidas de concha que le daba Jonathan.
Ell se excitaba cada vez más, no solo por la comida de concha que le estaba dando Jonathan, sino porque al mismo tiempo lo veía a Ronaldo desesperarse esperando su turno con ella, mientras podía adivinar que envidiaba el lugar en el que se encontraba Jonathan, y el estando parado casi enfrente de ella, solo oliendo aquella bombacha blanca.
- ¡Aaaaauuu, aaaaaauuuuhhh, aaaaaaauuuu! Empezó a aullar de placer la mamá, mientras aumentando la excitación de sus dos cachorros, mientras Jonathan comía furiosamente su concha.
- ¡Aaaaaaaahhh, perraaaa, aaaaaaahhh! Gemía Ronaldo pajeandose mientras su hermano le come la concha a mama´.
Esta escena, se prolonga por un buen tiempo, el el que Jony le come la concha a su madre, haciéndola aullar y gemir de placer, mientras Judith veía cómo a un costado de ellos, su otro hijo se masturbaba oliendo su bombacha y esperando con impaciencia su turno con ella.
Entonces, Jonathan, deja de comerle la concha a su mamá, y deja libre su lugar por un momento para desvestirse, y con claras intenciones de abalanzarse sobre ella, ni bien estuviera completamente desnudo.
Pero rápidamente su lugar es ocupado por su hermano Ronaldo, quien, dominado por la excitación del momento, se ubica entre las piernas de mamá y tomándose la verga con la mano, la guía a la concha y se la hunde por completo de un solo golpe.
- ¡Aaaahhhh! Lanzaron un fuerte gemido madre e hijo, cuando la verga de Ronaldo se clavó hasta los cojones en la concha de la bella Judith, quien, al sentirlo entrar con tanta vehemencia, y l y estar tan excitada por la comida de concha de la que había sido objeto. Con los primeros mete y saca de su hijo, empieza a tener un fuerte orgasmo.
- ¡Ahahahahahahahahahahahaha, aaaaaaaaaaaaaaaahhhh no puedo máaaaaas! Jadeó, gimió y gritó la mamá retorciéndose de placer e implorando piedad a sus hijos.
- ¡Es mi turno dejala hijo de puta, ¡Yo me la tengo que terminar de coger primer, otro que no respeta los turnos! Le gritó Jonathan, tomándolo del cuello y empujándolo para atrás.
Ellos se trenzan en una breve, pero aguerrida batalla de puñetazos por bien a quien le correspondía el turno con lo que para ellos ya era “la última o única mujer en el mundo”, osé su propia madre, a la que evidentemente ya hacía rato habían dejado de ver cómo “mamá” para pasar a verla cómo la hembra de todos.
- ¡Ey ey ey, ustedes dos!… ¿Qué les pasa carajo! Grita histérica, desesperada e impotente la mamá desde la “cama” con sus manos atadas.
Es en ese momento, Que ellos recuperan la cordura, y entonces Ronaldo le deja su turno a su hermano.
Entonces, Jonathan, vuelve a acomodar a su madre en la posición en la que estaba antes de la repentina trifulca, pero al penetrarla hasta los huevos y con gran fuerza por la vagina, se da cuenta que ella estaba casi totalmente seca, y la oye dar un grito de dolor.
- ¡Aaaaaaaaahhhhh! Grita y comienza a llorar de dolor ella cuando su hijo le hunde si “fierro” caliente hasta lo más profundo de su concha.
- ¡ ¿Ves lo que haces puta de mierda, ves lo que haces, por no haber cogido conmigo hoy en el primer turno! Le reclama a gritos Jonathan, mientras la bombeaba con fuerza y salvajismo.
- ¡Aaaaaaaaauuuuuu! Solo lloraba a gritos ella mirando le la cara a Ronaldo a quien le sangraba el labio y un ojo se empezaba a ponerse negro por las trompadas recibidas.
- ¡Aaaaaaaa zorraaaaaaaaa te voy a romper la concha para que aprendas a respetarme hija de puta, aaaaaaaahhh! Gritaba Jonathan bombeándola enloquecido.
- ¡Ahahahahaha, aaaaaaaa! Jadeaba y lloraba ella, excitándose nuevamente, viendo también algunas heridas en el cuerpo de Jonathan, producto de la pelea que los dos machos habían tenido por ella.
- ¡Aaaaaaaahhh, oooooooooohhhh perraaaaaaaa! Gimió frenéticamente Jonathan con su orgasmo, al tiempo que sacaba la verga para rociarle con leche los pelos negros de la concha a su mamá.
- ¡Ahí la tenés boludo, toda tuya, y para la próxima vez aprende que los mayores cogemos primero!
Entonces, Ronaldo, abre una de las mochilas que habían llevado ellos, y saca una botella con agua.
Se acerca a su madre, y vertiéndole agua en la concha, empieza enjuagarle la vagina a su mamá.
- Dame u poquito de agua. Le murmura entre lágrimas ella, cómo suplicándole.
- ¡ Si tenes tanta sed tomale la leche a Rony, maricona! Le replica casi a gritos Jonathan.
Pero Ronaldo desollé a su hermano, y acercándole la botella a la boca, le convida a Judith, un largo trago.
- ¡Esa agua era para nosotros! ¿Eh?, ¡habíamos quedado que ella solo tomaría la leche de nuestras pelotas, así que esa agua es tuya, se termina esa botella es tuya, y te quedas sin tu parte de agua! Le grita Jonathan.
- ¡Si hombre, si! Le replica Ronaldo haciéndole caso omiso a su hermano, ya hartándose de tener que seguir sus reglas. Y todo esto mientras la mamá acariciaba las heridas que Rony recibió “peleando por ella”.
- Veni con mami, es tu turno mi amor. Le dice murmurándole ella, recompensándole su gesto de piedad a Ronaldo.
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