REALIZACION DEL DESEO DE GOGERSE A LA TIA
A continuación, les compartiré una situación inesperada y la forma como la afrontamos con mi esposa. Somos un matrimonio de más de veinte años, nos casamos muy jóvenes, ella veinte años y yo veintiocho. Ahora ella ya cumplió cuarenta y yo cuarenta y ocho. .
A continuación, les compartiré una situación inesperada y la forma como la afrontamos con mi esposa. Somos un matrimonio de más de veinte años, nos casamos muy jóvenes, ella veinte años y yo veintiocho. Ahora ella ya cumplió cuarenta y yo cuarenta y ocho. Nunca nos preocupamos de tener hijos y nuestra vida la compartimos muy felices en viajes en el país y el exterior, muchas relaciones con familiares y amigos de manera que ya a nuestra edad no pensamos en crecer la familia.
Pero el tema principal de este relato es lo que nos aconteció a comienzos de este año con un sobrino de mi esposa, él se llama Luis Fernando, todo el mundo le dice Luisfer, fue muy buen estudiante y apenas termino su carrera, sus padres le dieron un apoyo para crear su propia empresa y gracias a su profesionalismo ha logrado en esto ocho años, ahora tiene treinta y dos, mucho excito económico, además como dicen las mujeres es un muchacho atractivo y éxito con ellas.
Desde que comenzó a ganar dinero nunca ha dejado de darle regalos especiales a su tía, en sus cumpleaños o en navidad, siempre regalos excelentes que incluso yo no le he dado a ella.
Recientemente mi esposa Inés cumplió años y su sobrino la llamo a saludarla, y le dijo que, siendo una edad tan importante, los cuarenta años, nos invitaba a su departamento para celebrar esa fecha tan especial. Le propuso el sábado siguiente para que ninguno tuviera afanes de trabajo u otros compromisos.
Llegado el sábado nos alistamos a la cita, ocho de la noche y desde que llegamos fue una gran bienvenida, el sobrino había contratado un mesero que nos atendió con los licores y luego la cena maravillosamente servida. Después de la cena el mesero recogió el desorden y se despidió, deseándonos una feliz noche.
En la siguiente hora el sobrino de mi esposa se encargó de mantener nuestras copas llenas, para mi esposa su vino y para m tequila igual que para él.
Hacia las once de la noche fue a su habitación y trajo tres regalos que le fue entregando a mi esposa, primero unos zapatos de marca europea, hermosísimos, luego la cartera compañera, preciosa y finalmente una cajita pequeña que contenía un anillo hermoso de muy buen gusto. Y le dijo esto es por la celebración de tus cuarenta años y que te has conservado tan hermosa desde que tengo uso de razón, siendo siempre mi tía preferida.
Mi esposa se deshizo en agradecimientos y se levantó para darle un efusivo abrazo y un beso que por poco no se lo dio en la boca, tanto que ella misma hasta se sonrojo.
La noche continuó y gracias a las copas vino la desinhibición, la conversación se fue encaminando hacia temas sexuales y en algún punto Luisfer nos preguntó qué tan abiertos mentalmente éramos nosotros considerando que habíamos crecido en una época donde se había dado tanta liberación sexual, y quiso que le contáramos que tanto habíamos disfrutado del sexo antes de casarnos, mi esposa más desinhibida gracias al licor dijo que antes de casarnos nos habíamos dado escapaditas a escondidas de nuestros padres a moteles. Y pronto Luisfer me hizo una pregunta que me tomo por sorpresa y fue… ¿Mario cuando estuviste la primera vez con mi tía, ella era virgen? La verdad nunca me fije en eso, pero haciendo memoria efectivamente ella no era virgen la primera vez que tuvimos sexo. Yo miré a mi esposa y ella también se sorprendió y no sabíamos que contestar, hasta que ella dijo… indudablemente como crecimos en una era de libertad sexual, si tuve sexo con un novio anterior a Mario por eso cuando estuve con Mario ya no era virgen.
No sé porque esta noticia de la que yo debí haberme dado cuenta en esa época, la pase por alto, quizás por las ganas que tenía en ese momento de follarme a la que hoy es mi esposa y no entiendo porque esto me excito, de pronto la imagine a ella con otro hombre.
Luisfer por su parte nos compartió algunas de sus aventuras con mujeres, pero de pronto nos soltó una bomba y es que para él nunca existió una mujer más hermosa que su tía Inés y siempre la deseo desde muy jovencito, para él ella era y será lo máximo.
A pesar de las copas la sorpresa no fue menor, luego él agregó que daría lo que fuera por estar con su tía, y volteando hacia mí, me dijo… que pena Mario, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad para compartirles esto que llevo dentro hace muchos años y ahora me siento desahogado al habérselo compartido.
Los tres quedamos en silencio, Inés me miraba con que cara de ¿que decimos ante esta abierta declaración? Yo no sabía que contestarle, pero juntando lo que acababa de conocer sobre que mi esposa tuvo sexo con otro hombre antes de casarnos y ahora que su sobrino deseaba follársela, inconscientemente estas dos cosas me produjeron una tremenda erección, que mi esposa enseguida noto. Pensé para mi ¿serán mis deseos de ser cornudo que están aflorando?
De pronto Luisfer se fue a la cocina a traer más licor y como se demoró, mi esposa me pregunto… ¿Que le respondemos?
Le pregunte… ¡Te atrae físicamente tu sobrino?
Ella me respondió, si, es un muchacho muy atractivo.
¿Y estarías dispuesta a complacerlo en sus deseos de dejarte follar? Fue mi pregunta
Ella dijo… si tu estás de acuerdo y esto queda solo entre nosotros, la respuesta es sí.
Como yo ya estaba decidido a ser cornudo le dije… adelante disfruta a tu sobrino, pero espero que solo sea atracción física.
Por supuesto, ante la familia y amigos jamás podríamos presentarnos como algo más allá de de tía y sobrino.
Cuando Luisfer regreso le dije… hemos hablado sobre tus deseos de estar con tu tía y ella acepta hacerlo.
Luisfer mostro una espectacular cara de alegría y dijo… no lo puedo creer, lo que esperaba era que se rehusaran los dos por ser yo tan atrevido.
Y como sucede en los matrimonios, le dije… puedes besar a la novia y como había demasiada iluminación me levanté a apagar algunas lámparas, para lograr un ambiente más íntimo.
Luego me senté a prudente distancia para no cohibirlos y tras un beso profundo y apasionado llegaron las caricias de Luisfer a las piernas y los senos de su tía y ella excitada también comenzó a explorar tras el cierre del pantalón de Luisfer buscando que se escondía detrás y pronto le bajó el cierre y saco su erguida verga.
Ella se inclinó y comenzó a mamársela. En ese instante constate que los deseos eran mutuos porque ella se esmeró en darle muy buen sexo oral, tratando de meter su miembro hasta su garganta.
Luego Luisfer la detuvo, la recostó en el sofá y comenzó a soltar los botones de la blusa de mi esposa, apareciendo su hermoso sujetador, que él soltó gracias al broche delantero del mismo, saltando a la vista las hermosas tetas de mi esposa que aún conservan su lugar gracias a que no ha tenido embarazos. Los besos, las caricias los chupones en los senos de su tía no se hicieron esperar de parte de su sobrino.
Que lindas tetas tienes tía, me han fascinado toda la vida y ahora podértelas mamar me excita tremendamente.
Por mi parte ver este espectáculo me sentía como un cornudo super excitado.
Pronto la blusa de mi esposa y su sujetador quedaron fuera al igual que la camisa de su sobrino, lo que siguió fue la exploración del sexo de su tía y metiendo sus manos por debajo de la falda de ella le retiró el panty apareciendo la hermosa concha depilada de mi esposa. A continuación, él se acomodado de rodillas frente a ella, le separo las piernas y se internó en su sexo, comenzando una sesión oral de sexo que produjo los primeros gemidos de mi esposa, que fueron subiendo en intensidad y volumen, sonidos que me estimulaban a aceptar verla con otro hombre.
Después de algo más de cinco minutos de intentar meter su lengua en la concha de la tía comenzó a estimularle el clítoris con un frenético movimiento de su lengua, ella principió a experimentar un intenso orgasmo que dejo aflorar con gemidos y contracciones de su cuerpo, hasta que le dijo a Luisfer… ya, ya, por favor para, para. Gracias, gracias, que delicia.
Él espero que su tía se recuperara y cuando ella se sentó, él se paró frente a ella y habiéndose despojado de su pantalón, le ofreció su verga que ella comenzó a masajear con su mano y cuando la tuvo próxima acerco su boca dándoles los primeros roces con su lengua hasta que finalmente reinicio la mamada que había quedado interrumpida antes de su orgasmo.
En medio de tanta excitación saque mi celular para comenzar a grabar un video en el momento supremo en que Luisfer detuvo su sesión de sexo oral, se arrodillo separo las piernas de su tía y acercando su verga a la concha de ella llego el momento crucial de la penetración.
Luisfer sin ningún afán fue empujando su verga dentro de ella hasta que sus pelvis de chocaron, en ese instante debió sentir algo así como su consagración porque soltó un suspiro y le dijo a Inés, tía no te imaginas cuantas masturbaciones he tenido imaginando este momento y se dieron un beso apasionado que duro al menos un minuto. A continuación, él inició un mete y saca de su verga de la concha de su tía y ella volvió a empezar a gemir a cada penetración. Con la boca abierta y los ojos cerrados disfrutaba esos momentos intensos de sexo.
Pero Luisfer deseaba algo más, se detuvo y la invitó a su habitación, allí ella se despojó de su falda y acostándose boca arriba, separo sus piernas para recibir a Luisfer, todos estos momentos estaban quedando grabados en mi celular.
Luisfer volvió a penetrar a su tía y con mayor comodidad reinició la follada y ella levanto sus piernas, para luego rodear con ellas la cintura de él, logrando una penetración más profunda.
Así estuvieron más de cinco minutos y a continuación él le propuso cambiar y que ella se subiera sobre él y en esta posición pude grabar perfectamente como Luisfer penetraba la concha de mi esposa una y otra vez y ver como ella colaboraba para que las penetraciones fueran hasta la raíz de la verga de él.
Así estuvieron varios minutos. Luisfer gracias a su juventud se veía incansable y mi esposa como era la receptora no tenía ningún problema en recibirlo.
Cuando volvieron a cambiar, Inés se acomodó de perrito y Luisfer penetrándola desde atrás, tenía el comando, y asiéndola por las caderas, hundía su verga al ritmo que quería y llegado el momento del clímax la empezó a penetrar intensamente, ella gemía acercándose a un nuevo orgasmo y él al tener la primera corrida tan deseada dentro de la concha de su tía, no paraba de respirar agitadamente .
Cuando los dos explotaron ella se dejó caer sobre la cama y él pegado a ella quedó encima, los dos unidos por el sexo hasta cuando la verga de Luisfer se recogió y se separaron, aquí deje de grabar. Ellos se dijeron algunas cosas mientras tanto yo regrese a la sala con mi verga que explotaba.
No habiendo nada más que hacer mi esposa se vistió mientras tanto Luisfer se acercó a mi para darme las gracias por haberle dejado realizar su fantasía de follar a su tía, ofreciéndome que contara con él para lo que necesitara, deseando nos volviéramos a ver pronto.
Un mes después Luisfer estaba llamando a su tía para invitarnos nuevamente a lo que ya sabíamos. Conversamos, hicimos bromas y reímos antes que las copas surtieran el efecto necesario para disfrutar del sexo. Esta vez participamos los tres y por primera vez mi esposa disfrutó la doble penetración de la cual quedó extenuada.
Con el paso de los días se ha creado tanta confianza entre los tres que a veces Luisfer pasa por nuestra casa y si yo no estoy folla con su tía y ella me lo cuenta todo cuando yo regreso. No hemos dejado que nada quede oculto entre los tres y eso ha hecho que las cosas vayan bien después de seis meses. Hasta aquí mi relato.
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