Que rico olía la vagina de mi prima
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Empezaré por describirnos, yo mido 1.71, tengo un un cuerpo algo trabajado ya que hago ejercicio y practico artes marciales, cabello corto, negro oscuro, tengo 21 años, en el momento de la historia tenía 20.
Ella mide 1.68, cabello largo, unas buenas tetas, no muy grandes pero sí paradas, un culo redondo y bien firme, un abdomen plano y unos labios carnosos y sexys, además en su blujean siempre se nota un morro super rico, tiene 22 años y en el momento de la historia contaba con 21.
Yo siempre me le he insinuado y siempre he querido follarla lo más fuerte que pueda, pero ella es bastante mojigata, aunque en ocasiones también se insinuaba pero nunca pasaba nada; A veces iba a su casa hacer ejercicio, pero era solo con el pretexto de verle el culo en leggings, ¡uff! las pajas que me hacía pensando en ese culo.
Un día cualquiera mi mamá y yo fuimos a su casa hacer visita a mi tía y a mi abuela, las conversaciones de ellas no eran muy interesantes, por lo tal me iba para la sala hablar con mi prima e intentar manosearla un poco, pero ella siempre era con un barrera que a veces me daba bastante rabia.
Yo como para incitarla le empezaba a contar relatos de cosas que hacía con mis ex-novias (también las publicaré acá posteriormente) y ella ponía cara de asombro, como de picara, como de querer que eso mismo se lo hicieran a ella, pero decía que nunca tuvo novio y nunca hacía nada sexual.
Ese día le dije que le quería hacer un masaje, a lo cual accedió, empecé a acariciar su espalda sentados en el sofá, de forma que no se pusiera tensa pero intentando tocarla de forma sexy, ví que ella estaba relajandose y en ese momento la tomé suavemente del cuello y la traje hacía mí (estábamos sentados) y empecé a besarle el cuello de forma sexy, sobando con mi mano su espalda y con la otra cerca de sus senos, no dijo nada por un momento y parecía gustarle, pero luego corto todo con un ¡Ya pues! ¡No más!,a lo cual le dije: "Yo solo le estoy haciendo un masaje, deje la bobada".
Mi pene estaba que explotaba en mi pantalón, ya tenía la punta mojada y con muchas ganas de echarle todo mi semen en su cara a la muy condenada.
seguimos hablando hasta que mi mamá y mi tía nos dijeron que le pusiéramos cuidado a mi abuela porque ellas iban a salir de compras, ahí vi mi oportunidad para ir más allá con mi prima e intentar convencerla de dejarme tener ese culo y dejarme ver esa gran vulva que parecía tener.
Cuando se fueron nos fuimos para la habitación, allí le dije en tono de broma, "que rico sería que mostraras tu vagina" ella sonrío de forma picara y se levantó la blusa mostrando sus ricas tetas y dijo: "Qué quieres ver pues", yo respondí: "mmmm, tu vagina pero con esas tetas me conformo".
Me sentí algo sorprendido porque ella siempre había sido muy esquiva, para ese día vi que realmente quería lo mismo que yo.
Ella notó lo duro que tenía mi pene y empezó a tocarme por encima del pantalón, ¡Ufff! que rico lo hacía, yo retorcía mis ojos de placer, ella lo notaba y más apretaba mis huevos con una risa picara que más me excitaba, no podía más, quería que me pajeara, que me hiciera echar todos los chorros de semen que echaba cuando me masturbaba pensando en ella.
De un momento a otro se detuvo y me dijo:
"no más por hoy"
y yo pensé: "no, olvídalo, hoy serás mía"
entonces le apreté sus senos y le dije: "quiero masturbarte y lo voy hacer".
Me puse tras de ella y empecé a besarle el cuello y quitarle la blusa, ella parecía abrumada o tal vez pensaba que la estaba violando, pero pudo haber gritado y no lo hizo, lo cual me hizo pensar que lo quería, además, empezaba a emanar un olor que era rico, sexy, que me ponía a mil, ese olor a vagina húmeda, deseosa de sexo.
Yo quería hacerle un sin fin de cosas, pero ese día solo me concentré en ese aroma, en lo mojada que estaba, en lo húmeda que debían estar sus pantys y dejé de lado todas las fantasías que tenía con ella y me decidí a quitarle el blujean, ella solo me miraba, sin gesto alguno y vaya sorpresa, ¡Estaba mega empapada! además de que tenía una vulva enorme, nunca vi una así; luego la miré a los ojos y le dije:
"Ya llegamos a esto, déjame al menos masturbarte, tener ese olor en mis dedos y chuparlos para ti".
Ella no respondió nada, solo se quitó su panty, yo me los puse en la nariz y olí ese aroma que nunca había olido en ninguna otra, era algo inexplicable, pero que rico le olía, ya solo quería tenerla en mi boca y sin pensarlo me bajé y empecé a lamer esa vagina que destilaba sus líquidos como si fuera una canilla abierta, se la chupe hasta más no poder, veía como se mordía los labios, y hacía unos pequeños quejidos: "mmm, ahhh" yo solo saboreaba ese manjar y me deleitaba con su olor, cada vez le chupaba más fuerte y le lamía todo su clítoris, con mis manos le tomaba las caderas, no paraba de lamer y lamer y ella empezaba a gemir más: "hummm, ahhh, ohhh ohhh", yo escuchando sus gemidos me excitaba y con ese olor estaba que explotaba, ya tenía mi pene durisimo y con ganas de tirarle toda la leche a mi prima en su cara.
Mi abuela estaba medio dormida, por ella no nos preocupamos, entonces le dije:
"te huele riquisimo tu vagina y estás empapada, no que no querías"
ella solo sonrío y me dijo: "hazme acabar"
Yo, con algo de experiencia que tengo con mis ex, puse mis dedos en forma de spider man y se los metí, empecé a estimular su punto G y ahí la cosa cambió, ella empezó a retorcerse, a gemir más fuerte, a suspirar y me decía: "Sí, Sí, Ohh sí" incluso se empezó ella misma a tapar la boca, luego vi como salio ese chorro de su uretra, fue uno solo pero largo y fuerte, luego se mojó el triple de lo que estaba y su olor ya me tenía loco, ella al eyacular tembló hasta el pelo, torcía los ojos y gemía como la más puta, nada más que le tocaba contenerse por mi abuela, dio unas cuantas vueltas en la cama hasta parar casi desmayada, yo le dije:
"Que rico te viniste, ahora te limpiare con tus pantys y me las llevaré para masturbarme oliendolas, quiero que estén llenas de tu lubricante y que huelan igual que tu vagina"
Ella respondió:
"¿De verdad te gusta tanto mi olor?",
a lo que respondí: "Demasiado, me encanta, no quiero parar de olerlo".
Ella solo sonrío y me dijo: "Me seguiré cuidando mi vagina para ti".
Esa respuesta me hizo emocionar ya que siempre la he deseado y ella nunca se había dejado, pero a partir de allí noté que ella también estaba dispuesta a muchas cosas.
Ese día eso fue todo lo que pasó, yo, lastimosamente ni me quité el pantalón, solo fue ella la que recibió placer, pero yo con ese oral, esa humedad, ese orgasmo y ese olor quedé satisfecho por ese día.
Posteriormente contaré otras cosas que pasaron y en especial una que me ocurrió en mi casa mientras me pajeaba con sus pantys.
Espero haya gustado el relato, que a las chicas las haya puesto tan mojadas como mi prima y listas para una buena paja y a los hombres con su pene bien duro y listos para el chorro de leche jajajaja.
Hasta la próxima.
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