Primera vez anal con Ana
Después de 1 año de estar cogiendo a mi hermana menor. Le pido la cola….
En este relato les cuento la primera vez anal con Analisa. Después de un año más o menos que veníamos cogiendo frecuentemente, aunque sin descuidar nuestra vida social. Lo hacíamos cada vez que estábamos calientes y era seguro que íbamos a estar solos. Porque mi casa era lugar de reunión de amigos míos y de ella también, debido a que no teníamos padres pues los dos ya habían fallecido y mis hermanas mayores trabajaban. Era el sitio perfecto de reuniones para distintas cosas como estudiar, tomar mates o simplemente escuchar música.
También como teníamos turnos cambiados en la escuela yo de mañana y ella iba de tarde, en la semana eran pocas las veces que coincidíamos. Salvo por alguna hora libre sin profesor tanto de ella como mía. Así que más nos dedicábamos en la semana para las amistades o algún que otro noviazgo ocasional.
Aprovechábamos más que nada los sábados a la mañana que ninguno tenía colegio y mis hermanas mayores trabajaban hasta mediodía. Esperábamos pacientes en nuestras camas, ya estábamos despiertos y sentíamos cuando se preparaban mis hermanas para el trabajo. Cuando salían esperábamos un rato y ella venia a mi cama o yo me cruzaba a la de ella. Sabíamos siempre que teníamos por lo menos 5 horas para aprovechar hasta que regresaran del trabajo.
Uno de esos días que se cruzo a mi cama, yo estaba despierto pero con fiaca. Se mete bajo las sabanas con su ropa de dormir (tanga y una remera larga hasta casi las rodillas suelta, sin corpiño obviamente). Se pega a mi cuerpo y me abraza. Empezamos a franelear y ya estaba dura mi verga.
A coger que ese acaba el mundo?? Dije.
Y si Javi. Respondió
La abrace y empezamos a besarnos como novios. Sentía sus tetas apretadas contra mi pecho, le habían crecido bastante y como era flaca, parecían más grandes de lo que eran. Los pezones oscuros se empezaron a endurecer. Mordisqueaba un poco su oreja, que era algo que le gustaba, y bajaba por su cuello besándola apasionadamente. Yo ya me había sentado y la levante un poco para sacarle la remera, quería chupar esas tetas con los timbres erectos. No decíamos nada solo besos y suspiros se escuchaban en la habitación.
Chupe un rato esas tetas suavemente y después dando pequeños mordiscos a los pezones, cosa que la enloquecían. Trataba de meter toda una teta en la boca pero ya estaban muy grandes. Las metía hasta donde podía y con la lengua rodeaba los pezones dejándolos bien mojados con mi saliva. Así estuve un rato y después fui bajando, ella acostada, por su panza dándole besos hasta llegar al elástico de su tanga que se la saque con mis manos, levanto un poco la cola para facilitar la tarea. Y abrió las piernas, yo empecé a pasar mi lengua por los labios mayores, ya estaba bastante mojada con un sabor muy rico. Le di una buena paleteada (así le decimos en Argentina al cunnilingus) y tuvo su primer orgasmo del día.
Nos quedamos un ratito en la misma posición, deje que disfrute su orgasmo y me subí encima. Yo había aprovechado para desnudarme, me subí y empecé a meter mi verga en su concha. Ella gemía y me abrazaba con sus piernas para hacer más profunda la penetración. Yo ya se la daba con toda mis fuerzas. Y ella gemía, mi verga entraba y salía de su concha lubricada haciendo los ruidos típicos de una buena cogida. Tuvo otro orgasmo y arqueo su cuerpo hacia atrás, eyaculando bastante fluido, las sabanas ya estaban mojadas!!
En ese orgasmo que tuvo casi me vengo yo también, pero se la saque. Para descansar y aguantar un poco más. No quería acabarle adentro por temor a un embarazo no deseado.
Veni te hago acabar con la boca. Me dijo después de un rato cuando recupero el aliento.
Que era algo que hacíamos, para cuidarnos. En ese momento no tenía forros (preservativos). Me pare al borde de la cama y ella se sentó en la cama, y empezó a chuparme la verga. No estuvo mucho, después de unos minutos explote en su boca. La saco cuando sintió el segundo chorro, había bastante leche en su boca y un poco en su pecho, arriba de las tetas. Me voy a dar un baño-Dijo.
Se fue y al rato fui yo. Se estaba duchando, yo aproveche para mear y lavarme los dientes. Después entre a la ducha, nos bañamos. Salimos y yo otra vez al palo, antes de cambiarse la tire de nuevo a la cama. Ella se reía. Vamos a hacerlo de nuevo, pero quiero probar otra cosa-le dije.
Qué cosa?? Me dijo.
Ya te lo hicieron por la cola??
No. Pero siempre hay una primera vez. Y que mejor con vos que me tratas bien.
Listo ya estaba el sí. Ella estaba acostada, casi mojada porque no se había secado bien todo el cuerpo. Abrí sus piernas y de nuevo a comer esa conchita, hasta calentarla un poco. Después subí un poco su cola y ella seguía con las piernas bien abiertas. Ahí empecé a pasar mi lengua por su orificio anal un rato y volvía a la concha. Te gusto la chupada? – le pregunte-
Si Javi, me encanto.
Me acosté en la cama y ella empezó a cabalgar. Se metió mi verga en la concha. Con los movimientos del vaivén de la cogida y como no se había secado el pelo me caían gotas de agua como lluvia. Cabalgo un rato hasta que tuvo otro orgasmo. Yo mientras iba poniendo saliva en su cola, y metiendo un dedo para dilatar un poco. Probemos en esta posición- le dije-. Ella seguí arriba mío y pensé que era lo mejor para que ella tenga control de la penetración.
Y cuando estuvo bien lubricado su culo. Agarro mi verga y se lo puso en la puerta. Empujo suavemente, hasta que entro la cabeza. Javi me duele un poco-me dijo-. Aguanta un poquito, que ya te va a empezar a gustar-le dije-. Siguió bajando lentamente comiéndose toda mi verga. Comenzó a cabalgar con mi verga en el culo, de forma suave y con movimientos lentos recostada totalmente contra mi cuerpo.
La intensidad de la cogida ahora iba en aumento, ya no le dolía tanto y empezaba a gozar. Yo con las dos manos la tenía agarrada de la cola y cada tanto seguía poniendo saliva con mis dedos para que se mantenga lubricada mi verga. Ahora me está gustando-dijo-. Ya seguía sacando y metiendo un poco más rápido. Al rato ya se había incorporado, podía tener sus tetas a disposición para masajearlas, después se puso en una posición que me encanta, subió sus rodillas y dejo sus pies apoyadas en la cama, sus piernas quedaron como haciendo una M. Tenía para frotar su concha en primer plano y aproveche para frotar su clítoris con mis dedos, ella se tiro un poco para atrás apoyando también sus manos atrás de su cuerpo. Frote su clítoris hasta que acabo unos buenos chorros de fluido, un squirting fantástico, que me mojo mi panza hasta el pecho. Y se dejo caer sobre mi cuerpo extasiada.
La deje un rato que se recupere y disfrute su orgasmo. Ahora vamos a hacerlo de perrito- le dije-. Asintió nada mas con la cabeza y se coloco en posición, dejándome su cola a disposición y ya bien dilatada. Puse mas saliva en mi verga y se la comencé a meter lento. Hasta que su culo se lo trago toda entera. Bombee primero lento y después más rápido. Ella abrió un poco las piernas y se pajeaba el clítoris. Estuvimos cogiendo en esa posición unos 10 minutos, trataba de durar lo más que podía pero me ganaba la excitación. Ana ahí voy!!!! –le dije-. Y le llene la cola de leche. Ella también había llegado a otro orgasmo. Me tire casi exhausto arriba de su espalda. Ella estaba acostada boca abajo. Así permanecimos un rato, hasta recuperar el aliento. Nos fuimos a bañar y después a lavar toda la ropa y sabanas mojadas por nuestros fluidos.
Como ya dije después seguíamos cogiendo, cada tanto. Siempre nos asegurábamos que nadie nos pueda descubrir y yo cuidaba de no dejarla embarazada. Eyaculaba en la cola, en la boca o también lo hacíamos con forros (condones). No eyacule en su concha hasta que a los 17 quedo embarazada de un novio que se borro, y ahí sí con el embarazo ya consumado, le llenaba la vagina de leche. Yo tenía 19 para esa época. Embarazada también la seguía cogiendo, hasta que me fui de la casa por trabajo a otra ciudad donde me instale. Y ya no volvimos a hacerlo.
En el próximo relato les cuento cuando hicimos trío con María Rosa, una amiga del colegio que venía a estudiar a casa. Les cuento el primero aunque fueron varias veces que lo hicimos. Y después como me vengue de Marta (mi hermanastra) y Luis (el marido), por haberla desvirgado en una violación a los 12 a Analisa. Aunque ella me dijo que no hiciera nada, eso no iba a quedar así.
Espero que les haya gustado, en unos días subo el siguiente relato…
Excelente¡¡¡
Qué delicioso, ojalá y contaras los otros relatos mencionados.