Pervirtiendo a una nena inocente 21
aumenta la relación entre Joaquín y Carla.
Capítulo 21
“Siempre estoy pensando en ti”
“¿De verdad? No estás jugando ¿verdad Joaquín?”
“Nunca”
“Yo también pienso mucho en ti… pero ¿si piensas mucho en mí?
“Si, mucho, todo el día, entraste a mi mente y a mi alma de una forma que ya siento que eres parte de mí, es doloroso para mí no verte”
“¿En serio? ¿Soy importante para ti?”
“Mucho, más de lo que podría imaginar, ya espero con ansias poder verte a la noche”
“Yo también ya quiero verte”
“Solo espero no pensar demasiado en ti y volverme a equivocar de niño y que regañen al equivocado de nuevo”
“jajaja”
- Guau
Carla brincó al sentirse sorprendida, viendo su celular, por el médico de guardia en el hospital donde trabajaba
- ¿Perdón?—preguntó ella guardando su móvil en el bolso de su chaquetín
- Dije “Guau”, ¿Y quién es el afortunado que provoca esa sonrisa tan alegre?
- No sé de qué habla—dijo Carla seria.
Sabía que no debía darles mucha entrada a los pretendientes, porque si no después no la dejaban en paz.
- Vamos Carlita, esa sonrisa solo la puede arrancar un hombre, eso es obvio, solo que no sé quién pueda ser ese afortunado—dijo el médico mirándola burlonamente
- No es nadie, son mis hijas, ¿Ya tiene las indicaciones del paciente de la cama 5?
- Si guapa, aquí están—Carla las iba a tomar y cuando estaba por hacerlo el médico rápidamente las apartó dejándola con la mano en el aire– ¿segura que no hay pretendiente? Recuerda que soy muy celoso y posesivo
- Si segura—dijo ella arrebatándole la carpeta de indicaciones médicas— y le pido por favor que no haga bromas de ese tipo, ya sabe que no me gustan.
- Ok, no te enojes guapa, te veo de rato
El médico se dio la vuelta y continuó su rondín, Carla inmediatamente tomó su móvil y texteó con una inevitable sonrisa de emoción.
“¿Qué quieres de cenar? Te preparo lo que tú quieras ¿Qué se te antoja para esta noche?”
En la casa de las “inocentes” hermanitas Joaquín estaba hincado en la cama de Jo, ella estaba en cuatro, su culito elevado para permitirle a él poder penetrarla a placer y voluntad, él se había lento y profundo, pues estaba escribiendo textos en su celular con la mamá de ellas, lo aventó a un lado para poder joderse a Jo como debía, muy fuerte; escuchó el timbre de nuevo mensaje, volteo a ver su celular que había dejado en la cama a un lado de donde él estaba hincado.
- Aaahhh
Gimió Jo cuando sintió que él la tomaba con ambas manos y se la metía fuerte y hasta dentro en cinco ocasiones antes de agacharse y tomar su móvil, sonrió malicioso con el texto que leyó.
“¿Qué se me antoja para esta noche? No preguntes, porque no me dejarías entrar a tu casa”
“jajaja, eres un pícaro, ya en serio ¿qué quieres cenar?
- Tu mamá pregunta que, que quiero de cenar, ¿qué me sugieres mi putita? ¿Qué guisa tu mamá que le quede rico?
- Aaahhh… lo que quieras papi, ella es buena cocinando… aaahhh…si, así… mas… aaahhh
- ¿Y cogiendo?—preguntó él casi riendo, pues sabía que a Jo le molestaba esa relación
- No digas eso… aaahhh… aaahhh—gimió intenso cuando arremetió bruscamente sobre ella dándole fuertes golpes de cadera
- Jajaja no te creas, no necesito que me digas, igual eso lo averiguo esta noche jejeje—la sujetó fuerte y se la metió una y otra vez sin piedad ni misericordia– ¿quieres que te muestre como me La voy a coger?
- Aaahhh—gimió Jo sintiéndose muy excitada.
- ¿Quieres?—preguntó Joaquín mientras le daba una fuerte metida
- Si, papi… si… aaahhh—contestó la ya muy excitada niña
- La voy a tomar así—la levantó jalándola de sus manos dejándola hincada, una mano se quedó en sus tetitas y la otra fue a su entrepierna—después me a mover así
Sus caderas empezaron a moverse penetrando a Jo rápida, profunda e intensamente, Jo solo fue un gemido tras otro
- Después la voy a hacer que se sostenga así de mí
Agarró ambas manos de Jo y las llevo a su cabeza, Jo tuvo que arquearse toda, su tórax dibujó un arco perfecto. Esta posición permitió que Joaquín la tomara de ambas caderas al mismo tiempo y la pudiera afianzar, una vez sujetada, se movió como loco penetrándola como pocas veces se lo había hecho, Jo comenzó a gemir, el pene de Joaquín parecía un pistón de moto taladrando el culo infantil de la pequeña.
- ¿Te gusta cómo le voy a partir el culo a la puta de tu madre?—preguntó Joaquín con el ceño fruncido mientras la penetraba salvajemente
- Sí, me gusta mucho… aaahhh—dijo Jo desesperada en su orgasmo mientras penetrada fuertemente por su papá postizo y próximo papá verdadero.
- La voy a partir como a una puta
- Si, como a una puta… aaahhh… pártela como a una puta… aaahhh— Jo gimió cuando sintió como su papá empezó a darle más fuerte que nunca—papi… papi… aaahhh… me lastimas… ay… aaahhh
Jo sentía que su esfínter se desgarraba, abrió su boca todo lo que pudo, se inclinó más hacia adelante, sin soltar la cabeza de su papá, para que este pudiera partirle el culo, ella estaba toda mojada de su raja, por extraño que pareciera estaba teniendo el orgasmo de su vida siendo desgarrada por su padre postizo.
- Mira mi putita—dijo él apretando los dientes y poniendo cara de enojado al escuchar que ella se quejaba de que la lastimaba— no me digas eso como si dependiera de ti, ya te dije que tu solo me obedecerás, ¿entendido? Si quiero partirte el culo te lo partiré
- Si papi, perdóname… aaahhh… ¿si me perdonas?, no pares… aaahhh… que rico… aaahhh… pártme… párteme como a una puta… aaahhh y parte a mamá como a una puta también, hazla gritar de dolor… aaahhh… que sienta lo que es un hombre con una verga como tu… aaahhh—se sintió la mayor de las putas sometiéndose a su padre y recibiendo una penetración anal bestial,
Joaquín se quedó quieto después de darle una embestidas brutales y continuo dándole y no paró hasta sentir que Jo tenía un orgasmo, después bajo la velocidad y volteo a su móvil, escribió mientras Jo se movía de adelante a atrás suavemente para permitirle textear con su mamá.
“Mi estimada y respetable señora, creo que lo que sus manos preparen para mí será como un manjar de dioses”
Carla del otro lado del teléfono casi grita de emoción, ni ella misma se reconocía, era como si fuera otra mujer, más atrevida, más sensual, pero sobre todo más deseosa de estar con un hombre, bueno no con cualquier hombre, solo con Joaquín, algo le había pasado a ella con él.
*****
Esa mañana mientras se bañaba por primera vez tomo el rastrillo que usaba para sus piernas y depiló la enorme mata de pelos que tenía por monte de venus, se sorprendió la cantidad de bello que quedó en la regadera, tuvo que tomarlo con la mano, lo envolvió en papel y lo tiro al cesto de la basura.
Se miró en el espejo de su recámara, su cuerpo lucía escultural, su estrecha cintura marcaba muy sensualmente sus caderas y ahora lucía más sensual con su vulva totalmente visible, buscó en su armario y no encontró ni una sola pantaleta decente que mostrar, todas eran grandes y conservadores, y es que nunca tuvo la necesidad de mostrar su ropa interior, decidió de regreso pasar al mol y comprar mínimo algo para esa noche.
*****
“preparé algo que te va a encantar, esta noche será especial para ti”—texteó Carla apretando involuntariamente sus piernas de emoción.
Plaf plaf plaf sonaba la mano de Joaquín al golpear las hermosas e infantiles nalgas de Jo
- Aaahhh… aaahhh… aaahhh
Jo gemía su interminable orgasmo siendo salvajemente nalgueada por Joaquín, ya ni vio el móvil y se concentró el culo de Jo, su mirada era fúrica de deseo, sentía demasiado placer al encular a esa mini diosa llamada Jo; ya se había contentado plenamente con ella, ya volvía a coger seguido con ella, incluso Alvarado se la había vuelto a coger en la escuela, ella estaba contenta, no tan plena, pues ya no tenía tanta libertad, pero mínimo ya cogía seguido.
- Aaahhh mi puta, ven acá
Joaquín se desacopló de ella y la giró poniéndola boca arriba con su cabeza colgando al bode de la cama, ella abrió su boca, sacó obscenamente su lengua y recibió la verga de su papá postizo, aguantó los salvajes embates que él le dio, literalmente acostado sobre ella mientras salvajemente le dedeaba la encharcada raja infantil, la bombeó por la boca hasta eyacularle toda la leche.
- Mi puta… traga… traga… traga… traga
A cada palabra fue una embestida de Joaquín y una descarga de leche en lo profundo de su garganta, casi se ahoga, pero por extraño que parezca a ella le fascinaba eso, que su papá se saciara con ella, no importaba si era una puta, lo sería para él cada que se lo pidiera, su placer era escuchar los gemidos de placer agónico que él daba mientras eyaculaba la leche en su boca, ella podía adivinar la cara que ponía Joaquín, toda fúrica, desesperada, salvaje, asustaría q cualquier niña o mujer, pero no a ella; y no se equivocaba, Joaquín tenía una cara de espanto con sus ojos en blanco y la boca abierta mientras perversamente eyaculaba en la boca de esa niña de la que estaba enamorado.
Después de cuatro “traga” y cuatro chorros de leche dentro de la boca infantil de Jo, Joaquín cayó a un lado de ella y básicamente se desplomó, respiraba agitado, Jo elevó su cabeza para poder tragar la leche de él y la volvió a dejar colgando por la fatiga, desde su posición vio como entró Pao desnuda, los gritos del orgasmo de Joaquín la habían llamado, entre sus piernitas había semen seco que había escurrido desde su raja, se la había cogido antes que a Jo, ella escucho el orgasmo con su hermana menor de su papá postizo, que tal vez muy pronto pasaría a ser su papá verdadero, Pao se subió a la cama y se metió la verga de él a la boca, la limpio y no paró hasta dejarla dura de nuevo, notó que estaba de color rosa debido a la sangre que del culo desgarrado de Jo
- Para Pao, para por favor, necesito descansar—dijo Joaquín con cara de súplica
- ¿No quieres metérmela por el culo a mí también?—dijo ella inocentemente, mientras a horcajas sobre el guiaba la verga al esfínter posterior
- Si, si quiero, pero tengo que guardar energía, tal vez a la noche tenga suerte con tu mamá
- Ha bueno, si es por eso te dejo descansar—dijo ella, pero la verga de Joaquín ya entraba hasta la mitad en el culo infantil—pero aunque sea solo métemela poquito ¿sí? Anda papi, “porfis”– dijo Pao juntando sus manos en suplica, ya con la mitad de la vera de él dentro de su esfínter posterior
- Si mi putita, ahí te va—dijo Joaquín elevando sus caderas hasta penetrar completamente a Pao que con ojos entrecerrados y la boca abierta recibió la verga de él y ella también colaboró bajando hacía él hasta que los huevos toparon con sus nalgas
- ¿De verdad quieres ser pareja de mi mamá?—preguntó Jo seria acomodándose al lado de él de lado apoyando su cabeza en su mano.
Aun no muy convencida de lo que se avecinaba, mientras veía como su hermanita empezaba dar sentones sobre el excitado Joaquín que la guiaba con sus manos, Jo llevó una mano a su culo y vio restos de sangre, no supo qué hacer con sus dedos así que solo se los chupó, total no era la primera ni sería la última que sangraría por lo tosco de su papá.
- Si mi putita, tu mamá me gusta mucho… aaahhh—gimió de placer– solo piensa las posibilidades de vivir juntos, podríamos irnos los tres solos a una playa, a una cabaña, o a donde nos pegue la gana, ya siendo tu papá legal, puedo llevarte a donde tú quieras a coger como conejos y a hacer todas las marranadas que se nos antojen.
Jo se quedó viendo la nada mientras pensaba en eso, por primera vez ella vio otra perspectiva de la situación, ella solo veía la libertad que perdía para coger con sus nuevos amigos, pero no había tomado en cuenta que ahora podía salir con Joaquín libremente, Playas, cabañas solitarias en un bosque, etc.
Podrían hacer realidad muchas fantasías que tenía, podría jugar a caperucita roja y el lobo depravado feroz, o que la amarrara a un árbol y se la cogiera como si la violara o se la metiera por el culo en el mar, mientras muchas personas estuvieran ahí, su raja se mojó al pensarlo, ella apretó sus piernas inevitablemente excitada
Se quedó ensimismada en sus pensamientos mientras él se levantaba y se dirigía al baño cargando a Pao sin sacársela del culo, escuchó los fuertes golpes que dio con su verga y después a Pao casi gritando
- No papi, por favor no, ay, para… por favor… aaahhh… me viene la popó… aaahhh
- ¿La qué?—preguntó Joaquín corrigiéndola de cómo debía hablar cuando él se la cogía
- Perdón, la pinche mierda que me sacas del culo con tu verga… aaahhh… no la puedo detener… aaahhh
Jo escuchó las ya tradicionales blasfemias de su hermana y después las flatulencias y el excremento de Pao cayendo en la taza del baño, después escuchó la regadera que Joaquín abría para limpiarse bien la verga, tal vez esta noche su “panchito” como él le decía tendría suerte de reestrenar una boca, una raja y hasta un culo, quien sabe, todo puede ser.
Pao había escuchado la misma respuesta y mientras sentada en la taza del baño terminaba de defecar, pensaba las posibilidades de estar juntos los cuatro, solo que ella pensó en Disneylandia, en Orlando florida, en los Estudios universal, en sus actuaciones de teatro en la escuela siendo vistas por Joaquín como ella siempre soñó etc. La perspectiva de ella era más hacia la de un papá verdadero.
*****
1 semana antes Joaquín y Alvarado charlaban.
- ¿Qué hiciste qué?—Alvarado con la boca abierta preguntaba a Joaquín
- Pues le puse un agasajo de miedo a la mamá de las niñas
- ¿A Carla?
- Si
- ¿Carla la bonita, con cuerpazo y ojos de color?
- Si
- ¿Tú?
- Si hombre—dijo Joaquín con fastidio, por no tener credibilidad– ¿pues qué no me crees capaz de ligarme un forro como ella?
- La verdad no jajaja—rio Alvarado de buena gana y después preguntó serio– Oye pero, ¿No crees que nos puedes meter en problemas?
- No, ¿por qué seria eso?—preguntó Joaquín contando los billetes que Alvarado le había llevado como pago de su nuevo y turbio negocio
- Pues porque no eres trabajador social pedazo de imbécil, ella se va a dar cuenta
- No, ya lo tengo resuelto, cuando amarre a la potranca, le diré que renuncio y las cambio de escuela si es necesario.
- No creo que sea tan fácil
- Si lo es, la tengo comiendo de mi mano, la verdad me gusta mucho y si pienso hacer una vida con ellas tres
- Pues hombre, ¿Qué te puedo decir? Ya lo tienes decidido—dijo Alvarado encogiéndose de hombros– solo espero que no la cagues, de verdad no lo hagas, vamos muy bien con esto—le dijo mirando hacia el maletín con el dinero
- Si, lo sé—dijo Joaquín echándose aire con un fajo de billetes—y no te preocupes, que con la mamá voy muy bien, creo que en una semana le profano todos los huecos
- Bueno, si tú lo dices, y fíjate que pensándolo bien no es mala idea que cuides de cerca a ese par, ya ves lo que andaban haciendo
- Ni que lo digas, me las traeré muy cortitas a las cabroncitas
- Y de lo nuestro ¿seguiremos?
- Oye eso de “lo nuestro” se oyó muy puto—dijo Joaquín indignado– como si te cogiera a ti también
- Hablo de lo “nuestro”—dijo Alvarado inclinando la cabeza hacia un lado
- Ha claro que continuaremos con nuestro negocio, deja mucho dinero
- Hablo de lo otro “nuestro”—volvió a inclinar la cabeza para que Joaquín entendiera
- ¿quieres seguirte cogiendo a las niñas? ¿No llenas en tu casa?—rio burlonamente Joaquín
- Sabes que eso es aparte
Alvarado por primera vez tenía un amigo al que le podía contar todo, hasta las cosas prohibidas que pasaban en su casa, sentía un gran alivio descargar su conciencia, aunque Joaquín lejos de hacer que se arrepintiera lo incitaba a continuar
- Está bien—dijo Joaquín finalmente– seguiremos en lo nuestro con las niñas, creo que deberías presentárselas a tu hija y a tu hijo, capaz que se llevan bien, imagínate iniciar nuestro “loliclub” privado
- Ya veremos—dijo sonriendo Alvarado, pues en ese momento no le pareció tan descabellado
Se despidieron como buenos amigos que eran y cada quien se dirigió a su casa
*****
Ese mismo día, lejos de ahí Damián el sacerdote pervertido, estaba hincado frente al obispo, le besaba el anillo obispal
- Ave maría purísima—dijo el gordo y exageradamente trompudo obispo
- Sin pecado concebida
Contestó él, se levantó cuando el obispo le hizo una señal de que podía hacerlo, lo miró y vio los golpes en su rostro, ya casi desaparecían pero aún presentaba cicatrices.
- Dime tus pecados—dijo el obispo caminado indiferente hacia su escritorio como si la vida fuera hecha para su bienestar y comodidad.
- No vengo a confesarme su ilustrísima.
- ¿Entonces?—volteo mirándolo con la indiferencia que lo caracterizaba, Damián miró hacia la puerta abierta y bajó su voz al hablar.
- Vengo a hablar con mi padre—dijo agachando la mirada.
- Entonces cierra la puerta– el obispo que con la misma mirada indiferente le habló y sin voltear a verlo preguntó– ¿qué te pasó en el rostro?
Damián poniendo seguro le contó todo, no omitió detalles, mencionó a las niñas, lo que había hecho con Jo, lo que hicieron en la iglesia, después como ella lo invitó a su casa y como la terminó golpeando y violando, el obispo escuchaba mientras miraba hacia la ventana, una vez terminado se volteó a verlo al escuchar la voz de su hijo quebrarse.
- Papá tengo miedo.
- ¿A qué?
- A que vuelvan, temo por mi vida.
- No volverán.
- Tengo miedo—dijo Damián con su voz ya quebrándose casi para llorar, el obispo molesto se levantó y lo abofeteo volteándole el rostro.
- No te comportes como un cobarde, te dije que no tengas miedo—dijo el obispo con mirada de ira, mientras lo decía le temblaba el labio inferior de coraje– aquí el que provoca miedo soy yo, así que pórtate como un hombre y deja de lloriquear, vas a regresar a la iglesia que te encomendé y ahí estarás hasta que yo te dé la orden de moverte ¿Oíste?
Damián asintió mientras se tocaba el rostro golpeado, él sabía de lo que era capaz el obispo y padre biológico de él, se hincó frente a su padre para recibir su bendición, el obispo de mala gana hizo el ademán de la cruz y le puso la mano para que besara el anillo obispal, Damián después de eso se levantó y se fue, el obispo se sentó mientras miraba como su vástago se retiraba de su lujosa oficina, pensó un momento y después tomó su celular y marcó.
- “Príncipe”, Ven a mi oficina, necesito hablar contigo, tengo una importante tarea para ti.
*****
En Tiempo actual.
Alvarado miraba su hija y a su esposa, las dos ensimismadas y desnudas preparaban la cena, veía sus cuerpos, el contraste entre el escultural cuerpo de su esposa y el que se desarrollaba en su hija prometiendo ser similar al de su madre, eso le gustaba hacer a él, sentarse y admirar los bellos cuerpos de sus hembras, bueno ya no eran solo de él, pues su hijo compartía los mismos placeres con ellas.
Sintió como su pene se erectó y se levantó para acercarse a ellas, Su flamante esposa sonrió cuando sintió las manos de él posicionarse en su cintura, le acercó la verga para que sintiera su dureza, su hija volteo y también le sonrió viendo cómo se restregaba atrás de su mamá
- Oye, compórtate—dijo Margarita divertida—vas a provocar un accidente
- Si mi amor—dijo Alvarado besando su cuello mientras su mano se perdía entre las nalgas de ella—no provocaré accidentes
- Aaahhh—gimió Margarita al sentir los dedos de él penetrar su mojada raja, soltó el cuchillo con el que picaba verdura para la cena y se sostuvo del borde de la cocina con ambas manos.
Alvarado movió su mano hasta la vagina de su flamante y hermosa esposa, dos dedos se perdieron dentro de ella, Margarita miró al techo mientras abría la boca y gemía; Alvarado no perdió tiempo y la sujetó por las caderas con ambas manos.
Margarita gimió cuando sintió los dedos mojados por sus jugos vaginales sostener su cadera, el sentir sus propios jugos embarrados en los dedos de su esposo le recordaran lo placentera que era su actual etapa de vida, ya no había inhibiciones entre ellos, ella podía llegar de la calle y no se sorprendía ver a su hija cogiendo con su esposo en la sala o ver a sus dos hijos compartir su sexualidad.
Samuel ya se cogía a su hermana, tuvo algo de dudas al hacerlo, pues él sentía que su hermanita era posesión de su padre, pero un día lo convencieron y frente a sus padres los dos hermanos se demostraron su amor carnal, tres fueron las eyaculaciones que Samuel dejo en los agujeros de su hermana.
- Aaahhh
Gimió Margarita al sentir la tibia lengua de su hija acariciándole el clítoris que ya estaba duro como roca, se movió medio paso atrás para dejarle espacio a su pequeña hija que ya se acomodaba hincada frene a ella, la lengua de Diana se movía de arriba abajo, después ella inclinaba su cabeza y hacía el mismo movimiento solo que ahora su lengua rascaba el clítoris materno de lado a lado.
- Aaahhh
Margarita volvió a gemir poniendo ambas manos en la cabeza de su pequeña, escuchó como la bragueta de su esposo fue abierta, moviendo ella sus caderas sobre la boca de su hija sintió como Alvarado le fue apuntando el glande en la entrada de su encharcada raja.
- Aaahhh mi amor
Casi gritó cuando la verga de Alvarado entró hasta topar con su cérvix, le encantaba coger con su esposo, de hecho siempre le gustó, solo que ahora en su nueva etapa se desinhibía más rápido y más intenso, la fuertes manos de él sujetaron sus caderas y potentes estocadas golpearon sus bellas y blancas nalgas, la verga de Alvarado era de buen tamaño, la vagina adulta de Margarita soporta ese largo y grosor, aunado a eso soportaba las fuertes embestidas que él le daba, en ese momento se preguntó cómo su hija aguantaba esa enorme verga, más por su estrecho culito.
- Mami
Margarita volteo hacia abajo donde su hija estaba hincada brindándole una sonrisa, su boca brillaba por lo mojada que estaba, el pulgar de Dianita estaba acariciando el clítoris mientras la verga de Alvarado la taladraba.
- Aaahhh… aaahhh—Margarita gemía sin cesar, sus cabellos volaban por la velocidad de las embestidas de su esposo.
- Hija, bebé, rápido abre tu boca.
Alvarado se desacoplo de ella y la movió hacia un lado, Dianita ya abría la boca para recibir la paterna verga que empezaba a aventar leche
- Mmm
Gimió Alvarado sintiendo como su hija con su lengüita acariciaba el meato por donde le eyaculaba la leche en su boquita.
- Las amo
Dijo él separándose de las dos, una con la raja toda roja y la otra de su pequeña con leche saliéndole de la comisura derecha, Margarita tomó la leche con su dedo y la metió a la boca de Dianita, después levantó a su hija y la beso, sus lenguas embarradas de leche se enroscaron, Alvarado se sintió nuevamente excitado, pero quería guardar fuerzas para la noche.
Alvarado parado en la cocina como un bobo miraba el beso pasional entre madre e hija, su verga seguía fuera del pantalón y ya recuperaba dureza, en eso escuchó su celular, fue la a sala y lo contestó
- Hola
- Hola carnal, ¿Qué haces?— dijo Joaquín en video llamada
- Nada, acabo de cogerme a mi esposa ¿Y tú?
- Yo también, pero no a mi esposa sino a estas dos cabroncitas—movió el celular para que la cámara mostrara a Jo y Pao desnudas que le sonreían y saludaban con las manos, Pao aun con leche en su rostro sonreía orgullosa.
- Hola preciosas
- Hola papá Alvarado—contestaron las dos al mismo tiempo—te extrañamos, ¿Cuándo vienes a visitarnos?—dijo Pao
- Un día de estos paso por allá ¿Y a qué se debe el milagro de la llamada?
- Joaquín apareció en primer plano y se alejó de las niñas
- Carnal, creo que hoy será el “día”
- ¿Crees que vas a tener suerte hoy con Carla?
- No lo creo, lo aseguro, de hecho te hablo para pedirte un consejo, ¿cómo lo manejo con ella?
- Si de verdad quieres mi consejo, pues ve lento, ella no es una mujer cualquiera, es un forrazo, debes ser un caballero y manejar el sexo tradicional, nada de mamadas, culearla y nada de querer eyacular en su boca o cara, todo tranquilo, ¿me entiendes?
- Si carnal, solo que no creo contenerme
- Pues debes hacerlo
- Lo intentaré
- Suerte con eso
- Gracias, te dejo carnal
- Hasta luego—se despidió Alvarado con un ademán.
Joaquín colgó y respiró profundo, tomó su ropa y se vistió, debía cambiarse y esperar afuera, Carla ese día llegaría más temprano para preparar la cena para los cuatro, se despidió con un beso de lengua de las dos niñas y les metió mano en sus rajitas, así eran los besos entre ellos.
Se sentó en el porche y espero cerca de media hora después vio como Carla llegó en su modesto carro, traía su uniforme de enfermería y se veía endiabladamente sexy, no traía su cofia, se había hecho una coleta de chongo alto, haciendo que su cabello cayera como una cascada y luciera sexy, traía unos lentes que en lugar de hacerla ver seria, la hacían ver como una invitación a pecar, su falda le llegaba a medio muslo, Joaquín abrió su boca, ella caminó hacia él y le sonrió coqueta.
- Hola, cierra la boca, parece que viste a un muerto
- No, he visto a un ángel—dijo Joaquín después de cerrar la boca que lo hacía poner cara de bobo– ¿de verdad ese es tu uniforme de trabajo?
- Algo así—dijo ella coqueta
- Me dan ganas de enfermarme
- Pues si te hospitalizas no me mirarías así
- ¿A no?
- No
- Me cambié antes de venir, quería que me vieras bonita, por eso me puse esta falda que nunca usaría en el hospital
- ¿de verdad hiciste eso para que yo te viera bonita?
- Si, ¿lo logré?—los ojos verde de Carla lo miraban expectante.
- Más de lo que imaginas, solo porque soy un caballero, sino no sé qué te hubiera hecho en este momento, de verdad irradias belleza
- Gracias—dijo Carla apenándose. Le dio un beso pequeño en la boca y juntos entraron.
Carla había hecho una parada en el moll, ahí compró esa falda para lucir sexy para él al llegar y además compró ropa interior nueva, eso no se lo había dicho a Joaquín, quería que él lo averiguara más tarde esa noche, ella se sonrojaba al pensar que quería que él durmiera con ella, de verdad no se reconocía a sí misma, era como si otra Carla estuviera dentro de ella diciéndole las formas de portarse mal.
La cena transcurrió como todas las anteriores, todos riendo por las graciosas anécdotas de Joaquín, él miró el reloj ya eran las 10 de la noche.
- Bueno, bella mujer—dijo dirigiéndose a Carla—ya es tarde y me tengo que ir
- ¿No te quedas?—preguntó Carla casi asustada
- Bueno, pensé que ya tenían que hacer sus actividades previas a su descanso, ¿Quieres que me quede más tiempo?—preguntó Joaquín con cara de sorpresa
- Si—casi gritó ella desesperada.
Joaquín sabio lector de lenguaje no corporal sabía que ella quería estar con él, pero quería que ella lo pidiera, casi que le rogara que se la cogiera, era el talento que él tenía. Carla casi grita de desesperación pues ella ya se había preparado mental y físicamente para que él intimara con ella.
- Bueno, si es así ¿qué tal si las niñas se van a adormir y tú y yo vemos la tele un rato?—dijo él todo natural, pero su verga brincaba dentro del pantalón.
- Sí, me parece bien, niñas preparase para la cama.
Las dos se levantaron al mismo tiempo, Jo iba delante de su hermana y cuando Pao pasó a un lado de Joaquín le preguntó con la voz más tierna que pudo
- ¿Puedes darme un beso de buenas noches?—la carita de Pao era de un pequeño angelito que suplicaba por cariño.
Carla sintió angustia, pues sabía que eso era mucho compromiso para Joaquín, quien tenía poco tiempo de conocerlas, sabía que Pao quería una figura paterna y por eso se había encariñado muy rápido con él, o al menos es la información que ella tenía. Vio como Joaquín sonrió enternecido tomó a la pequeña Pao de sus mejillas con ambas manos.
- Claro pequeña—la besó en la frente con un beso sumamente paternal y después le dijo—y que tengas los mejores sueños que una niña tan hermosa y pura como tu pueda tener, descansa pequeña.
Carla casi grita de emoción, ella no esperaba esa reacción tan paternal por parte de él, vio como la sonrisa de Pao demostró lo mucho que lo quería, si ese era el hombre ideal para ella y sus hijas, un hombre honesto, limpio y puro, Carla sentía para él sus niñas representaban a sus propias hijas; si, debía ser él, tenía que ser él, no importaba lo que tuviera que hacer, haría que se enamorara de ella.
Las niñas subieron corriendo por las escaleras, sus piececitos hicieron ruidos tiernos mientras corrían, se quedaron solos, Carla se levantó y se acercó a él, cuando cerca se agachó y lo besó, Joaquín cerró los ojos y lucho por no meter la mano bajo la falda de ella.
- En la nevera hay cerveza fría—dijo ella en un cuchicheo—abre dos y me esperas en la sala.
Joaquín sacó las cervezas, las abrió y se sentó en la sala a esperar a Carla, la espera no tardó mucho, escuchó los pasos a su espalada y volteo a verla, su boca nuevamente se abrió al ver la escultural mujer que bajaba para él.
Carla Bajaba con una bata muy corta, le llegaba poco más arriba de medio muslo, pero lo sensual o sexy de la prenda no era lo corto, sino lo transparente, no era una tela propiamente de encaje o algún material típico de las prendas sexys nocturnas, más bien era tela de algodón y poliéster, eso sí, muy delgada, tanto que dejaba ver su ropa interior, Joaquín admiraba con cara de bobo ese monumento mientras ella baja sensualmente sabiendo que era devorada por la mirada de él.
Carla estaba acostumbrada, y por acostumbrada debemos decirlo literal “acostumbrada” (mas no de acuerdo), porque realmente le molestaba mucho y en ocasiones le repugnaba como los hombres la miraban, literalmente desnudándola con la vista, sin embargo ahora quería ser vista por Joaquín, quería lucir ardientemente seductora para él, no recordaba ella una situación igual con su marido o con alguien más, ahora sentía ese calorcillo en su entrepierna, lo sintió desde que subió a cambiarse, se desnudó y cambió de ropa, cuando puso su pantaleta sintió como esta se humedeció un poco con el calor que emanaba de su raja, la desconcertó mucho, pero era algo que ella no podía evitar.
- ¿Me tardé?—fue la pregunta retórica de ella
- Te esperaría mil años—le decía mirándola descaradamente de arriba abajo.
- Adulador—le dijo ella con una sonrisa de felicidad de oreja a oreja, sintiendo la penetrante mirada de él sobre su escultural cuerpo.
- Ven siéntate a mi lado—le dijo Joaquín señalando la parte vacía del sillón a su izquierda
Carla se sentó a su lado, él la tomó de las manos y la acercó a él, lo hizo cerca, pero respetó su espacio, sin embargo el uno podía sentir el aliento del otro, a esta distancia le dijo
- Carla, hermosa mujer, no cabe duda que en cuanto más te conozco, más cuenta me doy de lo que eres.
- ¿Qué soy?—preguntó con divertida intriga.
- Simplemente la mujer más hermosa del mundo
La jaló hacía él y ahora si invadió su espacio y también su boca con su lengua, Joaquín cada vez batallaba más para detener a la bestia enferma sexualmente que llevaba dentro, soltó sus manos para sujetarla, una de ellas se fue a su nuca y la otra a su cintura, Carla gimió al sentir la fuerza con la que él la aprisionaba.
- Joaquín… aaahhh—gimió ella abnegada a él– ¿no quieres ofrecerme algo de cerveza?—preguntó ella como un escape de su inminente gemido de placer.
Joaquín estaba loco de deseo, su verga amenazaba con romper el pantalón de lo dura que estaba, pero se detuvo un momento, sabía que ella ere diferente al tipo de mujer que estaba acostumbrado a tratar, a las otras le pagaba, Carla lo hacía por gusto.
Tomó un cerveza y se la ofreció a ella, Carla con una sonrisa la tomó y la levantó como esperando hacer un brindis, Joaquín lo entendió, tomó la de él y chocaron embaces.
- ¿Por qué brindaremos?—pregunto ella, Joaquín tomó aire y habló
- Por ti… por nosotros… por este momento… porque sea el momento más agradable para los dos y sobre todo porque nunca acabe
Carla nuevamente casi grita de emoción, Joaquín sí que sabía usar la lengua y no solo sexualmente, también hablando y convenciendo, ambos bebieron un sorbo de cerveza, Carla la puso sobre la mesa, la televisión estaba encendida, pero ninguno de los dos le interesaba que ocurría en ella, el interés estaba en el uno sobre el otro.
Joaquín miraba a Carla que estaba sentada de lado, para estar de frente a él, tenía sus piernas cruzadas, mostraba lo torneadas y firmes que eran y para rematar el color blanco de su piel hacía la combinación perfecta.
- ¿Qué pasa?—preguntó ella divertida al ver la cara de bobo que él ponía mientras la miraba.
- Miraba tu belleza, y al mismo tiempo me preguntaba como una mujer como tú quiere convivir con un hombre como yo
- ¿Cómo tú?—preguntó ella desconcertada
- Sí, no soy el más guapo del mundo, ni tampoco el más rico, creo que tu podrías salir con quien tú quieras—su mirada era de desconcierto
Carla sonrió y se levantó, se paró junto a él y lentamente se fue sentando horcajadas sobre las piernas de Joaquín, que tembló al sentir como a ella se le subió la bata y antes de que se sentara alcanzó a ver su ropa interior, era sexy.
- Tienes razón, recibo muchas invitaciones para salir, más de las que te imaginas—tomó la cara de él con sus manos y se acercó, pero no llegó a besarlo– ¿sabes cuantas he aceptado?
- No—dijo Joaquín con ya típica cara de bobo
- Ninguna, ¿Y sabes a cuantos he invitado yo a salir?
- No—volvió a contestar
- Solo a uno
- ¿A quién?—preguntó Joaquín serio como si algo le hubiera molestado
Carla lo miró divertida, había logrado que se pusiera celoso, lo beso tiernamente en los labios
- A ti tonto, solo a ti, nunca antes había hecho eso, sé que hay hombres con la descripción que tu diste hace un momento que me invitan a salir, algunos hasta me ruegan prometiéndome el cielo y las perlas de la virgen, pero no me llaman la atención, porque no ando buscando novio, pareja ni un acostón, pero tu llegaste e hiciste algo en mí que ahora si quiero estar con alguien—hizo una pequeña pausa—contigo, por eso te invité a salir.
Lo volvió a besar, solo que ahora lo hizo con mucha pasión, sus caderas se movieron sobre él, Joaquín gimió, se sentía seducido por esa hermosa mujer, cosa que no era común en él, de hecho nunca antes le había pasado, al menos no sin que hubiera un pago de por medio, su verga se endureció casi al instante, Carla lejos de inhibirse se movió con más intensidad, él la tomó de las nalgas, tenía que sentirlas, tenía que apretarlas, prácticamente las magulló como viles tomates.
- Aaahhh
Carla gimió en la boca de él, Joaquín ya no lo pensó más, se levantó con ella enredada en su cintura, ella era ligera, así que no tuvo problemas para caminar con ella; camino hacia las escaleras, Carla estaba desconcertada, tenía sentimientos encontrados, ella pensaba que iba a haber besos, caricias intensas, algo de sexo oral, estaba dispuesta a chupársela, pero todo en la sala y de forma silenciosa, ahora no era dueña de su voluntad, era llevada cargada por ese hombre poco atractivo que la había hecho hacer cosas que antes no hubiera imaginado haber hecho.
Mientras era llevada a la recámara Carla agradeció, en su mente, que su hija Jo sacara el carácter impulsivo y agresivo de su padre y peleara en la escuela con esa niña, porque eso la había hecho conocer a Joaquín.
- Aaahhh
Gimió cuando cayó en la cama de su recámara, ni cuenta se dio cuando llegó, ella solo lo besaba mientras Joaquín desesperado la manoseaba mientras la cargaba de camino a su recámara, al caer por instinto abrió las piernas, se sintió sonrojada por hacerlo, pero no lo pudo evitar, quería que Joaquín mirara lo que muchos habían rogado por ver, pero que ninguno había podido, y era porque habían equivocado la manera de conquistarla, todos la querían llevar a la cama, y ninguno le interesaba sus hijas, Joaquín a diferencia de los demás se ganó su confianza y al ver como trató a sus hijas, con esa amabilidad y respeto hizo que ella cediera ante él.
- Ya ven—le dijo Carla a Joaquín en un gemido desesperado
Joaquín viejo lobo de mar, se tomó su tiempo, dejo que ella lo deseara más, se acercó lentamente a ella, su interior sonreía al ver como ella lo miraba a con ojos entrecerrados, con la boca abierta y como abría más la piernas, sus pupilas estaban totalmente dilatadas, era la hembra abnegada ante su macho dominante.
- Aaahhh
Carla vibró al sentir como la mano de él le acariciaba el muslo, lo hizo primero por fuera y después se desplazó hacia adentro y de ahí bajo lentamente en dirección a su entrepierna, Joaquín saboreaba la sensación de la suave piel de ella y como se estremecía al sentir la mano de él acercarse a su parte más íntima.
- Joaquín
Susurró ella cuando la mano de él llegó a dónde había querido llegar desde que la vio, se miraban directo a los ojos, nunca se dejaron de ver desde que ella cayó en la cama, Joaquín acarició con el dorso la vagina, le gustaba ver como ella abría sus ojos al hacerlo y los entrecerraba, quitó la mano, pero solo para con la otra jalar la pataleta de ella y dejarla desnuda de su cintura hacia abajo, Carla roja de vergüenza levantó ligeramente sus caderas para permitirle desnudarla.
Joaquín abrió los ojos cuando vio la vulva depilada de ella, ella se sonrojó aún más, porque era la prueba de que ella esperaba que él la viera desnuda y no quería que la viera con ese matorral de vellos que ella desde hace años ni se había molestado en mirar.
- Eres hermosa
- ¿Te gusta cómo luce?—preguntó ella con el tono más inseguro del mundo
- Es la cosa más hermosa que he visto en toda mi vida
Joaquín le dio la respuesta más honesta del mundo, pues realmente le encantaba ver como lucía depilada, pero lo quemas le gustaba es que lo hubiera hacho para él, podía ver la irritación que presentaba en algunas áreas, pues posiblemente ella no tenía gran experiencia depilándose, con más atención vio una ligera cortadita, señal inequívoca de la poca experiencia de ella.
- Aaahhh
Gimió Carla cuando Joaquín con su lengua acarició las partes irritadas y la pequeña heridita que se había hecho, era como si quisiera curarla con su lengua en agradecimiento por tan noble gesto, ella podía sentir el cariño con el que él la lengüeteaba una y otra vez
- Aaahhh Joaquín…
Gimió y casi grita, de hecho tuvo que taparse al boca para evitar hacerlo cuando Joaquín le metió la lengua en el introito, él saboreo ese exquisito sabor de una mujer bien aseada y excitada a sobremanera, podía ver como escurría el jugo vaginal, ese jugo que se emana cuando una mujer anhela con todas sus fuerzas ser penetrada.
Carla tuvo que poner la almohada en su cara para que los gemidos de placer que daba, no fueran escuchados por sus hijas, en cierto momento entre nubes de placer, pensó cuanta experiencia tenía Joaquín con su lengua, eso solo significaba que no era la única a la que le había chupado la zorra, se volvió a sonrojar por el hecho de nombrar su vagina con el nombre de zorra, y también se sintió muy celosa por el hecho de no ser la primer zorra que él habría chupado, no imaginaba que numero sería ella.
- Aaahhh
Gimió más cuando Joaquín puso uno de sus dedos en el introito y la penetró, estaba loca de placer, no recordaba tanta excitación, ni siquiera con su esposo, sintió como Joaquín se separó de ella y la jaló dejándola sentada en la cama, tomó los bordes de su bata y la subió, ella nuevamente colaboró elevando sus delgados brazos para ser despojada de su prenda, ahora lo único que la cubría era el sostén que permanecía ahí indiferente a Joaquín que tenía algo mas con que entretenerse.
- Joaquín… aaahhh ¿qué haces?—dijo Carla en un susurro roja de excitación.
Joaquín la había levantado y en el aire la giró dejándola boca abajo, Carla quedó mirando la cama con sus brazos abiertos en cruz, gimió y apretó las sábanas cuando Joaquín le chupó la zorra, como ella la llamaba, pero un gemido intenso escapó de su boca hermosa cuando Joaquín más que atrevido le metió la lengua en el culo
- Aaahhh
El gemido se oyó en toda la casa, para las hermanitas no pasó desapercibido el que su mamá pasara cargada por su papa postizo, ni el crujir de la cama y ahora este gemido que retumbó en todos los rincones.
- Joaquín… Joaquín… aaahhh
Carla gemía como nuca en su vida, la lengua de él le estimulaba el culo y sus dedos penetraban su vagina una y otra vez.
- Aaahhh
Volvió a gemir muy intenso cuando la lengua de Joaquín intentó entrar en el culo de ella. Carla cerró sus hermosos ojos, de hecho los apretó, su boca tembló y apretó las sábanas con sus manos cuando la punta de la lengua de Joaquín logró vencer la resistencia del esfínter y entró en ella.
- Joaquín—alcanzo a decir ella en un susurro
Carla nunca había experimentado eso, normalmente sentiría asco de lo que le hacían, pero estaba tan excitada, Joaquín lo había hecho de una forma que no se pudo resistir ni impedirlo, al contrario, sus ojos lagrimeaban de placer.
Joaquín se saboreaba ese culo como un manjar de dioses y de hecho lo era, nadie en el mundo había podido probarlo como él lo había hecho, viejo lobo de mar sabía de ella estaba en su punto máximo y podría hacerle lo que quisiera, pero quería llevar las cosas tranquilas.
- No me puedo detener Carla
- No lo hagas—dije ella acostada boca abajo volteando la cabeza para verlo—métemela en la zorra
Joaquín sonrió en su interior viendo como la cara blanca como la nieve de Carla se ponía roja como un tomate, se auto había llamado “zorra” a su vagina. Ella cerró sus ojos verdes al escuchar la cremallera de él bajar, escuchó como el pantalón cayó, no quería voltear, pero lo hizo; vio el abultado vientre de Joaquín, su pelo en pecho que hacía una curva anterior hacia su panza, pudo verle la verga erecta, tenía buen tamaño, pero no como la de su exesposo que era más grande, sintió vergüenza compararlas, pues Joaquín no se merecía eso, después de todo a ella no le importaba el tamaño que tuviera, igual ya le había hecho acabar solo con su boca y con sus dedos.
- Carla, mi amor, te la voy a meter por tu zorra
- Aaahhh—Carla gimió, no supo si porque la llamó “mi amor” o porque le dijo que se la iba a meter por su “zorra” como ella la había llamado—sí, métemela en mi zorra, ya la quiero dentro.
No se incomodó en usar un leguaje “vulgar” se sintió excitada al usar palabras sucias, quería demostrarle que era atrevida y que podría explotar toda su sexualidad. Joaquín sonreía entre divertido y con ternura, ella no tenía idea de lo que era hablar vulgar, pero él se encargaría de enseñárselo así como lo hizo con sus inocentes hijas.
- Aaahhh
Volvió a gemir cuando sintió como Joaquín se fue subiendo al a cama, sintió como acomodó sus piernas a cada lado de las de ella, en ese momento recordó que nadie cerró la puerta, volteo y lo comprobó
- Joaquín, la puerta está abierta, nos pueden escuchar las niñas
- Lo siento, ya no puedo detenerme
- Aaahhh
Su gemido fue intenso cuando la verga de él se deslizó hacia su interior, perdió la noción, no solo del tiempo, sino también de la cordura, ya nada le importó, sintió como él se movió haciéndole ver estrellas de placer, mientras Joaquín sonreía malicioso, pues esa era su intención, jodérsela fuerte y que la niñas oyeran.
Puff puff puff
Joaquín bufaba en el oído de ella haciéndola volar de excitación, le excitaba el placer que ella le provocaba a él con su zorra, en ese momento entre nubosidades sexuales pensó si se dejaría coger por su culo, ciertamente sintió cosas que nunca había sentido cuando él le lamió su esfínter, pero no sabía si dejaría que se la metieran por ahí.
- Aaahhh
Gimió cuando Joaquín bajo su mano y la metió a nivel de su entrepierna y mientras la penetraba le estimulo su clítoris, sentía el vientre abultado de él recargado en su zona sacra- lumbar, el vello púbico le estimulaba directamente en su culo, la verga le estimulaba el interior de su vagina y los dedos le machaban de una forma deliciosamente dolorosa, ya no podía detener sus gemidos, su vagina era un charco de agua, se oía el chapotear de la verga de Joaquín, él sabedor de que ella ya estaba en su punto máximo se acercó a su oído y le susurró.
- Me gusta cómo se siente mi pene en tu zorra—quiso se suave y no llamarla verga
- Aaahhh—gimió casi en un grito— aaahhh Joaquín…
Joaquín arremetió contra la zorra de ella, lo hizo fuerte, quería que ella gritara tan fuerte que hasta los vecinos escuchara, él sentía que sus hijas postizas se estabn masturbando y estaba en lo correcto, Pao con sus ojitos cerrados movia sus deditos sobre su pequeño clítoris, Jo más osada los espiaba desde el marco de la puerta abierta metiéndose mano mientras veía como su papá se cogía a su mamá.
- ¿Te gusta cómo te la meto?
- Si… aaahhh
- ¿Dónde te la estoy metiendo? dímelo
- Aaahhh… En mi zorra… aaahhh—contesto ella entre jadeos, ya sin importarle si alguien le oía decir la palabra “zorra”
- ¿Cómo quieres que te la meta en la zorra? ¿Suave o fuerte?
- Fuerte… aaahhh—Carla apretó las sábanas para afianzarse
- Pídemelo
- ¿Qué?—preguntó ella algo desconcertada intentando voltear a verlo.
- Pídeme que te joda fuerte tu zorra, pídemelo—Joaquín dijo apretando sus dientes, el verdadero Joaquín empezaba a emerger.
Carla estaba en otro nivel de excitación, uno en el que nunca había estado, no podía razonar bien, para ella ese momento solo era placer exponencial, estaba llegando a dejar de ser ella misma, para convertirse una puta, sí, eso era lo que estaba siendo, una puta y ese sentir la hizo volar.
- Jódeme fuerte mi zorra, muy fuerte… aaahhh
- ¿Así?
- Más fuerte, más— decía ya a grito abierto— aaahhh jódeme muy fuerte por mi zorra… aaahhh párteme mi zorra… aaahhh
Joaquín no se hizo esperar, se dejó caer sobre ella y sus caderas se movieron de forma bestial, como si realmente quisiera partirle “la zorra” como ella le llamaba, le tomó la cabeza y la beso, cuando la giró ella sacó su lengua y se enroscó con la de él, lo huevos querían explotar, Joaquín sintió como empezaba a salir la leche y bramó en el oído de ella.
- Me vengo, me sale la leche… aaahhh
- Aaahhh
Gimieron los dos en un intenso orgasmo simultáneo, Joaquín se siguió moviendo, pero lo hizo cada vez más lento hasta terminar en una suave penetración, se la metía lento y profundo, cuando sentía que llegaba al fondo, empujaba un poco más arrancando suspiros de su nueva amante.
Se bajó de ella cuando su verga se salió sola, se acostó boca arriba aun lado de ella que seguí boca abajo, en un momento se giró y quedó boca arriba, tapó con sus manos su cara, la cordura había regresado y se estaba arrepintiendo de lo que había hecho y sobre todo de lo que había dicho.
- ¿qué pasa Carla?—dijo Joaquín girándose y tratando de apartarle las manos del rostro, cuando lo hizo vio a una Carla roja como tomate a punto de llorar
- ¿Qué hicimos Joaquín?
- Nos demostramos nuestro amor
- Mis hijas nos oyeron, oyeron todo lo que te dije, todas esas obscenidades—dijo ella en un casi llanto
Joaquín luchaba por no carcajearse sabiendo lo que sus hijas eran capaces de hacer y decir.
- Tranquila Carla, hoy en día los niños no son tan inocentes, en la escuela deberías ver lo que algunos hacen y las cosas que alcanzamos a escuchar cuando hablan entre ellos de sexualidad
- ¿Tú crees?
- Si Carlita—dijo el acariciándole el cabello—habla con ellas y abiertamente pregúntale que escucharon y explícales lo que pasó, obvio con palabras de amor.
- Joaquín, ¿te digo algo?—dijo ella mirándolo con cara de angustia
- ¿Qué mi amor?—pregunto sin dejar de acariciarle el cabello.
- Nunca había sentido lo que sentí hace rato
- ¿Fue bueno?
- Demasiado bueno, me perdí y dije cosas que nunca hubiera pensado decir ¿qué me hiciste?—dijo ella mirándolo como si la hubiera drogado
- Sólo te amé con la pasión que mi corazón siente por ti
- ¿De verdad me amas?
- Con loca pasión, estoy enamorado de ti, te amo Carla
- Y yo a ti también te amo
Carla se puso de lado sobre la cama frente a él y se besaron con mucha pasión, tanta que la verga de él se erecto, suavemente se subió en ella y la penetró nuevamente por su zorra, el sexo ahora fue apasionado y con amor, Joaquín le pegó las rodillas de Carla a los senos y en esa posición la amó por una hora entera, el orgasmo fue simultaneo.
Y continuaron.
Lo hicieron casi toda la noche, cerca de las 5 am, se quedaron dormidos, él atrás de ella en tipo cucharita.
La vida estaba dando un giro completo.
Continuará
que gran capitulo amigo! gracias por continuar la historia, no puedo esperar para leer mas!
Creo que te metiste a un callejón sin salida con lo de la mafia, no lo entiendo porque, ya habías cerrado los nudos del Puma y el cura, ojalá no termine en un baño de sangre o no termine 🙁 buena suerte
Creí que no volvería a leer nada de estás hermanitas y que bueno que pudiste seguir con la historia, concuerdo con lo de la mafia no se si será buena idea pero espero leer que pasa
Eres un genio total Adalberto, me gusta mucho todo lo que escribes y coincido con los 2 comentarios anteriores, que no debes meterte con esa gente que nombraste, por lo tanto simplemente no los nombres mas y quizas no pase nada y quede en el olvido.
quiero pedirles algo a los responsables de sexo sin tabues, si pueden publicar todos los trabajos de adalberto 1979
Concuerdo con la mayoría, era una buena idea agregar personas a la historia de ella, pero te perdiste, creo que deberías darle un final a la historia de las hermanas, y empezar una nueva. En general fue muy buena merece un final, y no dejarla asi
Hola a todos, gracias por sus comentarios. Pienso cerrar esta historia, pero no por eso me meti en un callejón sin salida, es solo que cualquier acto tiene consecuencias. Los que han leido mis historias sabran que no.me gusta escribir solo coger, coger y coget, me gusta crear un entorno y que este interactue con los protagonistas, ya tengo escrito los ultimos dos capituños de esta serie, uno ya tecleado y el otro aun en mi mente. Tengan paciencia, recuerden que llevo varios relatos al mismo tiempo y solo lo hago en mis ratos libres.
Nuevamente gracias a todos, les mando un abrazo y un beso.