PRIMERA NOCHE CON MONICA LA MAS PEQUEÑA…UNA FAMILIA ATÍPICA.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PEDROVL.
Viendo y viviendo los desprecios de Andrea y los rechazos de Betty, Sandy y hasta Mony, mi padre trajo a fines del mes de mayo a la casa a Fabiola, hija de su “prima” Carmen, que llegó con el pretexto de ayudarla en sus estudios.
No tardó más allá de un mes en ser evidente y después hasta descarado mi padre con sus intenciones, que esta chica que apenas estudiaría la prepa accedió con su ego de superioridad y belleza que para nada lo era.
Andrea en ese mismo mes se bajó al piso en el que estaban mis otras hermanas.
Ya no se podía llamar “secreto a voces” era una forma de vida callada y aprobada tanto por mi madre como por mi abuela, en el que al parecer mi padre aún no estaba enterado…que entre mis hermanas y yo había más allá de un cariño filial de hermanos.
Las visitas de Andrea y Betty a mi cuarto eran frecuentes, tanto así que mi madre fue distribuyendo tareas a cada una para su aseo, limpieza y el lavado de mi ropa, lo cual obedecieron sin chistar.
Solo Sandy no entro de lleno en esas tareas, con quien tuve sexo máximo como en tres ocasiones en ese mes.
Pero una noche del mes de febrero, llegué a la recamara de mis hermanas menores, al entrar, encontré cepillándose el cabello a Sandy, quien se acababa de bañar y vestía una bata blanca con estampados en azul.
Al verme me estiro lo brazos y me acerque a ella, me abrazo y beso mi abdomen, me incline y nos besamos con toques de lujuria.
Me separe y le pregunte por Mónica, me dijo que se acababa de meter a bañar, entonces la recosté sobre su cama y me acomode sobre ella, nos volvimos a besar.
Me abrazo con fuerza mientras separaba sus piernas y mi cadera con mi verga ya dura hacia presión sobre su concha.
La lujuria de Sandy era tremenda, bastaba que estuviéramos solos para que nos fundiéramos en un solo ser, su calentura estaba siempre al cien y esa noche no era la excepción.
Bajé mi mano izquierda y la metí por debajo de su bata para acariciar su muslo, subí un poco más y llegué hasta su nalga, Sandy subió sus piernas y rodeo mi cadera, esto me facilito acariciársela al meter mi mano entre su pantaleta.
En ese momento agradecí que a Mónica le encantara tardarse en el baño.
Mientras, la lengua de Sandy hurgaba entre mi boca, entonces con la mía hurgue entre la de ella, luego se volvió una danza entre amabas, una danza que hiso gemir a mi hermana, sus manos se metieron entre el elástico de mi short y sus uñas se enterraron arriba de mis nalgas.
Mi excitación aumento, me levante y baje los tirantes de su bata hasta dejar sus lindos pechitos al descubierto, me abalance sobre ellos y los chupe con ansias, mordí con suavidad sus pezoncitos, lamí todo el contorno de sus pechos uno a uno, los succione y chupe haciéndola gemir despacio.
Luego me levante y la despoje de su pantaleta azul, la cual arroje sobre su almohada.
Baje mi short y mi verga saltó dura y erecta ya goteando liquido pre seminal.
Sandy solo miro y una suave sonrisa se dibujó en su rostro, luego le separe las piernas, apoyo sus pies sobre la cama y su hermosa concha jugosa y empapada se mostró frente a mí.
La jale de sus piernas hacia a la orilla, agarre mi verga y se la centre en la cueva de su concha, se la metí de un solo golpe y un suave gemido escapo de los labios de Sandy.
Apoye los puños a los lados de sus hombros, entonces comencé a bombearla despacio, se la metía y sacaba una y otra vez de la riquísima la concha de Sandy.
Poco a poco fui arreciando mis embestidas ya que no había mucho tiempo, aunque no me importaba que Mónica nos encontrara cogiendo, pero aun no era el momento.
Mientras mis huevos chocaban con sus ricas nalgas a cada recia embestida que le daba.
Por el momento y la hora aumentaba el grado de excitación y lujuria, a cada embestida tocaba el fondo de ella, de su útero y era exquisito, así como el sudor que brotaba de nuestros poros e inundaba el olor a sexo la habitación.
Sin compasión era cada embestida, golpear el fondo con el deseo de venirme dentro de ella e inundarla de mi leche y así fue, cuando iba a por fin iba a explotar, arrecie más hasta que una fuerte erupción comenzó a llenarla, una, dos, tres veces…en eso oímos el ruido de la puerta del baño que gracias a mi padre hace ruido cuando se abre.
Me separe de Sandy y se la saque, ella bajo las piernas y se acomodó la bata, se levantó y escondió su pantaleta debajo de su almohada, mientras yo me acomodaba el short, así sin limpiármela, me senté aun lado de Sandy quien sonreía nerviosa y agitada, justo en ese momento entro mi pequeña hermanita, quien apenas entro pregunto ¿Qué hacíamos y que era ese olor tan raro? Nosotros nada más reímos y ya, enseguida Mony comenzó a platicarme tontería y media de sus compañeras y la escuela, a lo que casi no le puse atención, ya que centre mi mirada en sus lindas caderas y la pijama rosa de pequeño short y camiseta de tirantes que traía y que hacia lucir su bello y tierno cuerpo, Sandy trataba de no poner atención a como miraba a Mony acomodándose mejor para dormir.
Luego de cepillarse el cabello y ponerse crema se tumba sobre su cama, entonces comienza a hacer pucheros al reclamarme que solo me acuesto con Sandy y que con ella no, que como Sandy era mi preferida…
-También a ti te quiero Mony.
Es más, todas son mías y a todas las quiero.
– Le contesto.
Sandy sonríe y se acomoda boca abajo, abraza su almohada y gira la cabeza hacia la pared.
-¿Me puedes tapar manito por favor? Ya me voy a dormir, hasta mañana- Me dice Sandy.
Me levanto y la tapo, luego le doy un beso en su lindo y lacio cabello castaño.
Entonces me paso a la cama de Mony y me siento mientras ella comienza a acomodar su cama para acostarse.
Luego me tira un cojín al pecho, lo agarro y se lo regreso al mismo tiempo que me voy sobre de ella quien se tira sobre la cama boca arriba, le doy suavemente con el cojín mientras ella levanta y separa sus piernas para evitar el golpe, pero eso provoca que su short se abra de sus piernas y me deje ver el color blanco de su pantaleta.
Le tiro el cojín al pecho, lo abraza, pero mantiene separada las piernas, por lo que aprovecho y me abalanzó sobre ella, quedando mi cara a la altura de su ombligo, con sus piernas rodeo mi cuello dejándome atrapado.
Me gire hasta dejarla boca arriba a ella y con mis manos la agarre se sus duras nalguitas y con fuerza hundí a como pude mi cara y abriendo al máximo mi boca, atrape a como pude la parte rica de su intimidad.
Mony en lugar de molestarse, abrió un poco sus piernas, por lo que aproveche y aprisione con mis labios la parte más rica de ella, ayudándome con la lengua hice aun lado parte de su short y sobre su pantaleta aprisione su concha con mis labios, mientras sus manos empujaron mi cabeza contra ella y sus piernas me volvían a aprisionar con fuerza.
Mordisquee suavemente su concha al tiempo que mis manos entraban por debajo de su short y su pantaleta y acariciaban sus aterciopeladas nalguitas, luego hago presión con mi lengua en el centro de sus labios íntimos y sus caderas se agitan.
Sus manos acarician un poco mi cabeza y se incorpora un poco.
-Voy a apagar la luz manito.
– Me dice ella, haciendo el esfuerzo por no jadear.
Afloja sus piernas y me levanto rápido a apagarla para luego volver al mismo y exquisito lugar.
Mony mantiene sus piernas separadas y al volverme a colocar ahí me acaricia, solo que esta vez jalo su short y su pantaleta para quitárselos, ella se deja y jala la sabana para cubrirnos.
Ya sin su ropa, ahora hundo mi cara y chupo toda su concha haciéndola que presione con fuerza mi cabeza con sus piernas, luego poco a poco va relajándolas…meto mi lengua entre sus ricos y delicados labios íntimos buscando su diminuto botoncito, lo presiono una y otra vez, recorro de arriba abajo toda su rajita, deliciosamente amielada.
Que rica esta su pequeña y tierna concha de mi hermanita.
Mis manos mientras acarician sus duras y aterciopeladas nalguitas, se las abro y presiono una y otra vez.
Le meto la lengua en su pequeña cuevita, se la saco y vuelvo a meter una y otra vez.
Es tan deliciosa.
Mientras sus manos acarician mi cabeza y sus dedos se enredan con mi cabello, sus caderas se levantan al encuentro de mi boca como queriendo fundirse.
Recorro con la lengua cada milímetro de su jugosa concha, le presiono y saboreo, le juego mientras sus caderas se mueven con suave cadencia, separa más las piernas una y otra vez, con lo que va jalando la sabana hasta dejarnos completamente destapados.
Mi verga está completamente dura y erecta más esta aprisionada debajo de mi cuerpo.
Subo mis manos y las meto debajo de su blusita hasta llegar a sus pequeñas tetas, arrancándole un suave suspiro de sus labios.
Se las acaricio despacio y sus caderas suben y baja con más frecuencia.
Voy estudiando como disfruta más, si lambiendo y chupando con “fuerza” o con suavidad y despacio… y es así como más le gusta, despacio y suave.
¡¡Guau!! Que delicia, recorro con mi lengua entre sus labios íntimos, derecho e izquierdo, una y otra vez, luego subo hacia arriba de su pequeño clítoris y ahí le hace estremecer, ahí juego en círculos con la punta de mi lengua, presiono y chupo.
Las caderas de Mony se agitan cada vez más, entonces vuelve a cubrirnos con la sabana, suaves gemidos se oyen de sus labios pero pueden escucharse en la recamara, tal vez hasta Sandy los haya escuchado si estaba aún despierta, pero no se oye nada más, solos sus gemidos.
Las manos de mi hermanita presionan mi cabeza contra su concha, apoya los pies sobre la cama y agita sus caderas con más fuerza…mi hermanita ha tenido su primer orgasmo y es largo.
Se oye donde aprieta sus labios para no gritarlo, se oyen sus jadeos y su acelerada respiración.
Que delicia de mieles, que ricas mieles virginales de Mony.
Me subo besando su vientre plano y tierno hasta llegar a sus pechitos, los lamo y chupo, ella gime suavemente.
Aprieto con mis labios uno de sus pezoncitos, lo suelto y vuelvo a presionar.
Luego voy con el otro, entonces las manos de mi hermanita agarran mi cara y la levantan un poco…
-¡¡Que rica sabe tu conchita mi enana!!- Le digo y ella me responde…
-¡¡Más manito!! ¡¡Chúpame más!!- Me dice con tierna y melosa voz.
-¿Te gustó?- Le pregunto.
-¡¡Mucho!! ¡¡Síguele manito, chúpame más!!-Me insiste, empujándome con suavidad la cabeza hacia abajo.
-¡Ok! Pero también tú…- Le digo mientras me bajo y despojo de mi short, liberando mi dura y erecta verga que ya gotea líquido seminal.
Me giro y coloco mis caderas de frente a su cara, mi verga golpea su mejilla, no es necesario más palabras, era más que entendible lo que yo deseaba.
-¡¡Si manito!!- Me contesta mientras con sus manitas agarra mi duro trozo de carne y le da primero un beso, lame el líquido seminal que brota, lo saborea y luego poco a poco comienza a chuparlo despacio ¡¡Guau!! Que rico la chupa, que placentera sensación.
Acerco mi cara a su concha y le doy un beso, luego le lamo de arriba abajo, separa sus piernas y terminamos por colocarnos de lado.
Sus manitas me agarran de mis caderas y me jala más hacia ella, hundiendo su cara.
Chupa mi verga despacio, pero metiéndosela hasta donde alcanza a engullirla, que es no más de la mitad, la saca y vuelve a meter.
Su boquita pequeña, pero cálida, húmeda y deliciosa.
Es simplemente la gloria como chupa mi verga mi pequeña hermanita, así despacio, lentamente.
La saborea cual helado que no desea que se acabe.
A la vez que yo le chupo despacio como le gusta, recorro de nuevo cada milímetro de su tierna y virginal conchita, le meto la lengua en su vaginita deliciosa.
Ya destapados, sin importarnos que Sandy nos mirara nos comemos uno al otro.
Giramos quedando yo abajo y ella arriba.
Separo mis piernas y apoyo los pies para que ella tenga más libertad.
Mony chupa y succiona la cabeza de mi verga despacio…vaya, que sublime sensación.
Mientras mis manos pasan por sus caderas y llegan hasta sus nalguitas que acaricio y separo, su concha queda más expuesta a mi lengua y a mi boca, ya que succiono toda, tomándome toda su virginal miel.
Mony solo jadea y empuja más sus caderas contra mi cara.
El dedo índice de mi mano derecha coquetea con la entrada del agujerito de su cola, se lo acaricio despacio por todo su contorno, luego chupo mi dedo, ensalivándolo todo, para comenzar a picotearle la entrada, despacio primero presiono, aflojo y vuelvo a presionar hasta que poco a poco va entrando, al hacerlo, las caderas de Mony se presionan contra mi cara y separa más sus piernas, notándose que le gusta, lo cual me inspira a metérselo más.
Entra mi dedo hasta la uña, se lo saco un poco y vuelvo a meter despacio, una y otra vez hasta que entra todo, un sus piro escapa de los labios de mi hermanita, un suspiro de satisfacción.
Mi dedo entrando y saliendo todo, despacio del agujerito de Mony, mi lengua recorriendo cada milímetro de su rica concha, los contornos de sus labios, de su botoncito, entrando y saliendo de su cuevita, chupando su dulce miel…mientras ella chupa despacio mi verga, succiona y jala con sus labios la cabeza, lamiendo todo el líquido seminal que brota de ella… ¿cuánto tiempo paso? No lo sé, no lo supimos, solo sentimos cuando explotamos.
Primero ella, agitando con fuerza sus caderas como queriendo ser comida totalmente, como queriendo y deseando ser devorada, explota en un segundo y sublime orgasmo.
A los segundos siguientes, me vengo en su boquita, una, dos, tres erupciones que llenan su boquita, la cual es incapaz de tragar toda mi leche.
Mony hace lo que puede, traga una y otra vez, pero siento como escurre por mis huevos.
Agarro lo que al parecer es su pantaleta y se la doy, ella la agarra y se limpia su boquita, luego hace lo mismo con mis huevos y parte de mi verga que aún sigue erecta y dura.
Me levanto y me acomodo a su lado, mientras ella jala la sabana y nos tapa.
Me acomodo del lado de la orilla mientras ella de frente a mí me abraza y da un beso en los labios y se acurruca en mi pecho, pero siente mi verga sobre su vientre, entonces la agarra y comienza a acariciar para quedarnos al final así dormidos.
Al amanecer, Sandy es quien me despierta con un beso en los labios, me dice que ya está el almuerzo y que baje, se ríe un poco de que me quede dormido con nuestra hermanita en su cama, mas no sabe lo sucedido y de que estoy desnudo debajo de las sabanas, así como Mony, quien está sin su short y sin pantaleta.
Pero se da cuenta cuando su pie tropieza en el piso con la pantaleta de Mony, la levanta y huele, huele mi leche en ella, me mira y solo sonríe, luego me hace señas con los dedos, refiriéndose a si ya se la metí a nuestra hermanita que aun duerme, le hago señas que no con la cabeza y que se acerque.
Acerca ella su cara a la mía y le digo que no, que solo se la chupe y ella a mí, pero que no tarda en que lo haga, ella sonríe y me da un beso en los labios, luego levanta un poco la sabana y se da cuenta de que esta semì desnuda Mony y yo completamente, luego me guiña un ojo, vuelve a sonreír y sale de la recamara.
Este es el primer encuentro que tengo con la menor de mis hermanas.
Resulta excitante, el que a Mónica le encanta el sexo oral, pero lentamente, lo cual a mí me vuelve loco también.
No pasa mucho tiempo en que ella misma me pida más y más.
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