Pervirtiendo a una nena inocente capítulo 23 final. Parte 2
última parte del capítulo final..
continuo con la segunda y final parte.
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Esa misma mañana
Carla se secaba después de bañarse, se sentía muy excitada, nunca antes en su vida había experimentado todas esas cosas que ahora hacía, Jo entró al baño, la puerta no tenía seguro, ya tenían prohibido ponerle seguro.
- Jo, ¿qué haces?—preguntó Carla tapándose con la toalla, aunque fue mero reflejo, después se la quitó.
- Me voy a bañar mami.
- Está bien, déjame salgo.
Jo se paró frente a su desnuda madre y miró a detalle el chupetón que traía en el pecho izquierdo, era grande y nuevo, traía más en el cuerpo, pero este era nuevo.
Si te gusta mucho Joaquín ¿verdad?—dijo acariciándole el chupetón, Carla se puso roja.
- Sí, mucho—dijo toda roja–eso ya lo sabes.
- ¿Anoche que te hizo Joaquín que te quejaste tanto?
- Johana, ¿cómo preguntas eso?
- Andas mami, es cosa entre mujeres, a mí me puedes contar todo.
- Jo, pues, él y yo… hicimos una forma diferente de amarnos, cuando seas grande lo sabrás.
- No mami, dime ahora, anoche vi algo, dime, anda
- Ay Jo, eres incorregible—dijo Carla algo resignada, pues sabían cuan terca y obstinada era su hija, además la noche anterior la había visto como Joaquín la lubricaba con vaselina—pues lo hicimos analmente
- ¿analmente?—Jo abrió sus ojos verdes–¿eso se puede?—su actuación era de película.
Carla miró el techo como analizándolo.
- Si, Jo, si se puede, pero se requiere de preparación
- Quiero ver—dijo Jo brincando.
- ¿qué?
- Quiero ver cómo te quedó
- No Jo, ¿cómo crees que te voy a enseñar el culo?—Carla se sintió muy rara, pues le dijo culo sin que Joaquín se lo pidiera.
- Anda mami, déjame ver cómo te quedó el culo, solo será entre nosotras, anda, será cosa de chicas—Jo juntaba sus manitas en posición de súplica.
Carla la miró resignada, ya no le importó que también lo llamara culo.
- Está bien, pon seguro
Jo puso seguro y cuando volteo su mamá ya le daba la espalda y se empezaba a agachar, separó su nalga con una mano.
- ¿Ahí ves?—dijo volteando la cara para verla
- No mami, no se ve, deja lo abro yo.
Carla abrió sus ojos cuando sintió las manos de Jo separar sus nalgas.
- Guau, entonces así es como queda el culo después de que te la meten ahí—decía Jo agachada atrás de su madre.
Carla se iba a levantar, pero Jo la detuvo.
- Espera mami, dime algo ¿te duele tu culo?
- Un poco—dijo Carla continuando agachada.
Abrió nuevamente sus ojos cuando sintió la lengua de Jo posarse sobre su ano, fue tan repentino que no supo cómo reaccionar, la lengüita de su hija pasaba de arriba abajo y viceversa.
- Jo, ¿qué haces?—preguntó volteando hacia atrás.
- Te curo mami—dijo Jo con su vocecita inocente—alguien me dijo que cuando pones salivita se cura más rápido; así, si Joaquín quiere metértela por el culo, ya estas curadita.
- No tienes que hacer eso—decía Carla sin moverse de posición.
- Quiero ayudarte mami, déjame curarte, para qué estés lista para Joaquín y que no se vaya.
Carla se enterneció con su hija, era tan limpia e inocente, que no quiso ensuciar esa mente con cosas malas, así agachada se dejó lamer pos su hija quela tomó de ambas caderas y enterró su cara entre las nalgas maternas.
Jo intencionalmente bajaba su lengua rozando la raja de Carla, que ya estaba mojada, Carla pensaba que era accidental, no le daba importancia, pero abrió su boca por reflejo cuando Jo la pasó desde el introito hasta el culo, la lengua de ella entró un poco, la dejó hacerle una veces más, cuando sintió que se estaba empezando a mojar mucho la detuvo.
- Ya mi amor—dijo levantándose lentamente—ya me siento mejor, gracias
- Por nada mami—dijo dándole un beso en su boca, Carla le correspondió, pues no vio malicia en él.
- Cuando Joaquín te la meta por el culo, dime, para curarte con salivita ¿sí?—lo dijo con la cara más fingida de inocencia que pudo, Carla lo compro, vio sinceridad en ella
- Si mi amor, yo te aviso—dijo frotándole su cabello
Carla salió del baño dejando bañarse a su hija, no la vio desnuda, sino habría visto el chupetón que Joaquín le hizo en su ingle, entró y Joaquín estaba buscando ropa.
- ¿Por qué tardaste tanto mi amor?—preguntó Joaquín
- Me tarde porque… me estaba masturbando—Carla mintió parcialmente, no quiso decirle lo que Jo le había hecho.
- Me encantas cuando dices eso.
- Pues más te va encantar cuando te diga que lo hago pensando en ti.
- Te amo—dijo Joaquín dándole un beso
- Y yo a ti, ¿no te bañas?
- Luego, bajo a preparar el desayuno para todos y después me baño
Desayunaron los tres amenamente, Joaquín preparo hot cakes y huevos con tocino para él, cuando Jo se sentó vio en su plato el doble de ración de hot cakes, volteo a ver a Joaquín que malicioso la vio, ella no fue al baño por orden de él, sabía que debía pagar su deuda.
- Bueno mi amor, ya me voy, no tardes, las niñas deben llegar temprano, bueno, que te digo, tu trabajas ahí y sabes lo estrictos que son
Sonrió despidiéndose de los tres que se miraron cómplices.
Ya solos los tres.
Unas horas después de Carla saliera de su casa rumbo al trabajo y con la tranquilidad de que Joaquín las llevara a la escuela.
Carla en su trabajo aún sentí su culo hinchado, pero apretaba sus piernas sintiéndose excitada por eso, no tenía ni idea lo que pasaba en su casa.
- Si papi, dame fuerte, si así… aaahhh
- Te voy a partir mi putita.
- Si, aaahhh chíngame el culo fuerte… aaahhh, chíngamelo como a una puta, dame más, sé que puedes, ayúdame… sácame la pinche mierda con tu verga… aaahhh.
Joaquín estaba como poseso atrás de Jo, ella estaba apoyada con sus manos en los azulejos del baño, Joaquín la tomaba por ambas caderas y la penetraba una y otra vez abriendo su boca y frunciendo el entrecejo, Pao filmaba con la cámara nueva de Joaquín la bizarra escena que se daba en la regadera de su casa, Jo no dejaba de decir obscenidades, Joaquín se prendía con ellas.
Jo le había cumplido su promesa a Joaquín, solo le pidió que la llevara a la regadera y ahí se la cogiera por el culo hasta hacerla defecar, como siempre, la pequeña terminó cediendo a las perversidades de su nuevo papá, que no titubeaba en pervertirlas y emputecerlas más.
- Si, fuerte, si quieres sacarme la pinche mierda tienes que darme más fuerte por el culo… aaahhh—decía la pequeña volteándolo a ver con cara de enojo.
- Toma puta, toma.
Decía Joaquín con el ceño fruncido totalmente concentrado en romperle el culo infantil a Jo, que con sus caderas e injurias lo incitaba a darle muy fuerte.
- Si papá, ya me estas sacando la mierda, ya la siento, auch… auch… auch—se empezó a quejar la niña por los cólico intestinales que iniciaban.
Jo volteo hacia atrás para intentar ver a Joaquín, su cabello estaba adherido a su espalda sudada por el esfuerzo de aguantar los embates sin misericordia de Joaquín.
- Toma puta—decía Joaquín apretando los dientes todo fúrico penetrando por el culo a Jo—toma puta, te voy a regresar la mierda hasta que se te salga por la boca, te voy a sacar la mierda como la puta que eres
- Si, tu puta… aaahhh… dame… dame como a una puta… ay… ay…ay
Joaquín arremetió una y otra vez, sintió como la mierda empezaba a querer salir, pero así la siguió penetrando ante los quejidos de la niña que sentía su intestino reventar al sentirse llena de mierda y sodomizada por su nuevo papá.
- Toma puta, te voy a empacar el culo de mierda con mi verga—decía loco de lujuria, gotas de sudor caían de su rostro.
- Ay… ay… ay—gritaba Jo con los ojos muy abiertos al sentir los terribles cólicos.
Joaquín ya sentí la mierda rodear su verga, era un depravado y pervertido, eso lo excitaba mucho, el sentía como su fuera betún tibio de pastel; no paro de darle por culo a Jo hasta que vio como la mierda empezó a salir por los costado de su verga que salía y entraba como pistón, le dio tres empujones bestiales, que hicieron a Jo poner los ojos en blanco de dolor y se retiró bruscamente.
La mierda saltó hacia la regadera desde el culo de Jo.
- Aaahhh—gimió Jo arqueando su cabeza hacia atrás cuando sintió que cedió el dolor cólico que traía al empezar a salirle la mierda.
Pao se acercó para filmar como la mierda salía del culito de Jo, era más como nieve de chocolate, hasta eso era artístico en Jo, arqueó su espalda para que elevar su culito y empezó a arrojar trozos de mierda.
- Aaahhh… aaahhh—gemía cada que salía un trozo.
Joaquín desde atrás veía la escena, su verga seguía dura, admiraba como Jo hacía la escena muy erótica, pues daba brinquitos toda arqueada hacia atrás cada que aventaba algo de mierda.
Dio un último pujido y ya no salió más excremento, respiro hondo recuperando el aire, la regadera apestaba, pero nadie le daba importancia a eso.
- Ya papi, ya acabe de cagar—dijo girando su cabeza sin dejar de recargarse en los azulejos—gracias por ayudarme a cagar, eres el mejor papa del mundo ¿cómo quieres que te premie por ser el mejor?—decía ella sacando su lengua y pasándola obscenamente por sus labios, respirando agitadamente mientras meneaba su culito.
Joaquín loco de lujuria se acercó a ella, la jaló y la hincó frente a él, ella sonriendo se dejó hacer, hasta donde estaba llegaba el olor a mierda, Jo era una niña, pero su excremento ya olía mal, aun así aguanto el asco, sabía que la escena debía salir perfecta, aunque si le preocupaba si su papá iba a querer metérsela en la boca, no sabía que tanto podía aguantar el vómito si así lo hiciera.
- Ahora si—dijo Joaquín relamiéndose los labios mientras se masturbaba en la cara de Jo.
Él se masturbaba pero no le metía la verga en la boca, quería hacerlo, pero si lo hacía podía provocar vómito en Jo, mejor no se arriesgó, ya habría tiempo de hacer marranadas, se masturbó hasta que sintió que la leche le iba a salir, le quitó la cámara a Pao, que cerca de ellos filmaba, y desde arriba grabó como Jo mantenía su boquita abierta con su lengua de fuera, la verga estaba cerca de su boca, pero no hacía contacto, sin embargo cuando era sacudida por Joaquín casi tocaba la punta de la lengua.
- Aaahhh mi putita ahí va mi leche… aaahhh
Eyaculo chorro tras chorro en la boquita de Jo, que sin cerrar la boca recibió toda la carga, retiró su verga para que Jo mostrara a la cámara toda la eyaculación; Jo no solo la mostró, jugó con ella mirando directamente a la cámara, era el estilo gonzo de filmación, Joaquín se movía hacia un lado y Jo lo seguía girándose jugando con el semen en su boca, finalmente Joaquín hizo un close up justo cuando Jo tragaba todo el semen volviendo a abrir su boca para mostrar que no quedaba nada de rastro del mismo en su boquita.
- Eres el mejor papá del mundo—dijo relamiéndose los labios sin dejar mirarlo con lujuria.
- ¿Por qué mi putita?—pregunto Joaquín acercando la cámara a los ojos claros de Jo.
- Porque no solo me ayudaste a cagar, también me diste lechita de desayuno para que crezca sana y fuerte y todo solamente con tu verga.
- Ahora si mi putita—le dijo Joaquín parando la grabación y entregándole la cámara a Pao que atenta la tomó.
- ¿Qué papi?—Jo preguntó inocentemente, aún hincada, no esperaba lo que le iban a hacer.
- Esto mi putita.
La tomó de la nuca y le metió la verga en la boca, Jo abrió sus ojos como platos cuando sintió la verga sucia entrar en su boca, honestamente ya antes había probado un poco de mierda, porque cuando se la jodía por el culo una que otra vez salió sucia y aun así se la mamó, pero había sido poquita, no como ahora que era una cantidad importante de mierda, Jo sintió el sabor pleno aunado al olor, la verga de Joaquín aún estaba dura por lo que le llegó hasta la faringe, Jo trató de retirársela, pero él era más fuerte y se la metió riéndose perversamente.
Pao por instinto prendió la cámara y grabó como su papá le metía la verga en la boca a su hermana, muchas veces lo había visto hacerlo, pero no como ahora, ahora era diferente, ni ella hubiera podido siquiera olerla, ahora su hermana la tenía toda en su boquita.
- Guarc… guarc
Hizo dos arcadas de vómito, no soportaba el asco, Joaquín la sostenía por la nuca con ambas manos impidiendo que ella la sacara, sus ojitos estaban abiertos del susto.
- Toma puta, ahora sí, trágate toda la mierda—dijo él apretando los dientes con cara fúrica.
- Guarc
Joaquín había desarrollado otra erección, de hecho ni siquiera la había perdido, su mente estaba nublada de perversión y cuando eso pasaba su verga no perdía dureza y podía eyacular dos veces seguidas.
- Guarc
Jo seguí haciendo arqueos, sus ojitos rojos soltaban lágrimas, en ese momento Joaquín maldijo el por qué no la maquillo, sería muy excitante verle las lágrimas negras escurriendo por sus hermosas mejillas.
- Aaahhh si mi puta, que rico siento metiendo tu mierda a la boca, aaahhh
Joaquín se arqueaba hacia atrás mirando el techo con los ojos en blanco, no soltaba a Jo que ya no hacía tanto arqueo, había bloqueado el asco y soportaba más los embates que su papá le daba en su garganta con su verga.
- Mmmggghhh
Jo ya solo gemía con la verga dentro, empezó a relajar su boquita, sabía que si papá no se quitaría por nada del mundo, así que mejor se relajó para dejarlo sentir placer metiéndole la mierda a su boquita; total no sería la primera y al parecer tampoco la última vez que lo haría, conocía bien a su papá y no desistiría por nada del mundo. Joaquín había descubierto una forma más de emputecerlas.
- Aaahhh
Joaquín gimió cuando sintió que la misma Jo empezó a mover su cabeza de adelante a atrás y viceversa.
- Si, así mi puta… aaahhh… como me gustas—dijo soltándola.
- ¿Te gusta papi?—dijo Jo desde abajo lamiendo la verga mientras la masturbaba— ¿te gusta hacerme comer mi propia mierda?
- Si—dijo entre gemidos y titiriteros de placer.
- Pues hazlo, hazme comer mi propia mierda con tu verga, pero dámela con tu leche, avienta tu leche en mi boca—dijo masturbándolo rápidamente.
Jo lo miraba mientras hablaba y entre palabras lo mamaba, Joaquín jamás se sintió tan cerca del cielo como en ese momento.
- Ya no aguanto, te hecho los mecos dentro—dijo tomándola de la nuca nuevamente con ambas manos y moviendo su cadera de forma bestial—aaahhh… aaahhh
Gimió mientras eyaculó su leche dentro de la boquita de Jo, que a ojos cerrados aguanto cada empuje bestial y sin compasión que su papá le dio.
Pao miraba la escena y filmaba, se estaba excitando viendo a su hermana, Jo era mejor que ella para el sexo, siempre hacía algo más de lo que la propia Pao era capaz de hacer, Jo tenía mucha imaginación al hacer y decir las cosas, se sintió celosa de no poder darle el mismo placer que ella a su papá, pero aun así se tocó su rajita con su dedito y suavemente jugó con su botoncito de placer. Se movía mucho mientras se masturbaba, lo bueno era que la nueva cámara de Joaquín venía con estabilizador de movimiento.
- Aaahhh, que rico sentí—dijo Joaquín una vez eyaculado toda su leche dentro de la boquita de su futura hija legal.
Joaquín se retiró de Jo y se recargó en la pared de la regadera recuperando el aire, desde ahí vio como Jo empezó a perder excitación y la cordura le regresó, eso junto con la sensación de semen mezclado con mierda, ya no aguado más, se levantó corriendo y fue a la taza del baño donde vomito todo, incluso el desayuno.
Se lavó los dientes y aun con cara de asco abrió la regadera y frente a un exhausto Joaquín lavo sus huecos de los restos de excremento que quedaban, de hecho se lavó dos veces para que se fuera el olor.
Volteo a ver a Joaquín y tomó la regadera tipo teléfono y ella misma le lavó la verga, Joaquín la miraba desde donde estaba, una vez limpio lo volteo a ver mientras sujetaba su verga.
- ¿Te gustó?—preguntó Jo lavándolo y masturbándolo al mismo tiempo.
- Si mi putita, mucho.
- Ya ves papi, te dije que te iba a cumplir y lo hice. Pagué mi apuesta.
- Si mi putita, fue delicioso.
- Pero papi, te excediste ¿no crees?
- ¿Por qué?
- Pues anoche te jodiste a mi mama por el culo, dos veces y hoy me hiciste cagar a mí y además de eso me hiciste comer mi mierda, ¿no tiene límites?
- No mi putita, nunca los tendré, ¿te molesta?
- No papi, yo te amo así como eres.
Se acercó a él poniéndose de puntitas y lo beso en la boca, el beso terminó en un magreo de Joaquín sobre ella mientras le metía lengua en la boca.
Joaquín en ese momento pensaba si realmente se había pasado con esas tres mujeres, no sabía si podía llegar al límite de Carla y terminaría dejándolo, pero era demasiado el placer que sentía, recordó la noche anterior cuando Carla le entregó su culo por primera vez. Se volvió a excitar mágicamente, cargó a Jo y se la metió en la raja, ella feliz lo recibió sin dejar de besarlo, así se fueron a la cama seguidos por Pao, que también esperaba su ración de sexo matutino.
Joaquín eyaculo por tercera vez en esa mañana, lo hizo en la rajita de Pao mientras sus lenguas se enroscaban, en un beso impropio para una nena inocente de esa edad con un hombre adulto y maduro.
*****
Varios días después.
Alvarado en su oficina, revisaba tareas de sus alumnos, estaba tranquilo cuando su celular timbró.
- Hola—contestó con su voz aterciopelada.
- Hola carnal, necesito que vengas a la casa de las niñas, pero a la de ya—era Joaquín, su voz se oía alterada.
- ¿Pasa algo malo?
- Sí, estamos en problemas.
Alvarado maldijo para sus adentros, seguramente Carla lo había sorprendido cogiéndose a las niñas, pensó en todas las posibilidades desde colgar y bloquear el número, hasta ir corriendo a ver qué había pasado, decidió por lo último.
- Voy para allá.
Llegó y vio el auto de Joaquín estacionado afuera de la casa, atrás de este estaba estacionado un taxi, prudentemente se estaciono a unos metros de estos.
Tocó la puerta y Joaquín le abrió, su semblante era serio.
- ¿Qué pasó?—preguntó Alvarado casi al instante.
- Pasa, hay que hablar.
Alvarado entró y en la sala sentado vio a un hombre, este al verlo se levantó, era el puma, los dos se quedaron uno frente a otro, mirándose a los ojos al mismo tiempo que se estudiaban, la posición de sus mano no era en guardia, pero tampoco en descanso, estaban en la posición de precaución en caso de pelea.
El puma tenia nudillos curtidos, en más de una ocasión había peleado a golpes, el ser taxista lo exponía a discusiones frecuentes con otras personas que manejaban, más de una discusión o un insulto con el claxon terminaron en una pelea callejera, el puma era bueno peleando, lo hacía con frecuencia y nunca había recibido un golpe en la cara, era muy hábil.
Alvarado por otra parte, como bien lo decía su profesión, no era de pelea frecuente, pero en su juventud varias veces lo hiso, había estudiado kung fu en la secundaria y preparatoria, incluso había ganado medallas en varios torneos, sabía defenderse y ser ofensivo en el ataque. En pocas palabras y resumiendo, tampoco había perdido una pelea.
Los dos de frente mirándose y estudiándose se veían impresionantes, altos de 1.85 metros, manos fuertes, hábiles y letales en la pelea, ninguno hacía una expresión diferente al ceño semi fruncido, se miraban de arriba abajo, se estudiaban, Joaquín los interrumpió.
- Alvarado, él es Arturo, lo apodan el puma, tiene algo importante que decirnos.
- ¿Sí?—contestó Alvarado sin dejar de vigilar con la mirada al puma–¿qué cosa?
- No me conocen, pero debo advertirles que están en un gran problema, al cura que golpearon…
- ¿Cómo sabes eso?—lo interrumpió Alvarado.
- Déjalo acabar– le dijo Joaquín mirando a los dos.
- Ese cura es hijo del obispo, y el obispo es el que controla la mafia en el sector norte de la ciudad, controla el contrabando que entra de USA, drogas, trata de mujeres, en fin es toda una organización.
- ¿Y qué pasa con eso?—volvió a preguntar Alvarado en tono espetante.
- Pues que a ustedes ya los tienen identificados, los han estado vigilando desde hace semanas.
- ¿Y tú por qué te interesas en ayudarnos?—preguntó Alvarado.
- Digamos que me interesa el bienestar de las niñas.
Al decirlo tanto Alvarado como Joaquín voltearon a ver a Jo y Pao, las dos se pusieron rojas de la cara, mas Jo cuyas fosas nasales marcaron lo nerviosa que estaba, los dos serios la miraron amenazante.
- Bien supongamos que nos quieres ayudar, pero ¿solo venías a avisarnos? O ¿a algo más?
- Vengo a ofrecerles mi ayuda, tengo un plan.
- ¿Cuál?—preguntó Joaquín.
- ¿Han jugado póker?
- Si—contestó Joaquín mirando algo desconcertado a Alvarado.
- Bueno, se quien los sigue, creen que ustedes son mafiosos, de una organización nueva que amenaza la de ellos, debemos blofear nuestra mano, que crean que somos más fuertes que ellos, solo así los dejaran en paz.
- ¿Huir de la ciudad puede ser una opción?—preguntó Alvarado.
- Si huyen se darán cuenta que no son mafiosos y los seguirán para buscar venganza, créanme, eso no es bueno.
- Pues bien te escuchamos— dijo Alvarado sentándose y mirando de reojo a Jo que seguía roja como un tomate.
- Niñas vayan a su habitación—les ordenó Joaquín, las dos casi corriendo subieron a sus recámaras.
*****
El príncipe con dos de sus secuaces platicaban en la cantina de siempre, él estaba sentado de espaldas a la barra de la cantina, no se percató que tres hombres estaban parados atrás de él, lo notó cuando sus hombre fijaron la vista en ellos, inmediatamente se levantó, era una clara acción de amenaza.
- Hola príncipe—saludó el puma.
- ¿Puma?—preguntó el príncipe, lo conocía, sabía que era taxista y un buen peleador, sabía que no estaba metido con ninguna organización, volteo a ver a sus acompañantes y reconoció a Joaquín.
- Venimos a hablar contigo—dijo el puma nuevamente.
Los hombres del príncipe se pusieron de pie al detectar amenaza.
- Muchas veces te invité a que entraras con nosotros—dijo el príncipe con su ceño fruncido, se escuchaba desprecio en su voz—pero nunca quisiste, ahora veo porque.
- No entremos en detalles y vamos al grano
- ¿Ah sí? Pues ve al grano—dijo el príncipe, su ceño fruncido marcaba que estaba empezando su ira.
- Hemos venido a darte una paliza a ti y a tus amigos
- ¿Ah sí?—dijo el príncipe con sarcasmo.
Volteo a ver a sus secuaces, su mirada les dijo que era tiempo de actuar, no llevaba armas de fuego, pues no las necesitaba, las portaba solo cuando las iba a usar para resolver algún asunto de su mentor, pero tenía sus manos, eran armas letales.
- pues no esperemos—dijo avanzando.
La pelea inició, el puma se movió unos pasos hacia atrás, el príncipe lo siguió, los dos se movían con sutileza, un gorila se acercó a Joaquín, venía con su puño levantado amenazando impactar en el rostro de este, pero un golpe certero de Alvarado en el rostro lo salvó, el otro gorila aprovechando el descuido de Alvarado lo intentó golpear, ahora fue Joaquín el que lo golpeó directo al rostro.
- ¡Ay! hijo de puta—exclamó el hombre sintiendo un terrible dolor en el rostro.
Joaquín miró la manopla de fierro forjado en su mano derecha que el puma le había dado y sonrió con malicia.
“tu usa esto, creo que la ocuparas”—le dijo el puma poniéndosela en la mano antes de bajar a la cantina, lo vio chaparrito y regordete y se la dio para darle una ventaja en la pelea.
Joaquín sabía que no debía dar oportunidad se abalanzó sobre el hombre y lo golpeo hasta que vio que perdió la conciencia y la piel de este se abrió.
Alvarado iba sobre el hombre que había golpeado, se notaba que el hombre tenía miedo, al parecer no era el más valiente del grupo, cuando Alvarado se acercó levantó las manos pidiendo clemencia, tres golpes en el rostro, dos patadas en el pecho y una en la nuca fue lo que recibió de Alvarado, que no se detuvo hasta verlo noqueado.
Una vez noqueados sus contrincantes voltearon a ver al puma y al príncipe, era un verdadero espectáculo, el príncipe se defendía con artes marciales del ejército, el puma no sabía artes marciales, pero si sabía el arte de la pelea callejera.
Ambos traían golpes, el puma traía sangre en la nariz, nunca antes lo habían tocado, pero nunca antes había peleado con alguien como el príncipe.
El príncipe sangraba de la boca y de la nariz, su rostro lucía como el de un demonio, atacó en recto al puma, pero este le dio un fuerte golpe recto en el rostro con la mano derecha, fue tan fuerte que salió impactado hacia atrás y chocó con su espalda en la barra de la cantina, el príncipe con ojos de furia llevó su mano a la bolsa del saco y tomó la manopla que traía.
El puma sonrió, eso era una ventaja para él, pues ya sabía con qué mano atacaría, y así fue el príncipe con los ojos inyectados de furia intentó golpear al puma, que simplemente se agacho y con la mano izquierda golpeo las costillas del príncipe, los ojos de este se abrieron, cuando regreso la mirada, el puma ya llevaba su mano derecha al rostro de este, los ojos del príncipe se desorbitaron, cayó hacia atrás y el puma cayó sobre él para seguirlo golpeando.
Alvarado y Joaquín se miraron alarmados, pues el puma no dejaba de golpear, se detuvo cuando sintió que el pómulo del príncipe se fracturó y no se diga la nariz que ya estaba de lado pegada al otro pómulo.
El puma se levantó, Alvarado y Joaquín lo miraron.
- Salgamos—dijo Alvarado.
Subieron al taxi y salieron del lugar.
- Casi lo matas—dijo Joaquín.
- No lo maté, no lo quería matar, solo quería asegurarme que acabara en el hospital, tenía que ser así.
- Bien continuemos con el plan y recemos que funcione—dijo Alvarado.
*****
El obispo leía unos documentos en su lujosa oficina, de repente la puerta se abrió y entraron tres hombres, los tres traían señal de haber peleado, reconoció a uno, a Joaquín, su corazón se aceleró, sabía que significaba eso.
- Señor, no pude detenerlos, les advertí—dijo la secretaria que asustada entraba atrás de ellos– ¿llamo a la policía?
El obispo se les quedó mirando, su cara volvió al gesto tranquilo que lo caracterizaba, hizo una seña con la mano a su secretaria para que saliera y los dejara solos, de antemano que tampoco hablara a la policía.
- ¿En qué les puedo ayudar?
- Queremos entregarte esto—dijo Joaquín aventando al escritorio la manopla del príncipe.
El que habló fue Joaquín, era el que conocían ellos, el que pensaban era el jefe, además era el que mejor hablaba y se iba a tratar de blofear debía ser él.
El obispo vio la manopla, estaba manchada de sangre, en letras cursivas se leía la palabra “príncipe”, el obispo se la había mandado hacer, era una manopla especial, estaba hecha a la medida de su dueño, las letras también estaban manchadas de sangre.
- Príncipe…– dijo en tono bajo el obispo acariciando las letras, se sintió mal por su viejo amigo y lugarteniente.
- Si, el príncipe, bonito apodo, muy acorde a él—dijo Joaquín con la voz más serena del mundo—no te preocupes, no está muerto, pero si van a pasar dos cosas con él, no lo vas a ver un tiempo y usará un tubo para respirar mínimo por una semana.
- ¿Qué quieren?—dijo el obispo sintiéndose acorralado, le habían pegado en su punto más fuerte.
- Que nos dejes en paz o tendrás una guerra—Joaquín sonaba tranquilo, demasiado.
- ¿Guerra?—dijo el obispo sonriendo sarcástico—tengo los recursos para ganar esta guerra.
El juego de póker había empezado. Joaquín sonrió con la sonrisa más estremecedora del mundo.
- Tal vez los tengas, tal vez la ganes, pero te dejaremos tan golpeado, te haremos tanto daño, que tendrás dudas si realmente fue una victoria.
- Los conozco—dijo intentando tener una ventaja.
- Y nosotros a ti, ya ves que fácil entramos, no nos será difícil llegar a ti o a quienes te importen.
El obispo los miraba, sentía la verdad en las palabras de Joaquín, una gota de sudor se inició en su frente, sabía que era momento de cambiar la estrategia.
- Muy bien—dijo el obispo—digamos que no habrá guerra, ¿qué tal un acuerdo?
- ¿Acuerdo?—preguntó Joaquín algo desconcertado.
- Si, de esto—dijo abriendo el cajón de su escritorio, los tres brincaron
- Hey cuidado—dijo Joaquín llevando su mano a parte de atrás como si quisiera sacar un arma.
- No hay peligro aquí, solo sacaré esto—dijo el obispo metiendo lentamente la mano al cajón.
Sacó un sobre amarillo y se lo entregó a Joaquín, él la abrió y su sangre se heló, el puma tenía razón, los habían estado siguiendo, eran fotos de las niñas, de Carla y de él, sus rostros se veían perfectamente.
- No sé qué tengas en mente, pero más vale que te vayas con cuidado con esto—dijo Joaquín en el tono más amenazador que encontró.
- Mi hijo es un estúpido, recibió su merecido, yo tenía que contra atacar o me vería débil con mis enemigos, así funciona esto—dijo como excusándose—pero sé lo que hacen con ellas, he visto los videos.
- Cuidado—volvió advertir Joaquín.
- Tengo negocios y conexiones con Europa, ya había visto esos videos por contactos míos, intenté comprar “los derechos” de estas películas, pero la competencia no me las quiso vender, esto deja mucho dinero, hagamos un trato en el que todos seamos beneficiados.
- Explícate—volvió a preguntar Joaquín.
- Véndanme a mí “los derechos” y las películas, pagaré mucho más de lo que les están pagando, en pocas palabras nos brincamos al intermediario y vendemos directo, hablo de mucho dinero para todos.
Los tres se quedaron mirando. Joaquín volvió a hablar
- ¿Cómo sabemos que no es una trampa?
- Les doy mi palabra, los que me conocen saben que eso vale más que un contrato firmado—dijo el obispo poniendo énfasis en sus palabras—el príncipe los seguía, pero ahora mi objetivo era conseguir a las niñas, no me interesa la guerra
- Bien hablaremos después, ya negociaremos las cosas—dijo Joaquín reconociendo una oportunidad.
Ellos ganaban mucho dinero con la venta, pero si este hombre prometía más, era más que obvio que una alianza era conveniente para todos, hablaba de mucho dinero y sobre todo de acuerdo de paz.
- Habrá paz y negociaremos nuestro acuerdo ¿Trato?—dijo el obispo por primera vez extendiendo la mano hacia Joaquín.
- Trato—le dio la mano—siento los de tu príncipe, pero así son los negocios.
- Efectos colaterales, eso pasa—dijo el obispo no dándole importancia al príncipe, los tres se dieron la vuelta y salieron del lugar.
Fue tan simple como eso, era mejor negociar y asociarse que competir y pelear, el blof había sido un éxito, se la creyeron y ahora era mantenerse sobre el toro sin dejar que te tumbara y cornara, ya irían resolviendo los problemas.
Llegaron a casa de las niñas, todo el camino fue silencio entre los tres, cada uno meditaba sobre lo sucedido, Alvarado agradecía al cielo haber salido de esta, era el que más perdía, Joaquín pensaba cuanto cobrar y como mejorar el mercado de sus videos, el puma pensaba como pedirles ver a las niñas, las extrañaba mucho. El puma preguntó
- Tal vez no me dirán, pero ¿de qué trato hablaron?
- Mejor no saber de más, pero te debemos una, una grande—dijo Joaquín– ¿Qué quieres de pago?
El puma sin voltear a verlo le contestó, era su oportunidad.
- Ver a las niñas de vez en cuando, les ayudaré a cuidarlas de la gente mala, solo pido verlas.
Alvarado y Joaquín se miraron y asintieron al mismo tiempo, este hombre de ojos azules les había salvado la vida, quien sabe que les hubieran hecho.
- Está bien, ya nos pondremos de acuerdo—dijo Alvarado—eres bueno soltando golpes.
- Tú también, deberíamos entrenar juntos algún día.
- Claro—contestó Alvarado de forma sincera.
Bajaron del auto y el puma partió.
- ¿Vas a regañar a Jo?—preguntó Alvarado a Joaquín.
- Esa putita nos volvió a ver la cara, fue ella quien nos metió en estos apuros, aunque de forma indirecta fue ella quien nos terminó salvando a través de su “amiguito”, Además, no sé qué opines tu de cambiar de cliente con el obispo este.
- Honestamente, pinta bien, si nos brincamos al intermediario y tenemos la protección, habrá más dinero, solo hay que tener cuidado. Pero entones ¿qué harás con Jo? ¿La vas a castigar?
- No sé, ya la castigué mucho, yo creo que la perdonaré esta ocasión, ¿tú que opinas?
- Creo que concuerdo contigo, ya se derramó demasiada sangre, ahí que quede.
- Si, tienes razón, pero bueno ¿quieres pasar a cogértelas?
- Si, ¿por qué no? Hace mucho que no vengo, las castigaremos con la verga, jajaja
- Jejeje, eso me agrada
Entraron los dos, media hora después cada uno era cabalgado por una niña que feliz gemía siendo penetrada salvajemente por su amante adulto.
*****
Cinco años después.
Joaquín estaba dentro de su flamante camioneta Lincoln color negro, estacionado a fuera de un lujoso colegio privado, de repente vio a una hermosa adolescente de tetas medianas, estrecha cintura y caderas perfectas, traía el cabello largo, era color castaño claro y al traerlo suelto lucía hermoso, volteo a verlo y lo saludó agitando su mano en el aire, se despidió de sus compañeras con un beso en la mejilla y caminó hacia él.
- Hola papi, ¿me esperaste mucho?—preguntó la ahora adolescente Jo mientras se sentaba.
- No mucho mi putita.
Jo se acercó a saludarlo y sacó su lengua para meterla dentro de él, el beso fue muy apasionado, la mano de Joaquín se posicionó sobre una teta arrancando un gemido de ella.
- Sabe rara tu boca—dijo Joaquín paladeando su legua.
- Es que se la mamé al profe de mate antes de salir—contestó con una naturalidad inigualable.
- Ay ¿y por qué no avisas?—dijo Joaquín poniendo cara de asco.
- Ay, perdón, pensé que ya se había ido el sabor, es que necesito sacar 80 en el examen final para pasar.
- Eres una puta
- Tu alumna papi, tu alumna—dijo Jo burlonamente.
- ¿y cómo te fue?
- Bien, pero el profe no me cogió y me dejo cachonda, ¿crees que podamos…?—preguntó Jo mirando el asiento trasero
- No mi putita hay mucha luz
- Mmm—dijo Jo decepcionada–¿y si te la chupo? ¿quieres? Así me metes dedos en la panocha y me haces venir.
- Bueno un ratito en lo que vamos por tu mama y tus hermanas—dijo Joaquín con falsa resignación.
- ¿Dónde están?—preguntó Jo agachándose a abrir la bragueta de Joaquín.
- Probándose vestidos para la primera comunión de Pao.
Joaquín se había casado con Carla, al año la embarazó, una hermosa niña nació, la llamaron Georgina.
La sexualidad entre los dos nunca bajo de intensidad, ella aprendió a cumplir todos los caprichos de su amado esposo, un día fue a visitarla a su trabajo y ahí encerrados en el cuarto de medicamentos psicotrópicos se la cogió por todos lados, la pobre salió toda despeinada y caminando con dificultad.
La puerta jamás se cerró y en varias ocasiones que alguna de las niñas durmió en ellos, cogieron desnudos con una lámpara prendida, Pao abría sus ojos mirando a su madre de lado con Joaquín atrás de ella meneándose haciéndola gemir, Carla veía los ojos abiertos de Pao y se los cerraba con la mano “duerme pequeña, duerme, aaahhh”, pero con el paso del tiempo las fue dejando ver, Joaquín la volvió a convencer de que tenía que ser mas abierta y no dejarles tabúes a las niñas.
Incluso Jo siguió “curándole” el culo a su mamá con la lengua, cuando ella dormía con ellos y Joaquín se la metía por el culo, Carla se ponía de lado frente a Joaquín y platicaban de cualquier asunto, mientras Jo atrás de ella enterraba su cara entre las nalgas, metiéndole lengua, probando el semen de Joaquín, mas de una vez Joaquín la besó mientras era “curada” por Jo.
“¿te gusta verdad?”—le susurraba en el oído a Carla que sonriendo le contestaba.
“si, pero no le digas, que va a pensar que me aprovecho de ella”
Cuando cogían Joaquín no se detenía ni inhibía por la presencia de las niñas, la cambiaba de posición, boca arriba, boca abajo, de lado, en cuatro, por el culo, por su boca, Carla por más que se tapaba la boca no podía evitar gemir, ya era inevitable que sus hijas la vieran tener orgasmos, más de una ocasión al terminar la sesión sexual, Carla caía toda sudada y cansada, veía como sus hijas abrían sus ojitos, le sonreían y los volvían a cerrar; a veces por las mañanas ellas le hacía bromas por la noche anterior, Carla solo se ponía roja y agachaba la cara sonriendo. Solo les pidió que esas bromas no las hicieran frente a extraños, eran cosas que solo pasaban dentro de la casa.
En una ocasión que se bañaban las tres juntas después de que Joaquín se cogiera a Carla, las niñas le acariciaban los chupetones que él le hacía.
- “¿te duele mami?”—preguntó Pao acariciándolo.
- “un poquito cuando me los hace”
- “¿solo un poco?”—contestó ahora Jo que la enjabonaba acariciándole todo el cuerpo, también había aprendido a que sus hijas la bañaran de esa manera, era cosas de chicas como ellas le decían.
- “si, ¿por qué mi amor?”—pregunto Carla enjabonando a Pao.
- “es que siempre me da curiosidad como se siente, ¿me dejarías que me hiciera uno?”
Carla dejó de enjabonarla y lo meditó, meditó toda su vida y lo que había pasado.
- “si mi amor—le dijo a Pao, pero solo será una vez y en un lugar escondido y jamás de los jamases se lo diremos a alguien, ¿de acuerdo?”
- “yo también quiero ver que se siente”—dijo Jo emocionada brincando.
Esa noche en la cocina, Pao sentada a horcajadas se fue despojando de su blusa, primero la desabotonó lentamente, mostrando poco a poco su corpiño y después se despojó de este, quedó desnuda de la cintura hacia arriba, tomó la cabeza de Joaquín con ambas manos, quien antes de hacerlo volteo a ver a Carla que asintió aprobándolo.
Pao hizo que Joaquín pusiera su boca en el pezón, él por reflejo lo chupó, Carla no intervino, pero sintió que eso estaba demás, sin embargo lo permitió, pero se asombró cuando Pao lo llevó al otro y después lo posicionó a dos centímetros de su areola izquierda, ahí lo sostuvo y Joaquín chupó, Pao abrió su boca y sonrió mirando la nada, su vagina se contrajo y se mojó, lo estaba haciendo frente a su madre.
Joaquín retiró su boca cuando sintió que ya había marcado la piel de la niña, Pao emocionada la vio y se volteo a su mamá.
“mira mami, ya soy como tú, y no me dolió nada”
Carla sonrió, se sentía segura con Joaquín, permitía que sus hijas hicieran cosas con él, ella confiaba en que Joaquín les permitiera experimentar sin hacerles daño, ni traumarlas y mucho menos sin abusar de ellas.
Cuando volteo a ver a Jo para decirle que era su turno, abrió sus ojos, Jo estaba solo en pantaleta y así se sentó sobre Joaquín, quien repitió la acción, chupando sus pezones ya más desarrollados y marcándola donde ella le pidió.
Las dos anduvieron semidesnudas hasta que las marcas desaparecieron, para presumir sus chupetones, Carla solo reía, esa noche el sexo fue de locos con Joaquín. Joaquín siguió cogiendo con las niñas a espaldas de Carla.
El obispo mantuvo su palabra, pagó mucho más por los videos que la competencia, incluso Joaquín se volvió asesor directo de él en cuanto a filmes, ya utilizaban más modelos, eso no era problema para el obispo, fue idea de Joaquín cambiar el idioma para despistar a la interpol, les enseñaron a hablar en francés, inglés y alemán, el obispo estaba feliz pues Joaquín tenía mucha creatividad para las películas y estas dejaban mucho dinero.
Mes a mes recibió su pago, el príncipe era el encargado de llevar el maletín con el dinero, las primeras veces aún presentaba las marcas de los golpes recibidos por el puma, pero nunca hizo por atacar, era un perro guardián bien entrenado, no los atacaría mientras el obispo no diera la orden, cosa que él no haría, pues daban muy buen ingreso a sus finanzas. El príncipe llegaba, tocaba la puerta, Joaquín salía y recibía el portafolio con el pago, se retiraba sin decir palabra alguna.
Joaquín ganó mucho dinero y lo invirtió en negocios de sistemas de vigilancia, que empezaron a darle más ingresos, ya no vivían en la antigua colonia, ahora era un fraccionamiento cerrado, con caseta de vigilancia, solo para clase alta.
- Papi—preguntó Jo sacando la verga de Joaquín lamiéndole el glande mientras viajaban en la camioneta– ¿te vas a coger a Gina como a nosotras?—preguntó refiriéndose a su hermanita menor de casi 4 años.
- ¿A mi propia hija? ¿Crees que soy un pervertido pedófilo?—dijo él con falsa indignación.
Los dos se quedaron silencio y estallaron risa, Jo hasta lágrimas soltó, por supuesto que se la iba a coger.
- Papi—preguntó Jo masturbando suavemente su verga—el puma me invitó a salir hoy, ¿puedo?
- Ay mi putita, ¿qué niña quiere un novio casi cincuentón?
- Ay papi él me gusta
- Está bien, puedes salir, ya sabes que tienes mi permiso.
El puma había demostrado ser muy útil, el andar en la calle todo el día les hacía más fácil el trabajo, un día oficialmente pidió ser el novio de Jo, Joaquín tuvo dudas, pero Jo le prometió que nada cambiaría, así que aceptó y fue “oficialmente” el novio de Jo, pues solo Joaquín y Alvarado lo sabían, cuando salían ella decía que iba con una amiga a estudiar, Joaquín la llevaba a la supuesta casa, pero solo la llevaba al departamento del puma y ahí la recogía cuando acaban sus asuntos.
- ¿Por qué estás tan aguada del culo?—pregunto Joaquín cuando metió mano bajo la falda y dentro de la pantaleta palpado el culo todo laxo.
- Es que necesitaba 100 en historia—dijo Jo para después seguir chupando la verga de su papá.
- Te digo, eres una puta.
- Y ya te dije yo, solo tu hija papi—dijo mientras lo miraba con una sonrisa y lo masturbaba.
- Pues ni modo, alguien ya te dilató para mí—la levantó y la sentó de espalda frente a él, los dos miraban al frente, levantó la falda y movió la pantaleta a un lado.
- Pero despacito papi, despacito.
- Sabes mi putita, que eso nunca lo hare—dijo Joaquín acomodando su verga.
- Jijiji, ya lo sé, pero me gusta suplicar para que después me revientes, aaahhh si así.
Joaquín estacionado en un lote baldío se cogió por el culo a Jo, levantándola y sentándola salvajemente, tuvo que mover al asiento hacia atrás y hacer más esfuerzo para subirla pues Jo ya no era tan pequeña como antes, pero eso no evitó que feliz colaboró con él hasta sentir como su papá se vino en su culo. Joaquín apretó su brazo izquierdo donde sintió el implante subdermico anticonceptivo que le había puesto en cuanto le bajo la primera vez, tanto a ella como a su hermana, no quería embarazos comprometedores, aunque Pao le rogaba que la embarazara.
- Aaahhh mi puta
- Si papi, vente en mi culo, vente en tu puta… por siempre tu puta… aaahhh
*****
Era un domingo por la mañana, la iglesia llena de gente esperaba a Pao que entraba con su traje blanco y velo en el rostro, una vela blanca y encendida llevaba en la mano derecha, lo que nadie sabía era que bajo ese vestido llevaba una sexy pantaleta que modelo unas horas antes para su papá, a quién excito y permitió se la cogiera por todos sus agujeros, también llevaba orgullosa dos chupetones, uno en cada ahora desarrollada teta, eso si se lo había permitido su madre, era un juego perverso que se jugaba solo dentro de la casa y nunca salía de ahí.
Ya no era sorpresa para Carla entrar y ver a cualquiera de sus hijas sentadas sobre Joaquín a horcajadas recibiendo chupadas de él en su torso desnudo.
“no crees que ya estás muy grande para jugar así con tu papá? Ya no eres una niña como antes”
“hay mami, yo siempre seré la nena de papá”
Pao llegó al altar donde un nervioso Sacerdote Damián la esperaba para darle la primera comunión.
Joaquín en primera fila, con Carla a un lado, lo veía sin parpadear; Damián sabía que él era el nuevo socio de su papá y al parecer era igual de peligroso que él, habían mandado al “intocable e invencible” príncipe al hospital.
Joaquín volteo a su derecha y vio parado a Alvarado, su flamante esposa parada a un lado de él y al otro su hija adolescente que demostraba ser un hermoso espécimen, su hijo agarraba la mano de su madre, los dos se miraron y se sonrieron, regresaron la mirada al altar cuando escucharon al sacerdote decir
- Corpus Cristi
- Amen
La ahora adolescente Pao recibía su primera comunión, se hincó a hacer oración mientras el padre regresaba atrás del altar.
Pao en silencio hincada con la cabeza agachada, ojitos cerrados, la hostia en su boca y sus manitas juntas en posición de rezo, agradeció al cielo el haberla bendecido con un nuevo papá para ella, uno tan bueno y ejemplar como Joaquín, al que amaba con locura, se sintió muy especial por amarlo, ya que lo amaba como a un padre, pero también como a un hombre.
Pao hincada agradecía una y otra vez al cielo que lo hubiera puesto en su camino y de igual forma agradeció que ese papá tan bueno que tenía para ella, también fuera un esposo para su mamá, que ahora era más feliz que nunca.
Pao también rogó que nunca lo apartara de su lado, que le diera la fortaleza para complacerlo en todo y aguatar todas las cosas que le hiciera cada vez que él se quisiera saciar con ella, rogó al cielo que Joaquín nunca se aburriera de ella y que algún día le permitiera darle un hijo o hija para él.
Por último, Pao rogó que los llenara de bendiciones como hasta ahora y sobre todo de mucha salud, para estar muchos, pero muchos años juntos.
La vida así era de prometedora para Joaquín, lo que había empezado como una pervertida aventura, había acabado en una familia, una familia que lo amaba y lo complacía, apretó la mano de Carla y de Jo al mismo tiempo, siendo correspondido por las dos; sintió como Jo lo acarició con su pulgar al mismo tiempo que lo apretó, su pene se erectó por reflejo de solo pensar en saciarse con ese bello cuerpo juvenil.
Si, así era su nueva vida, una vida muy feliz, una que inició pervirtiendo a unas nenas inocentes…
Fin.
Dedicado a quien, hace años, me solicitó que continuara esta serie abandonada por su autor original, por respeto a su indicación no pongo su Nick name, pero él sabe que esto es dedicado a él.
Impecable👍
Gracias
Magnífico, buen final, solo falto que hubieran compartido a la hija de Alvarado
Como toda gran serie es una pena que tenga que terminar, lo bueno es que el cierre estuvo excelente también, te felicito por tu talento
Cruzo los dedos por que más adelante puedas escribir capítulos intermedios, por ejemplo sobre Joaquín cogiendo con Pao y Jo a espaldas de Carla en paseos familiares, cumpleaños, navidad, etc, o sobre las chicas convenciendo a su madre de tomarse más libertades con Joaquín
no me tientes Nmaxtka, son ideas muy buenas.
Me.gustaria verla a Carla disfrutando entregando a Jo
Gran saga. Cuántas pajas te debo por las excelentes protagonistas que colocaste. Gracias!