Primitas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por betonto.
En estas paso a contarles mi relato, lo sucedido en este hace un par de veranos en un lugar de España de cuyo nombre mejor no acordarme. Yo tengo 19 años y vivo junto a mis padres. No tengo hermanas solo un hermano bastante menor que yo. Eso ha hecho siempre que los primos estemos bastante unidos sobre todo con dos primas menores con las que yo siempre he tenido mucha relación, también debido a la proximidad de nuestros padres.
Yo soy un chico normal, moreno, ojos verdes, 1.75 de estatura. Mi racha con las mujeres la he tenido por épocas, como suele ser corriente. En cuanto a mis primas, yo siempre las he visto como dos criaturas angelicales, debido a lo lindas y dulces que son unidas a esa pizca de inocencia que las hace tan atractivas. María es la mayor y tenía por aquella época 15 años y Nuria la menor y tenía 13. No tienen hermanos y viven bastante cerca de mi casa. Llevaba un tiempo que las veía menos ya que durante el invierno estudio fuera y sólo vuelvo a casa los fines de semanas o puentes. María tiene el pelo a media melena, mide más o menos 1.65 y es sencillamente una princesa, con su pelo rubito y esos ojos que emanan dulzura por todos lados. Es de las chicas que dan ganas apretarlas por todos lados, acariciarlas, un angel como dije antes. A veces pienso que es la mujer de mi vida, pero no se eso es algo que sólo el tiempo sabrá. Nuria la menor, es también muy guapa, todavía le queda un poco para desarrollarse como su hermana pero apunta muy alto, ella es morena y muy delgadita, es una preciosidad. Las dos tenían unos cuerpos de mujer que ya quitaban el hipo imaginaros ahora como estan.
A principios de Julio volví a mi casa después de los meses de estudio fuera de mi pueblo. Me tocaba pasar el verano intentando descansar y a la vez intentando recuperar las asignaturas que en septiembre un año más me tocaba recuperar, pero sin imaginar sin lugar a dudas lo que podría llegar a suceder. Por eso de las asignaturas me tenía que quedar en casa casi todo el verano, aunque tampoco tenía miedo por eso porque lo aprovecharía para estar con los amigos con los que llevaba un tiempo sin ver. Aproximadamente el 10 de Julio mis padres se iban junto con mis tios a pasar un tiempecito en la costa. Mi hermano los acompañaba y también en un principio mi prima Nuria, aunque ella vendría para el día 23 porque tenía que seguir en la academia por lo que para esa fecha estaría viviendo con los abuelos aquí en el pueblo.
María sin embargo llego al pueblo el día 12 y ya no iría de vacaciones con sus padres porque había estado en un campamento. Prefería quedarse en el pueblo con sus amigas. Yo vivo cerca de mis abuelos, en mi casa hay una pequeña piscina que hace las delicias durante el verano. Maria muchos días venía a bañarse conmigo y a veces se traía a algunas amigas, la verdad es que me parecía y me parece preciosa, pero viéndola en bikini me daba cuenta todo lo que había progresado ese cuerpo de mujer durante un año. La observaba, miraba sus curvas, disfrutaba con su cuerpo y muchas veces tenía que terminar masturbándome al pensar en ella, no lo podía evitar y a la vez muchas veces terminaba con los típicos remordimientos, porque era mi primita.
Muchas veces hablábamos de nuestras cosas de nuestros pequeños y grandes secretos. Algunas noches incluso cuando no se iba con las amigas quedábamos en mi casa que esta cerca de la de los abuelos y empezábamos a hablar. Hablábamos de todo. Un día el tema fue el amor. Ella me decía oye tienes novia en la universidad. Yo le dije María que no, que novia no tengo. Pero alguna chica seguro que te hace tilín y le volví a decir que no. Yo también le preguntaba por sus novietes y ella decía que no tenía y al final le conseguí sacar que todavía no había besado a un chico, aunque a veces les daban muchas ganas con algunos. También le pregunte que si había visto a un chico desnudo, se puso colorada y no quería responder. Luego me hizo que jurara que no diría nada, pero que había visto fotos de chicos desnudos en una revista que tenía una amiga suya, pero que no se veía bien el pitilín dijo, del chico porque era un famoso al que habían pillado en una playa nudista y salía en la revista. También me dijo que a su padre le había visto en calzoncillos y que sin querer le miraba y alguna vez le había visto pelitos que sobresalían de los calzoncillos y notaba como sería su pitilín.
Todo esto me puso como una moto, ella estaba muy linda a la luz de la luna, con una coleta en su pelo y con la dulzura e inocencia con la que me decía las cosas, a la vez que se sonrojaba. Llevaba una faldita que dejaba ver sus preciosas piernas y una camiseta de manga corta, y os juraría que me parecía en aquel momento la mujer más bella del mundo. Después de irse ella y de pensar todo lo que habíamos hablado, me hice una auténtica paja, imaginándome como se juntarían las amigas para verle el aparato al chico este y sobretodo como miraría a su padre para descubrir como es el cuerpo de un hombre desnudo.
No me quitaba de la cabeza el hecho de que el primer chico desnudo que tenía que ver sería yo y miles y miles de sueños eróticos que se me pasaban con la cabeza y que podía hacer con esta criatura de 15 años. Me entro la vena exhibicionista, pero no sabía como hacerlo sin que ella se molestara o se sorprendiera o bien lo tomara como algo muy brusco. Por eso pensé que fuera de una manera natural y como si hubiese sido algo sin mi voluntad. Yo hacía también años que no la había visto desnuda del todo, aunque si había podido ver parte de su cuerpo. Sobretodo un día que se estaba cambiando para ir a la piscina y entre en el cuarto sin saber que estaba allí, se tapo rápidamente pero pude apreciar unas preciosas tetas, de un tamaño exacto, ni muy gordas ni muy pequeñas y por abajo solo tenía unas pequeñas braguitas, más infantiles que otra cosa.
A veces en la piscina tonteabamos cuando estábamos solos y yo le decía porque no haces top less y ella decía, venga si te quitas los pantalones, yo sabía que era broma, pero no podía evitar excitarme nada más que de pensar lo que ella decía.
Por fin pensé algo para que me viera desnudo. Se que ella muchas veces me observaba o me miraba. Incluso después de haberme contado lo de su padre, algunos días yo me ponía en calzoncillos delante de ella y charlábamos y observaba cualquier movimiento y sabía lo que quería verme. Solo intentaba crearle una ansiedad, una excitación que también le aumentaba con juegos y caricias en la piscina. Le di unas llaves de mi casa por si quería entrar algún día a bañarse y no estaba yo. Un buen día le dije, vente a las 4 y nos bañamos en la piscina. Ese era el día, estaba que mi corazón palpitaba, que se me salía. Me desnudé y me puse en mi cama, ella llegaría y me encontraría desnudo. Llamo a la puerta, hice oidos sordos, siempre llamaba aunque tenía la llave. Abrió la puerta por fin y pregunto varias veces por mi, decía Juani donde estas, así es como me llamo. No respondí, llego a mi cuarto, me había dejado la puerta medio abierta para que me viera desde fuera. Yo estaba completamente desnudo boca abajo, me hacía el dormido. Al llegar a la puerta se que la visión la dejo perpleja. Creo que se excitó sobremanera, se acercó a mi silenciosamente. Por fin veía el cuerpo de un hombre, una visión toda para ella. Yo seguía bocabajo superexcitado de sólo pensar como esa chiquilla me miraba y de lo que debía estar ocurriendo en su cuerpo. Apenas estaba a un metro de mi y me observaba con detenimiento, yo sabía lo que estaba haciendo porque la veía a través del espejo que estaba frente a mi y al otro lado detrás de mi estaba ella. Sonjorada, inquieta, nerviosa por si yo me despertaba y la pillaba en esa situación. Miraba mi culo con detenimiento, se acercó a la cama e intentó conseguir verme la polla y los "huevitos" como ella decía cuando hablábamos. Yo bocabajo y con mis piernas cerradas le tape la visión, ese día no era más que el comienzo y había que dejarle la miel en los labios. Dio la vuelta alrededor de la cama y cuando vi que de uno u otro modo iba a conseguir su objetivo, me moví un poco y tosí con lo que ella muy asustada salió muy rápido de la habitación. Yo estaba todo borricote, la tenía que se me salía de las órbitas, estaba muy caliente. Hoy la puerta de la casa, mi prima se había ido, seguro mucho más caliente de lo que vino.
Por la noche nos vimos, yo le pregunte que porque no había ido por la tarde a mi casa y me dijo que no había podido que habían llegado sus amigas. La veía distinta. Ella no me miraba a la cara. Me dijo, si quieres quedamos mañana por la tarde. "Vale te espero en mi casa". Tenía que aprovechar porque dentro de poco vendría Nuria su hermana y lo mismo las cosas no iban a ser tan faciles.
Llego de nuevo he hizo el mismo ritual, llamo a la puerta no respondí, pero esta vez no dijo mi nombre. Llevaba la intención de conseguir pillarme otra vez desnudo. Estaba vez intente mostrarle mi instrumento, pero claro sin estar empalmado para que ella no se asustase, ni sospechara nada. Hice lo imposible para poder resistir, se puso junto a la puerta, estaba de espaldas desnudo y se acerco a mi, dio la vuelta a la cama y por fin consiguió verme completamente desnudo, yo entreabrí los ojos y ella estaba obnubilada, extasiada, mirándomela. Deje que satisfaciera su curiosidad durante un rato, y cuando vi que no podía aguantar más, hice como que roncaba y ella del ruido salió pitando muy asustada.
Al contrario que el día anterior ella no se fue. Comenzó a llamar al timbre para que yo le abriera y así yo no sospechará de que había estado dentro. Me vestí y fui a abrirle la puerta. Estaba muy alterada y yo incluso le pregunte y me dijo que estaba así porque había venido corriendo.
Nos fuimos a bañarnos, después de estar un rato en la piscina, nos fuimos a tomar el sol. No podíamos dejar de mirarnos, me miraba de una forma distinta a como lo hacía antes. Ella estaba radiante, con su bikini blanco, que mostraba un culo de película y me dejaba entrever unas tetas de escandalo. Yo atizaba preguntándole cosas, sobre novios, sexo y todo eso. La ponía nerviosa y me la llevaba por donde yo quería.
Tenía que aprovechar los días que me quedaban y empecé a pensar como avanzar en mi objetivo.
Un par de días después quedamos de nuevo por la tarde, ella estaba deseosa de quedar siempre conmigo por si podía verme de nuevo. Se que todas estas visiones le habían supuesto un calentura colosal. Quedamos ese día pero este día las cosas serían distintas. Me desnude y me fui a acostar para que me descubriera cuando yo llegará. Me puse boca arriba para que pudiera disfrutar de mi cuerpo sin ninguna cortapisa. Como el resto de días llegó, llamó al timbre una sola vez y como vio que no salía entro y fue hacía mi cuarto. Se sorprendió cuando me vio así, era un sueño realizado. No teniendo bastante con esto se acercó, se le notaba muy caliente y empezó a mirarme, a degustar ese cuerpo de hombre que veía. Estuvo así mirando, incluso se acercaba poco a poco. Se que tenía ganas de tocármela, de sentir en sus manos lo que veía, de satisfacer toda su curiosidad.
De repente abrí los ojos, hice como que me había despertado y que la había pillado mirándome, cogí la sabana y me tape. Yo grite y le dije que, qué era lo que estaba haciendo mirándome, ella dijo que nada que sólo había entrado porque no salía a abrir la puerta. Yo hice como que me enfade, ella casi estuvo apunto de llorar y dijo que lo sentía que no contará nada a nadie, que ella no quería verme en pelotas. Incluso me dio pena de verla así y le dije que no pasaba nada que no diría nada a nadie, tampoco es tan importante eso de verse desnudo. Y le pregunté: "Dime la verdad o lo contaré, ¿llevabas un rato mirándome?" y dijo "Un poco es que no había visto nunca a un chico desnudo y tampoco una polla". Era la primera vez que le oía decir polla y a mi eso me puso a cien, es como si hubiera sido el paso de niña a mujer de pitilín a polla de un golpe. Continuo diciéndome entre sollozos "Pero perdóname ya no te miraré más, no se lo digas a nadie". Yo seguía sentado en la cama y ella estaba en los pies, yo tapado con una simple sabana. Le dije "Tranquila no pasa nada, es algo natural el estar desnudos y más en tu edad el querer ver a otra persona así". Ella continuaba diciendo "Si pero tu eres mi primo y seguro que se lo cuentas a la gente para que se rían de mi o peor a mis padres". Ella estaba casi llorando. Yo le dije que no diría nada, que no se preocupará. Y a continuación "Mira para que veas que no es tan malo eso de estar desnudos y como se que seguro te ha gustado, ¿quieres verme desnudo ahora, estando yo despierto?". Ella se sorprendió ante mi proposición y contesto "Bueno si me dejas que te vea a mi me gustaría saber como sois los chicos", lo dijo sin mirarme a la cara pero con la idea clara de que no podía perder esa oportunidad de verme desnudo a su disposición. Yo me quite la sabana y le mostré ante su vista todo mi cuerpo.
Ella se sorprendió y no hacía más que mirármela. "Ves como no pasa nada, sólo tenías que habérmelo dicho si querías verme así ¿qué te parece?". Ella se rió como avergonzada y replico "Tienes muchos pelitos. Es bonita tu cosa, bueno tu polla y los huevitos también" Yo también me reí. "Si quieres puedes tocar lo que quieras, pero enséñame tu también como eres, creo que es justo".
"Es que me da cosa"
"Bueno pues me tapó".
"Espera me quitaré la camiseta y el pantalón". Ella levaba una camiseta de tirantes y un pantalón cortó que le quedaba genial. Debajo llevaba puesto el bikini. Empezo a quitárselos y se quedo frente a mi con su bikini.
"Pero a si ya te he visto muchas veces, eso no es justo, yo te he dejado que me vieras".
"Vale me quitaré la parte de arriba y ya esta, pero cumples lo prometido y me dejas que te la toque un poquito como has dicho antes". Conforme decía eso se ponía muy sonrojada.
"De acuerdo". Se desabrocho y ante mi aparecieron dos preciosas tetas de un tamaño considerable, ella se las cubrió con las manos.
"Quitate las manos que no pasa nada".
"Es que me da vergüenza". Yo seguía desnudo sentado y ella de mi pie junto a la cama.
Dijo "¿Puedo?". Se refería a si podía tocármela.
"Sí tócamela".
Se acercó y me la empezó a acariciar, me tocó la puntita, y me la acariciaba con la yema de los dedos. También me tocaba los huevos, se había olvidado de taparse y podía ver sus dos inmensas tetas en todo su esplendor.
Me la cogió con toda su manita y fue demasiado para mi. Empecé a empalmarme. Ella se sorprendió "Que gorda se te pone y se esta saliendo la cabeza". Yo me sonreí, estaba muy caliente y con un pollón apuntando al cielo.
"Eso lo has provocado tu al tocarme, vas a aprender a hacer algo más". Estaba muy caliente.
"Cuando te pones así te la meneas, eso dicen mis amigas que hacéis los chicos".
"Si quieres lo hago delante de ti, pero tendrás que quitarte lo que te queda." Cogió y sin rechistar se quito la parte de abajo, por fin podía ver todo su coñito. Le pedí que se diera la vuelta y la piropee "Estas buenísima, me la voy a menear pensando en ti". Empecé a hacerlo y cerré los ojos. Ella me miraba, levante la vista y le dije que si quería hacérmelo. No dudo me cogió la polla y la movía arriba y abajo, me tocaba los huevos y yo comencé a tocarla, ella suspiraba yo le acariciaba su clítoris, nunca antes explorado por nadie. Con un coñito muy lindo y con los pelitos justos.
Siguió meneándomela y le dije "Quieres probarla."
"Es que no se". Empezó a dudar y le dije venga prueba. Ella se agachó en la cama y se acercó, por fin me lamío un poco la punta y de arriba hacía abajo.
"Metetela en la boca", la cogí del pelo y le empuje hasta que se introdujo mi polla, yo no podía más, después de marcarle el ritmo, empujándole con mis manos su cabeza, siguió comiéndomela.
"Me voy". Le aparté mi cara y me corrí como nunca lo había hecho.
Ella se sorprendió y seguía con su mano sobre mi polla. Tocó ese liquido viscoso como ella decía. No me pareció justo dejarla así y quería comérmela por todos lados. Sus pechos, su ombliguito y por fin la tumbé y me comí ese rico coño.
Ahh Ahhh, sigue, que rico. Continue hasta que grito del orgasmo. Nos tumbamos y nos acostamos en la cama, mirándonos, desnudos los dos y muy satisfechos por lo que habíamos hecho. No creía que debía penetrarla esa primera vez, además seguro que ella también se abría asustado. Fue genial al igual que a partir de ese verano.
espués de mi maravillosa experiencia con mi prima Maria mis padres volvieron a casa. Todo era distinto ya entre nosotros. Aprovechábamos para descubrir nuestros cuerpos. Siempre que nos quedábamos solos nos tocábamos y masturbábamos, era genial como iba transcurriendo el verano. Yo empecé a tener una gran atracción sobre su hermana Nuria.
Ella era muy morenita y con el pelo larguito, era muy inocente y dulce. Toda una belleza con un culo ya bien marcado aunque todavía le quedaban por crecer un poco los pechos. Me encantaba imaginármela desnuda o bien haciendo lo mismo que ya hice con su hermana, a la que todavía no me atrevía a penetrar. También como a su hermana me imaginaba que me viera desnudo, que fuera su primer chico desnudo, que se hiciera un poco mujer conmigo era algo que me fascinaba, pero había que aprovechar mis oportunidades que seguro tendría en este verano.
Ella tanto María como Nuria, se venían todo el verano a mi piscina. Nuria no sabía nada de lo de María y yo. Aunque a veces no sabíamos como resistirnos y aprovechábamos para tocarnos o besarnos en la piscina ante cualquier despiste de los demás. Yo soñaba con Nuria cuando la veía en la piscina, con su bikini ya de mujercita. No podía evitar masturbarme pensando en ella, o pensarlo cuando también me lo hacía María.
Yo no era capaz de decirle nada de esto a María más que todo, porque creo que en el fondo nos estábamos enamorando el uno del otro, y que lo de su hermana era más que todo una atracción sin importancia pero que me excitaba todo lo que podía y más.
Era ya mediados de agosto. Se presento la oportunidad tan soñada, María tendría que ir con sus padres a la boda de un primo durante un fin de semana. Nuria no quería ir y yo aproveche para decir que me quedaba con ella, para que a ella también la dejarán. Mis padres también iban junto a mis tios a la boda. Todo parecía genial. Se iban un Viernes después de comer y no volverían hasta el domingo por la noche. Sus padres me dijeron que la cuidará ya que los abuelos también iban y nos ibamos a quedar los dos solos en mi casa. Ella se trajo sus cosas para dormir en mi casa y para pasar un fin de semana chachi como ella decía, pudiendo salir con las amigas hasta más tarde sin que le regañen y en la piscina.
Llegó el viernes y todos se marcharon. Nos quedamos los dos solos en mi casa. Eran más o menos las 4. Nuria me dijo vamos a la piscina y allí estuvimos un ratito disfrutando del sol y charlando. La conversación paso a temas más íntimos y me dijo:
"Sabes lo que me regalaron mis amigas para mi cumple".
"No el que"
"Un bikini de esos de tanga".
"Venga ya y no te lo has puesto". Me estallaba el corazón de pensarlo y me sorprendio que me dijera eso.
"Bueno no. Es que me da cosa eso, es que se me ve todo el culo y mi padre me ve así y me mata o se muere él, me lo han regalado más que todo de cachondeo".
"Y no te lo has probado entonces".
"Si pero cuando estaba sola en mi cuarto"
"Pues podías probártelo ahora, estamos los dos solos y yo no voy a decir nada"
Se sonrojo y dijo "Es que me da un poco de vergüenza, ponerme así delante de ti, tapa poco por abajo y arriba".
"Si todas las mujeres se ponen así nos ves las playas y eso, y además hacen top less".
"Que no, que no me lo pongo. Ponte tu desnudo y me lo pongo".
"Eso no es lo mismo y si me baño en unos calzoncillitos cortos que tengo te dará vergüenza".
"Bueno vale nos cambiamos los dos eh no me engañes".
Yo fui a mi cuarto y ella fue al suyo. Al momento me puse mis calzoncillos negros muy ajustados. Aparecí en la piscina. Mi prima no tardó en llegar pero a mi me parecio un tiempo increíble, esta ansioso de verla.
Llego como una diosa, con el tanguita negro, que dejaba verle casi todo. Sus pechos se veían casi completos, y porque no tenía muchos pelitos que si no también se le verían por abajo.
"Que tal me queda".
"Genial".
Se dio la vuelta y me dejo ver su precioso y hermoso culo. Un culaco de impresión sólo tapado por una titita.
"Estas que no veas Nuria".
"En serio."
"Si".
"Pero no me mires así tan descarado que me da vergüenza".
A mi se me puso un empalme que no podía y dedidí tirarme al agua. Estuve toda la tarde teniéndome que meter en el agua cada vez que me fijaba en ella.
Se hizo tarde y el tiempo se nublo. Nuria iba a ir con unas amigas por ahí, pero se quedo al final en casa porque amenazaba lluvia y tormenta.
Nos pusimos a ver la tele y le dije que si quería ver una película, que nos pusiéramos cómodos. Volví con un video y en calzoncillos, había que provocarla. Ella fue a su cuarto y se pusó una camiseta larga y unas braguitas.
"De que es la película". Me dijo.
"No sé la he cogido del cuarto de mi padre".
Era mentira y era una película X. La encendí y empezamos a verla al principio no sabíamos de que era, hasta que apareció una escena muy fuerte en la que una chica se la chupaba a un chico. Ella se sonrojó y yo corte rápido la película para ver que decía.
Yo dije "Vaya con mi padre es una película X, te ha molestado".
"No que va déjala si quieres me da igual, yo no he visto nunca ninguna".
La puse y ella se sonreía y preguntaba con todo lo que veía.
"Vaya pito que tiene ese, que guarradas hacen. A ti también se te pone así".
"Claro como a todos los chicos, mira como la tengo ahora".
Me atreví a decirle eso y a señalarle mi polla que estaba que se salía en mi calzoncillo.
Ella empezó a reirse. "Eres un marrano".
"Has visto alguna al natural".
"No".
"Quieres verla".
Dudo "Si bueno si me la enseñas".
"Si te quitas la camiseta te la enseño".
"Esta bien". Cogió y se quitó la camiseta enseñándome sus tetitas. "Ahora enseñamela".
Me quite el calzoncillo y le mostré toda mi picha. Se quedó boquiabierta".
"Vaya aparato que tienes".
"Es que con la película me he puesto. Quitate ahora tu las braguitas y vemos así la película que no pasa nada, no se lo voy a contar a nadie".
Ella no dijo nada se levantó y se quitó las braguitas. Ante mi apareció un coñito de ensueño, vi su culo en todo su esplendor cuando se levanto y yo no hacía más que mirarla. De lo excitado que estaba me la empecé a tocar. Ella me miró extrañada y le dije
"No te importa que me toque".
"No haz lo que quieras".
Ella no hacía más que mirarme mientras yo me tocaba, ya me miraba de reojo más que a la película.
Me levanté y me fui a tomar un vaso de agua, más que todo para que me viera totalmente empalmado pasar al lado de ella. Volví y le hable como si nada, como si aquel pollón que tenía a apenas una cuarta de su cara no estuviera ahí. De pronto acercó su mano y toco la punta.
"Huy perdona es que nunca he tocado una y así tan grande, me han dado ganas".
"Tocala cuanto quieras a los chicos nos encanta eso. Tienes un conejito muy bonito". Yo podía apreciar su coñito en todo su esplendor, tenía un poco las piernas abiertas y yo estaba de pie junto a ella.
Ella me dijo "No me digas eso, que me da vergüenza". Mientras se tapaba un poquito con su manita. "Si que la tienes gorda parece un pepino".
Me reí ante su expresión y me senté junto a ella. "Mira cogela si es muy fácil". Le cogí las manos y ella con mucho miedo las puso sobre mi polla, la agarró con fuerza, con las dos manos. La tocaba de arriba abajo, apretándola. Empezó a subir y bajar tal y como lo hacía yo antes. Ya lo hacía con una mano, cogiendo seguridad, con la otra me toca ba y me acariciaba los huevos. Ella estaba un poco inclinada sobre mi, a veces me día "Lo hago bien" y esto me ponía como una moto. Yo tocaba todo su culo que era de un tacto de impresión, acariciaba su rajita, magreaba con delirio todos sus glúteos. Por detrás empecé a tocarle su almejita, podía juguetear hasta con sus pelitos que no eran demasiados. Ella sin soltar mi polla, disfrutaba, gemía. Le cogí las tetitas, acergue mi boca y empecé a comérmelas, era unas manzanitas deliciosas. Ella movía cada vez con más velocidad mi polla, sin poder resistir el placer que le estaba dando en su cuerpo. En un acelerón me corrí como un salvaje. Me acerque a ella y la bese en la boca.
" Ahora vas a disfrutar tú".
La tumbé sobre la alfombra. Empecé a besarla, mi cuerpo sobre el suyo, tuve hasta la intuición de penetrarla pero me contuve. Baje suavemente hasta sus pechos, lamí esos pezones con delirio. Relamí su cuerpo, su ombliguito, hasta llegar hasta ese coñito. Me lo comí como nunca lo había hecho. Esa preciosa estaba a mi merced y sólo sabía decir "más, más…".
Aceleró su respiración, gemía como una loca y llegó a un orgasmo gritando como una loca.
Toda la noche la pasamos juntos, abrazados. No quise avanzar más porque en el fondo no sabía que le podía ocurrir si la desvirgaba.
Al día siguiente se presentaron mis padres, por poco nos pillan durmiendo juntos. Adelantaron su vuelta. La historia no terminó aquí y creo que me llegó a tener el verano más maravilloso de mi vida, aunque siempre me acordaré de estas primeras relaciones de mis dos primas.
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