PERDIDOS (CAP 24) MAMA SECUESTRADA Y VIOLADA
El día para Judith, no termina, y poco a poco irá comprendiendo que ha sido “secuestrada” y seguirá siendo salvajemente violada por Jonathan y Ronaldo..
CAPITULO 24:
MAMÁ SECUESTRADA Y VIOLADA:
El día para Judith, no termina, y poco a poco irá comprendiendo que ha sido “secuestrada” y seguirá siendo salvajemente violada por Jonathan y Ronaldo.
Entonces Judith se apresta a complacer los caprichos de Ronaldo, ante la atenta mirada de Jonathan.
Ronaldo la observa con detenimiento, acostada bocarriba, totalmente desnuda, con sus manos en la espalda y atadas. Respirando algo agitada, con los ojos aun llorosos, algo transpirada y su rostro enrojecido. Su largo y castaño pelo todo despeinado, con algo de cabello cubriéndole parte del rostro, su bella boquita entreabierta para respirar en forma de suave jadeo que interrumpía el silencio del lugar, sus tetas no tan grandes pero firmes y hermosas, su vientre casi plano, y un abundante espeso y negro monte de venus que cubría su concha totalmente expuesta y con sus piernas abiertas.
Ronaldo tomó devuelta la bombacha de Judith que había dejado en el piso, la olió, y al sentir sus olores a meo y flujo que había en aquella bombacha blanca, se la acercó al rostro de su mamá y le preguntó.
- ¿Sabés cómo huele una bombacha usada?
- Responde Ella.
- Sentí el olor de tu concha, fíjate cómo por no lavarte ni limpiarte cada vez que meas, andas con la bombacha meada. Le dice él muy excitado, y le cubre nariz y boca con la bombacha y se la sostiene con la mano, asegurándose que la huela bien.
- ¡SNIF, SNIF, SNIF! Huele su bombacha ella.
- ¡Eso, eso perra! ¿te gusta?… ¿sabés cómo nos pajeabamos nosotros oliéndote las bombachas usadas, mientras Vos pedazo de perra sucia te venías a escondidas con Jonás para coger en esta cueva a escondidas? Le dice Ronaldo muy excitado.
- ¡Perdón! Es todo lo que se le ocurre decir a ella, mientras su hijo continuaba cubriéndole nariz y boca con la bombacha.
- ¿Perdón? ¿Perdón por qué? Le pregunta Jonathan.
- Por escondernos con Jonás durante tanto tiempo, se lo tendríamos que haber contado, para que todos pudieran participar desde mucho antes de lo que lo hicieron. Reflexiona ella en voz alta.
- ¿Ves entonces que Sos una sucia de mierda no solo andas con el cuerpo y la ropa interior sucia, sino también la conciencia? Le pregunta Jonathan acercándose a ella.
A lo que ella responde que si, con un movimiento de cabeza.
- ¿Sabés que me encanta lo puta y lo sucias que Sos, mírate el pelo todavía andas con los mocos pegados el pelo. Le dice Jonathan, sacándole la mano a su hermano con la que le hacía seguir oliendo la bombacha.
- ¡Vos me hiciste sonar la nariz usando mi pelo cómo pañuelo! Le recuerda ella protestándole.
- ¿A ver cómo se come su postrecito la mami? Mami ya almorzó y tomó toda su lechita de la verga de Jony, ahora tiene que comerse el postrecito. Dice Jonathan recogiendo el moco que todavía estaba pegado al pelo de Judith.
- ¡Abrí la boca perra! Le gritan Jony y Rony, mientras Ronaldo le presiona las fosas nasales, y cuando ella abre la boca, tras un breve forcejeo con violentas sacudidas de cabeza por parte de ella para tratar de zafar sin excito, Jonathan logra meterle los dedos con moco en la boca.
Y entonces se desata una lucha en el interior de la boca, entre los dedos de Jonathan, que logran esparcirle el moco en la lengua, y por su parte ella movía su cabeza de un lado a otro y su lengua tratando de evitar de que los dedos del chico llegaran más profundo en su boca.
Ella movía su cabeza de un lado a otro, y retorcía su cuerpo, sin poder zafarse.
- ¡Aaaahhhh, guack, aaaaaaahhhh, guack! Casi gritaba desesperada entre arcadas.
- ¡Jajajajajaja! Reían ellos, mientras Rony ya muy excitado, se colocó entre sus piernas
- ¡Hacela largar todo que me encanta verla sucia cómo es! Le dice Ronaldo a su hermano, mientras con su pene le apunta directo a la entrada de la concha de Judith, quien, al sentirlo entrar en su vagina, instintiva e involuntariamente, lanza un gemido abriendo más la boca permitiéndole a los dedos de Jony colársele en su garganta.
- ¡Guuuuuuaaaack! Ella tiene una arcada que la hace con todas sus fuerzas vomitándose así misma entre sacudones y giros de cabeza.
- ¡Jajajajaja parece una licuadora sin tapa, jajajaja! Ríe Ronaldo viéndola vomitarse encima, mientras él la penetra.
- ¡Ahí te la dejo hermanito, toda tuya y bien sucia cómo la querías, disfruta tu turno con ella! Le dice Jonathan y los deja solos, yéndose a sentar a su banca para desde allí disfrutar de ver a su hermano poseyendo a mamá.
- ¡Aaaaahhhh, aaaaahhhhhhhh, aaaaahh! Gemía la mamá cuando Ronaldo se avocó a complacerse con ella y aceleró el ritmo de sus embestidas, haciendo que sus huevos se estrellen contra la pelvis de su mamá, quien se retorcía de placer.
- ¡Dale perra callejera, vamos movete puta callejera, movete! Le dice Ronaldo
- ¡Jajajajaja, enseñale quien manda! Lo anima agrito su hermano, siguiendo atentamente la escena sentado no muy lejos de ellos.
- ¡Aaaaah, aaaaaaaahhhhh, aaaaahhhh! Sonaban los ya casi alaridos de placer de Judith, muy excitada por las incesantes embestidas de Ronaldo, pero también por los comentarios de Jonathan, animando a su hermano a poseerla sin piedad ni miramiento alguno, y haciéndola sentirse esclava de sus propios hijos, y dominada y sometida hasta la humillación por ellos.
- – ¡Ahaaa, ahhhhh, aaaahhhh! Soltaba prolongados quejidos Ronaldo, mientras con su mano le esparcía su vomito por el cuello tetas y pello, y hecho esto, le metió sus dedos en la boca buscando lo más profundo a lo que pudiera llegar, para se él quien esta vez hiciera vomitar a mamá.
- ¡Aaaagggg, aaaaaaaahhhggg! Gemía Judith entre ahogos cuando los dedos entraron en su boca y se tranzaron en una lucha con su lengua, para impedirles llegar a la garganta.
- ¡Vamos perra quieta carajo, quieta y abrí la puta boca! Le grita Ronaldo, mientras luchaba con sus violentos movimientos de cabeza, su lengua y las patadas al aire de su madre.
- ¡Ahhhg, aaaaaaaahhhgggggg, aaaaaggg! Gemía ella entre ahogos arcadas y sacudones.
- ¡Aaaaahhhh, aaaaaahhhhh, aaaaaaaaahh! Gime fuerte Ronaldo ya casi apunto de tener su orgasmo.
- ¡Guuuuuuaaaack! Judith vuelve a vomitarse cuan los dedos de su hijo vencen la la feroz lucha con su lengua.
- ¡Aaaaaaahhhh, aaaaaaaaaaahhhhhhh! Gemía Ronaldo al mismo tiempo con su orgasmo
El chico se retira, viendo a su madre toda enchastrada y ahora más que antes, que yacía acostada con sus piernas abiertas, respirando agitada, sollozando y temerosa.
Entonces, Jonathan, se pone de pie, se acerca a ella, y sin mediar palabra, la ayuda a ponerse de pie, y la para frente a ellos y ambos la quedan mirando durante algunos instantes, en los que ella poco a poco calma sus sollozos.
- ¡Mirala a la muy perra cómo está, desnuda y hecha un asco frente a sus propios hijos! Comenta jocosa y burlonamente Jonathan a su hermano, mientras le pone la mano debajo de la pera y le levanta la cabeza a Judith, quien aun lloriqueaba con su mirada clavada en el piso.
- ¡Jajajajaja! Ríen ambos.
- ¿Te acordas lo elegante que se vestía, en cómo se maquillaba y perfumaba para ir a la empresa y a las reuniónes de trabajo, y sus eventos sociales?…… lo recatadita y educada que era ante la sociedad y la propia familia? ¡nunca jamás le he visto en ropa interior en casa, y quien diría que un día la tendríamos frente a nosotros toda vomitada cómo si hubiera llegado a casa totalmente borracha de una fiesta, y completamente desnuda, como si en esa fiesta se hubiera revolcado con todos los invitados, y hubiera olvidado vestirse antes de volver a casa! Comenta Jonathan.
- ¡Jajajajaja! Rién ambos.
- ¡Tan recatadita y fina que era, y resultó ser la más sucias de las perras callejeras con sus propios hijos! Comenta Jonathan, mientras Judith empezaba a disfrutar nuevamente de los comentarios obscenos de Jonathan.
- Pero aquí entre nos… ¿En serio siempre fuiste tan puritanita mami? ¿Nunca te comiste a un cliente de la empresa para cerrar un buen negocio? Pregunta desafiante Ronaldo.
- ¡Nooohh! Responde a cecas Ella sorprendida por la imaginación de su hijo.
- ¡JAJAJAJA!… ¡Mirá de lo que nos venimos a enterar, la muy recatada se volvió una terrible puta perdiéndose en una isla con sus 4 hijos, y pasó de ser casi una mojigata, a una terrible perra alzada con sus 4 cachorros! Concluye Jonathan.
- ¿ Es verdad lo que está diciendo él? ¿tus propios hijos te convertimos en la puta que Sos?. Pregunta asombrado Ronaldo.
Pero al escuchar estas palabras, la mamá se pone roja cómo un tomate y vuelve a bajar la mirada al piso.
- ¡Contestale la pregunta, perra! Le grita Jonathan, dándole un tirón de los pelos de la concha, y haciéndole saltar las lágrimas.
- ¡Pero qué barbaridad hermano, a mamá los ratones le comieron la lengüita! Comenta Ronaldo burlonamente tras el silencio de la mamá.
- ¡Jajajajaja! Ríen ambos, mientras ella los mira avergonzada.
- ¡Ahhhh, no, no, mirá acá la tiene enterita! Dice Jonathan, luego de un breve forcejeo entre sus dedos y los labios de Judith, para abrirle la boca y encontrarle la lengua dentro de ella con sus dedos.
Ya saciados en su apetito sexual (o por lo menos por el momento) , los” secuestradores” de mami, se disponen a darse un baño con su esclava.
Ellos le desatan las manos, y la flanquean de ambos lados, mientras Jonathan la agarra de los vellos de la concha, y caminan los tres totalmente desnudos por la playa hasta llegar al agua, donde Jonathan la suelta, y ella sintiéndose “libre”, se zambulle en el mar para limpiarse el vomito que aun tenía en el pecho, rostro y pelo.
Madre e hijos nadan y se divierten en el mar, durante varias horas aprovechando el bello clima de esa tarde en la isla.
Ya casi al atardecer, los chicos salieron del agua a y tras cazar un par de Patos, encendieron un fuego y empezaron a preparar la cena, mientras mami seguía nadando desnuda y relajándose en el mar.
Para cuando Judith sale del agua, los chicos ya tenían la cena encaminada, y cuando la vieron salir del agua completamente desnuda, con su largo cabello castaño claro pegado al cuerpo sus tetas firmes al aire y esa densa selva negra que recubría su concha de pelos, les entró ganas de “hacer un plato de entrada” con ella, antes de cenar.
Jonathan se levantó de su asiento y al verla tan bella y sensual saliendo del agua, no resistió ir a su encuentro.
- ¡Mira hermano, una sirenita saliendo del mar! Comenta Rony ni bien la ve.
- ¡Que pedazo de sirena tenemos entre nosotros! … y pensar que la tuvimos todo el tiempo en casa viviendo con nosotros y no nos dábamos cuenta, y ahora que la descubrimos, cada vez que la veo me dan ganas de cogérmela a cada rato, ¡Es una cosa que con esta perra no me canso de coger! Dice Jonathan caminando a su encuentro.
- ¡Jijijijijiji, ay hijooo! Reacciona su mamá avergonzada por lo que le acaba de oír.
Entonces cuando Jony la tiene en frente, la agarra de los pelitos de la concha y tirando de ellos la hace dar varios pasos más.
- ¡Aaaayyy! Grita ella de dolor cuando su hijo tira de los pelos de su pubis obligándola a caminar.
- ¡Dale, dale agachate y empezá a mamármela, que acá la que no coge, no come! Le ordena Jonathan mientras forcejea con su mamá para agacharla y volver a someterla a su antojo, cómo a él siempre tanto le gustaba hacer con ella, y que también Judith disfrutaba cuando Jony la sometía a sus más bajos instintos.
- ¡Aaaaaay, bueno bueno tranquilo que mami hace lo que le pidas! Suplica ella, mientras se agacha frente a Jonathan y disponiéndose a obedecer a su hijo y mamarle la verga.
- ¡Tómense su tiempo tranquilo, que Yo les aviso cuando la comida esté lista! Les dice Ronaldo, desde la fogata en la que asaba los Patos.
- ¡Más que avisarnos, nos vas a tener que venir a echarnos agua para que nos separemos, porque ahora Yo a esta perra me la pienso coger cómo un enajenado, y no creo escuchar palabra alguna! Dice Jonathan mientras ella se metía de apoco la verga en la boca.
- ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! Ríen a carcajadas y a todo pulmón los tres, con la ocurrencia de Jonathan.
La mamá empezó a mamarle la verga a Jonathan, y en su cabeza empezó a cobrar forma la escena de Ronaldo teniendo que tirarles agua, cómo a los perros para que dejen de coger, y esta escena y más sabiendo cómo era el modo brusco y apasionado que Jonathan tenía para poseerla, todo eso hizo que Judith se excitara muy rápidamente.
- ¡Ah, aah, aaaaah, aaaaaah! Gemía Jonathan, cuando su verga entraba y salía de la boca de Judith, y en cada entrada iba más profundo en la boca de la dama, hasta empezar a provocarle arcadas y hacerla toser.
Ronaldo miraba aquella escena tan lujuriosa y excitante que ocurría a solo unos metros de donde estaba asando los patos, que podía oírla claramente atragantándose tosiendo y teniendo arcadas, con cada entrada de la verga de su hermano en la boca de mamá, y esos sonidos, acompañados de las respectivas imágenes de tal acto, estaban empezando a excitar a Ronaldo, quien centró su atención en lo que ocurría entre la caliente parejita y su ardiente sexo playero en aquel atardecer isleño.
- ¡Aaahhh, aaaaahhh, así perra así perra, vamos, quiero que te entre toda cómo hoy, quiero que te entre toda cómo hoy! Gemía y decía Jonathan, esforzándose por metérsela toda entera en la boca a Judith, quien no paraba de ahogarse entre arcadas tos y hasta eructos al borde del vomito, con cada entrada tan profunda de su hijo.
- ¡ Guack, guack, cof, cof, guack! Se la escuchaba a la mamá toser entre arcadas y ocasionales eructos, ahogándose con la verga de Jony que entraba y salía de su boca y garganta, mientras él la sujetaba de los pelos y le sacudía la cabeza acompañando los movimientos de penetración oral.
Ante semejante despliegue de pasión y dominación de Jonathan a Judith, casi en frente suyo, Ronaldo no podía permanecer indiferente, y tomando los recaudos pertinentes con el asadito de pato. Abandonó la fogata y estupidizado por lo que veía entre su madre y su hermano, comenzó a acercarse a ellos con claras intenciones de participar en todo aquello.
Jonathan viendo a su hermano acercándoseles, le hace señas para que se colocara detrás de la mamá.
- ¡Ponete en 4 patas zorra y seguímela mamando! Le ordena Jonathan a su madre, cosa que ella hace de inmediato
Entonces Ronaldo se arrodilla detrás de Judith, y extendiendo su mano comienza a acariciar se concha peluda, a lo que Judith tomada totalmente por sorpresa, ya que ignoraba que su otro hijo estaba con ellos, se sobresaltó al sentir una mano hurgándole la vagina, y quiso voltearse para ver qué pasaba.
- ¡Quieta carajo, seguí manándomela hija de puta! Le grita Jonathan sujetándole fuertemente la cabeza y tirándole los pelos.
- ¡Aaaaaayy, no por favor, auggggggg! Grita, llora y suplica Judith, cuando Jonathan tira fuerte de los pelos de su cabeza, le vuelve a meter toda la verga en la boca, mientras que Ronaldo le tira de los pelitos de la concha, para provocarle un grito de dolor con el que abra la boca para que su hermano la embocara por ahí nuevamente.
- ¡Aaaaahhh, guck, guack aaahhh, guack, guack! Se la escuchaba llorar entre arcadas a Judith, mientras la verga de Jonathan entra y sale de su boca, y Ronaldo lamía con su lengua el hoyo del culo de su mamá, y la masturbaba con dos dedos.
- ¡AH, ¡AH, AHHHHH, AAAAAH! Se quejaba y gemía de placer Jonathan entrando y saliendo de la boca de mami.
- ¡Ahahahahahaha, guack, guack aaaahh! Jadeaba llorando entre arcadas que le provocaban a Judith las entradas y salidas de la verga de Jonathan, y a medida que el dolor del maltrato se mezclaba con el placer de la paja que le hacía Ronaldo junto a la lamida de culo, ella iba volviendo a recuperar su calentura.
- ¡Aaaaahhhh, mamáaaaaaaaaa, mamiiiiii, mamita, ahhhhhhh, perraaaaaa! Gemía a gritos Jonathan mientras se acercaba a su orgasmo.
Al darse cuenta Ronaldo que su hermano iba a acabar en la boca de mami, él aceleró el ritmo de su paja, haciéndola jadear más rápido y mantenerla distraída de lo que iba a pasar, para que ella no intentara sacarse el mástil de su hermano de la boca o quizás incluso de la garganta, y así hacerla tragar hasta la última gota, cómo le gustaba a Jony.
- ¡Ahahaha guack ahaha guack, ahahah guack! Jadeaba entre arcadas ella, cuando toda su boca y garganta se llenan de una gran cantidad de semen, obligándola a toser hasta vomitar varias veces sobre la verga de su hijo largándole semen agua y comida, que salían en grandes cantidades de su boca, pero también de su nariz.
- ¡Aaaaaaaaah, perra mirá la cerdada que hacés hija de putaaaaaa, tragáaaaaaa! Le grita él con su orgasmo mientras Judith no podía parar de vomitarlo encima, al tiempo que recibía grandes cantidades de semen en su boca y garganta.
Ella tras una breve lucha con sus hijos, y aprovechando las pocas fuerzas de Jonathan tras tremendo orgasmo, logra zafarse de ellos y ponerse de pie, y caminar de un lado a otro tosiendo y con arcadas, con los ojos totalmente desorbitados y llenos de lágrimas.
Pasada la conmoción del atragantamiento con semen, la mamá es tomada del brazo por Ronaldo, quien, al intentarla llevar a algún sitio para satisfacerse con ella, Judith vuelve a resistirse, hasta que entre los dos hermanos vuelven a trabajar en equipo, esta vez para meterla a empujones en la cueva.
- ¡Ay, ay bueno basta, basta, paren un poco, comamos y después seguimos! Protestaba casi suplicante Judith mientras forcejeaba con sus hijos, que trataban de agarrarla y meterla en la cueva.
- ¿Tenés mucha hambre mamita?¡ ahora aguántate, mirá cómo me vomitaste todo cuando Yo te daba toda la leche que tenía acumulada en las pelotas!, … ¡Yo queriendo saciarte el hambre y Vos desperdiciándolo todo, chica mala, mira cómo me vomitaste… tendría que ponerte a que me limpies la verga y piernas con tu lengüita! Le dice Jonathan, mientras intentaban dominarla físicamente con su hermano.
- ¡Ay, bueno perdón, pero también Vos me la metías hasta la boca del estómago, no pude evitar el vomito, basta chico suéltenme, suéltenme por favor! Decía ella entre sollozos, cuando ya dominada por sus hijos la llevaban a empujones a la cueva.
- ¡Callate zorra y empezá a obedecer, que ahora es mi turno! Le grita Ronaldo enfurecido por toda la demora provocada por su resistencia para complacerlo y ya muy excitado con todo lo que había visto.
Ellos entran a la cueva a los empujones con ella, mientras la manoseaban por todos los rincones de su desnudo cuerpo.
Entonces ya una vez internados los tres en el interior de aquel sitio, la arrinconan contra uno de los muros del lugar, y estando parada frente a ellos y mientras lloraba impotente, indefensa y humillada por sus propios hijos, ellos manoseaban sus tetas vientre y vagina.
Esta escena se prolonga durante unos 6 minutos, en la que ella lloraba en silencio contra la pared con sus manos cubriendo su rostro, mientras se sentía aterrada pensando que Ronaldo se había dejado contagiar por su hermano Jony, y que se había puesto tan agresivo cómo él con ella. Y que ahora tendría que lidiar con dos en vez de con uno solo para el resto de su vida en aquella isla, que la había llevado a la perdición a ella misma, con sus propios hijos.
Y la verdad, que a la pobre mamá ya le había sido muy difícil después de su divorcio, lidiar con los problemas de conducta y alteraciones de Jonathan, por la que era citada una y otra vez por la escuela, a causa de los lios en los que se metía el chico, hechos por los cuales, ella lo había puesto en tratamiento psicológico y psiquiátrico, pero aquella situación que estaban viviendo en la isla, y al prolongarse tanto en el tiempo, hacían que los resultados de la falta de tratamiento y medicinas, estén dejándose ver cada vez más y acentuándose cada vez más con rapidez.
- ¡Bueno hermano, toda tuya la perra esta!… ¿Cómo la hacemos poner, que vas a querer hacerle primero? Le pregunta Jony a su hermano, mientras la aterrada mirada de Judith se fija en Ronaldo, esperando su respuesta.
- ¡Mmmhhhh, primero quiero comerle bien la concha! Responde Ronaldo.
- ¿La llevamos a la “cama”?. Le pregunta Jonathan.
- Sí, Yo diría que acostada bocarriba sería lo más cómodo. Responde Ronaldo.
- ¡Ya escuchaste perra, caminá a la camita y abrí bien las patitas! Le ordena Jonathan, agarrándola de los pelos y haciéndola caminar hacia la roca rectangular que acostumbraban a utilizar de cama en aquel lugar,
- ¡Ay, ay, aaaaaaaay bueno, basta, ya voy ya voy! Protesta ella llorando mientras Jonathan la obligaba a caminar tirándole los pelos.
Al llegar a la “cama” Judith misma y por sus propios medios, es quien se acuesta bocarriba de forma transversal y con las piernas abiertas, dejándole su peluda concha a disposición a Ronaldo, mientras ella permaneció llorando en silencio cubriéndose el rostro con las manos.
- ¿Me podré ir a cuidar el fuego del asado mientras mi hermano te coge a gusto?. ¿te vas a portar bien perra? La desafía con voz autoritaria y burlona Jonathan mientras le vuelve a tirar los pelos, pero esta vez los de la concha.
- ¡aaaaay! Grita la mamá, quien, sin dejar de llorar, responde afirmativamente con su cabeza.
- Me voy campeón, cualquier cosita estoy afuera. Le dice Jonathan a su hermano, palmeándole el hombro.
- Si está bien Yo me arreglo, andá tranquilo no más. Le contesta Ronaldo.
- OK, ahí te la dejo, ….¡ Domala a la yegua esta, sometela, enseñale quien manda, hacela mierda, partila en cuatro, hacela adicta a la verga!. Se va gritando Jonathan.
Entonces, cuando Judith lo escucha salir de la cueva a Jonathan, se destapa la cara e intenta hablar con Ronaldo.
Entonces al verla ahí acostada abierta de patas ofreciéndole su hermosa y peluda concha, Ronaldo más que arrodillarse, cayó de rodillas frente a su mamá y más exactamente cayó arrodillado entre medio de sus piernas y se quedó unos instantes admirando esa raja carnosa rodeada de aquella espesa y abundante “selva negra” de mamá, a la que tanta devoción le profesaban ya todos sus hijos.
- Mi amor, mami quiere que hablemos un poquito. Dijo Judith entre sollozos, mientras con sus manos secaba las lágrimas de su cara.
Pero en ese preciso instante, Ronaldo ignorando las palabras en tono suplicante de mami, hundió su rostro en el tajo vaginal de mamá y comenzó a besarlo y lamerlo.
- Mi amor, chiquito bonito de mami, ¿podemos hablar? Insistió ella inútilmente.
El chico quería que se callara de una puta vez, y entonces empieza a comerle la concha con ahínco y desesperación, y mientras lo hace, con sus dos manos colocadas por debajo del trasero de Judith, la levanta y le acaricia el culo salvaje y apasionadamente.
Solo entonces es que Judith cae en la cuenta de que había escogido un mal momento para mantener un dialogo coherente y razonable con su hijo, sobre todo lo que ella veía con gran preocupación y quería evitar que siguiera saliéndose de control.
Entonces totalmente resignada a posponer la conversación, y viendo que por ahora lo más importante y urgente del momento era ocuparse de la calentura de su chiquito, se dispuso a atenderlo pues, y disfrutarlo ella también, para poder después poder hablar más tranquilos.
Ella apoya sus dos manos sobre la cabeza de Ronaldo, y lo acaricia tiernamente mientras cierra sus ojos y gira su cabeza de un lado a otro relamiéndose los labios, mientras su respiración comienza a agitarse en clara señal de aprobación y excitación ante la semejante comida de concha y caricias en el culo, que estaba recibiendo de su hijo.
La pasión de Ronaldo hizo que el cuerpo de su madre reaccionara casi inmediatamente, y ella empezó a mojarse cada vez más y más, cosa que el chico aprovechó para con un dedo lubricarle el ano y luego de dilatarlo lo suficiente, lo penetró con ese dedo, sin por ello desatender la comida de concha que le estaba haciendo a mami.
- ¡Aaaahh! Gimió fuerte Judith, cuando el dedo de Ronaldo, entró en su culo.
Entonces, al oírla gemir de placer y sentirla alzar sus piernas y entrelazarlas sobre su nuca y espalda presionándolo contra ella en un fuerte “abrazo”, Ronaldo interpretó esto cómo un gesto de aprobación por parte de mamá, y empujó su dedo aún más adentre en las entrañas de Judith, y cuál fue su excitante sorpresa, al poco de empujar, cuando empezó a encontrar restos de la caquita de mami con la punta de su dedo. Restos de caca que cada vez que empujaba más adentro, se volvían más abundantes y de una consistencia más espesa, haciendo que el chico se excitara cada vez más y más jugando con la caca de mamá mientras la oía intercalar quejas, gemidos y jadeos de placer, disfrutando de la comida de concha que le hacía con la lengua, y de poder sentirlo jugar en el interior de sus entrañas “revolviéndole el guisito” con su dedo.
- ¡Aaaaah, aaaaah, ahahahahahahahahahahaha, aaaaahhh, aaahh, mi amor revolvele el guiso a mamá, ahahahahahahahaa, ¿Te gusta la cacona de mami? Aaaaaaaaaaah, ahahahahahahaha, así mi amor, así cómeme la concha y jugá con la caquita da mamá, vamos mi chiquito juegue mi amor juegue con su mamá, ahahahahahahahaha! Decía muy excitada ya Judith entre gemidos y jadeos mientras su hijo la obedecía.
Esta escena se prolonga durante algo más de 5 minutos, en los que Judith gozó hasta dar verdaderos alaridos de placer, mientras la lengua del chico escarbaba en su vagina cómo si estuviera haciéndole un pocito a mami justo entre sus piernas debajo de su vientre, y en el afán de escarbar para lograr ese pocito, su lengua acaricia el clítoris de Judith, mientras por atrás, el dedo de Ronaldo hacía de las suyas, entrando y saliendo del ano y revolviendo y jugando con la caca de mamá, embadurnándose el dedo cada vez más con ella.
Todo esto los llevó al límite de la calentura a los dos. Judith se retorcía acariciando y estrujándose las tetas, entre gemidos jadeos y hasta gritos, que Jonathan podía oírlos perfectamente estando afuera de la cueva en la playa, cuidando el asadito.
Y por su parte Ronaldo al sentir cómo la concha de su madre se inundaba cada vez más, y su dedo no dejaba de salir cada vez más embadurnado de mierda del culo de mamá, cómo si la estuviera ayudando a cagar, quizás por la imposibilidad de hacerlo por sus propios medios, y necesitara la ayuda de su hijo para que le saque la caca con el dedo a mami.
El recrearse en su cabecita la fantasía de estar ayudando a mamá a hacer caca, hiso que no aguantara más la erección. Y decidido entonces a ir por más, fue que el chico le sacó el dedo del culo a mamá, le dejó de escarbar la concha con la lengua, saliéndose del abrazo de las piernas de Judith, se puso de pie frente a ella, que quedó totalmente agotada y cómo adormecida, luego de varios pequeños orgasmos que su hijo le había hecho tener. Y la miró durante unos instantes en los que Judith empezaba a reaccionar y lo mira fijamente cómo suplicándole piedad.
Entonces Ronaldo, se miró la mano, miró el dedo con el que había escarbado las entrañas de mami, y vio sorprendido que no solo el dedo estaba lleno de mal oliente mierda maternal, sino que había mierda en la palma de su mano, cómo se mamá se le hubiera cagado en la mano, durante aquel escatológico jueguito.
Entonces, el se acercó a ella mostrándole su dedo y mano embadurnados de su mierda, y ella al verlo cerró sus ojos y dio vuelta la cara en señal de vergüenza y asco.
El chico le acerca la mano a la cara, y al sentirle el olor a caca ella reacciona:
- ¡Ayyy, nooooo salí! Reacciona Judith girando de un lado a otro su cabeza de una manera histérica, asqueada por lo que olía y veía en la mano de Ronaldo, quien la miraba sonriente y muy excitado.
- ¡Probá un poquito, un poquito! Le ordena él mientras forcejea con ella, logrando untarle con mierda los labios.
- ¡Mmmmmmhhhh! Protesta ella casi llorando, pero sin abrir la boca.
Entonces Ronaldo opta por limpiarse el dedo y la mano con el pelo de su mamá, que al ver esto, rompe en un llanto desconsolado, al ver cómo una vez más su amado pelo, ese que ella lavaba y trataba con tanto cuidado y delicadeza femenina, ese que era atendido solo por las peluquerías más caras que se podían encontrar en Crisao (la ciudad de donde eran ellos), ese pelo castaño claro casi rubio por completo y tan bello, que era admirado por sus amigas y admiradores masculinos. Era nuevamente objeto del brutal maltrato de sus depravados hijos, que esta vez en vez de hacerla prácticamente vomitar sobre él o limpiarle su propio vomito con él, le untaban su propia mierda.
Una vez habiéndose limpiado la mano y el dedo en el pelo de mamá, le abre las piernas, y ubicándose entre ellas, se toma la verga con la mano, y suavemente la empieza a rosar en la entrada de la concha de mamá, mientras todavía la podía oír llorando en silencio, mirándose su enchastrado hermoso pelo.
Ronaldo, la miraba y la veía llorar, tocándose el pelo tratando de sacarse la mierda de él, pero solo lograba ensuciarse las manos y ensuciar aún más su cabello.
Otra de las cosas que excitaba al “malvado” macho, era verle los labios untados cómo pintados con su caquita, y a ella tratando de no abrir la boca, ni para llorar, evitando que algo de caca se le vaya a meter adentro.
Cuando sintió con su pija que la concha de mami estaba nuevamente respondiendo al estímulo, no dudó en metérsela toda adentro con una fuerte embestida y de un solo envión, que hiso gritar a Judith, obligándola finalmente a abrir bien grande la boca, momento que Ronaldo aprovecha para meterle los dedos en la boca, y obviamente entre ellos, el que había usado para hurgarle el culo y las entrañas, y “revolverle el guiso” a mami.
- ¡Aaaaaaaaggggmmmmmmmm! Gritó Judith, cuando la pija entró de un solo golpe en su concha, y los dedos hicieron lo mismo en su boca., y acto seguido empezó a sacudir su cabeza histéricamente llorando, mientras su boca es invadida por el sabor de sus deshechos anales.
- ¡Eso, eso, eso, vamos límpiame bien los dedos con la lengüita mamita, ahhhh, aaaaaahhh! Decía él mientras ahora la bombeaba suavemente, y sus dedos se trenzaron en una lucha con la lengua de Judith, quien, al tratar de expulsarlos de su interior, los estaba limpiando involuntariamente con su propia lengua, cosa que disparaba aun más la calentura en su hijo, quien tras un buen rato de bombearla suavemente por la concha, al tiempo que forcejeaba con ella con la mano metida en su boca, oyéndola toser y tener arcadas por el asco del sabor a mierda, y los dedos hurgándole salvajemente la cavidad bucal al punto de por momentos colársele en la misma garganta, al tiempo que giraba violenta e histéricamente su cabeza de un lado a otro intentando inútilmente zafarse de todo aquello.
- ¡Ummmmmhh guack, ummmmmmmm, guack! Se la oía gritar entre arcadas, mientras luchaba al punto de por momentos morderle la mano.
- ¡Aaaahh, no muerdas hija de puta, no muerdas y trágate toda tu mierda! Le grita fuerte Ronaldo, y le saca la mano de la boca, para comenzar a bombearla salvajemente.
Ronaldo aumentó cada vez más el ritmo de sus embestidas, lo que ella suportó en silencio durante unos minutos, a veces escupiendo a los costados la suciedad que le había quedado en la boca, al tiempo que poco a poco su llanto silencioso, se fue convirtiendo progresivamente un un rítmico jadeo de placer.
- ¡AHAHAHAHAHAHAHAHA! Retumbaban los Jadeos de Judith en la cueva, a medida que él la bombeaba, mientras todo empezó a oscurecerse en aquel lugar, por el avance del atardecer que empezaba a reducir cada vez más la claridad en el interior de aquel lugar.
- ¡Aaaaahhh, así perra, así aaaaaaahhhh, vamos yegua, vamos! Gemía él penetrándola con su calentura al tope.
- ¡Aaaaaa, ahahahaha, aaaaaaaaaayyyyyy no puedo, no puedo máaaaaaaaas, ahahaha aaaaaaaaaaaa! Gimió, jadeó y gritó Judith alzando sus manos, clavando sus uñas en el velludo pecho de su hijo y hasta arañándolo, cuando ya no pudo contener su orgasmo.
Y justo en el preciso momento del desplome de Judith, totalmente agotada. De repente todo se ilumina claramente en la cueva, cuando Jonathan entra con 2 antorchas encendidas, una en cada mano.
- ¿Y cómo la están pasando por acá?… ¿amansaste a la yegua esta?… ¿le dejaste en claro quiénes son los que mandan acá?… ¡los escuchaba desde afuera! ¿Les falta mucho? ¡la comida ya casi está!… ¿irán a terminar para ir a comer, o les voy a tener que tirar agua cómo a los perros para que dejen de coger? Comenta jocosamente Jonathan al encontrárselos en pleno acto.
- ¿No le pensas contestar?… ¿te estás quedando dormida por la semejante cogida que te pegué? La increpa Ronaldo, mientras ella los mira en silencio, con una pícara sonrisa en sus labios y totalmente agotada.
- ¡Por lo que podía escuchar de allá afuera, le estabas dando duro hermanito! ¿eh?. Le insiste Jonathan.
- ¡Con una perra cómo esta se hace lo que se puede hermano! Le responde Ronaldo.
- ¡Jajajajajaja! Ríen ambos.
- ¡Bueno perra, ya escuchaste, la comida está lista, así que ponete en cuatro y terminemos con esto de una puta vez! Le ordena Ronaldo, ante la atenta mirada de su hermano.
- Ay… bueno está bien. Le responde Judith, resignada y aún reponiéndose de su agotamiento.
- ¡Que semejante culo tiene la muy perra! Comenta Jonathan viéndola en cuatro patas sobre el lugar que acostumbraban usar de cama, y aprovechando a nalguearla.
- ¡Aaay! Gritó la mamá al recibir el palmazo en su culo.
Entonces Ronaldo acarició la aún mojada vagina de mami, y comenzó a untarle sus propios jugos en el ano, ante la impaciente mirada de Jonathan, mientras Judith se preparaba mentalmente para soportar otra tanda de intenso sexo, esta vez anal.
Una vez bien lubricada la “puertita trasera” de mami, el chico metió su dedo en el ano de la dama, que permanecía en silencio hasta ese momento, aguardando impaciente cada siguiente paso de su hijo.
- ¡Ah! Emitió un leve quejido ella, cuando la punta del dedo de Ronaldo entró en su ano.
- ¿Te gusta perra? Le preguntó Jonathan. Mientras sentía cómo su pene también empezaba a reaccionar casi instantáneamente a todo aquello
- ¡Aaahhh, si mi amor me encanta! Le responde Judith a Jonathan, mientras sentía cómo el dedo de Rony iba cada vez más adentro.
Es al poco de empujar el dedo más adentro, que Rony vuelve a sentir la tan excitante experiencia que él le resultaba, el encontrar allí adentro la materia fecal de mamá, y una vez más se pone a “jugar” con su dedo allí dentro “revolviéndole el guiso” a mami.
- ¡Aaaaaahhhhh! Vuelve a emitir un largo quejido y ya casi gemido de placer Judith, cuando Ronaldo gira y mueve el dedo en su interior revolviéndole y removiéndole la caquita a mamá.
- ¡Eso perra disfrutalo, disfrutalo! Le dice Jonathan, mientras busca un buen sitio para dejar ubicadas las antorchas para alumbrar bien el lugar, y disponerse él también a tomar parte de todo aquello que ya le resultaba tan excitante, y le había hecho olvidarse de la comida.
Para cuando finalmente Jonathan halla un buen lugar para las antorchas y vuelve con ellos, Ronaldo saca el dedo del ano de mamá todo lleno de mierda, y sonriendo se lo muestra a Jonathan.
- ¡Jajajajajaja! Ríen a carcajadas los dos chicos, mientras ella cierra sus ojos y suponiendo correctamente cual era el motivo de semejantes carcajadas, prefirió no ver.
- ¿Sabés cómo nos va a dejar la pija esta perra? Comentó Jonathan a su hermano, preparándose a tomar su turno con mamá después que su hermano.
- ¡Vamos a ver, vamos a ver! Contesta Ronaldo cuando por fin le clava la verga en el culo a su mamá.
- ¡Aaaahhhh! Gimió fuerte Judith, cuando la totalidad del tronco de Ronaldo le entró por atrás hasta que de un solo empujón las bolas le chocaron con el culo.
Entonces el chico empieza a bombearle el culo suavemente, al tiempo que con la verga adentro del ano, realizaba movimientos de palanca, revolviéndole el guiso a mamá, esta vez con su tronco.
- ¡Aaaaaah, aaaaaaahhh, aaaaaaaahhh, aaaaaaahhh! Gemía Judith, mientras su hijo Ronaldo revolvía el guiso de mamá.
El chico continuó penetrándola durante 5 minutos, en los que la mamá intercalaba gemidos, jadeos y hasta algún que otro grito de placer, enloqueciendo de calentura a Jonathan que miraba todo sin tener participación alguna en tan excitante escena sexual.
Ronaldo, ya dispuesto a terminar con todo aquello, aumenta el ritmo de sus embestidas sobre su madre, quien reacciona dando casi histéricos gritos entre gemidos y jadeos.
- ¡Aaaaaaaaaahhhh, ahahahahahah, aaaaaaahhhhh, ahaha, aaahhhhh! Gritaba gemía y jadeaba la mamá, ante la enérgica penetración de su hijo.
- ¡Aaaaaaahhhhh, perraaaaaaaa, tomaaaaaaaaaaaaaa! Grita entre gemidos Ronaldo, descargándole toda la leche de sus huevos en lo más profundo de las entrañas a mami.
Acto seguido, le saca la verga del culo, y tal cómo lo imaginaban los muchachos, esta salió amarronada y con restos de caca de la mami, quien prefirió no mirar, cuando sintió los festejos de Rony y Jony.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!