Pervirtiendo a una nena inocente 22
El callejón se cierra, pero siempre hay esperanza.
Nota del autor: entrego el capitulo 22, voy cerrando esta saga, para los que me leen espero que esto les guste tanto como a mi escribirla, parece callejón sin salida, no hay acciones sin consecuencias, pero aunque el tunel sea largo y profundo, al final siempre hay una luz.
saludos, besos y abrazos.
adalberto1979
Capítulo 22
Joaquín iba con una sonrisa de oreja a oreja, iba caminando por los pasillos de la escuela donde “supuestamente trabajaba” como trabajador social, quería visitar a Alvarado y darle la nueva noticia de haberse cogido a la hermosa mamá de las niñas.
Mientras caminaba por el pasillo recordaba cómo fue despertado muy temprano por la hermosa Carla.
*****
- Joaquín, Joaquín… despierta, se me hizo tarde—le decía Carla a un somnoliento y fatigado Joaquín, apenas hacía unas dos horas que habían dejado de coger como conejos.
- ¿Qué pasa Carla?
- Se me hizo tarde, me quedé dormida, ¿podrás tu llevar a las niñas a la escuela?
- Claro, cuenta con ello.
- ¿No será problema para ti?—decía Carla con cara de preocupación, sus ojeras marcaban lo poco que había podido dormir.
- Para nada, tus hijas se bañan y se arreglan solas, ¿verdad?—Carla asintió—ya ves, yo solo las llevaría, creo que después iré a mi casa a cambiarme, no pensé que pasaría aquí la noche.
- ¡Joaquín!—dijo Carla toda apenada sin poder dejar de sonreír.
- Pero me alegro, fue la mejor noche de mi vida—le dijo tomándola de la mano.
- ¿de verdad?—preguntó Carla emocionada.
- Si, la mejor de toda mi vida—contestó, había mucha sinceridad en su respuesta.
- Me duelen las piernas y las caderas—dijo bajito y algo apenada.
- Ya te acostumbraras mi vida.
- ¡Joaquín!—volvió a gritar ella roja como tomate, pero con una sonrisa en los labios—pero también fue la mejor noche de mi vida; bueno, me voy mi vida, muac
Le dio un beso en los labios, Joaquín no la quiso besar, le apenaba el mal aliento matutino que siempre tenía, pero se asombró que Carla no titubeó en besarlo.
Escuchó como se cerró la puerta y como un auto se encendió y posterior a calentar motor arrancó, se levantó lentamente, estiró su cuerpo, él también estaba cansado, pues cargó a Carla en la madrugada y se la cogió recargada en la pared continua a la recámara de su hija, lo hizo hasta que sus piernas le temblaron y apenas pudo regresar a la cama cargando a una muy feliz y orgasmada Carla.
Fue al baño y se lavó los dientes, escupió la espuma en el lavabo y enjuagó su boca, tocó su verga por encima de su nuevo bóxer y sintió como su verga se ponía dura, se dirigió al cuarto de Pao, entró muy sigilosamente y la vio acostada boca abajo, las sábanas estaban casi en el suelo, ella tenía flexionada una pierna y no traía pijama, estaba solo en pantaleta, se acercó y olió la rajita, sonrió pues olía a orgasmo, sonrió malicioso, eso significaba que cuando los escuchó se masturbó.
Lentamente le fue bajando la pantaleta, Pao se había desvelado masturbándose, estaba tan dormida que no se dio cuenta, la niña quedó desnuda de la cintura hacia abajo, un dedo entró en su rajita infantil, aún estaba mojada, su orgasmo fue muy intenso, sacó el dedo y escupió en su mano y la llevo a su glande que emergía erecto del bóxer.
Apuntó a la rajita y el glande se atoró, empujó un poco y entró hasta la mitad, la sacó y la regresó hasta que entró toda, justo cuando el glande doble el pequeño cérvix dela niña, esta despertó.
- ¿Papá?—dijo volteando hacia atrás.
- Si mi putita, no hagas ruido, que no quiero despertar a tu hermana.
- Si papi, aaahhh
Empezó a gemir la pequeña Pao al sentir como la verga de su papá postizo entraba y salía de su rajita, recordó los gemidos de su madre, imaginó que Joaquín no se había lavado la verga, así que estaba compartiendo los jugos maternos, ese pensamiento la hizo tener un orgasmo.
- Aaahhh, papi
- Si mi putita, si voy a ser tu papá te voy a despertar a punta de verga todos los días, ¿te gustaría eso?
- Si papi, si quiero… tu verga… todos los días… aaahhh
- ¿te gustaría recibir verga todos los días por tu culo?
- Si papi, todos los días… por mi culo… aaahhh
- Dilo entonces—dijo Joaquín dejándose caer para que le entrara más.
- Quiero que me despiertes con tu verga en mi culo todos los días, aaahhh
Dio un fuerte gemido al sentir que Joaquín se la metía muy profundo mientras le susurraba cosas pervertidas en su oído infantil, su rajita encharcada demostraba lo mucho que disfrutaba ser tratada como una vil puta.
- ¿Te masturbaste anoche?
- Si papi, mucho, mi frijolito está todo hinchado de lo mucho que me lo toqué, aaahhh
- Si, lo siento muy hinchado, eres tan puta como tu mamá.
- Si, lo soy aaahhh—decía Pao loca de orgasmos.
- ¿escuchaste anoche cuando me la cogí como a una puta?
- Si, escuche todo, como gritó cada vez que te la cogiste.
- Te la quiero meter en el culo.
- Papi, no he ido al baño—dijo volteando angustiada.
- Yo te ayudo a cagar—dijo con cara de pervertido ante la mirada de angustia de Pao.
Se la sacó de un tirón, escupió mucho en el culo de la niña y apuntó el glande, la cabeza entró, empujó sin piedad y entró lo demás
- Mmmggghhh—iba a gritar, pero Joaquín le tapó la boca con su mano.
Pujo la pequeña niña al sentir el intruso en su puerta posterior, se sintió demasiado plena, pues en las mañanas era la hora que generalmente defecaba, podía sentir como su excremento era comprimido por la verga de su papá postizo, eso le provocaba cólicos en su intestino grueso.
- Ay, papi, me duele la panza ay… ay… ay
- Aguántate puta, resiste la verga de tu papá.
- Si papi, ay… ay
Lo quejidos de la niña no detuvieron a Joaquín, al contrario se excitó al sentir la incomodidad de la niña siendo enculada con su intestino cargado de mierda, la sostuvo de la cadera para hacer más fuertes sus estocadas.
- Ay papi, me viene, ya no aguanto ay… ay… ya déjame, necesito ir al baño ay… por favor papi ay… ay
Joaquín no la soltó, siguió bombeándole fuerte el culo hasta que sintió que algo cremoso espeso rodeaba su glande, la sacó bruscamente y Pao rápidamente puso su mano en su culito tapándolo, se paró y corriendo se dirigió al baño, ni la puerta cerró, Joaquín tirado boca arriba respirando agitado y sonriendo escuchó el estruendo de flatulencias y caída de excremento ante los quejidos de la pequeña e inocente Pao.
Se levantó entró al baño donde Pao seguía cagando, tomó un trapo, lo mojó y limpió su verga, le sonrió a la pequeña cuando salió, Pao solo pudo sonreír brevemente y continuó haciendo sus caras de pujo.
Joaquín caminando en silencio se relamía los labios de lujuria, era la primera vez que amanecía con las niñas, siempre las veía por las tardes y nunca las había despertado, su mente pensaba muchas cosas muy sucias y puercas, pues seguía excitado, no había eyaculado, su verga seguía dura, totalmente erguida, así entró a la habitación de Jo.
La niña dormía boca arriba, estaba cubierta por la sábana, aun así se podía apreciar que sus piernas estaban abiertas, una de ellas estaba flexionada de la rodilla, cayendo y haciendo ver muy erótica la imagen.
Joaquín, que como un lobo hambriento babeaba, jaló la sábana dejando ver a la niña en un shortcito chiquito de tela delgada, casi transparente que dejaba ver su pantaleta, nunca lo había visto, seguramente era el que ella se ponía para dormir, eso lo excitó más, pues estaba conociendo los momentos íntimos de las hermanitas.
Con la habilidad que solo posee un hombre excitado jaló el short al mismo tiempo que la pantaleta, Jo quedó desnuda de la cintura hacia abajo, sus labios y monte de venus ya demostraban vellos, Jo pintaba para ser una mujer muy peluda de sus genitales.
Escupió en su mano y embarró la saliva en la vulva infantil de Jo, lo hizo suave, pues no la quería despertar, con esa misma suavidad posó su lengua en el introito y lamió, lo hizo como un pequeño y tímido gatito, pero los ojos con los que la miraba mientras lo hacía, eran del más grande de los pervertidos.
- Mmm
Jo se movió un poco, pero no despertó, Joaquín siguió lamiendo, separó suavemente la pierna de la niña para dejar más expuesta su vulva, dejo mucha saliva en el introito y con el sigilo de un felino se fue subiendo en ella.
- Mmm
Volvió a gemir Jo cuando la verga de Joaquín empezó a entrar, la niña no despertaba de su profundo sueño, también se había desvelado masturbándose, Joaquín logró meter casi la mitad, la sacó tan lentamente que parecía cámara lenta de alta definición, a esa misma velocidad la regresó.
- Mmm—Jo empezó a abrir los ojos– ¿qué pasa? ¿papá?
- Si mi putita, soy yo, vine a despertarte a punta de vergazos.
- ¿Y mamá?
- Ya se fue, me encargó que las despertara, ¿te gusta cómo te despierto con mi verga?
- Si, que rico, aaahhh papi—dijo sin importar el vulgar lenguaje que empleaba su papá postizo.
Joaquín al ver que había despertado la tomo de ambas corvas y la penetró profunda e intensamente, los gemidos e la boquita infantil de Jo emergieron inundando la habitación.
- Papi que rico, así quiero que me despiertes todas las mañanas—dijo frunciendo el entrecejo y moviendo su cadera para sincronizarse con él.
- Si mi putita así lo haré, por las noches me cogeré a tu mamá y por las mañanas a ustedes dos.
- Aaahhh—la niña gimió recordando la candente noche que habían pasado.
- ¿Eso te excita verdad?
- Aaahhh—no contestó, solo gimió mirando el techo y su vagina se mojó más.
- Me la cogeré y la hare gemir como una cerda, la voy a convertir en una verdadera puta ¿oíste?
- Si papi, hazla muy puta… aaahhh
- ¿Más que tú?
- Si papi, más que yo, hazla que grite pidiéndote verga, cógetela frente a nosotras aaahhh… aaahhh… aaahhh que se venga con tu verga en el culo aaahhh
- ¿qué más?—Joaquín la incitaba a decir obscenidades mientras era cogida.
- Jódetela fuerte, hazme que le chupe la panocha frente a ti mientras tú le rompes el culo, aaahhh
Gimió fuerte cuando Joaquín aumento la intensidad de la cogida, Jo sabía decir obscenidades, Joaquín le había enseñado, era una niña muy inteligente y rápido aprendió que eso le excita a los hombres, el lenguaje vulgar y las ideas sucias, entre más bajo mejor para los hombres, Joaquín nunca sería la excepción en eso.
- Aaahhh, papi ¿qué haces?—preguntó Jo cuando sintió dedos de Joaquín hurgando su culo.
- Te dilatándote mi primor, quiero tu culo.
- Espérate tantito ¿sí?—le dijo Jo con cara de angustia
Joaquín sonrió malicioso, sabía que la mañana era el punto débil de Jo, su mente tenía ideas muy perversas con esa niña en ese momento, Jo con cara de angustia fue volteada quedando boca abajo, sabía que no podía huir, se relajó, no había a donde escapara, abrió su boca cuando el glande se atoro en su culo.
- Ay—dio un gritito asustada.
Aunque el dolor de la penetración era el menor de sus temores, ya había sido enculada muchas veces y estaba acostumbrada, otra era su preocupación.
- Si, así me gusta, ya te entró toda, ¿la sientes mi putita?—preguntaba él con una sonrisa de maldad.
- Si papi, ay
Joaquín se acomodó y empezó un mete y saca de moderado a intenso, pero estaba muy atento a la reacción de la niña, quería aumentar la velocidad en el momento ideal para su intención, Jo ponía mil caras, en todo el tiempo que había sido cogida por el culo nunca había sentido tanta incomodidad, ella sabía lo que podía pasar, trataba de detenerlo, pero no sabía cuánto iba a resistir.
- Papi ay… no papi, ay… ay… papi… por favor no, ay… ay
Joaquín se afianzó bien y empezó a intensificar la penetración, apretó sus dientes y se dejó caer sobre la niña penetrándola una y otra vez, su verga entraba como pistón, la pobre Jo seguía haciendo mil caras.
- Papi no por favor, siento mucho dentro de mí, ay, me siento muy llena, para papi, por favor para ya… ay… de verdad siento mucho, snif… snif
Lágrimas empezaron a salirle entre sollozos, Joaquín lejos de detenerse le dio más fuerte, jaló su cabeza para besarla metiéndole la lengua sin dejar penetrarla, lamió las lágrimas de sus ojos, sintiendo que cada vez le salían más y empujo fuerte hacia dentro del recto infantil una y otra vez, gozaba como nunca haciéndola sufrir, las lágrimas que chupaba eran un manjar, pues sabía la incomodidad y dolor que le provocaba con su verga.
- Snif… snif
Jo seguía llorando por las arremetidas que su papá le daba, lloraba más de vergüenza que de dolor, sentía como su intestino se iba llenando cada vez más, la verga estimulaba su perístasis intestinal, la explosión era inminente.
- Papi ya por favor, para… para…ay, snif… snif
Joaquín al igual que con Pao hacia un momento sintió como su verga se fue rodeando de excremento.
Joaquín jaló a Jo y se volteó quedando boca arriba con ella encima, la tomó de ambas corvas y con furia le dio por el culo a esa niña que no dejaba de llorar.
- Toma puta, toma, sabía que algún día te haría cagar con mi verga, ese día te llegó, tómala toda puta, te vas a cagar el día de hoy quieras o no.
- Snif… snif.
La voz de Joaquín era ya de furia, apretaba los dientes y fruncía el entrecejo, parecía más enojado que excitado, sin embargo nunca había sentido tanta excitación, escuchó un grito desesperado de Jo y sintió como su verga se fue mojando y empapando de material viscoso y semisólido, la bombeó varias veces sintiendo cada vez más entre gritos desesperados de Jo, la quijada de Joaquín tembló y sus ojos se pusieron en blanco, por el placer que sentía, había logrado su cometido, algo que nunca pudo hacerle a la astuta de Jo.
La soltó y Jo brincó de la cama tapando su culo con ambas manos, se veía muy graciosa corriendo como si el piso tuviera lava, sonriendo vio como salió disparada al baño, a lo lejos escuchó el “quítate pendeja” que le gritaba a Pao que seguramente apenas se iba levantando de la taza del baño.
Joaquín volteo a ver su pubis y vio el desastre de mierda que le quedó, era poca, pero si había mierda, la tapó con la mano y así desnudo caminó por la casa hasta llegar al baño, Jo estaba sentada cagando, no puso seguro, cuando Joaquín abrió ella brincó asustada, pensaba que la cogida seguiría, pero Joaquín solo pasó a su lado y abrió la regadera para lavarse.
Ya en la regadera empezó a lavar el desastre que había en su pubis, escuchó como Jo jaló la palanca de la taza y se fuera toda la mierda, la cortina se abrió y vio a una seria y molesta Jo que lo miraba, él le sonrió.
- Hola mi putita ¿no quieres pasar?—le dijo Joaquín en tono burlón.
- Eres malo—le dijo ella con la mirada seria—eres muy malo, sabes que eso nunca me ha gustado
- No soy malo, solo antojado jajaja—rio lavándose descaradamente con el jabón los genitales—además bien sabías que algún día lo lograría—lo dijo con el cinismo que le caracterizaba.
Jo parada lo veía, estaba seria y sus ojitos aun rojos por las lágrimas, Joaquín la jaló y la metió a la regadera, Jo se dejó hacer, él tomó el jabón e hizo espuma y con esta empezó a lavar a Jo, qué seria se dejaba, le talló primero el culo lavándolo todo, metió dos dedos, aún estaba laxo, Joaquín no había eyaculado, su verga se había aguadado, pero al estar lavando a Jo se volvió a poner dura.
- ¿No eyaculaste?—preguntó Jo mirando cómo se iba erectando.
- No mi putita, saltaste y te zafaste antes de que te aventara la leche y saliera con tu mierda jajaja.
- Eres un cerdo
- Sí, me gusta ser un cerdo y que su seas mi puta, ven acá.
Joaquín la acercó a él y la empezó a besar al mismo tiempo que la seguía lavando, sus manos jabonosas pasaban por todo el cuerpo de la niña, Jo fue aflojando la boca permitiéndole que metiera su lengua, dentro de su boca ella le correspondió jugando con la suya, para cuando acordó ya lo abrazaba colgada de su cuello besándolo con pasión mientras él le pasaba las manos por todos lados, deteniéndose en su rajita y culo, Jo se meneaba tallándole la verga con su cuerpecito.
- ¿Quieres que te saque la leche papi?—le preguntó Jo con las pupilas dilatadas masturbándolo usando el jabón que traía en las manos.
- Sí, quiero que me la saques—dijo Joaquín lamiéndoles las mejillas de forma obscena– ¿dónde quieres que te la meta?—preguntó ya con voz ronca.
- Donde quieras papi, soy tuya, ahora las tres somos tuyas para que nos hagas lo que te de tu gana—dijo refiriéndose a su madre y su hermana, mientras lo seguía masturbando.
- ¿Todo?—preguntó el con mirada lasciva, la masturbación lograba su objetivo, se estaba elevando en excitación.
- Todo—dijo ella mirándolo a los ojos mientras lo seguía masturbando.
- ¿hasta sacarte la mierda?—le dijo Joaquín notando como Jo se iba excitando de nuevo.
- Hasta sacarme la mierda con tu verga—dijo Jo acelerando la masturbación– solo cuando quieras sacarme la mierda con tu verga, deja que vengamos aquí y me lo haces como tú quieras.
- Lo hubiera filmado, como no se me ocurrió—dijo Joaquín para sí mismo.
- Pues mañana pones la cámara y me lo haces aquí, si eso es lo que quieres.
- ¿de verdad mi putita?—decía él con su verga dura y erecta masturbada por la niña.
- Si, de verdad, somos tuyas y pues si ya me lo hiciste una vez, ¿qué más da otras? pero eres un cochino, aún no sé porque te gusta esta asquerosidad—lo decía, pero sin dejar de menearle la verga.
Jo ya estaba excitada, estaba de nuevo en el punto donde decía de todo y era capaz de cumplirlo, se había cuidado mucho tiempo para evitar que la hiciera cagar con su verga, pero en la mañana con su intestino cargado ya no pudo detenerlo, ahora ya le había hecho de todo, y si ya lo había hecho, que más daba otra vez, solo que ella pedía que fuera en un lugar donde pudiera lavarse a tiempo, porque si le daba asco, pero con tal de mantenerlo contento lo haría de nuevo.
- Aaahhh
Gimió la pequeña Jo, ya se le había pasado el coraje de que su papá postizo la hiciera cagar cogiéndosela por el culo, ahora quería sentirlo de nuevo dentro de ella, Joaquín también estaba muy cachondo, no había podido eyacular, no lo hizo en Pao ni tampoco en Jo cuando la torturó analmente.
- Penétrame ya—le dijo Jo
Joaquín la fue volteando y la hizo sostenerse de la pared con las manos, le separó un poco sus piernas y acomodándose atrás de ella le guió la verga a la rajita infantil de Jo.
- Aaahhh, papi
Joaquín la tomó por las caderas con ambas manos y lentamente la fue penetrando hasta lograr que entrara toda, la sacó y la metió lentamente, Jo se sentía en el paraíso, casi nunca era tan tierno como en ese momento, se la sacaba y se la metía lentamente, la verga se iba lubricando con los jugos de Jo, le pasaba la mano por sus tetas en desarrollo y las acariciaba, no se las había pellizcado como siempre lo hacía, solo las acarició amorosamente, Jo vibraba con la cogida pasional que le daba, Joaquín se le acercó al oído y le susurró
- Te amo bebé, te amo mucho
- Aaahhh
La pequeña tuvo un orgasmo intenso, nunca le había dicho que la quería, mucho menos que la amaba, al menos no de forma sincera, ahora se lo decía justo cuando la pequeña estaba en su punto máximo, eso hizo que se corriera como nunca lo había hecho, ahora probaba el orgasmo de amor, era diferente para ella, ahora involucraba sentimientos, no la sensación carnal que estaba acostumbrada a sentir.
- ¿Si me amas papi?—dijo en un susurro palpitando de emoción.
- Si bebé, te amo mucho, si pudiera me casaría contigo y tendríamos muchos bebes
- Aaahhh—tembló de sus piernitas, su corazón latió como nunca lo había hecho—yo también te amo papi, eres el hombre que más amó y siempre amaré, aaahhh
Lágrimas volvieron a salir de los ojitos de Jo, solo que ahora eran de entrega y felicidad, su papá postizo le decía que la amaba, nunca nadie se lo había dicho de esa forma, ahora se lo decían y ella sentía que era verdad; no, ella sabía que era verdad.
- Te amo, te amo papá–Le decía una y otra vez mientras lloraba de felicidad.
El agua ya les había quitado el jabón, Joaquín la cargo y así ensartada se la llevo a su cama, se la sacó y la volteo, Jo quedó boca arriba con sus piernas muy abiertas, se apoyó en sus codos y miró a su papá, Joaquín la miró, su raja estaba roja de la reciente cogida, él se fue acomodando y su verga sola se acomodó en el introito y solita se fue para adentro de la pequeña raja, Jo por mero reflejo abrió su boca y abrazo a Joaquín.
- Papi, estas dentro de mi otra vez
- Si mi bebé, estoy dentro de ti, te amo tanto
- Y yo a ti papi, te amo mucho, snif… snif
- Te amo tanto que quisiera embarazarte
- Si papi, quisiera tener un hijo tuyo, no sabes lo feliz que estoy, te amo papi—decía con lágrimas en sus ojitos.
- Y yo a ti bebé–Joaquín le lamió las lágrimas demostrando lo muy emocionado que estaba.
Mientras hablaban la verga de Joaquín iba de dentro a afuera y de afuera a adentro, Jo lo abrazaba y abriendo lo más que podía sus piernas le entregaba su cuerpo y sobre todo su corazón, si lo quería, pero ahora en este momento tan apasionado, no solo le estaba entregando su cuerpo, también le estaba entregando su alma, en ese momento se sintió mal por primera vez por haberle sido infiel con los otros sujetos, lo abrazo abrazó jalándolo de la cabeza pegando la boca de él a su cuello, Joaquín chupó, casi le hace una marca; Jo entregada, girando la cabeza a un lado para abrir su cuello, se dejaba, pero él alcanzó a pensar y dejo de hacerlo, ¿cómo justificaría un chupetón en el cuello de una niña?
- Aaahhh
La pequeña tenía el orgasmo sintiendo la boca de su papá en el cuello, estaba dispuesta a dejarse marcar por él, que supieran los demás que tenía dueño, no importaba si su mamá la castigaba, ella ya no estaba razonando, estaba guiándose solo por el amor que sentía y que se desarrollaba en ella.
- Chúpame el cuello papi
- ¿Por qué?
- Porque te amo y quiero que todos sepan cuanto te amo y que tengo dueño.
- No puedo hacerlo, te lo verán—decía el sin dejar de penetrarla.
- No me importa—decía ella desesperada moviendo su cadera para excitarlo y que le marcara el cuello.
- No bebé, no es prudente—decía Joaquín sufriendo por no poder hacerlo.
- Bueno hazme una marca con tu boca dónde solo tú la veas—los ojitos de ella eran de súplica
La verga de Joaquín palpitó, se excitaba con lo que ella le pedía, él también se había enamorado de las dos, pero con Jo era diferente, era más madura, más inteligente, con ella tenía un sentimiento más carnal, a Pao la veía más como una hija verdadera, aunque se la cogiera, sabía que él representaba una figura paterna para la pequeña, pero para Jo representaba un amante más que un padre, ahora que le confesaba que la amaba se sentía en la gloria el ser correspondido por ella y ver que le entregaba el alma.
Lentamente fue bajando desde el cuello, incluso le sacó la verga para poder bajar bien, chupó la teta izquierda como si quisiera sacarle leche.
- Aaahhh—Jo gimió sintiendo que ahí sería la marca, pero Joaquín lo sacó de su boca.
Joaquín siguió bajando y se detuvo en el abdomen plano de la niña, le estuvo besando y chupando, bajo un poco más y le lamió la raja que estaba más que mojada, regresó al monte de venus y cerca de la ingle se detuvo, ese era el lugar ideal para marcarle la piel, hacerle saber quién era su dueño y que nadie la viera.
- Si papi—dijo la pequeña como aprobando cuando sintió la succión intensa de la boca de su papá postizo.
Joaquín chupó muy fuerte, se separó para ver cómo estaba y vio que aún no estaba lo suficientemente marcada, regresó la boca y chupó con todas sus fuerzas.
- Aaahhh—gimió Jo mientras con sus manitas lo sostenía de la cabeza, como si quisiera evitar que se despegara de ella.
La succión que Joaquín hacía con la ingle de la niña era muy intensa, tanto que Jo sentía algo de dolor, pero no lo quitaba, antes lo sostenía para que la siguiera marcando, Joaquín chupaba y levantaba su cabeza estirando la piel infantil para que la marca quedara de buen tamaño y final mente la soltó.
- Aaahhh papi te amo—dijo Jo levantando la cabeza y viendo al enorme marca que tenía en su ingle izquierda.
- Y yo a ti bebé—le dijo mientras se subía otra vez en ella y la penetraba de nuevo– ¿te gustó la marca que te hice?
- Si papi, mucho—la pequeña meneaba sus caderas sintiendo la verga de su papá entrando en ella—prométeme que no dejaras que desaparezca, todos los días me chuparas para que siempre este morada y sepas que soy tuya.
- Aaahhh, me vengo mi bebé
Joaquín ya no pudo más y explotó con lo último que le dijo Jo, ella quería que le chupara esa ingle todos los días y le marcara la piel y fuera como la señal de que ella tenía dueño y ese dueño era él.
Su verga escupió mucha leche, tanta que esta desbordó por los costados de su verga que seguía entrando y saliendo de la pequeña.
Joaquín tuvo el orgasmo de su vida, el también involucró sentimientos y sintió la emoción de su futura hija, la verga seguía dura dentro de la pequeña, tardó en aguadarse, mientras eso sucedía los dos se besaban con una pasión impropia para una nena de esa edad, era sentimiento de amor entre dos personas, solo que una era un adulto y la otra tan solo una niña.
- Creo que si me va a gustar que te cases con mamá si todas las mañanas van a ser así.
- Te lo dije, esto se pondrá mejor y más cuando nos vayamos de vacaciones juntos.
- Si papi, iremos a donde tú quieras a que nos hagas todo lo que se te antoje.
- Y prométeme algo
- ¿Qué?
- Que me ayudaras que cojamos juntos con tu mamá
- Papi, te prometo lo que quieras, solo te diré algo, no creo que eso suceda, mi mamá no es así.
- Anoche noté otra cosa, debiste ver cómo se chorreo cuando le susurré cosas al oído, si tú me ayudas se podrá.
- Bueno, si eso es lo que quieres te ayudo papá—le dijo besándolo, la verga de Joaquín se aguado y salió.
Se zafó de ella y quedó acostado boca arriba en la cama a un lado de ella, respiraba agitado, en eso entro Pao, los vio y vio la verga que aún estaba semidura, vio el moretón en la ingle de su hermana, sintió envidia, pues a ella le gustaba ser la favorita de su papá, pero al parecer este día la ganadora era su hermana y no ella, de todas formas de subió a la cama y le chupó la verga limpiándola, tenía la esperanza de que recuperara dureza, si algo tenía Joaquín es que era de erecciones constantes y se ponía duro con mucha facilidad.
Pao sonriendo sintió como su felación rendía frutos, la verga de él se estaba poniendo dura, lo masturbó y lo miró, Joaquín la veía atento, nadie hablaba, Pao jaló a Jo y la sentó en la verga de su papá, Jo desconcertada se dejó hacer por su hermana menor, no entendía que es lo que quería, pues lo que ella esperaba era que Pao se sentara y se lo cogiera.
- Aaahhh—gimió Jo al sentir la verga de Joaquín de nuevo dentro de ella
Pao besó a su hermana y se acercó a Joaquín, se subió a horcajadas sobre el pecho de Joaquín mirándolo, se subió más y se acercó a el rostro de él que ya sacaba su lengua para chuparle la raja, pero Pao no le puso la raja, le puso la ingle izquierda en la boca, Joaquín entendió lo que quería, chupó con la misma intensidad que se lo hizo a su hermana mayor y la dejó marcada, Jo desde atrás sin dejar de menear las caderas vio la intensión de su hermana, sonrió por lo competitiva que era su hermanita, igual Joaquín se las cogía a las dos, así que eso era lo de menos, se movió con más intensidad para excitarlo y así marcara la piel de su hermanita.
Pao se levantó y miró su ingle, sonrió viendo una marca más grande que la de su hermana, volteo a ver a Jo que se seguía meneando y la hermana mayor entendió, se quitó y se puso al lado de su papa para besarlo mientras Pao lo cabalgaba, la cogida fue en silencio, nadie habló, solo se escucharon los gemidos y las respiraciones agitadas, Joaquín una hora después eyaculo dentro de Pao que nunca se bajó de él hasta sacarle la leche.
Las acostó y fue por su celular, les tomó fotos a las dos denudas, con leche en sus rajas y los chupetones en sus ingles izquierdas, la piel blanca de las dos hacía lucir muy visible la marca morada. Se vistió y salió de la casa, dejó a las hermanitas descansando y les dijo que no las llevaría a la escuela, resolvería unos asuntos y regresaría más tarde. Las niñas se quedaron dormidas del cansancio, eso sí, una sonrisa adornaba esos angelicales rostros.
*****
Joaquín tocó tres veces en la puerta de la oficina de Alvarado este abrió mirándolo sorprendido.
- Hola ¿qué haces aquí?
- Vine a visitarte carnal y darte una noticia.
- ¿Cuál?—dijo Alvarado invitándolo a pasar.
- Me la cogí anoche—dijo Joaquín desplomándose en un sillón.
- No—negó Alvarado con una sonrisa.
- ¿Quieres pruebas?
- Las exijo—dijo Alvarado sin dejar de reír dándole poca credibilidad a su nuevo socio y ya casi mejor amigo.
- Pues tómala—le dijo Joaquín arrojándole una tanga a las manos.
Alvarado tomó la prenda y la extendió usando ambas manos, era la sexy tanguita que Carla se había puesto para lucir sensual para Joaquín, en el área de la entrepierna tenía una mancha grande de flujo vaginal, incluso la mancha tenía forma de la vagina de Carla, Alvarado la acercó a su nariz y aspiró la fragancia de Carla, olía a mujer excitada, pero con una limpieza antojable.
- Hey, hey, no inhales demás jajaja—dijo Joaquín con falsa molestia.
- Eres un cabrón, aun no sé cómo logras estas cosas—dijo aventándole la tanga de regreso– ¿y las niñas?
- Las dejé más que cansadas, me las cogí hoy por la mañana a las dos.
- Debes tener cuidado y ellas no pueden faltar tanto, tengo control sobre calificaciones de Jo, pero Pao depende de otro maestro.
- Claro, claro, eso lo sé, pero hoy era festejo—dijo Joaquín, en eso sonó su celular, un mensaje entraba
“Hola mi amor, ¿cómo estás?”
Joaquín sonrió y le mostró el mensaje a Alvarado.
- Mira carnal, si la tengo comiendo de mi mano.
- Te digo, eres un cabrón
- Mira checa esto—dijo Joaquín texteando algo
“no dejo de pensar en ti, tengo mi mente nublada, solo puedo pensar en tu hermoso cuerpo ahora que lo he visto”
Le enseño a Alvarado que sonriendo negaba con la cabeza.
“¿si te gusto yo?”—contestó Carla apretando sus piernas de emoción.
“mucho, tanto que necesito verte ahora mismo”
“pero estoy trabajando, no puedo salir”—decía, pero si estaba excitada.
“bueno mínimo mándame una foto tuya, pero sexy, que me haga excitar”
“Jijiji, espera”—dijo Carla que se sentía atrevida.
Ella había escuchado un sinfín de historias de compañeras de todas las categorías en el hospital que le habían mando fotos comprometedoras a sus novios o amantes casados y la cosa nunca acabo bien, ella se auto prometió que si un día tenía un novio jamás haría eso, este día mandaba al carajo esa promesa y buscaba donde era seguro desnudarse para Joaquín, quería que la deseara más que a ninguna otra mujer.
La espera fue tan solo 3 minutos, el celular mando alerta de mensaje y en la pantalla se veía la leyenda “Imagen”, Joaquín la abrió y miró la foto que Carla le mandaba, era ella en una selfie en el espejo de algún baño, estaba con el chaquetín de enfermería abierto, su sostén subido y las tetas al aire, Joaquín se excitó, pero le presumió la foto a Alvarado que abrió los ojos como platos sorprendido, incluso le quitó el celular a Joaquín para agrandar la imagen y ver a detalle las tetas de Carla, eran firmes y muy estéticas, Alvarado sintió envidia de lo que Joaquín se estaba “comiendo”.
- Esta mujer está demasiado hermosa, carnal te volaste barda con ella—dijo Alvarado admirando la suerte que tenía su socio, sí que había encontrado el “dorado”
- Creo que iré a visitarla al hospital, a ver si logro cogérmela ahí, nunca me he cogido a una enfermera en su área laboral.
“hola, no contestas, ¿te gustó la foto?” era Carla, Joaquín la había olvidado
“perdón mi amor, es que no dejaba de ver tu imagen, no sé si sea correcto decirlo, pero estoy muy excitado”
“¿te digo algo? Yo también”
“¿Si?”
“sí, estoy toda mojada de la zorra”
Joaquín sonrió malicioso, sí que tenía de la mano a Carla, ya imaginaba su futuro con ella.
“Mi amor, perdón, ya me voy a ocupar, ¿te voy a ver a la noche?”—preguntaba Carla.
“si mi amor, por la cena no te preocupes, de eso me encargo yo”
Se despidieron como dos tortolos adolescentes, Joaquín sentía extraño, pues él nunca había vivido un noviazgo como tal, todo fue chicas pagadas, en la adolescencia no fue precisamente el más agraciado, volteo a ver a Alvarado que con una sonrisa lo veía, leía la emoción en su socio, Joaquín brincó al sentirse descubierto, Alvarado siguió sonriéndole.
- Carnal—dijo Alvarado con tono cordial– te voy dar el mejor consejo que alguien te puede dar, cuida a esa mujer y no hagas pendejadas, no todos los días encuentras al unicornio en el bosque, recuérdalo.
Joaquín solo asintió aceptando el sabio consejo, su socio tenía razón.
*****
Guillermo alias “el príncipe”, vestía un traje gris claro brillante, camisa blanca y corbata negra, traía su cola de caballo semicanosa y era ese sello distintivo que lo caracterizaba con ese apodo, “el príncipe”, era un ex militar, de 1.80 metros de alto, de fuerzas especiales, su gesto siempre era de enojo, su frente presentaba el dibujo constante de un rostro mal encarado, reía poco y cuando lo hacía de todas formas lucía molesto.
Cayó en las drogas y el alcohol y prácticamente fue rescatado por el obispo tirado en un callejón muriendo de hambre, en aquel entonces el actual obispo era tan solo un párroco, el príncipe le debía la vida a él, se convirtió en su mano derecha y nunca titubeo en hacer lo que el obispo le pedía, ahora a sus 55 años era un veterano sumamente experimentado en “solucionar” problemas.
El obispo le había encargado un problema a resolver, su hijo nuevamente se había metido en problemas, recordaba aún con fastidio como tuvo que “convencer” a la novicia y su familia de que olvidaran la golpiza y violación que el estúpido mocoso de Damián le puso, la familia asustada con las amenazas del “príncipe” retiró del convento a su hija que jamás volvió a tocar una zona eclesiástica y nunca más supieron de ella.
Entró a la iglesia, esta estaba desierta, cerró la puerta con candado, en silencio caminó a la sacristía, conforme se fue acercando escuchó rumores que se fueron convirtiendo en gemidos, sin preguntar ni tocar abrió la puerta, Nidia la feligresa que estaba próxima a casarse y que asistía a las pláticas prematrimoniales, estaba empinada sobre la mesa de la sacristía, sus enormes tetas estaban liberadas y pegadas a la mesa bamboleándose al ritmo de la cogida, ella estaba con los brazos abiertos sosteniéndose al mismo tiempo de los borde laterales de la mesa para resistir los embates que le daba Damián desde atrás.
- Tu culo, te lo bendigo—decía Damián mirando la zona de la penetración.
- Si padre, bendígamelo todos los días—decía la excitada Nidia mientras era enculada, casi no se le entendía, pues traía su pantaleta en la boca.
A pesar del miedo que sentía Damián continuó con las pláticas prenupciales, Nidia se enteró del asalto injusto e impune que sufrió el cura y se ofreció a acompañarlo para cuidarlo, curarle las heridas diariamente y protegerlo de un nuevo episodio, obvio que desde el primer día se la cogió, ella feliz iba todos los días a recibir la sagrada bendición de Damián.
El príncipe se quedó parado, en posición de descanso con sus piernas ligeramente separadas y sus manos juntas al frente a nivel de sus cintura, en la típica posición de descanso militar; se quedó en silencio mirando la feliz pareja que cogía en plena iglesia, Damián subió sus ojos y vio al príncipe, se quitó de Nidia asustado, ella al sentirse desacoplada abrió los ojos asustándose al ver a alguien más ahí, como pudo acomodó su blusa guardando sus tetas y mientras bajaba la falda sacó la pantaleta de su boca que Damián le había metido para mitigar el ruido, tomó su bolsa y salió acomodándose la ropa con su tanga hecha bola en una mano.
- ¿Qué haces aquí?—preguntó Damián subiendo el cierre de su pantalón.
- Me mando tu padre—dijo el príncipe sin cambiar de posición viendo de reojo a Nidia que salía apresurada.
- Hubieras mínimo hablado para saber que venías
El príncipe no contestó, solo lo miró con esa mirada dura que hacía quebrarse al más fuerte, Damián se estremeció, había escuchado historias de lo que el príncipe era capaz de hacer.
- ¿Y qué es lo que quieres?
- Información
- ¿De qué?—dijo abrochándose el pantalón-
- Tú sabes de qué—dijo con voz áspera de pocos amigos.
- Me dijo mi papá que me olvidara del asunto—ahora se abrochaba el cinto.
- Así es, tú te vas a olvidar del asunto, pero yo no y necesito información—le hablaba rudo, nunca le gustó el mococete, sentía que no era digno del carácter de su padre, el obispo y su actual mentor.
Damián ya no quiso discutir, le dijo todo, no omitió ningún detalle a pesar de la muecas de asco que el príncipe le hacía y la negación que hiso con la cabeza juzgándolo mientras él hablaba, el príncipe lo interrumpía haciéndole preguntas clave de información y detalles, copio en una pequeña libreta la dirección de las niñas, Damián aun guardaba los mensajes en su celular, el príncipe tomó notas de ellos, él no usaba celular, se quedó en la época donde no se usaban, para él eran solo un estorbo, los que realmente necesitaban buscarlo sabían dónde encontrarlo.
- Bien, tengo todo lo que necesito, continua con tus asuntos—dijo mirándolo de arriba abajo con desprecio antes de girarse y darla vuelta.
Salió el príncipe de la sacristía, afuera estaba Nidia sentada en una banca toda hecha nervios, pues no había podido salir por el candado superior que el príncipe puso en la puerta, la pobre era bajita y por más que brincó no lo alcanzó, resignada se quedó sentada en una de las bancas de la iglesia, el príncipe pasó a su lado indiferente, sin mirarla, su gesto siempre de enojado, las líneas de expresión muy marcadas, Nidia agachó la mirada ocultando su rostro, mirando al suelo de un lado a otro; mientras el príncipe iba a la salida escucho como Damián la llamó de nuevo.
- Nidia, hija ven por favor
- Pero padre—dijo Nidia mirando al príncipe que se iba
- No le des importancia, sigamos en la que estábamos, recuerda que te iba a bendecir el culo—le dijo Damián fuerte sin importar si era escuchado.
Damián la tomó de la mano y la jaló hacia él, la mano de él se perdió bajo la falda de Nidia, se excitó, el “príncipe” lo iba a resolver, les daría una paliza como mínimo a sus agresores.
El príncipe escuchó como nuevamente la sacristía se cerraba metiendo a Nidia en ella, eso no le interesaba, le era indiferente, aunque le molestaba lo fácil que este padrecito perdía la razón por cuestiones de faldas, eso era lo que lo había metido en problemas, pero eso no era su asunto, ahora tenía un objetivo más importante.
*****
Arturo “el puma” miraba con nostalgia el celular, no había recibido mensajes de las niñas desde hace mucho, no se atrevía a saludarlas, pues sospechaba que posiblemente las habían descubierto, eso sí sería grave, era no solo eran menores, era unas verdaderas niña de 9 y 7 años, pero las ganas de estar con ese par fue más fuerte, apuró su cerveza, estaba en una cantina con unos amigos.
Paty la chica nueva y muy atractiva le había mitigado las ganas de mujer, pero no era lo mismo, extrañaba a Jo. Paty era atractiva, había que reconocer eso, pero el puma tenía que hacer casi todo; si, ella dejaba hacer de todo, como metérsela por el culo y esas cosas, pero extrañaba la iniciativa y lenguaje vulgar que esa atrevida niña era capaza de hacer y decir.
Se despidió de sus amigos y tomó su taxi, eran cerca de las 7:30 pm cuando decidió ir a pasar por la casa de la hermanitas, la ventaja de tener taxi libre era esa, que podía andar por donde quisiera sin levantar sospechas, cerca de la casa decidió estacionarse y contemplar con nostalgia la casa, aunque fuera de lejos.
El puma recordaba esas sesiones sexuales que tuvo con Jo y con Pao, su verga se erectó, la acarició por encima de su pantalón, cerró sus ojos un poco, pero los abrió de nuevo, pues aunque no era de noche y estaba en la vía pública; de repente algo llamó su atención, un auto se estacionó más cerca de la casa y nadie bajo del vehículo.
La persona que lo conducía apagó el motor y observó hacia el mismo lugar que él observaba, la casa de las hermanitas, la excitación desapareció y su instinto de peligro se activó, sentía que algo no andaba bien con ese vehículo, el conductor fumaba y miraba con la paciencia de alguien que vigila y no tiene prisa de irse hasta ver lo que necesita.
Hubo movimiento en la casa, el puma vio salir a un tipo algo panzón y de mediana estatura, lo vio abordar un auto y partir, el conductor se agachó como si escribiera algo, se mantuvo unos 15 minutos observando y partió.
El puma hizo lo mismo y a una distancia prudente lo siguió hasta que se detuvo en un antro tipo burdel y cantina, a una distancia prudente se estacionó y cuando vio que entró lo siguió.
El lugar era lo que se esperaba encontrar, chicas en poca ropa, algunas bailando en una pista, otras acompañando a los hombres tomando alcohol y riendo; se quedó un momento parado moviendo su mirada lentamente hasta que localizó su objetivo.
Lo reconoció, era el príncipe, el muy bien conocido matón del obispo, el puma andaba en los barrios bajos, no se metía con la mafia, pero sabía quiénes eran los que participaban, vio que este se sentó con dos hombre corpulentos en una mesa cerca de la barra, el puma lentamente sin llamar la atención se sentó en la barra de espaldas al príncipe, no era visto por él, pero el puma si podía escuchar todo lo que hablaban.
- Pues como les decía, este pendejo se metió con una hija de alguien pesado de la mafia rival, le dieron una paliza que casi lo mandan al hospital, el jefe quiere que averigüe quien es, hoy fui a la dirección donde viven esas niñas pero no vi nada inusual.
- ¿Entonces no son de la mafia?—preguntó uno de los grandulones
- Obvio que sí son pendejo—dijo el príncipe molesto por la estupidez de sus compañeros, no eran precisamente unas mentes brillantes, pero eran efectivos para lo que él necesitaba—estos así juegan, son doble cara y esos son los más peligrosos.
- ¿Entonces qué hacemos jefe?—volvió a preguntar el primer grandulón.
- De momento nada, no hay prisa, estaré vigilando esa casa y quienes la visitan, ya les avisaré cual es el movimiento, por lo pronto tu “oso” averíguame el dueño del carro de esta placa.
- Si jefe– dijo el segundo grandulón, uno muy moreno y barbón.
Los dos grandulones le hicieron reverencia, el príncipe se levantó y salió del lugar, eso dejó al puma muy desconcertado, ¿acaso esas niñas eran hijas de algún “cabeza grande” de la mafia? Él no había escuchado algo de eso y en la casa no vio ni siquiera una foto de algún papá o imagen masculina.
Salió unos minutos después subió a su taxi y una angustia lo invadió, las niñas estaban en peligro, quien quiera que fuera su papá ellas estaban en medio del fuego cruzado que se llegase a dar, se dirigió a la casa de Paty, el lugar donde dormía desde hace tiempo, el novio de Paty se atrasó por cuestiones de auditorías, era transición entre dos empresas y lo ocuparon más tiempo dejando a su flamante novia sola.
Toco tres veces, hiso su toquidos especial para que Paty supiera que era él, después de los toquidos especiales escuchó los pasos de Paty que casi corriendo fue a abrirle, traía una blusa grande que casi le llegaba a medio muslo, sus ojos se iluminaron cuando vio que era el puma, ya su corazón se había agitado de tan solo escuchar los toquidos, brincó y se colgó de su cuello y lo besó con una pasión, que tal vez ni a su novio “fresa” le demostraba.
- Llegaste mi amor, pensé que hoy no vendrías—dijo mordiéndose el labio y agitándose inquieta colgada de él.
- Estaba algo ocupado
- ¿quieres una cerveza?
- Si pequeña
Paty lo soltó y corriendo fue a la nevera trajo dos y las abrió dándole una a él que ya estaba en la sala sentado, ella se sentó al lado de él pero de frente con sus piernas cruzadas demostrando su pantaleta, chocaron botellas y brindaron. El puma aún estaba preocupado.
- ¿Pasa algo mi amor? Te noto raro—le preguntó Paty viendo como el miraba la nada mientras le daba una trago a la cerveza.
- No bebé, solo que fue un día pesado
- Pues ya estás aquí mi amor y yo te haré sentir mejor—dijo abriendo un poco más las piernas para acercarse a él y besarlo, después se separó—te tengo una noticia
- ¿Cuál?
- Mi novio no vendrá hasta dentro de un mes, me hice la enojada y todo, pero estaba brincando de emoción sabiendo que estaríamos más tiempo juntos, hasta me masturbé como me enseñaste—lo miró a los ojos buscando su mirada– ¿No te da gusto?
- Si bebé mucho—dijo el puma mirándola, pero no había mucha emoción en su rostro.
Paty se volteó y se recostó en las piernas él, tomó los brazos del puma y los cruzó frente a ella, así como auto abrazándose con los brazos de él.
- ¿Sabes? He pensado en algo
- ¿En qué?—preguntó el puma aún preocupado por las niñas mientras le daba un trago a su cerveza.
- ¿Y si corto a mi novio?—preguntó ella despacito.
El puma reaccionó a lo que le decía, dejó de pensar en las niñas y se concentró en ella por primera vez desde que llegó.
- ¿Y por qué harías eso?—le preguntó mirándola.
- Pues para estar contigo, ya bien como pareja formal, te presentaría a mis papas y así no tendríamos que escondernos.
- No, no hagas eso—le dijo el puma serio—tu novio es subgerente de una empresa transnacional, su futuro es prometedor, esta joven, de tu edad y empiezan una vida, yo ya hice esa vida, no puedes estar conmigo, no te convengo.
- ¿No me quieres?—preguntó Paty desenredándose de los brazos y poniéndose de frente a él.
- No es eso, es que yo no te voy a poder dar lo que él te da.
- Sí, eso dices siempre, pero él no puede darme lo que tú me das—dijo Paty con tono triste—estos días hicieron que me diera cuenta de eso.
Paty si bien llegó ilusionada a la ciudad, con un prometido flamante y una vida prometedora, se topó con el puma, que le enseño el verdadero orgasmo, ahora que lo conocía ya no quería perderlo y estaba dispuesta a dejarlo todo por el puma.
- Perdón, creo que estoy confundiendo los sentimientos que ya tenías con tu novio, creo que mejor me voy– Hizo un ademán de levantarse
Estaba con su mente en otro lado y ahora Paty le decía que quería hacer una vida con él, eso lo sacó completamente de donde estaba y no es que él fuera malo, solamente que ya había probado el compromiso y esa etapa ya había quedado atrás, ahora disfrutaba su soltería y no quería regresar a estar solo con una mujer, pero Paty estaba tomando otro camino, así lo sintió él y si iban por caminos diferentes lo mejor era terminar y dejar que ella continuara con su vida como antes la tenía.
- No te vayas—dijo impidiendo que se levantara– ¿Por qué te quieres ir?
El puma se le quedó mirando, con esos ojos azul profundo que habían enamorado a más de una mujer.
- Perdón, no quiero que pienses que estoy jugando contigo, por eso te digo que yo ya no quiero compromisos, ya lo viví y ahora estoy bien así como estoy; tu no, tú sí necesitas ese compromiso.
- Quédate—le dijo ella sin dejar de mirarlo, su mirada era de angustia como no escuchando lo que él le decía.
- Pero no puedo darte ese compromiso que tu quieres
- Ok, no me importa eso entonces—dijo ella angustiada de que se quería ir de ahí y no volver a verla—ya no vuelvo a decirlo, está bien seguiré con mi novio, pero quédate al menos hasta que él llegue y hazme sentir la mujer más dichosa del mundo—hizo una pausa y buscó su mirada–hazme sentir mujer, lo necesito.
Al decir esto ella le tomo la mano y la llevo a su entrepierna, el puma sintió la suavidad de esa vagina por encima de la suave pantaleta que se empezó a mojar, el puma miró la cara de abnegación de ella, haría cualquier cosa para que se quedara esos días que no estaría su novio y muy seguramente lo buscaría para verse a escondidas cuando él llegara a la ciudad, ya había vivido mucho esas historias, Paty le había dado hasta el culo para complacerlo, ahora le suplicaba que la hiciera suya esos días, el puma respiró hondo y metió su mano más bajo del blusón de Paty que abrió sus ojos y su boca al mismo tiempo que fruncía el entrecejo de placer, al sentir la mano de su macho abrirse paso por su pantaleta hasta llegar a su mojada vagina.
- Aaahhh mi amor
La sesión pasional comenzó y duró dos horas en las que el puma le hizo de todo, quiso probar que tan lejos llegaba y después de metérsela en el culo y vaciar su leche, se la metió en la boca y ella sin protestar se la mamó, eso lo excitó y se puso duro de nuevo, Paty al sentirlo se puso sobre él y se auto sodomizó hasta sacarle la leche nuevamente
- Si mi amor, lléname, hazme lo que quieras, soy tuya aaahhh
Decía Paty sin dejar de dar fuertes sentones para darle placer al puma con su culo para convencerlo de que se quedara con ella al menos esos días y cuando su novio llegara lo seguiría viendo, no sabía como, pero su vagina chorreaba imaginándolo, él no supo en que momento se quedó dormido aun con Paty encima cabalgándolo sacándole las últimas gotas de leche.
Continuará.
Uy que rico, te haces esperar adalberto, tus relatos son riquísimos….