Por fin me follo a mi prima y su vagina seguía oliendo igual de rico
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por shaoranli.
La relación con mi prima seguía siendo normal después de aquella vez en la terraza, ella seguía siendo la misma mojigata de siempre, aquella que ponía un grito en el cielo con tan solo tocarle una pierna; nos veíamos con cierta frecuencia ya que mi mamá suele ir seguido a casa de mi tía, pero mi prima y yo casi no hablábamos de esos dos momentos, además que la relación con mi novia estaba bastante bien y no quería echarla a perder por las ganas de follarme a mi prima.
Después de terminar con mi novia, pues ya que teníamos una vida sexual buena, yo sentía ganas de sexo bastante seguido pero no soy de acostarme tampoco con la primera que veo, así que seguí haciéndome la paja con las pantys de mi prima, después de tanto tiempo su olor había disminuido un poco pero aún se sentía rico.
Un día cualquiera, en la tarde, estaba solo en mi casa y estaba chateando y sentí las ganas de escribirle a mi prima, pero en son de sexo, de tantear el terreno a ver qué respuesta recibía, así que le escribí algo más o menos así:
-“Hola, ¿Qué más?, oye, debo pedirte un favor, es que después de todos estos meses tus pantys ya han perdido su rico olor y quería saber si podías volver a dejármelas llenas de tu vagina”
-Ella respondió: “Oigan a este, qué le pasa, vaya busque otra para que le quite las ganas, a mí no me joda”.
Una respuesta dura, pero no me sorprendía, ella era así.
Supuse que ya todo había terminado y que aquellos dos encuentros serían todo, pero algo que sí me sorprendió fue que ese mismo día, pero en la noche ella me escribió:
-“¿De verdad quieres que te vuelva a masturbar con mis pantys?
A lo que yo, con cierta prudencia, respondí:
-“Bueno, no es tan necesario, solo basta con que te las pongas, te excites, las mojes y luego me las devuelvas” (Por dentro, en realidad, quería pegarle la mejor follada de su vida).
Ella ese día ya no me habló más, sí, me dejó en visto.
Yo tampoco le escribí más y ya dejé la cosa ahí.
Al otro día, a eso de la 1 más o menos me llamó y me dijo que si la acompañaba a ella y a mi tía al banco a reclamar un dinero, eso lo suelen hacer porque saben que yo practico artes marciales y tengo alguna experiencia en defensa personal, así que se sentían como medio protegidas, pero créanme, si algo llegara a suceder en las veces que las acompaño, saldría corriendo como un velocista o simplemente dejó que se lleven lo que quieran y de inmediato hago un llamado a la policía, la vida no vale más que nada material.
Bueno, siguiendo con el tema, ese día las acompañé sin problema y regresamos a casa como a las 4, mi tía me dijo que siguiera para la casa de ella para que tomara algo y por ahí derecho les ayudara a mover un escaparate, yo sin ninguna intención sexual en ese momento, accedí sin problema.
Al llegar a su casa, tomé un jugo y moví el escaparate, ya cuando me disponía a salir para mi casa mi tía me dice:
-“Yo tengo que salir otra vez al centro, voy hacerle un mandado a mi jefa y creo que demoro, acá se quedan la abuela y mi hija solas para que estés llamando a ver cómo están”
-Yo, con total hipocresía, respondí: “Sí, hágale, yo más tarde las llamo a ver cómo están”
Justo cuando iba salir, mi prima me abraza y me dice al oído:
-“No te vayas lejos, quédate en la esquina y cuando mamá se vaya te vienes”
En ese momento mi corazón quería salirse, no lo había notado pero mi prima estaba vestida muy sexy, un jean ajustado, oscuro, una blusa blanca que dejaban ver el ancho de sus tetas y yo moría por comérmela y follarla como nunca, algo me decía que ese iba ser el momento y no lo iba dejar pasar.
Efectivamente, mi tía se fue y yo volví a entrar a la casa, pero cuidando que mi abuela no me sintiera porque ahí sí se armaba.
Mi prima me dijo que solo quería que me quedara con ella, pero conociendo a la mamá, no iba dejar que yo me quedara ahí con ella prácticamente sola.
Yo le dije que no se preocupara, que yo la cuidaba para que nadie le hiciera nada.
(El que le iba hacer era yo).
Nos pusimos a ver una película, pero yo no dejaba de ver sus tetas y ella lo notó, a lo que me dijo:
-“¿Qué hubo mijo, muy arrecho o qué?” yo respondí: “Sí, mucho, llevo ya algo de tiempo sin sexo y tus pantys ya no huelen tanto y tú no me las quieres volver a aromatizar”, Ella respondió: “Y para qué quieres las pantys…venga mejor y la hueles directamente” y de una forma inesperada saltó sobre mí y me besó con tanta pasión que ya no podía respirar, ¡¡¡Ufff, que labios!!! Que rico que besaba, lo hacía tan rico como lo chupaba, empecé a apretar ese descomunal culazo, sentía ya como su vagina se humedecía y mi pene ya estaba a reventar con ese beso, seguí con el juego previo besando su cuello y diciéndole al oído: “Me encanta como te mojas” ella no respondía nada, solo se movía encima de mí, luego se levantó y con una sonrisa pícara se quitó la blusa y el brasier y empezó hacerme cosquillas en mi abdomen y pecho, yo ya me había quitado la camisa, y que rico se sentía, luego me desabotonó el jean y me lo quito del todo y ahí estaba mi bóxer, con un punto de humedad por el placer que sentía, ella agarró con fuerza mi pene y dijo: “Le voy hacer escupir toda la leche que tenga”…yo estaba sin palabras, por fin me iba follar a mi prima.
Yo salté de la cama y la tome del cuello, empecé a besar sus ricas tetas y notaba sus gestos de placer, notaba como apretaba mis brazos y como se mordía los labios, era una sensación muy excitante, seguí lamiendo sus pezones, ya duros.
La miré a los ojos y le desabroché su jean, vi que tenía puesta una mini tanga, de esas que son un hilo, azul oscura con el hilo amarillo y solo le tapaba su vulva, su enorme vulva, y se notaba lo mojada que estaba; la puse de espaldas y disfruté de ese culazo, que sexy se veía con esa tanga, empecé a darle palmadas, bajé y lo lamí muchas veces, lo apretaba y ella solo suspiraba de forma suave pero erótica.
Quité del todo su jean y sentí ese aroma, ¡Ufff! Su vagina seguía oliendo delicioso y ella también podía oler y me dijo: “Vamos, ve y chupala, sé que eso quieres”, pero claro, inmediatamente bajé corrí su tanga y ahí estaba ese manjar, ese jugo, ese aroma impregnado en mi nariz y empecé a lamer su vagina tanto como pude, ella solo me tomó del cabello y apretaba sus piernas, yo seguí dándole no quería parar, su sabor era lo mejor y sus gestos ya me tenían a punto de venirme.
La tumbé en la cama y empecé a pajearla, buscaba otro squirt, quería que se viniera y sí, lo logré, ¡¡Ohhhh, ahhhh, siiiiiii, me vengoooooo!! en ese momento salió de su uretra un chorro que cayó en mi cara y obviamente lo saboree con mi lengua, no quería dejar pasar ni una gota.
Ella empezó a jadear y a retorcer su cuerpo, yo, evitando que mi abuela nos escuchará, subí y le tapé la boca, ella poco a poco se calmó.
Yo ya no aguantaba más, ya estaba bien, ahora quería mi pene en su húmeda vagina…pero algo me detenía, ¡Carajo! Tantas ganas de follarla y en el momento justo no puedo, temía por un embarazo, no teníamos condón y ella no planificaba y sé perfectamente que no se requiere de un orgasmo ni del semen como tal para que ella quedara en embarazo, con el simple lubricante era suficiente.
(Lo malo de estudiar administración en salud y estar rodeado de personas que llevan a cabo proyectos de seguridad sexual, además de ser un amante de la lectura instructiva sobre sexo).
¿Qué hacer? ¿La follo o no la follo?, ella estaba tumbada en la cama y yo de pie en el borde, su tanga corrida que dejaba ver su vagina en plenitud, yo aún con el bóxer puesto, entonces ella me dijo: “no te preocupes, yo te conozco y sé que te preocupa, dale, hazlo y yo ahora me tomo la pastilla del día después”…¿Qué? Ella tenía una pastilla de esas, pero por qué? Eso mismo le pregunté en ese instante y me dijo que estaba a punto de hacerlo con un chico, entonces prefirió tenerla por si algo.
Mmmmmm, mi primita sí follaba, vea, yo que la creía tan mojigata.
Bueno, volviendo al tema, me bajé el bóxer y yo mismo me sorprendí de la erección que tenía, incluso ella me dijo: “Que duro estás, veo que esto va estar rico”.
Ya no podía más y la penetré, ¡Waooo! Que sensación, que suavidad, que humedad y que rico olor, sus jugos empezaron a sonar y su voz se agitaba, no podíamos hacer mucho ruido por la abuela, pero cómo evitarlo, cómo evitar gemir con tanto placer.
Empecé entonces a bombear, metía y sacaba mi pene con tanta fuerza que ella a veces hacía gestos de dolor: “Mmmmm, ahhhh, oooohhhh, mmmm, uuuuuu, ahhhhh” me excitaba mucho como gemía, como apretaba las sabanas y como veía entrar mi pene en esa enorme vagina, como sus jugos sonaban y como salía ese olor a sexo que se impregnaba por toda la habitación, además del morbo por ver su tangita a un lado mientras la follaba.
Yo seguía y seguía, admito que el éxtasis no me permitía imaginar más posiciones para follarla, yo solo quería follarla, más nada.
Entonces subí sus piernas y la traje más hacía mí, veía ya lo profundo que entraba mi pene y ella morder sus labios, ¡Amigo! Esa condenada sí que sabía cómo excitarme, yo no quería sacar mi pene para nada, seguí follandola y me dijo: “Creo que me voy a venir otra vez, uuuhhhhh, ahhhh, siiiiii, ahiiiii vieeeeneeee, ahhhhh” y sí, salió de nuevo un chorro que cayó en mi abdomen, yo mismo con mis dedos lo limpié y me los chupe, era su eyaculación, qué más iba hacer.
La muy condenada no paraba de jadear, retorcerse, apretar las sabanas, gemir, ¡Que rico se sentía! Ver como sus tetas ibas de arriba abajo por cada embestida de mi pene.
La verdad, perdí el control, no era yo, seguí dándole tan duro que ella me dijo: “Para, paraaa, ohhhhh, para, por favor, ya no más, ya me duele, me acabo de venir y me duele” yo no la escuchaba, yo sabía que las mujeres pueden tener muchos orgasmos seguidos sin parar y no me importaba lo que ella dijera, yo no quería parar de follarla, además eso me lo decía con voz quejante y más me excitaba.
Llegó el momento, mi leche ya venía y le dije que cerrara los ojos, mientras la follaba sentí que el chorro salía así que saqué mi pene y desde la vulva salieron unos 5 chorros, fuertes, con mucha presión, que llegaron hasta sus tetas, su cara, su boca, también su abdomen.
Manchamos las sabanas, ¡Me acuerdo de ese orgasmo y se me empieza a poner duro!.
Ver a mi prima llena de mi semen, ver que en su tanguita también cayó un poco, la combinación del olor de su vagina con el de mi semen era una locura.
Ella me dijo:
-¡Ufff, que polvo me echaste, mira cómo me volviste, que rico me follaste y que rico me vine!.
Yo quedé en éxtasis, mi pene aún no perdía la erección y ella se levantó y lo metió a su boca, ¡woop, woop, woop! Sonaba su boca mientras chupaba mi punta limpiando el semen que había quedado en ella.
Ahora teníamos un problema, ¿Cómo limpiar la cama? ¿Cómo iba pasar ella a limpiarse si el baño estaba al lado de la habitación de la abuela?.
simple, le dije que se vistiera aún con mi semen en su cuerpo y eso mismo hizo, con una sonrisa traviesa y picara.
Yo también me vestí y ustedes dirán: “Pero que pendejo, solo eso, no hicieron más, no la puso en cuatro, no le dio por el culo, no se tragó su leche”, y sí, sé que fue algo sencillo, pero entenderán que el tiempo no estaba a nuestro favor, que había alguien más en casa y que ya anteriormente habíamos hecho más cosas, que ahora lo único que importaba era follarla, tener mi pene dentro de ella y lo mejor fue que ella lo disfruto tanto como yo.
Bueno, después de estar vestidos, ella con su cuerpo empapado de semen y su mini tanga también con algunas gotas además de su propia humedad, fuimos a la cocina y se tomó la pastilla, yo me quería asegurar que lo hiciera.
Yo tenía que irme antes de que llegara mi tía, así que le di un buen beso en su boca y le dije que la próxima nos íbamos a moteliar para poder, ahí sí, dar rienda suelta a todo, ella solo hizo un gesto de aprobación.
Llegué a mi casa, en realidad vivimos a dos cuadras de distancia, ni mi tía ni mi abuela se dieron cuenta que estaba en su casa tirándome a mi prima.
Ella me envió un mensaje diciendo:
-“Que espeso y caliente está tu semen, no me quisiera bañar, pero mejor lo hago para evitar algún inconveniente con mi mamá…luego hablamos lo de mis pantys para que te puedas pajear con ellas, pervertido”.
Y ahí culmina el día en que me cogí a mi prima, desgraciadamente hasta ahora no hemos vuelto a coger, incluso apenas tuvimos un micro encuentro donde volvió a humedecer y dejar con ese rico olor sus pantys que yo tengo en mi poder, fue otra vez en su casa, yo sabía que estaría sola y le hablé para que lo hiciera, me dijo que sí, entonces subí a su casa, nos besamos, tocamos, acariciamos y ella ya después de estar mojada, se bajó su jean, sus pantys y se limpió sus jugos con las pantys que yo tengo, ¡Quedaron oliendo y sabiendo riquísimo! Jajajaja, solo hacía falta un poco de mantenimiento.
Ahora estamos esperando el momento para ir a moteliar, pero aún no se da.
Un abrazo
Shaoranli
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