QUE LOCURA CUANDO DESCUBRI LA TENDENCIA SEXUALES DE MI HIJA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo fui educada con monjas por eso fue que me llene de prejuicios frente al sexo ya que lo consideraba sucio, mi esposo también era muy conservador en este sentido, por lo tanto nuestras relaciones sexuales eran mas bien monótonas, no había juegos preliminares era desnudarse mete y saca y ya. Tal vez cuando encontró esa mujer que se ve que es candela me dejo, en vez de aprender con ella y enseñarme.
El tiempo fue pasando y para mí la vida se hizo rutinaria, mi hija me acompañaba siempre, a veces discutíamos porque le decía que saliera que se divirtiera, pero ella me decía que le gustaba más acompañarme. Como a los tres meses de estar separada me pidió que la dejara dormir conmigo para hacernos compañía, no le vi ningún inconveniente, había noches en que ella me abrazaba como buscando protección yo como madre le devolvía el abrazo y nos quedábamos dormidas. Una noche me comenzó a interrogar sobre sexo y eso me incomodo por ser un tema tabú para mi hasta ese momento. Me hizo una pregunta directa de que como hacía para suplir la ausencia de mi esposo, le dije que nada, que para mí eso no era importante recuerdo ese comentario duro que dijo, con razón te dejo papa, bueno después de una cátedra de moralidad la cosa no paso de ahí.
Una noche mi hija me dijo, mami quiero hacer una regresión y para eso quiero llegar al punto de cuando tomaba leche materna, le dije que ella estaba muy grande para esas bobadas, se puso seria y me dijo no es bobada mama, solo quiero volver a tener ese recuerdo, accedí me levante el camisón que uso para dormir, para que mis senos quedaran al descubierto, ella se pego de unos de mis pezones y después del otro y la verdad es que no sentí nada extraño, le acaricie la cabeza mientras trataba de sacar leche de donde ya no había. Una rutina que se fue volviendo repetitiva.
Recuerdo un sábado por la noche ella se fue con unas amigas y yo en mi soledad me puse a ver unas películas y de aburrida me tome algunos tragos, me quede dormida en el sofá de la sala de televisión, no sentí cuando ella llego, me había quedado dormida con las piernas abiertas, al principio me pareció que era un sueño el sentir como acariciaban mi concha y tocaban mi clítoris, yo entre dormida y despierta y con aletargamiento del licor, poco a poco me iba excitando con esas caricias, sentía que era un sueño, se me escapaban algunos gemidos, de pronto sentí que una mano se metía debajo del blusón de dormir que tenia puesto y llego a mi pezón y lo acariciaba suavemente, todavía no alcanzo a entender si era que realmente estaba dormida o que no quería perder el disfrute que estaba teniendo, fue un mordisco en mi clítoris lo que me hizo despertar completamente y casi me da un infarto al ver que mi hija era la que me estaba haciendo eso. Fue un trauma, fue el show, fue el regaño para mi hija de que como se atrevía a hacerme eso. Esa noche ella no respondió nada, me dijo que se iba a acostar en su cuarto ya que por la excitación que tenía prefería no ofenderme y que se masturbaría pensando en mí, me pareció horroroso lo que me decía. Nos fuimos cada una para su cuarto, creo que ella lo hizo a propósito, dejo la puerta abierta y efectivamente se masturbaba dando unos gemidos bastante fuerte, eso me incomodo y me fui a su habitación a decirle que se controlara que esos gemidos se iban a escuchar en todo el barrio, pero cuando llegue a la puerta y la vi desnuda con esa cara de satisfacción que tenia, de ver como se lamia los dedos que se veían brillantes con sus jugos vaginales preferí retirarme a mi habitación y también masturbarme tal vez como nunca lo había hecho ni siquiera en mi adolescencia. Lo malo es que solo pensaba en mi hija cuando me acariciaba y revivían los momentos placenteros que había disfrutado.
Después de varios días casi meses de relación tensa entre mi hija y yo la situación empezó a normalizarse, iniciamos un dialogo abierto sobre lo que había pasado esa noche, ella me enseño a meterme en internet y visitar muchas páginas de todo tipo e incluso varias de relatos (Fue donde encontré esta que me parece la mejor) la intensión de ella era mostrarme que no había nada de anormal en el sexo y mucho menos el sexo entre dos mujeres y menos entre madre e hija. Incluso se metió en unas páginas donde mostraban animales teniendo sexo y me decía mira mama nosotros somos unos animales racionales, si le quitas lo racional puedes disfrutar del sexo como lo hacen esos animales, todo ese bombardeo de información hizo que yo consultara una sicóloga e incluso ella me envió donde alguien que me hizo una hipnoregresion para librarme de todas mis taras de infancia, la verdad es que cuando termino toda esa terapia yo me sentía una mujer diferente y sin temores al sexo, esto no lo sabía mi hija.
Una noche yo estaba acostada cuando ella llego se puso ropa de dormir y fue a mi cuarto y me pidió que volviéramos a dormir juntas, cuando se acostó a mi lado me dijo que le volviera a dar leche, me levante el camisón de la piyama y ella se pego de mis pezones, tal vez por el contacto que había tenido con ella aquella noche o por las terapias que había recibido, la sensación esta vez fue diferente, después de sentir que ella chupo mis pezones comenzó a lamerlos eso me fue excitando sobre manera y se me pusieron duro, mi hija que al final es mas experta que yo se dio cuenta que me había excitado y puso su mano encima de mi monte de venus, alternaba lamidas con chupones en mis pezones, su mano posada encima de mi concha comenzó a mover los dedos tocando mi rajita cada vez los apretaba mas, como yo no oponía resistencia, metió su mano por entre mi calzón y llego con sus dedos a tocar mi raja que estaba húmeda, su dedo se deslizo fácil en mi vagina, que sensación más rica, con la punta de la lengua recorrió mi pecho, mi cuello, eso me hacia vibrar, hasta que llego a mis labios, me asuste un poco, porque mi consiente me traiciono, es mi hija que estoy haciendo me estoy volviendo diabólica me separe de ella, pero ella con toda la ternura y la suavidad del caso me fue diciendo cosas dulces y me llevo nuevamente al éxtasis, cogió mis pies y los acariciaba sus manos se deslizaban por mis muslos hasta llegar a mi entrepierna donde se detenía y jugaba con mi clítoris, volvía a sobar mis pies y regresaba a jugar con mi clítoris, sus labios recorrieron mis muslos y se posaron en mi raja y su lengua salió penetrándome y buscando mi clítoris para jugar con él, estaba al borde la locura con tanta excitación. Subió rozando con la punta de la lengua mi monte, mi ombligo, mis senos, mi cuello y se poso sobre mi boca que me resistía a abrirla, ella con la punta de su lengua acaricio la comisura de labios y empujo hasta que venció la resistencia y metió su lengua en mi boca, que sensación tan rica, ese sabor de mis jugos vaginales ese olor, ese sabor me embriago tanto que solte un gemido fuerte de placer, ella agarro mi nano y la llevo hasta su concha y con la otra tocaba la mia, metió los dedos índice y de en medio en mi vagina y con el pulgar apretaba mi clítoris me sentía en la gloria, imite lo que ella hacia y meti mis dedos en su vagina que estaba bien jugosa, ella saco mi mano de su entrepierna y la llevo a mi boca que delicia de olor, me estremecí en el orgasmo intenso que estaba teniendo ella acelero sus dedos en mi vagina y lamia mis dedos untado de sus jugos, las dos los lamiamos y nuestras lenguas se chocaban y nos besábamos indescriptible ese momento.
Ella se fue volteando besando mis senos, mi ombligo hasta llegar a la concha la cual comenzó a lamer con avidez, cruzo su pierna por encima de mi cara y quedo frente a mi esa concha bien depilada de labios gruesos y goteando, no sabia que hacer, inicialmente lamia las gotas que caian en mis labios, ella fue bajando su pelvis hasta poner su concha en mi boca ese olor me volvió a enloquecer y hacer estremecer de placer con otro orgasmo, me acorde de las películas que había visto y lami los labios vaginales de mi hija, la punta de mi lengua jugaba con su clítoris, mis dedos buscaron su culito y le metí un dedo mientras lamia, ella también me daba lengüetazos y acariciaba mi ano me sentía transportada a las nubes. Después de mucho rato de estar en esa posición ella se bajo, levanto una de mis piernas y se abrazo a ella, se acomodo de tal forma que su concha se pego a la mía y se empezó a mover y a restregarse contra mi concha, las dos estábamos completamente empapadas de jugos vaginales y a mi me parecía música el sonido que se escuchaba de las dos conchas superhumedas restregándose una contra la otra, ella se aferraba mas y mas a mi pierna, yo acariciaba la de ella, hasta que sentí que se estremecía fuertemente como si le diera una convulsión, eso hizo que yo también tuviera un orgasmo violento y las dos nos estremecíamos de placer mojando todas las sabanas, ella paso su mano por las dos conchas y recogió nuestros jugos vaginales los llevo a mi boca y mientras yo chupaba sus dedos, ella me besaba y chupaba los mios, nunca había tenido un orgasmo tan intenso, es mas creo que con mi marido nunca tuve orgasmos, nunca pensé que sin estar penetrada se sintiera tanto placer. Nos abrazamos y nos quedamos dormidas hasta el dia siguiente, después vinieron más noches espectaculares.
Pasado algún tiempo ella me comento que tenía una amiga y que quería que ella viviera con nosotros, me sorprendió, porque aunque yo sabía que la relación nuestra iba a terminar algún dia, nunca pensé que me hiciera esa propuesta. Acepte y fueron noches todavía más excitantes para mí. Después les contare esta experiencia.
Afortunadamente las terapias sirvieron y aunque tarde me despertaron al sexo de una manera increíble.
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