Primer contacto
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Murg1970.
La primera vez que ocurrió, mi hermana tenia 12 años y yo 15. Mis padres solían alquilar un apartamento en la costa todos los veranos, principalmente en la Costa de Tarragona. Y sobre el mes de Mayo aprovechaban los fines de semana para buscar algún apartamento que se ajustara a sus necesidades. Por lo tanto nos dejaban a mi hermana y a mi solos desde las 9 de la mañana, hasta las 6 o 7 de la Tarde.
La verdad es que para su edad, mi hermana había empezado a desarrollar el pecho de forma espectacular. Sus senos empezaban a tener un volumen prominente bajo la camiseta y empezó a llevar sostenedores. Esto le acentuaba el pecho aun más y lo hacia tremendamente sensual.
Aquel sábado nos levantamos y fuimos a mirar la tele desde el cuarto de mis padres. Los dos tumbados en la cama uno al lado del otro. Ella con una camiseta de tirantes corta que dejaba su ombligo al descubierto, y unos pantaloncitos cortos que se metían entre sus nalgas, acentuado su culito; redondo y respingón. Estrechito pero con las nalgas prietas.
Ella estaba tumbada con la cabeza en los pies de la cama y por lo tanto podía ver su culo todo el rato, no conseguía quitarle los ojos de las nalgas. Noté como empezaba a empalmarme y me tumbe a su lado cabeza con cabeza. La polla empezó a crecer más rápido, cuando al ponerme a su altura, pude ver sus pechos por le escote de la camiseta de tirante que llevaba.
Entonces me decidí a probar suerte y empecé a darle besos en la nuca, ella se volvía loca en cuanto le tocaba la nuca, la tenía muy sensible y podía pasarme horas haciendole caricias. Así que aquel día cuando sintió mis labios en su nuca, se estremeció pero me dejó continuar bajando por su espalda. Ella estiró sus brazo y conforme iba bajando mis labios por su espalda, ella arqueaba su cuerpo respirando entrecortadamente.
Por fin llegué hasta su culo, lo cogí con mis manos y lo empecé a besar por encima de la ropa. Lo apretaba con mis manos y mi hermana me dijo_
– ¿ Que estás hacíendo? –
Yo me limité a seguir bajando hacia sus muslos y metiendo mi cara entre sus muslos levanté su cadera y empecé a besar su sexo por encima de sus pantaloncitos.
Ella empezó a protestar pero al instante se calló y su respiración se aceleró. Le pregunté si sentía placer con lo que le estaba haciendo y me dijo que era divertido.
Así que le propuse hacerlo aun más. Le bajé los pantaloncitos y las braguitas, su sexo apenas tenía las primeras trazas de lo que seria el vello púbico años más tarde. Ella me miró entre sorprendida y extrañada. Me coloqué entre sus piernas y empecé a lamer su clítoris lentamente, rodeándolo con la punta de mi lengua. Separando sus labios con mi boca y lamiendo su sexo con la punta de mi lengua. Ella apretó mi cabeza contra su sexo y me dijo que sentía como si fuera a orinar, pero con una sensación diferente. Yo le dije que tranquila que se dejara llevar. Cuando finalmente se corrió en mi boca su cara estaba sudorosa, sus carrillos de un rojo vivo y su sexo totalmente empapado y absolutamente sensible.
Dejé que su respiración se fuera recuperando y le pregunté si me dejaba mirarla desnuda tal y como estaba mientras yo me acariciaba. Ella accedió y al cabo de un minuto de empezar a masturbarme, mi semen estaba empapando su vientre y sus pechos. Con unos pezones pequeños de un rosa pálido sobre una piel completamente blanca que solo dejaba transparentar una venita fina que salía de la base del pecho derecho y moría bajo su pezón. Esta fue la primera de muchas relaciones durante varios años, pero por ahora es suficiente para el primer relato. Pronto seguiré contando nuestra historia.
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