Poseí a mi sobrina gracias a las clases de educación sexual del colegio Parte II
Matilde a sus 12 años ya es toda una señorita, con casi 1,70mts de altura, piernas largas y poderosas gracias a su deporte preferido el patín carrera. Sus nalgas no son abundantes pero sí duras y bien redondas. Las clases de educación sexual permitieron que yo pudiera gozar de mi sobrina.
12 años y un cuerpazo de señorita, con cara infantil. Quién puede resistirse a estos atributos. Yo no lo hice, por lo que cuando mi sobrina llegó del colegio intrigada por el tema sexual no me quedó otra que ayudarla con mis conocimientos, explicándole todo lo referente al coito y además también aproveché la situación y con motivo de explicarle mejor, pasamos a la demostración práctica de un buen polvo, lo que me permitió apoderarme de su virginidad. Les aclaro que ella participó activamente. Además esta el echo de que siendo su primer acto sexual quedó prendada de mi verga de 21×5,5cms.
Pasaron unos días y no volvimos a tocar el tema, yo estaba algo caliente con Matilde, quería volver a gozar de su cuerpazo, por lo que el predador que hay en mí, promovió todo para un nuevo encuentro con mi sobrina y así intentar cogerla nuevamente. Cuando la invité un sábado a que me acompañara al cine, ella pidió permiso a su madre, lo cual obtuvo sin problemas. Y para mi sorpresa estaba más que dispuesta a acompañarme. Cuando paso a buscarla, ya pasada las 19.00hs, me llevo una gran sorpresa, mi sobrina estaba deslumbrante, traía un vestido de falda corta muy ajustado al cuerpo que resaltaba su hermosa figura, se había arreglado el pelo por lo que parecía una leona, cualquiera que la viera en ese momento diría que es una señorita de unos 17 años al menos. Verla así automáticamente hizo que mi verga comenzara a motivarse.
Se sube al auto y muy suelta me da un beso en los labios sonriendo luego pícaramente. La llegamos al cine justo cuando la película estaba por empezar. Era «TITANIC». Transcurría el film y notaba algo inquieta a Matilde, por lo que la abrazo y la atraigo hacia mí apoyando su cabeza en mi hombro, mi brazo por sobre sus hombros permiten que mi mano quede prácticamente sobre su seno izquierdo. Haciéndome el distraído bajo la mano y rozo su pecho, así descubro que su pezón está duro, guauu!!! dije para mis adentros, esta señorita está algo excitada. Ella como quien no quiere la cosa apoya su mano derecha sobre mi pierna pero bien cerca de mi rabo. Al notar eso mi pija comenzó nuevamente a ponerse dura. No pasaron ni tres minutos cuando siento que su mano se posa sobre mi tronco y lo acaricia, lo aprieta y lo estimula. Yo entonces me adueño de su seno, le giro la cara y le doy un beso de lengua al que la niña responde con ferocidad, está muy caliente. Justo en ese momento se da la escena donde Di Caprio se coge a la actriz en el auto, eso parece haber desatado una corriente en mi sobrina, ya que con más ganas acaricia mi verga. Para colmo la película es larguísima, por lo que yo ya bastante excitado con las caricias le ofrezco volver a mi departamento para disfrutar de unos tragos.
Asiente con la cabeza, nos levantamos y salimos del cine, caminamos de la mano hasta el auto. Rumbo al departamento Matilde está callada y pensativa, pero no deja de tener esa sonrisa pícara en su cara. Y yo no dejo de tener la verga dura como un cañón. Lo que no pasa desapercibido para mi sobrina. Guardamos el auto en la cochera, al subir al ascensor para ir al depto. Matilde se me viene encima, me abraza y apoya su pelvis contra mi tripa, y me besa muy apasionadamente, me adueño de sus nalgas y la apoyo contra mi tripa, ella gime y suspira fuerte. Entramos al depto. y sin mediar más palabras la tomo de la mano y nos encaminamos a mi habitación, paso por el baño, tomo los profilácticos, el gel lubricante y me tomo una Viagra para poder cumplir al 100%.
Cuando entro a la habitación ya mi sobrina está desnuda totalmente tirada en la cama esperándome. No demoré ni 10 segundos y ya estaba desvestido con mi lanza de carne en ristre. Mi sobrina no le quita el ojo de encima a mi verga. Cuando me acuesto ella se me viene encima, me pone de espaldas, se acomoda entre mis piernas y sin que se lo pida inicia a darme una exquisita mamada, mi verga está pletórica, casi puedo afirmar que tiene al menos un centímetro más de larga y un centímetro más de gruesa. Matilde chupa y lame desesperada, pasaron unos minutos y yo decido apartarla, y le digo que ahora me toca a mí darle placer. Y acometo su conchita que si bien ya no es virgen, está cerradita por no tener uso. Lamo y masajeo su clítoris, meto de a poco un dedo en su ano, mientras dedeo su concha, pronto está totalmente excitada y algo descontrolada, sigo trabajando su ano, ya meto dos dedos completos y de pronto con un largo suspiro y un par de retorcijones de cuerpo mi sobrina me llena la boca con sus jugos, tuvo un gran orgasmo que la dejó laxa. Es el momento de penetrarla, subo sus piernas a mis hombros, tomo la verga por el tronco, pinceleo entre sus labios vaginales hasta posicionarla bien en la entrada a su cuevita y comienzo a penetrarla, se queja un poco, tiene los ojos cerrados y respira fuerte, pero se banca la entrada de mi tripa, cuesta pero de a poco voy dilatando su vagina y la verga se va hundiendo entre sus pliegues hasta que siento que la cabeza pega en el cuello de su útero, está totalmente empalada. Nos quedamos quietecitos por un ratito hasta que siento que su vagina se relaja, entonces comienzo a cogerla con ganas, pronto estamos los dos desaforados, y no aguanto mucho las caricias de su vagina y comienzo a lanzarle unos buenos chorros de semen, ella al sentir mis jugos vuelve a gozar de un orgasmo. Descansamos un rato y nos vamos a bañar, en la ducha nos acariciamos y ella vuelve a atacar a mi verga con su boca, mi tripa reacciona al momento por la pastillita, viendo eso, nos vamos nuevamente a la cama, a seguir con el sexo, mi sobrina resultó ser una buena putita, para mi sorpresa se tira en la cama boca abajo, lo que me presenta una excelente imagen de sus nalgas, yo estaba en la duda si debería penetrarla analmente y si la niña soportaría la entrada de mi rabo en su estrecho y virgen culito. Pero pensé para mis adentros, con probar no se pierde nada, y mas habiendo comprobado que con dos dedos dentro de su ano, Matilde ni se dio por enterada. No obstante luego de volver a chuparle la concha para ponerla cachonda, la hice poner de perrito y le encajé la verga en la concha hasta el fondo, ella gemía pero de placer, mientras la tenía penetrada por la vagina, tomé el gel y unté mis dedos y el agujerito de su ano. Le metí un primer dedo y enseguida el segundo que gracias al lubricante entraron a fondo sin problemas, eso estimuló a mi sobrina que más se movía debajo de mi. Metí un tercer dedo, más se estimuló, parecía una gata salvaje moviéndose, buscaba meterse los dedos lo más adentro posible, le hice caso, le saqué la verga de la concha, la unté con gel, apoyé la punta en su esfínter y presioné, al principio costó un poquito pero pronto su aro no resistió la presión de mi verga y comencé a entrar en ese tan apretado túnel. Matilde emitió un largo gemido y se abrió las nalgas con ambas manos permitiendo que mi tripa tuviera más fácil acceso a su culo, de a poco fui penetrándola hasta tener mis testículos pegados a sus nalgas. Lo cierto es que su túnel aprieta mucho, la fricción a pesar del lubricante es extrema, mi sobrina gime y casi diría que está a punto de llorar, pero se las aguanta, hasta que yo no, y le llené el culo de semen. Tuvimos que esperar que mi verga se baje para poder sacársela y no hacerla sufrir. Pero no hubo ningún reproche de su parte. Se quedó tirada en la cama como recuperándose del dolor. Volvimos a lavarnos y nos abrazamos fuerte. De pronto mi sobrina me besa y mirándome a los ojos me dice, Tío, te amo mucho. Yo le respondí con otro beso. Y salimos de la ducha a secarnos uno al otro. Desde ese día, tenemos al menos tres veces a la semana sexo, completito, oral, vaginal y anal. Ella toma las pastillas por que ha empezado a menstruar y no queremos que haya complicaciones. Pero se ha echo adicta a mi verga. Obvio que para mi no es un contratiempo. Pero estoy sospechando que le ha contado a su madre, mi hermana. Quien no dirá nada, ya que ella me desvirgo a mis 15 años.
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