POR FIN SEXO CON MI HIJO
Enfadada conmigo misma y sin saber muy bien que hacer, traté de retirarme, pero el me lo impidió, cortándome el paso y me dijo que no me enfadara… que nos había oído discutir con su padre por la noche… que sabía lo necesitada que podía estar… que lo había podido comprobar el día de ayer por la.
Un domingo, sin premeditación alguna, abrí la puerta del baño, para recoger las toallas, pensando que ya se habían duchado todos, pero… Allí estaba mi hijo, completamente desnudo, recién salido de la ducha, secándose…
¡Joder!… Así, sin más, mi mayor deseo se había cumplido…
Mis ojos se fueron directos a su verga, que la tenía de buen tamaño sin estar excitado y perdí la noción del tiempo.
Me quedé allí parada, totalmente ensimismada, mirando fijamente aquella enorme verga, comiéndomela con los ojos.
Mi hijo no dijo nada, no hizo ningún gesto de sorpresa, ni intentó en ningún momento taparse… Al contrario… Con todo el descaro del mundo cogió su verga con la mano y comenzó a acariciársela, ante los asombrados ojos de su madre, que permanecía estática sin decir ni hacer nada…
No sé el tiempo que permanecí pasmada mirando fijamente la verga de mi hijo, pero de pronto volví en mí, lo miré por primera vez a la cara, vi su sonrisa, le sonreí yo también y sin cruzar palabra, salí y cerré la puerta…
Pero claro, mi hijo se tuvo que dar cuenta de la impresión que su verga había causado en mi y esto fue sin duda el detonante de lo que se atrevió hacer al día siguiente…
Yo esa noche, no podía quitarme de la cabeza la visión de la verga de mi hijo, que en mi imaginación aún era más grande que en la realidad y con ese pensamiento, metí mis dedos en mi coño, y tuve mi primer orgasmo pensando que la verga de mi hijo era la que me estaba follando…
Ahora ya no estaba obsesionada con vérsela, ahora deseaba tener esa enorme verga dentro de mi…
No me importaba que fuera mi hijo, es más, eso añadía un plus a mi calentura, por el morbo de pensar en ser follada por mi propio hijo… Bufffff
Los días de diario, mi marido salía a las 8,30 hacia su trabajo y se llevaba a mi hija, que entraba en el colegio a las 9, mientras que mi hijo y yo no salíamos a las 9,30, más o menos, el hacia la universidad (Era su primer año) y yo a mi trabajo, que entraba a las 10, con lo cual, durante una hora, aproximadamente permanecíamos diariamente los dos solos en la casa…
Ese lunes, una vez que se marcharon mi marido y mi hija yo estaba ordenando un poco el comedor, cuando se presenta mi hijo, aún en pijama…
Se acerca a mí y me dice en mi cara, que si me había gustado lo que había visto ayer…
Yo, completamente nerviosa, porque no me esperaba algo así, le dije que esperaba de una madre, ante tal descaro… Que era un sinvergüenza y un exhibicionista y que se lo iba a contar a su padre…
Enfadada conmigo misma y sin saber muy bien que hacer, traté de retirarme, pero el me lo impidió, cortándome el paso y me dijo que no me enfadara… que nos había oído discutir con su padre por la noche… que sabía lo necesitada que podía estar… que lo había podido comprobar el día de ayer por la forma en que me había quedado mirando su verga… que el podía darme todo el sexo que quisiera… que yo aún era joven… que estaba buenísima… que el me deseaba y que nadie lo sabría…
Yo me quedé totalmente bloqueada, porque, por una parte, veía como mis fantasías de la noche, se podían hacer realidad y por otra todo se estaba precipitando de una forma totalmente imprevista por mí, así es que no sabía cómo reaccionar…
Comencé a retroceder hasta que me toqué con la mesa del comedor…
Mi hijo había avanzado hacia mí y cuando quede bloqueada entre él y la mesa, se bajó el pantalón del pijama, y su verga totalmente parada salió disparada como con un resorte, quedando a unos pocos centímetros de mi… Buffff… Allí estaba el objeto de mis fantasías… No me lo podía creer…
Totalmente nerviosa y sin saber muy bien lo que hacía, instintivamente me gire, en un acto reflejo de rechazo fingido, cosa que aprovecho mi hijo, para empujarme suavemente, haciendo que me apoyara en la mesa…
Vamos, que sin pensarlo me lo había puesto a huevo…
En esa posición, me subió el vestido y me bajo las bragas, sacándomelas totalmente, quedando así mi trasero a su entera disposición…
Yo no opuse ninguna resistencia, simplemente me deje hacer, estaba claro que mi hijo me iba a violar y en mi fuero interno, yo ya lo había asumido y estaba deseando que lo hiciera…
Y… Lo hizo, vaya si lo hizo…
Levanto mi pierna derecha y la apoyo en la silla que tenía al lado, con lo que quedé tumbada encima de la mesa con mi coño a su entera disposición…
Mi hijo no perdió ni un segundo, me metió su verga de un solo golpe, deslizándose suavemente hasta el fondo de mi deseoso coño…
Y sin ningún tipo de consideración me dio una follada increíble…
Yo, ajena totalmente al hecho de que mi hijo me estaba violando, me agarré fuertemente con mis manos a la mesa y disfruté de sus embestidas dando gemidos de placer… Bufffff
¡Joder!, mi hijo me estaba violando y yo estaba disfrutando como una perra en celo, porque, aunque no era como a mí me hubiera gustado, mi fantasía se estaba haciendo realidad… Tenía la verga de mi hijo donde la noche anterior deseaba tenerla… Dentro de mi coño… Buffff
Tuve primero un orgasmo casi instantáneo al liberar la tensión acumulada por lo imprevisto de lo que estaba pasando y después otro cuando sentí como mi hijo descargaba el contenido de sus testículos dentro de mi coño… Bufffff… sentí un placer indescriptible al notar como ese liquido caliente inundaba mis entrañas…
Nos estábamos corriendo los dos al mismo tiempo… Bufffff… Fue algo increíble…
Después de escurrir hasta la última gota de semen dentro del coño de su madre, sin decir ni una sola palabra, sacó su verga de mí, aun palpitante y se retiró a su habitación , dejándome jadeante sobre la mesa y escurriendo por mis muslos parte del abundante semen que había metido dentro de mi coño…
Me puse en pie, como pude, con las piernas aun temblando, me recompuse la falda y con mis bragas que estaban en el suelo recogí el pequeño charco que había formado el semen que había salido de mi coño…
Después me fui al baño, me lavé bien, subí a mi dormitorio, me vestí y bajé para irme al trabajo…
Cuando bajé mi hijo ya se había marchado, yo cogí mi coche y me dirigí a mi trabajo como si nada hubiera pasado…
Pero había pasado… Y tanto que había pasado, ahora había que ver como seguiríamos de aquí en adelante, porque estaba claro que mi hijo se tenía que haber dado perfectamente cuenta de que a mí no solo no me había molestado que me hubiera «follado», sino que lo había disfrutado sin el menor disimulo, así es que era de suponer que, dado el éxito obtenido, lo querría volver a repetir, porque era más que evidente que yo no iba a decirle nada a su padre, como le había amenazado al principio…
Estuve dándole vueltas todo el día… Sabía que mi hijo podía volver a la carga mañana a la misma hora, porque es la única hora en la que estamos los dos solos en casa y… Por supuesto, en ningún momento vino a mi mente la idea de rechazarlo, o evitarlo, sino más bien todo lo contrario…
Porque había llegado a la conclusión que mi hijo tenía razón, yo estaba necesitada y él era la mejor opción para darme lo que su padre no me daba, así es que empecé a planear como hacerlo de la mejor manera posible para que disfrutáramos los dos…
Estaba clarísimo que el mejor sitio era la cama, así es que tenía que conseguir que mi hijo me volviera a «follar» pero en mi cama…
Porque, de momento, le iba a dejar a él la iniciativa, haciendo como si no hubiera pasado nada y que fuera él, el que diera el siguiente paso…
El hecho de que estuviera pensando de esta manera me sorprendió a mí misma, porque estaba dando por hecho, que estaba dispuesta y predispuesta a convertirme en la amante de mi hijo, como si esto fuera la cosa más normal del mundo…
Pasó el día comportándonos los dos con toda normalidad, sin ni siquiera alguna mirada o signo de complicidad, hasta tal punto, que cuando me fui a la cama con mi marido, empecé a pensar que lo mismo mi hijo ya había cumplido su fantasía, le había salido bien y no querría correr más riesgos por el momento…
Con esta duda me quedé dormida…
A la mañana siguiente, todo siguió desarrollándose con absoluta normalidad, así es que yo, como si tuviera una especie de querencia, cuando se marcharon mi marido y mi hija, me fui al comedor y me senté en la silla que me había servido de apoyo la mañana anterior para que mi hijo me follara más cómodamente…
Estando allí sentada, veo como entra mi hijo en pijama como el día anterior y se dirige hacia mí…
¡Bien!, pensé, nerviosa y excitada, de momento la cosa marcha…
Al llegar junto a mí, sin decir palabra, se baja el pantalón del pijama como había hecho el día anterior y con su verga totalmente parada comenzó a golpearme suavemente en el hombro, como diciéndome… ¿La quieres?…
Como yo no hacia ni decía nada, tomo mi mano derecha y me la llevó a su verga…
Yo, en un movimiento totalmente reflejo, se la agarre y apreté con mi mano…
Pero, enseguida me di cuenta que si no hacia algo, me iba a volver a «follar» allí mismo de mala manera, así es que para sorpresa de mi hijo, solté su verga, me levanté y salí deprisa del comedor hacia mi dormitorio, que, como ya he dicho, está en la segunda planta de la casa…
Cuando entré en la habitación, cerré la puerta y me quedé de pie, apoyada en la pared y atenta al ruido de los pasos de mi hijo si subía las escaleras…
Mi corazón iba a 100 y se puso a 1000 cuando mi hijo abrió la puerta y entró en el dormitorio…
Yo permanecí sin moverme, mirando de reojo lo que hacía él…
Él se despojó primero de la parte de arriba de su pijama y después del resto, quedándose completamente desnudo y con su verga totalmente parada apuntando al techo…
Se acercó a mí y volvió a hacer lo mismo que antes, cogió mi mano y la llevó a su verga…
Yo en esta ocasión la apreté con un poco más de fuerza, sabiendo que en un momento iba a tener esa cosa dura y caliente de nuevo dentro de mí… Bufffff
Sentí como mi coño se humedecía de deseo, con solo pensarlo…
Él al sentir mi apretón, comprendido que no iba a haber ningún tipo de resistencia por mi parte, así es que me cogió por los hombros y suavemente me llevo a la cama…
Yo caí de espaldas y el rápidamente me quito las bragas, se subió de rodillas entre mis piernas quedando estas apoyadas en sus muslos y con una mano, enfilo su verga a la entrada de mi palpitante coño, la movió un poco en la entrada, para humedecerla y después me la metió lentamente para que yo la disfrutara hasta tocar fondo… Bufffff
Yo solté un gemido de placer al sentir aquella enorme verga de nuevo dentro de mí.. Ahahahahah…
Esto termino de confirmar a mi hijo mi conformidad, por si aún le quedaba alguna duda, así es que mientras comenzaba a moverse dentro de mí, me dijo:
– Desabróchate la bata (yo llevaba una de esas batas de verano con tirantes y botones por delante, de arriba abajo)
Inmediatamente comencé a desabotonarme toda la bata y además saque mis brazos de los tirantes, así es que como no llevaba sujetador (en casa nunca lo llevo) quedé totalmente desnuda…
Mi hijo al tener por primera vez mi cuerpo desnudo a su entera disposición, se volvió como loco, comenzó a follarme con fuerza a la vez que sobaba mis tetas, apretaba mis pezones, me los chupaba y me daba pequeños mordisquitos que me excitaban más y más…
Todo ello produjo en mi tal estado de excitación y placer que empecé a gritar como una loca, teniendo una especie de orgasmo continuo…
– Ahahahahahahahah…
Poco a poco mi hijo fue bajando el ritmo, supongo que por agotamiento y entró en una fase más cariñosa…
Sin sacar en ningún momento su verga de mi coño, fue cambiando de postura, quedando todo su cuerpo encima del mío y mis piernas abiertas pero libres…
El apoyado en sus codos para no aplastarme con su peso, comenzó a besarme por todas partes, mi cara, mi cuello mis labios, mientras me decía entre jadeos.
– Te quiero… Te quiero… Te deseo… Te amo… y te voy a dar todo el sexo que quieras…
Yo no podía hablar, mi excitación era tal que de mi boca solo salían gemidos y chillidos de placer y el escuchar estas palabras de mi hijo aun me la aumento más la excitación…
Pensar que tenía dentro de mí la verga de mi hijo, que había vuelto a entrar dentro de su madre por el mismo sitio que salió, me producía un estado de placer imposible de describir…
Mi hijo, por su parte, en un momento de lucidez me dijo entre jadeos…
– Supongo que te estarás cuidando…
Ahí haciendo un esfuerzo le contesté…
– Si cariño, no te preocupes, puedes correrte dentro sin problemas…
Esto a mi hijo le produjo una sobrecarga de excitación y volvió a follarme con fuerza, mientras me decía a gritos…
– Siiiiii… Que rico voy a correrme dentro de ti, te voy a llenar tu coño con mi semen… Buffff que rico, Ahahahahahahahah
En ese momento me dio un beso en la boca, metiéndome su lengua a la vez que sentía como inundaba mi útero con una gran cantidad de leche caliente…
Mi hijo se estaba corriendo dentro de mi…Bufffff me volví loca de placer y tuve un orgasmo increíble… Nos estábamos corriendo los dos a la vez, mientras nos comíamos la boca…
Respirando a duras penas por la nariz y aplastada por el cuerpo de mi hijo, que me había abrazado con todas sus fuerzas, me sentí morir de placer…
Finalmente, él aflojó sus abrazos y libero mi boca, lo que aproveche para tomar aire y dejar salir mis gemidos como una loca… Ahahahahahahahah
Seguía sintiendo su pene dentro de mí y con las contracciones de mi vagina, le estaba sacando hasta la última gota de semen…
Estuvimos así, unidos por nuestros sexos un rato más, mientras nos seguíamos comiendo a besos…
Finalmente salió de mí y se tumbó a mi lado, agotado tratando de recuperar el aliento…
Buffff… Había sido, el mejor polvo de mi vida…
Sentir como mi hijo inundaba mis entrañas con su semen fue algo indescriptible…
Pensar que mi hijo había vuelto a entrar dentro de mí por el mismo sitio que había salido, me producía un morbo imposible de superar…
Todos estos pensamientos se agolpaban en mi mente, mientras yo también trataba de recuperar el aliento…
Bufffff… En esa media hora yo creo que tuve más orgasmos que con mi marido en el último año…
Después nos quedamos charlando, intercambiando confidencias y planificando el futuro…
Ese día los dos llegaríamos tarde a nuestros respectivos destinos…
Mi hijo me confesó que llevaba mucho tiempo haciéndose pajas pensando en mí..
Y que desde que me había oído discutir con su padre sobre mis necesidades sexuales, había empezado a pensar en la posibilidad de ser el quien satisficiera esas necesidades…
No soportaba la idea de que yo me buscará un amante…
Si necesitaba un amante, tenía que ser él y nadie más…
Que cuando lo pillé en la ducha y vio mi reacción, comprendió que yo lo estaba deseando, pero que nunca me atrevería a dar el primer paso, así es que decidió darlo él y eso fue lo que hizo…
Yo por mi parte le conté lo que me había dicho su hermana sobre el tamaño de su verga y eso fue el detonante de mi obsesión por verla y después de vérsela mi obsesiona era tenerla dentro…
Que no me esperaba que sucediera como sucedió y que por eso reaccioné como reaccioné al principio, pero que inmediatamente lo vi como la oportunidad que esperaba y no la iba a desaprovechar…
Que de ahora en adelante ya no era necesario que me «violará»…
(Risas de los dos)
Que seríamos amantes secretos y que no hacíamos daño a nadie, porque él simplemente había pasado a sustituir a mi marido en el plano sexual…
A partir de ese día, acordamos el momento y yo le espero completamente desnuda en mi cama y dedicamos, más o menos, media hora a darnos placer…
Follamos como locos, de todas las maneras posibles…
Mi hijo entra dentro de mí por todos los sitios por los que puede entrar y me mete todas las partes de su cuerpo que me puede meter…
Llena todos mis agujeros con su leche calentita, me da tanto placer como jamás pude imaginar, tenemos sexo vaginal, anal y oral y los dedos de mi hijo me exploran donde el lo quiera… y somos muy felices…
Muy rica historia..muy excitante
Te falto la edad del hijo pero igual me imagino uno chico porque esos me calientan rico