Por el elastico de las pantaletas de mi hermana
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por gatoespia.
Me la imaginaba en mil posiciones obscenas, haciendo con ella las guarradas más inimaginables, pero no siempre fue así, esto venía pasando hace solo unos cuantos meses.
Mi hermana se llama Mercedes tiene 21 años es morena y alta, mide un poco más de 1.70 m como mi padre, mi madre se llama Adela tiene 39 años es originaria del puerto de Veracruz México es delgada y bonita pero no tan alta como mi hermana, mi padre es cubano de 45 años moreno mide como 1.80 aproximadamente se llama Agustín y yo me llamo Ricardo tengo 5 años menos que mi hermana soy claro de color como mi madre pero con el físico de papá, pero no tan alto como él, mido menos de 1.70 m. la más favorecida genéticamente es mi hermana ya que saco el carisma y belleza de mi madre pero el cuerpo exuberante y curvilíneo de una digna belleza cubana.
Soy de las personas curiosas que me gusta leer mucho y había leído en alguna parte, que por genética las personas de la misma familia no se atraen sexualmente, ahora que me acuerdo se llamaba el efecto Westermarck, o impronta sexual inversa, es un hipotético efecto psicológico a través del cual las personas que viven cerca durante los primeros años de sus vidas se vuelven insensibles a la atracción sexual entre sí.
Este fenómeno era evolutivamente útil para evitar el incesto, por lo que yo no me explico por qué el interés ya casi enfermizo de mi parte con mi hermana, ya que nosotros compartimos todo en nuestra infancia, y solo hasta mis once años no sé por qué motivo mis padres decidieron dividir la habitación de nosotros en dos, con un muro delgado de tabla roca.
El caso es que todas las mañanas antes de irnos a la escuela nos lavamos y arreglamos cada quien en su habitación y lo que antes no era relevante de repente un día, sí lo era, empecé escuchar con atención atraves del delgado muro como se oía sus elásticos de sus pantis al ponérselas y acomodarlas, cerré los ojos en ese momento y me imagine viendo a mi hermana subiéndose las pantaletas suavemente hasta acomodarlas perfectamente entre sus piernas haciendo el peculiar ruido del elástico acomodándose la sexi prenda sobre su piel.
Sus jeans que antes me daba igual como le quedaran, ahora no podía despegar los ojos cuando los traía puestos, mi mirada como imán se dirigía automáticamente a su redondo culo en forma corazón invertido o a su entrepierna, mis miradas sucumbían hacia su escote de sus vestido o blusas y cada vez que la veía en mini falda o falda le admiraba las piernas queriendo ver más allá de lo evidente, aun que trataba de aparentar mi hermana ya se empezaba a dar cuenta de mis fijones y solo se quedaba con la expresión como meditando o pensando en algo, me era inevitable no verla si estaba presente, por lo que empecé a evitarla frente a nuestros padres, pero al estar en familia muy poco se puede hacer , por lo que cuando estábamos juntos todos en casa evitaba verla completamente para no evidenciarme frente a nuestros padres.
El problema no solo fue eso, sino que también cuando la miraba, mi mente se iba y se imaginaba situaciones en donde la penetraba y follaba con ella en todas las formas, mi imaginación se iba de tal forma, que utilizaba lo que ya había aprendido en el internet con la pornografía y soñaba despierto o dormido en hacerlo con Mercedes, me imaginaba por ejemplo poniendo a mi hermana en cuatro patas y penetrándola por detrás, tomándola de sus generosas y sensuales senos, y azotando mis huevos en cada arremetida que le daba a su coño encharcado de sus jugos y sudor.
Leí en internet y se supone que no debía pasarme esto, ya que toda mi vida estuvo a mi lado mi hermana, inclusive me acuerdo que jugaba mucho con ella cuando éramos niños, ¿porque hasta ahora?, ¿porque no puedo evitarlo?, ¿porque no antes? Me preguntaba yo, no solo eso me sucedía, cuando pasaba cerca de mi o me tocaba alado en el comedor el olor de su cuerpo o de su cabello me excitaba mucho, casi todo el tiempo tenía una erección por mi hermana y no ayudaba verla en ropa cómoda en la casa con sus short cortitos o blusas casi sin nada de tela con las que se paseaba por todos lados.
La única salvación era las incontables pajas que me hacía en la soledad de mi habitación en las cuales con un poco de miedo y excitación gemía diciendo su nombre, sabiendo que tal vez ella pudiera escucharlo por la delgada pared que nos dividía, no sé lo que esperaba causarle, ya que ella no reaccionaba, ya sea para mal o para bien cuando me descubría mirándola.
Después de cada paja me relajaba un poco y dejaba de pensar en ella por un rato, hasta que de nuevo la veía o me acordaba de lo sexi que es mi hermana, mi mente ya ideaba la forma de tocarla o violarla de alguna forma, pero mi cobardía y mi inexperiencia no me ayudaba a llevarlas a cabo.
Ella por su parte no daba signos de que le provocara alguna reacción ya sea repudio o asco, su indiferencia me dejaba intrigado ya que mis miradas cada vez eran más lascivas y mis gemidos diciendo su nombre pegado a la pared mientras me masturbaba eran más fuertes, mis padres no las oían ya que su habitación estaba en planta baja, pero ella era imposible que no las escuchara.
Sin embargo mi hermana nunca me dio una señal de complicidad o repudio, así iba pasando el tiempo, ella simplemente me trataba como siempre e iba a la escuela y regresaba, seguía saliendo con sus amigos y tenía a su novio, el cual yo odiaba en silencio, ya que me imaginaba que ya tenía sexo con él desde hace mucho, ya que solía llegar muy feliz después de salir con ella, a pesar de ser muy popular ella no salía mucho y solo iba de vez en cuando al cine con el novio, siempre me pregunte por que tenía a un novio nerd y no un deportista, ya que para el semejante cuerpo y belleza de mi hermana no había hombre que no quisiera tirársela, pero ella siempre fue muy cortante al respecto, jajá hasta llegue a pensar que era lesbiana.
Nada cambio durante un tiempo hasta que una tarde en el almuerzo nos comentó mi padre que se iría de vacaciones con mi madre y ya que nosotros no les dábamos problemas, nos dejarían solos durante dos semanas, claro que me hicieron jurar que por ningún motivo saliéramos uno sin el otro y que obedeciera a mi hermana, por lo que quedo al mando de la casa ella.
Trate de disimular mi alegría ya que ese tiempo ya había maquilado algunos planes para verla desnuda y tocarla, pero por miedo a mis padres no lo había llevado a cabo, planeaba entrar la siguiente noche que ya se hubieran ido mis papas para entrar en su recamara mientras ella dormía.
Y para no hacer más largo este relato mis papas se fueron un viernes en la tarde, los acompañamos al aeropuerto nos despedimos, yo disimulaba un poco mi alegría para que no sospecharan, de regreso a la casa mi hermana me comento, ya enano ya sé que estas alegre que se fueran los viejos así que conmigo no tienes que disimular, me dijo para festejar que tal si pedimos una pizza y vemos películas en la sala.
Yo le respondí que sí, y así lo hicimos, ya tarde nos hablaron por teléfono para decirnos que habían llegado con bien y nos ordenaron ir a dormir lo cual hicimos.
Mi calentura pudo más que mi paciencia y solo esperaba unas horas en que se durmiese para ir a la habitación de mi hermana, ya eran las 2 am del sábado cuando lentamente giraba la manija de la habitación de Mercedes parecía tigre acechando a su presa mi boca se hacía agua y mi miedo lo controlaba al saber que mis papas no estaban, entre en la obscuridad y cerré la puerta, me acerque a la cama de mi hermana ya acostumbrado mis ojos, al parecer se encontraba bajo las cobijas, levante lentamente esta y en ese momento alguien me empujo cayéndome sobre la cama, se predio la luz cegándome totalmente, al acostumbrarme a la luz vi a mi hermana de pie enfrente a la cama con cara de enfado.
M-¿Qué haces aquí Ricardo?
No sabía que contestar por lo que dije lo que se me ocurrió en ese momento.
R-es que, es que necesitaba algo de tu habitación.
Ella contesto enojada
M-¿y cómo que necesitarías algo de mi habitación a las 2 am Ricardo? ¿Por qué alzabas mi cobija que querías hacerme Ricardo?, eres un pervertido dijo ofuscada seguro querías violarme Ricardo, soy tu hermana, voy a hablarle a papá ahora mismo.
Dirigiéndose al teléfono.
R-no, por favor no le digas a papá, me mataría, por lo que más quieras no le digas.
M-entonces dime que me querías hacer, crees que no te escucho atraves del muro, si ya solo falta que lo publiques en redes sociales los gritos de mi nombre cada vez que te la jalas pensando en tu hermana, eres un cerdo, aurita mismo le hablo a papá.
R-no por favor, te digo lo que iba hacer, pero no le digas nada a papá.
M-habla.
Con toda la vergüenza reconocí mis intenciones en la habitación de mi hermana, no tenía otra salida solo pedir perdón para que no me denuncie a mis padres, me senté en su cama y le dije.
R- hace un tiempo acá alrededor de unos meses, no sé qué me pasa pero me atraes demasiado algo involuntario no puedo controlarlo, a todas horas pienso en ti en tu forma de ser, en tu caminar, en tu cuerpo, en lo que llevas puesto y hasta tu aroma, la verdad es que necesitaba verte desnuda, perdóname Mercedes por favor.
M- entonces enano ¿crees que soy linda?
Dijo sonriendo un poco, me tranquilice por un momento al ver su sonrisa, a lo mejor ella me entendía y no me delataría por lo que le conteste con mi mirada hacia abajo, con la intención de que reconsiderara delatarme.
R- si lo creo, no solo eso también creo que eres sexi.
M- jajá bueno no quieres que te delate hermanito, pues entonces tendrás que obedecerme en todo lo que yo te diga y además como castigo para que sientas como querías tratarme, quiero que te quites toda la ropa en este momento.
R- por favor Mercedes entiéndeme por favor soy virgen, no lo pensé por favor perdóname.
M- jajá virgen tú, y cuando me vieras desnuda bajo las sabanas, ¿que ibas hacerme enano?, ¿solo verme acaso?
R- no lo sé.
M- apúrate y quítate toda tu ropa
No me quedo otra opción o era desnudarme o que se lo dijera a mi padre, la paliza que me iba a dar ya que a mi hermana la cuidaban mucho y no dejaba que saliera con alguien que no tuviera su aprobación, así como también cuando iba por la calle y la miraban los hombres con solo una mirada mi padre hacía temblar a cuando libidinoso la miraba, por lo que sabía lo que me esperaba si se enteraba mi padre de lo que hice.
Así que me fui despojando de mi pijama, me daba vergüenza no porque me viera desnudo, sino porque a pesar del problema en que estaba metido tenía la verga muy dura, ya que ella se encontraba tan solo con un short pequeñísimo y un top que contrabajo retenían el par de hermosos y redondos melones de mí hermana.
Cuando solo me quedaban los bóxer me indico con su dedo que también eso, y así lo hice mi pene no era muy largo pero si grueso, al quedar totalmente desnudo me tiro sobre la cama aprovechando mi descuido, pensé que me aria daño pero enseguida tomo mi pene con la palma de su mano hizo a un lado su cabello y se lo metió a su boca.
No daba crédito de lo que estaba pasando, no lo creía a pesar de estar sintiendo lo caliente y húmedo de su boca, no buscaba que hacer se sentía delicioso mi cara de asombro ya iba desapareciendo, empezaba a disfrutar de la boca de mi hermana, me entregue al placer pero no cerraba los ojos, miraba como ella se tragaba mi polla, de repente me miro a los ojos directamente, no sabía que hacer le sonreí nerviosamente y ella saco mi miembro de su boca y me dijo: no era esto lo que querías sonrió tan sensualmente que casi me vengo en ese momento, no dejaba de verme mientras su lengua lo pasaba por lo largo de mi verga, cuando llego abajo se metió uno de mis huevos en la boca y luego el otro, después los dejo y se metió de nuevo mi polla en la boca, no aguante más y la tome de la cabeza sin pensar haciendo que se metiera lo más que pudiera mi verga, sus ojos lagrimaron viéndome a la cara, expulse con su mirada fija en mí, todo el semen que llevaba en los huevos, tragándose mis chorros, algunos salieron hacia su cara y cabello, su mano derecha con que agarraba mi pene estaba lleno de mi semen.
Fue hermoso ver sentada en la cama a mi hermana tragando mi semen y lamiéndose la mano chupándose los dedos para comerse tomo mi semen, era tanta mi excitación que mi pene estaba ya duro de nuevo a causa de ver a mi hermana de esa forma, no me dijo nada, solo se paró sobre la cama y se fue quitando la ropa, primero su top, sus senos redondos y generosos brillaban por el sudor y el semen derramados, sus pezones sobresalían desafiantes, junto sus piernas y bajo sus short con todo y sus pantaletas.
No podía creer lo veía mis ojos, su coño con sus labios hinchados, abultados hacia afuera se notaba la humedad por el brillo de estos, un mechón de sus cabellos adornaban su monte de venus y su sonrisa de puta me dio a entender lo que estaba por hacer, tomo mi pene, coloco su cabeza en la entrada de su coño me miro y me dijo: ¿esto es lo que deseabas todas esas noches que gritabas mi nombre?
Yo le conteste si Mercedes contigo quiero perder mi virginidad, ella sonrío y fue encajándose mi pene poco a poco, sentí como su vagina apretaba mi polla a cada centímetro en que se empalaba mi hermana, no me perdía ni un segundo de lo que me estaba sucediendo, veía claramente como entraba poco a poco mi verga en su coño, miraba su cara de perversión y como me miraba ella.
Tampoco ella se perdía de esto, miraba en mí la lujuria con la que le veía la vagina y sus pechos, mi cara de pervertido lo disfrutaba, yo disfrutaba del calor de su vagina y la humedad de esta, sentía como apretaba mi polla, sentía como rozaba su útero con la piel de mi verga y cuando ya se había empalado toda, se dejó caer en mi pecho, sentó sus pechos en el mío y mi verga totalmente dentro de ella, se acercó a mi oído y me dijo ¿esto es lo que soñabas todas las noches?
Yo le conteste, si era exactamente como soñaba todas esas noches, deseaba tener así, entonces mi hermana de repente se incorporó puso sus manos en mi pecho y empezó a cabalgarme desquiciadamente, veía saltar sus senos llenos de sudor, redondos y de buen tamaño, movía las caderas en un mete y saca frenético ronroneaba mi nombre Ricardo, Ricardo esta rico, esta rico no quiero que se acabe pero no aguanto más gritaba intermitentemente, era demasiado para mí la excitación de ese momento y el movimiento de caderas de mi hermana, la cara desencajada y sus senos rebotando hicieron estragos en mí , sentí como su vagina apretaba más mi pene y contorsionaba la espalda hacia atrás gritando hay delicioso esta rico, esta rico, en pocos arremetidas de su cadera no aguante más y me vine dentro de ella ronroneando y tomándola de la cintura para penetrarla lo más profundo posible la vagina de mi hermana.
nuestra cara de felicidad de ambos no se podía ocultar, se incorporó poco a poco sin sacar mi miembro de su vagina, me miro y me beso en los labios, metió su lengua tocando la mía y mordió levemente mis labios, se acostó sobre mi pecho y me dijo, esta grueso tu pene hermanito, me encanta, a pesar de haberme llenado de tu semen esta duro todavía, sabias que tú ya no eras virgen, esta es la segunda vez que me follas, mi cara de asombro no se hizo esperar y antes de preguntarle cómo era posible ella me conto, la primera fue a los once años, ¿no te acuerdas muy bien, de por qué nos separaron de habitación verdad?, y con una sonrisa de lo más sensual que le había visto me dijo.
fue porque papá me atrapo con tu polla dentro de mi vagina, sonrió de nuevo, fue una vez que jugábamos luchitas en la cama, nos revolcábamos como siempre, pero no sé qué me pasaba en esa ocasión, me rosabas con algo entre mis piernas, tú al parecer no eras consiente de lo que estaba sucediendo, tenías una erección involuntaria, y yo sentí rico que me tallaras tu pene entre mis piernas, creo que fue algo de biología natural, estaba como una hembra en celo, con juegos te convencí para que te quitaras tu short y apenas vi tu verga no pude controlarme, algo así como lo que te paso en estos meses, la vi tan gruesa incluso para tu edad, que me las ingenie para que se ponga dura y me la metí entre mis piernas, desgarrando mi himen, sin embargo no me importaba nada en ese momento, rayos la disfrute tanto que me olvide de que la puerta estaba abierta y en el momento en que me vine, papá entraba a la habitación.
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