PRIMERA FOLLADA CON MAMA
Aquella puritana que se cuidaba mucho de no decir palabras malsonantes y el vestir de forma tan recatada, cambio a una mujer normal, con un lenguaje actual, eligiendo a veces modelos ajustados y llamativos..
Me llamo Ángel y tengo diez y ocho años. Desde los doce comparto mi vida solamente con mi madre que se divorció. Los primeros once años de mi vida los viví con mi padre natural y mi madre. Después de varios años de matrimonio nefasto, mis padres decidieron separarse y nuestra vida dio un vuelco completo. Mamá se enamoró de un hombre de ideas diferentes a las suyas pero la verdad es que le sentó fenomenal sufriendo una total transformación: Se arreglaba más todos los días, se volvió más atractiva y excitante que de costumbre, e incluso presumía de llamar la atención de sus compañeros de trabajo.
Aquella puritana que se cuidaba mucho de no decir palabras malsonantes y el vestir de forma tan recatada, cambio a una mujer normal, con un lenguaje actual, eligiendo a veces modelos ajustados y llamativos.
La historia que voy a contar sucedió cuando yo tenía 17 años. Tengo que decir que ella tenía 39 años conservando como siempre un hermoso cuerpo. Si alguien lo duda podría preguntar a alguno de mis amigos que iban a casa con cualquier excusa y que seguramente se pajeaban pensando en su hermoso cuerpo y en las minifaldas que dejaban apreciar sus sensuales piernas. Supongo que esa era la razón por la que las reuniones de amigos las querían hacer siempre en nuestra casa, sobre todo en verano cuando mamá andaba bastante ligera de ropa.
Las veces que papá y ella conseguían pasar la noche juntos y descansados, teniendo en cuenta que él viajaba constantemente, los cuadros temblaban en mi dormitorio, mi padre un hombre de raza negra, acuerpado y de buenas facciones, incluso tenia ojos verdes, por eso también llamaba la atención de las mujeres y de seguro era un hombre bien dotado, algo que yo herede de él; solían empezar sus juegos en el salón, delante de la chimenea, viendo la televisión o escuchando música, sin importarles que yo estuviera en casa. Del salón pasaban a la habitación y al poco tiempo mi madre comenzaba un concierto de jadeos y frases entrecortadas mientras el cabecero de su cama golpeaba contra la pared y la escuchaba desde mi habitación, supongo que al mismo ritmo que el pene de mi padre golpeaba contra su concha. Después de un buen rato, se entremezclaban sonidos extraños por parte de ambos, una suma de gritos de placer y suspiros de satisfacción que, junto con la disminución de los golpes del cabecero, anunciaban el final de la batalla.
Mi imaginación se disparaba y suponía estar haciéndolo yo con alguna amiga, la excitación de pensar en mi madre follada por tremenda verga me enloquecía. Por supuesto todos los pensamientos solían terminar en una buena paja con una imprevista corrida en la cama que luego tenía que limpiar para no dejar pistas.
Cuando yo había cumplido los 17 años, me volví algo rebelde y a veces recibía fuertes regaños de mama, que se prolongaban más de lo necesario y un viernes ella estuvo en una fiesta con los compañeros de trabajo y yo me fui de juerga con mis amigos, cuando llegue en la noche ella no había regresado y recordé algunos encargos que me había hecho para hacer en casa pero pensé en hacerlos al día siguiente que era sábado. Me acosté a ver un video de sexo y estaba en esto cuando ella llego, entro a mi habitación, note que se había tomado sus copas y después de saludarnos salió de mi habitación y regreso unos minutos más tarde para reclamarme sobre las cosas que me había encomendado que hiciera y seguían pendientes.
Esa noche no sé porque se enojo más que de costumbre y me recrimino muy fuerte y cuando le dije que lo haría al día siguiente me respondió que las cosas eran para hacerlas cuando ella me lo ordenaba y no cuando yo quisiera y como seguía con la cantaleta pensé en dejarla hablando sola en la habitación e irme a tomar un vaso de agua, pero cuando intente salir ella me detuvo diciendo que no la dejaría hablando como una loca y cuando trato de detenerme y yo de soltarme vino un ajetreo fuerte de nuestros cuerpos por varios minutos y su blusa se abrió quedando al descubierto su brasier. El caso es que terminamos cayendo a mi cama, su falda en el forcejeo se recogió y todo este contacto sin darme cuenta me excito y pienso que también a ella, gracias a las copas que ambos habíamos tomado.
Ella tratando que yo la mirara a los ojos me movía la cara y de pronto en una reacción descontrolada puse mis labios en los suyos y esto me excito tremendamente. Sin pensarlo dos veces y tratando de calmarla le di un beso directo en la boca y ella sorpresivamente me correspondió y aquella agitada batalla se torno en el inicio de un encuentro sexual. De los besos pasamos a las caricias y los dos nos fuimos excitando. Ella me quito la camisa y comenzó a acariciarme y yo hice lo propio soltándole el brasier, y pronto quedaron sus pechos al descubierto, aquellos que minutos antes escondía su precioso sujetador. A estas alturas mi miembro palpitaba dentro del pantalón como si se fuera a salir de un momento a otro.
Luego cuando bajé la cremallera de su falda se la saqué por los pies, su sexo apareció tapado por un tanga negra minúscula, a juego con el sujetador, mientras sus nalgas estaban prácticamente al descubierto y sus piernas cubiertas a medio muslo por medias de nylon. En resumen, era la viva imagen de una sensual mujer que había visto en Internet. Y mientras tanto mi miembro no entendía nada y pugnaba por reventar de excitación.
Cuando le retiré su brasier observé que sus pechos aún se conservaban firmes y sus pezones estaban erectos. Por un momento tuve la tentación de volver a mamar de ellos como cuando era un niño, pero me dedique a acariciarlos y note que esto tuvo efecto directo en la excitación de ella. Yo estaba disfrutando de la visión completa de su cuerpo como no la había tenido nunca. Y allí estaba mamá en todo su esplendor, vestida únicamente con una minúscula tanga negra que poco le tapaba y su hijo al frente desesperadamente excitado.
No sabía cómo seguir, pero ella me pidió que me desnudara y en un segundo lo hice y al ver mi verga me dijo… heredaste una buena dotación de tu padre y sin más comenzó a acariciar mi verga y luego sorpresivamente la llevo a su boca y la acaricio con la lengua y cada caricia de sus labios me hicieron estremecer, pensé por un segundo que iba a explotar dentro de ella, pero como no quería terminar la noche tan pronto hice el cambio y comencé a darle masajes con mi lengua en su coño e iniciaron los gemidos que años atrás le había sacado mi padre y que tanto me excitaban, pero ahora era yo el que lo hacía y deseaba mas y mas.
Cuando estaba al límite, ella me pidió que me subiera y volvimos a besarnos y al hacerlo quedo su coño y mi verga frente a frente, entonces ella metió su mano por en medio de nuestros cuerpos y coloco mi verga a entrada de su coño y sin mucho esfuerzo y gracias a la lubricación de su sexo, mi verga se fue deslizando hacia adentro y ella cerrando los ojos dijo…hummm que rico, eso, eso, métemela hasta el fondo, y yo obediente seguí empujando hasta tocar fondo y cuando lo hice ella soltó un gemido, y dijo… que dotación tienes, estas tocando lo más profundo de mi coño. Pero sigue, sigue que me está gustando y complaciéndola empecé un mete y saca que fue creciendo en velocidad y fortaleza, entretanto ella acrecentaba el volumen de sus gemidos y de inmediato recordé los años cuando era un niño y mi padre ocupaba el lugar donde ahora estaba yo.
Después de cambiar varias veces de posición y disfrutar del sexo en varias formas, los dos estábamos listos para terminar la faena y acelerando el paso sentí que ella ya disfrutaba su orgasmo entonces pude explotar dentro de coño para dejar toda mi carga acumulada y en esos últimos segundos no sé porque mis embestidas las hice con demasiada fuerza, pero solo después de terminar fui consciente de lo que había hecho, pero al parecer a ella le gusto porque me dijo sensualmente… uhmmmm que rico me follaste.
Ya nos habíamos recuperado un poco y sin decir nada la agarré por detrás y ella se puso de rodillas, puso su culo en pompa y lo movió de izquierda a derecha, -¿Quién se va a follar este culito virgen ahora mismo?- me decía con voz picarona totalmente salida, yo le abrí las nalgas y su agujerito me saludó, coloqué mi polla sobre el, solo para divertirme y para ver las dimensiones de mi nabo comparadas con aquel estrecho agujerito, lo tenía cerrado, húmedo pero cerrado, con un poco de saliva un dedo le entraba bien, pero dos ya era un poco forzado, mamá me dijo… -¡Confío en ti, quiero que me la metas por el culo, pero ponte algún lubricante, lubricame el culo y después me la metes!!!- y así lo hice, estuve lubricando el ano de mi madre y después me embadurné mi polla, que estaba más dura que siempre, parecía otra, se la enseñé a mi madre y me contestó…
-¡Fóllame ahora mismo o me la como!- y empezamos a reírnos de nuestras bromas.
Por fin llegó el momento más esperado, lo más ansiado por mí, el culo de mi madre, coloqué la punta de mi glande en la entrada del ano y comencé a empujar poco a poco, mamá suspiraba mientras iba empujando, la agarré por las caderas, e iba empujando mi falo contra el ano maternal, cuando la enorme seta que parece mi capullo entró por entero mamá lanzó un gemido de placer, ¿te duele. Dime sí te hago daño. – ¡No, sigue, sigue, no me hagas caso, métemela toda entera, la quiero sentir dentro de mí!
La penetración fue lenta pero muy placentera, según iba entrando iba sintiendo como el culo de mi madre se abría a mi paso, me costaba entrar, pero poco a poco iba hundiéndolo, sentía una especie de flop-flop mientras avanzaba dentro de ella, era su recto que se abría a mí, ella comenzó a gritar mientras yo salía y entraba pero cada vez un poquito más a fondo, mi respiración se iba acelerando, yo respiraba y se me escapaban grandes gemidos, el estado de excitación era único.
Me quedaba sin aire cuando veía el ano de mi madre como se tragaba mi polla casi por completo, como se abría más y más ante mis empujones, ella estaba cada vez más cachonda, entonces me sorprendió cuando me dijo entre suspiros, -¿Te queda mucho por entrar?- ¡un poquito mamá, sí quieres la saco!
Le dije temiendo que la penetración le doliese más de lo que yo pensaba, mi madre entonces comenzó a mover la cintura y de un solo golpe, dirigido hacía mi, se sodomizó ella misma, mi polla entró de un solo golpe en el culo de mamá, estaba toda dentro, había sentido algo muy grande mientras entraba con aquella prisa debido al empuje de ella, casi me mareo del placer,-¡Fóllate a mamá, dame con fuerza y rómpeme el culo, vamos ánimo!- me dijo entre gritos mientras pegaba fuertes vaivenes contra mi cuerpo.
Me llené de lujuria, le agarré fuertemente las nalgas, los glúteos, y comencé a meter y sacar con prisa, me la follé con fuerza por el culo, solo de ver mi polla como entraba y como salía me parecía imposible, sentía un calor inmenso, sentía como se estrechaba contra mi polla y como la aprisionaba como succionandola, como tirando de ella mientras yo entraba y salía, mis gemidos eran bestiales, me faltaba el aire y estaba a punto de marearme de tanto placer, me fallaban las piernas de tanto goce.
Ella se movía como una loca, su culo dibujaba círculos sobre mi nabo tieso dentro de ella, de un lado para otro su cintura acompañaba mis embestidas, me propinaba fuertes empujes y yo estaba como loco, gritaba de gusto y mamá parecía estar fuera de sí, la casa entera se lleno de gritos, ella gritaba como nunca la había oído, sollozando y gimiendo de gusto, -¡ahhhhh mi niñooo que gusto, mi culo mi culo, ahhhhh, fóllame, hijoo, ahaaa, mi culooo!- yo le acompañaba con, ¡mamaaa que culoo tienes….esto es lo maximo…que gustazooo!
La cama chirriaba, nos movíamos a mil por hora, y mi polla estaba a punto de explotar dentro de ella, -¡assssii fóllate a mamá por el culo, demuéstrale a tú madre como se folla por el culo, demuéstrale a tú madre como la quieres follándotela por el culo, hijo miooooo, ahhhhhhhhhh, me corrooooooooooooooo, aaaaaaaaaaaaaaaaahhh!
Mamá se corrió de gusto, le vinieron grandes espasmos y ni tan siquiera se había tocado el coño, el placer de la follada anal la había hecho correrse de una manera bestial, yo sentí como mi capullo explotaba dentro del recto de mi madre y mientras eyaculaba estuve viendo luces de colores alrededor mío, me estaba mareando del placer experimentado, la salida de mi semen fue como una descarga eléctrica, lancé un grito mientras me pegaba a las nalgas de ella y soltaba mi leche dentro, creo que nunca me había corrido tanto.
Saqué mi polla pringosa, pero aún morcillona, mamá se tumbó en la cama boca abajo y me miraba sonriendo y sudando, -¡Vaya hombre que tengo en casa, menuda manera de darle a tu madre por el culo, hijo que manera de follar que tienes, eres lo nunca visto, menuda manera de usar la polla con tú madre, me has dejado el culo reventado, me has desvirgado el culito, mi niño! Y asi fue nuestra primera follada, después vinieron mas.
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