PLACERES DE UNA FAMILIA COSTEÑA 2 – Jugando en la cama.
Continuamos con Betico, nuestro tierno protagonista, que se encuentra mas confundido y solo que nunca gracias a la dureza de su padre y la soledad que lo rodea, su camino de descubrimiento ya inicio.
Habían pasado una semana desde que habían visto a su padre en compañía de la hembra a la que cogía salvajemente, aun tenia muy presente la visión del sudor recorriendo su cuerpo, los gemidos animales, casi guturales que ambos seres mezclaban entre placer, dolor y dominación, y esa verga, esa gran verga que nunca antes había visto… de esa manera, por supuesto ya la había visto, es costumbre que se bañaran juntos, en el baño o en el patio de la casa, pero nunca de esa manera su padre tenía un pene de sangre, en estado de reposo distaba mucho de su tamaño en erección, aunque (y es una mención importante) en reposo igualmente sus dimensiones no eran nada despreciables, dentro su pantalón o pantaloneta siempre se marcaba, esto apoyado por sus grandes testículos, como decía el mismo —en esta familia somos de tamacas grandes —palabras que decía a su hijo o a cualquiera a quien le interesara las dimensiones de sus genitales, Wilmer es un hombre que disfruta hablando de sexo o de culeo como dice el, al fin y al cabo, esto le brindaba de las pocas alegrías que tenia en su vida, por supuesto después de la de ser padre, que era su mayor alegría y su razón de ser.
Por esto, era increíblemente celoso y cuidadoso, le daba instrucciones al Manco de corregir o echar a cualquier trabajador que se relacionara demasiado con su hijo Betico, por esto el nene a pesar de ser de naturaleza alegre y extrovertida siempre fue muy solitario, con amigos contados, no se le permitían mucho jugar con vecinos, era extraño que esto pasara, solo con primos que venían a pasar vacaciones eventualmente.
Ese mismo día, su padre no le había dirigido la palabra mientras la vieja Carmen servía el desayuno, el con su mirada en el suelo apenado y avergonzado, como si hubiera hecho algo malo, su padre lo miraba de manera seria, casi amargado, estaba en pantaloneta y sin camisa, Betico con su uniforme del colegio, pero había algo diferente, una sensación, un bienestar, algo rico, una mariposa en su pecho y estomago que se alborotaba cada vez que levantaba la mirada lo suficiente para ver a su padre, vio sus brazos y recordó como sometía y controlaba a esa mujer, que de no ser por sus gemidos, fácilmente se hubiera entendido que estaba obligada. También vio su pecho, grande, velludo, y sus grandes pezones marrones, parados y abultados, que su padre amasaba y pellizcaba con placer mientras penetraba su acompañante, se sintió bien, feliz, pero esto fue interrumpido por la orden fuerte de —apúrate, vete ya para el colegio —el nene se levanto y no vio a su padre en varios días.
Wilmer se iba temprano o muy tarde, pero nunca coincidía para ver a su hijo, y esto también sucedía con las llegadas, lo cual causa gran pesar en un infante que dependía mucho de la validación de su progenitor para sentirse bien, por supuesto la vieja Carmen y el Manco se esforzaban por animarlo, el Manco además le preguntaba sobre las niñas que le gustaban en el colegio y era mucho mas que un simple empleado, era como un segundo padre o un tío para el nene.
Durante esta semana el nene busco ver todo el porno que pudo siempre ocultándose del manco quien era el que podía verlo y delatarlo, revistas y películas que su papa ocultaba en los cajones de su cuarto fueron su material favorito, pero en realidad toda esa casa era un gran cajón de porno, en el primer piso en la sala en cajones muy al fondo de un viejo mueble tenía revistas con imágenes reales, en un cuarto de servicio tenía caricaturas porno, con historias bastante fuertes, hasta en el cuarto del Manco encontró películas en DVD, toda esa casa era una gran bodega de perversión gracias a la fascinación de Wilmer y también decirlo del Manco, por el porno y el sexo, tetas, culos, y vergas se podían encontrar en casa si sabias buscar.
Fue tanta la curiosidad que los recientes hechos habían causado en el nene, que se atrevió a comprar esos DVD con películas porno, a un joven que vendía películas a las afueras del Colegio de Betico, ese día el Manco lo vio y le pregunto —¿qué hacías son ese muchacho? mira que a tu papá no le gusta que hables con extraños, y he visto que anda enojado contigo —a lo que Betico respondió —nada Manco solo compraba una película —el nene se notaba muy nervioso —y muéstrame ¿qué compraste? —Betico no quería, porque sentía que lo regañaría, pero el Manco se lo quito de las manos, apenas el manco lo vio solo rio lo que sorprendió al nene —ay jueputa, saliste igual que tu papa —estas palabras lo alegraron porque lo que mas admiraba Betico en su vida, era a su papá.
Cuando llegaron a casa el Manco fue al cuarto del nene a preguntarle si todo estaba bien, o al menos esa era la excusa, en realidad quería hablar con el precioso Betico de sexo, de porno, averiguar porque ese repentino antojo de consumir eso, siempre había visto porno en casa, pero solo hasta ese día, se habría mostrado interesado, —entonces mi rey ¿cómo estás? —a lo que el nene respondió con normalidad, el Manco insistió —mijo lindo ¿Por qué quieres ver porno? —a lo que el nene replico —hoy hablaron mucho de porno en el colegio y dijeron que afuera del colegio vendían unas buenas, y quise verlas, ¿está mal? —a lo que el manco dijo que no que estaba muy bien, que eso hacían los hombres, que el ya estaba demorándose —¿y ya te masturbas? ¿ya te pajeas? —el nene le respondió con una inocencia extrema, colocándose nervioso —no Manco, pero si me da curiosidad, igual no sé cómo hacerlo —el Manco sorprendido y dándose cuenta que a pesar del ambiente en el que había crecido lleno de sexo y fiestas, su padre había tenido éxito criando a un niño muy decente y educado, pero sabia que era momento en el que eso ya no le convenia —¿me enseñas como hacerlo? —dijo el nene, quien estaba vestido solo con una camiseta y sus característicos calzoncillos, el Manco pensó un rato y no vio nada malo en explicárselo con una película —muéstrame las películas que compraste —escogió una que tenia un gangbang en la portada, un colegiala con sus dos colitas en el pelo, rodeada de 6 varones negros musculosos, con mucho parecido a los hombres que rodeaban la vida de Betico (su padre Wilmer, el Manco, y los muchos obreros de su padre), el Manco la coloco y cuando comenzó le explicaba al nene —esto lo puedes ver pa’ que sepas cómo funciona, esos manes que ves le van a dar una tremenda culiada, tú te sacas la verga y te la acaricias, la mía por ejemplo siempre esta babosa, esa es una babita que tenemos los hombres pa’ que se le resbale mejor a los coños o culos cuando culeamos, pero tu no debes botar esa babita aun, estas muy niño —Betico estaba muy atento, estaba emocionado, las mariposas habían vuelto, entre la película y lo que decía el Manco estaba ido, y su verguita reaccionaba —sácatela si quieres, no tengas pena —dijo el manco mientras el nene obedecía, saco su pene ya erecto, la película seguía y la hembra estaba mamando de lo lindo, disfrutaba las vergas negras, grandes y gruesas comunes en esa película y en la vida de Betico —listo, escúpela, y acaríciatela colocando tus manos alrededor del tronco, suave acostúmbrate primero no te la vayas a pelar, ahora vas a subir y bajar las manos hasta que lo hagas a la velocidad que tú quieras —dijo el manco mientras el nene seguía las indicaciones al pie de la letra —¿puedo pellizcarme las tetillas? Se siente rico —dijo el niño, el adulto se sorprendió, pero le dijo que sí.
Betico tomo confianza y acelero el ritmo, abrió las piernas, y mientras veía la película, uno de los negros comenzó a jugar con el coño y el culo de la rubia con colitas en el cabello, el bajo su mano hasta su culito, sin decir nada lo mojo en saliva y nuevamente el nene toco su flor, ese hoyito cerrado pero muy sensible, que lo hizo acelerar más, el Manco quedo atónito no decía nada, miro unos segundos y en su habitual prudencia le dijo —bueno mi nene te dejo, ya puedes darle tu solo —por supuesto sabia que eso no era común, pero no quiso regañarlo, era su primera vez, seguramente nunca había visto nada así, y lo hace por su ignorancia, era lo que se repetía ese morboso hombre para controlar su mente y no pensar las perversiones que cualquiera pensaría, pero la protuberancia en su entrepierna que sobresalía de su pantalón lo delataba.
Cuando Betico se quedó solo se concentró más en la película, ya no tenia la voz gruesa del Manco para estimularlo, ahora solo tenia a la pequeña rubia y a seis hombres negros y fornidos que la satisfacían, lamidas y pequeños golpes eran los ingredientes de una jornada de sexo irreal pero absurdamente placentera—yo quiero todo eso —decía en voz alta el infante, sin tener muy clara que posición le gustaría tener en esa película, llego el momento en que soltó su pene, solo se estímulos sus pezones, que eran bastante grandes, sin lugar a dudas era hijo de su padre, y recordando a su progenitor se acariciaba, mojaba y pellizcaba con una intensidad tal que se retorcía su cuerpo en su enorme cama, una cama estilo antiguo hecha en madera con pequeñas columnas en las esquinas, el nene se quito su ropa, su tanguita voló y su camiseta quedo en el suelo, volvió a su pene y sus piernas se abrían y cerraban, tanto que era delicioso verlo y escucharlo gimiendo y descubriendo sus puntos de placer, estaba descubriendo su elasticidad cuando las sus piernitas gruesas se abrían, quedaba extremadamente abierto sus rodillas estaban a la altura de sus hombros de forma lateral, y el nene sintió gran placer en tener sus nalgas tan abiertas, tanto que decidió tocar nuevamente su culito en esta posición era como si quisiera vérselo el mismo.
Ambas películas continuaban y en la de la pantalla los negros ubicaron en el suelo un gran consolador color negro podría tener unos 50 cm, el nene se acerco a la pantalla y pensó —todo eso entrara en esa niña, pobrecita —sin soltar su verga o dejar de masturbarse, la nena de coletas se disponía a sentarse mientras que dos negros lamian y chupaban cada una de sus pequeñas teta, otros dos la sostenían y los otros dos se acostaron en el suelo con sus cabezas juntas en dirección a la vagina de la protagonista mientras se masturbaban, Betico estaba emocionado con su respiración al máximo, ciertamente ya no tenia una apariencia inocente, estaba descubriendo su parte animal, de repente quedo estupefacto la nena estaba metiéndose con total facilidad por su culo ese gran dildo, lo cual genero automáticamente que el nene volviera a tocar sus nalgas y su culito, metío un dedo y lo mojo un poco mas —si esa niña tan flaca le entra todo eso ¿a mi igual? —pensó, ido en la pantalla de su tv, de repente vio a su lado.
Las pequeñas columnas del piecero de su cama se veían fálicas o al menos el hizo esa relación, eran cilíndricas en forma cónica y en la punta una esfera como tres dedos más pequeña que una pelota de tenis, empezaba un poco mas angosto el cono por debajo de la esfera y continuaba engrosándose hasta pegar al piecero de la cama, por supuesto la imaginación de Betico voló y se le ocurrió intentarlo, no lo logro al contrario se lastimo, solo usando su saliva claro, luego recordó que su padre tenía en su cuarto un frasco de vaselina, se colocó una pantaloneta y salió a buscarlo, pero no lo encontró solo veía condones, y frascos pequeños de vidrio coloridos que no sabia que eran así que los ignoro, bajo busco al Manco y le dijo —Manco sabes donde esta la vaselina de papa —el manco sorprendido se quedo un rato pensando, en para que quería eso —que paso ya la saliva no te da —Betico respondió —no es eso, es que quiero jugar más —ya te la doy, el Manco lo guio a su cuarto y le entrego una de él, el nene viendo la cama del Manco, le dijo —waw, estos adornos en tu cama son más grandes que los de mi cama —el manco no entendió, sonrió y el nene se fue corriendo a su cuarto, cero la puerta, devolvió la película a la parte donde la nena se iba metiendo todo eso mientras el untaba con vaselina la columna y su hoyito, cuando se sintió listo se ubico pero la película paso a una parte donde la rubia de colitas estaba saltando sobre dos de los negros, turnándose entre uno y otro, a Betico le gusto lo que veía mientras sentía el primer contacto de su flor con la esfera que remataba la columna de su cama, se sintió emocionado por descubrir esta nueva sensación.
Intuitivamente y como si conociera el proceso respiraba mas lento y empujaba su cuerpo hacia abajo, estaba perdido entre las grandes verga que veía erectas y totalmente verticales para recibir un culo, sentía como se ensanchaba y una vez mas se sorprendía por su gran flexibilidad abriendo sus piernas de par en par, así como le habían enseñado que se sentaban los hombres, con las piernas abiertas, lo que trajo a su mente nuevamente la visión del máximo exponente de lo que es ser hombre, ser un varón, su padre Wilmer, llego a su mente para imaginarlo en ese video, y pensó —¿a mi papa le gustaría una nena como esa? un hoyo apretado, le gustaría sentir una piel suave, unas nalgas bonitas —pensaba mientras su ano se dilataba al ritmo de su respiración, mientras se masturbaba y con la otra mano acariciaba su entrepierna y lo que alcanzaba de sus nalgas, le encantaba la sensación de tocar sus grandes glúteos, totalmente limpios sin un solo vello, era la primera vez que era consciente de las dimensiones anormales de su trasero, entendía las bromas crueles de sus compañeros y la gente en la calle que lo hacía sentir incomodo, entendía porque siempre se sentía observado, —a papi le gustaran así como las mías —dijo en voz alta mientras su cuerpo cedía a la esfera, por fin entro por completo, se asusto unos segundo, pero seguido a eso tuvo una revelación.
Ahhh, ahhhh, que rico— decía en voz alta mientras saltaba como un conejito —sí, sí, ahhh que rico se sienten mis nalguitas —pensaba el nene, se apretaba y nalgueaba a sí mismo, imitando el porno que veía, descubrió que le encantaba sentir algo dentro de su florecita, estaba sonriendo, el nene era feliz y no lo había sido en muchos días, su pene totalmente erecto, su respiración agitada era evidencia del placer que sentía, iba luchando poco a poco por meterlo más, así se sentía rico, entre más abajo llegaba, más se abría su colita preciosa.
El adorno de su cama que hoy era su falo, era cónico y entre mas luchaba mas se abría, Betico brincaba con una sonrisa dibujada en sus labios, soltó su pene y se dedico a tocar sus pezoncitos, los pellizcaba y acariciaba, el nene respira mas rápido, se movía más fuerte, sentía salir y entrar su actual juguete, se sentía como en su propio video, estaba en su película, pero no tenia seis negros, tenia uno solo, recordó el momento en que su padre se acerco a el para cerrar la puerta, abrió su boca imaginando que como en el video se la introducía a su boca y pensó —la de mi papi es más linda —al tiempo que se sintió explotar, tembló, su boca se secó, se erizo cada vello de su cuerpo, abrió sus ojos de manera anormal mirando las verga negras en la pantalla, consumido por su animal, finalmente… relajo su cuerpo, dejándose caer sobre su cama y el adorno que tenía dentro, su nalgas sintieron el piecero de su cama, a su tierna edad se había introducido 20 cm, y lo hizo viviendo su primer orgasmo, pensó —¿Por qué pensé tanto en Papá?.
Al cabo rato, el Manco estaba en el patio cerca de una de las puertas que daba a la al negocio de construcción, hablando con unos obreros, Betico llego solo vestido con una camiseta y su habitual calzoncillo de dibujos animados y le entrego la Vaselina —gracias Manco, entraba y salía muy rico —le dijo al oído, el Manco no entendió muy bien, pero decidió ignorarlo, lo beso en la frente y le dio una nalgada para que se fuera —vete, tu sabes que a tu papa no le gustas que andas por acá —no quería que los obreros lo vieran mucho, aunque ya habían notado el excepcional trasero del pequeño, mientras se iba brincando a la casa, haciendo que su ropita interior se metiera entre sus nalguitas.
Hasta acá el relato de hoy, espero lo hayan disfrutado, esta historia continuara…
Califícalo y comenta, si te gustaría conocer más sobre las experiencias de Betico, las recomendaciones serán bien recibidas siempre.
Dedicado a Leo.
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Rico relato, esperando las demás partes, espero que ya Betico pueda probar a su padre y al manco