Pervirtiendo a Nicol – el inicio 1

Hola, actualmente tengo 29, esto paso cuando yo tenía 17 con mi vecina Nicol de 8 años, y es que lo que pasó si no lo ves no lo crees.

El inicio

Dicen que lo prohibido es mejor, y es cierto, lo es, hoy estoy con 29 años, estoy acostado en mi cama con mujeres a mi lado, pero eso lo sabrán otro día, vamos con lo que leyeron en el título sobre cómo hice mía a mi vecina, una niña de 8 años cuando yo era adolescente.

Me Llamo Franko, vivo en Argentina Buenos Aires, cuando tenía 17, solo mis amigos cercanos saben que soy pervertido, tengo mis deseos y ellos saben lo oscuros que son, vivía en un barrio tranquilo (fuera de robos y demás), frente a mi casa vivía una familia que la llamaremos «Flia Sánchez», vivía ahí una niña muy linda, pelos Rubios, ojos marrones, carita de angel, nalgas gorditas, piel blanquita, simplemente una sensualidad prohibida, ella vivía con su familia, David, su papá, Estela, su mamá, Benjamín, su hermano menor, y María su hermanastra mayor. Nunca tuve deseos a Nicol, dado que no me importaba en lo más mínimo, solo era amiga de mi hermano menor y nada más, pero una noche me cambio todo, ellos dos eran tan amigos que ella una noche se quedó a dormir en casa, como no teníamos cada grande, mi madre dejó dos colchones en la sala Living, dónde dormirían mi hermano y Nicol. Esa noche yo estaba con sueños calientes, me desperté excitado pero sediento, fui a la cocina que estaba pegada a la sala, bebi agua y listo, pero ví dormir a Nicol y estaba a mil por lo que veía, a modo de pijama tenía unos pantalones cortos sin ropa interior (supongo que así dormía ella en su casa), una musculosa blanca y nada más, podía ver uno de sus pezones lo cual me excitó a más no poder al punto de que me empecé a masturbar frente a ella. Quise subir de nivel, me acerqué y la movi suavemente, ¿Tenía sueño pesado o estaba muy cansada? Hasta hoy no lo sé, y suavemente recorrí una caricia desde el talón de ella hasta su muslo blanco y liso, ella no hizo nada, y acerqué suavemente la mano a sus nalgas y las toqué un poco, me puso a mil y tuve otra erección (varios factores me tenían a mil, sumado a que el colchón daba a la puerta del pasillo y alguien podía venir en cualquier momento), acaricié esas nalgas un buen rato, quise más, y las baje un poco viendo la raya de su culito blanco y suave, las toqué así sin más y las acariciaba con deseo, bajé ese short más abajo dejando al descubierto su culito por completo, no lo dude y le di un beso en la nalga derecha, dónde pase la lengua sin parar un buen rato. Suavemente abrí sus nalgas y me brillaban los ojos, una vagina rosada, lisa y hermosa, y un ano, blanco como su piel, cerrado con forma de asterisco, eso fue lo que me excito más, y suavemente empecé a lamer ese anito, muy suavemente, lo más rico que hice, metía la lengua como podía, estaba ese aroma leve a sudor que me excitaba más y más, pase a lamer su vagina y suavemente lograba introducir la punta de mi dedo en ese ano apretado, sentía el gemido leve de ella, claramente le dolía un poco pero estaba tan dormida que no reaccionaba más de eso. Seguía comiéndome su vagina sintiendo que se humedecia más como si se fuera a correr, sentía ese sabor leve a orina pero no me daba asco en lo más mínimo, de repente, sentí como unos fluidos llenaban mi boca, Nicol, una nena de 8 años había tenido su primer orgasmo en mi boca. Me dije a mi mismo «ella tuvo lo suyo, es justo que yo tenga lo mío», como pude acomodé mi miembro y pude meter la punta en la boquita de ella, me masturbaba suavemente sintiendo la lengüita de ella, le susurraba al oído «chupa tu paletita Nicol», y vaya que funcionó, por qué empezaba a succiónar lo cual no le hizo aguantar más y llene de semen la boca de ella, escupió una parte y la otra la tragó, se le escuchó decir dormida «estaba fea la paleta», me dió un poco de risa, le puse su pantaloncito, limpie con una servilleta los fluidos y me fui a dormir feliz, por qué ya sabía lo que iba a hacer los siguientes días cada vez que pudiera, tenía ese miedo a ser descubierto, pero no me arrepiento jamás, por qué eso solo fue la punta de la punta de todo lo que pasó.

Gracias por leer, si quieren contactarme tienen aquí mi correo [email protected], los veo en el siguiente relato dónde habrá más acción con esta nena rubia.