Reconciliación con mi padrastro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por LapequeInces.
Conocí a mi padrastro, no de casualidad, cuando tenía 11 años.
Se llama Eduardo hoy tiene 39 años es alto 1,80, atlético, pelo castaño claro, ojos cafés y con una monstruosidad de casi 22 cm.
Como decía lo conocí un día que mi mama se lo había traído a casa para echarse un terrible polvo, ellos nunca se enteraron que los estaba espiando desde mi habitación, se suponía que yo estaba en casa de una amiga, pero sabia a que era lo que hacia mi madre entonces me quedaba escondida en mi pieza esperando a que llegara con su amante, y ahí lo conocí un muchacho muy joven, en ese entonces el tendría 24 – 25 años, mi madre le llevaba como 12 años, en realidad le sigue llevando, de diferencia, así que para mí era una sorpresa que estuviera con alguien tan joven.
Lo conoció en su trabajo, mi mama trabaja como asistente de un abogado que es el padre de Eduardo y ahí parece que saltaron chispas y mama, bueno termino saltando ya saben que ja.
Y ahí estaban ellos dos en el living comiéndose a besos y yo embobada mirando lo que ocurría sin perder ningún detalle.
Mi Mama le sacaba la camisa con desesperación y Eduardo se desabrochaba el pantalón, se sentó en el sillón y mi madre le termino de sacar el pantalón junto con su bóxer, supe que le había sacado todo de una por la forma en que salto esa terrible cosa de entre sus piernas, ella se arrodillo y se la empezó a devorar con muchas ganas, lo único que se escuchaba eran los claros sonidos de una mamada descomunal y los gemidos de Eduardo, que habían puesto sus manos en la cabeza de mi mama.
A todo esto yo estaba excitadísima, como en cada encuentro en la cual era una mera observadora, encima no me podía sacar de la cabeza esa cosa dura y grande, cuando me quise acordar mi mama se estaba levantando la falda y sentándose arriba de la gran pija de Eduardo.
Un gran gemido se sintió en toda la casa y luego una gran cabalgata, que hiso que Eduardo le sacara las tetas del vestido y se las empezara a chupar.
_ A si mi amor que ricooo mm aaaaaa aaaaa siiiii aaa como te amo bebe_ perdón escuche bien?? Le dijo te amo??.
Amaba alguien mas que a mi papa.
Yo en ese momento no entendía nada, pero obviamente había más que un simple polvo.
Mi madre lo seguía cabalgando un largo rato hasta que estallaron en un gran orgasmo que hiso retumbar en casi toda la casa, se quedaron besando un buen rato en el sillón y entonces mi mama decidió llevárselo a su cuarto.
Es en el trayecto la escuche decir _ Quiero que me dejes bien cogida bebe.
_
_ No solo eso, te voy a dejar bien llena de leche para que el cornudo de tu marido sepa lo puta que sos.
_ le dijo Eduardo mientras manoseaba a mi madre contra la pared.
Ni bien escuche cerrar la puerta de la habitación me acerque despacio para ver si se escuchaba algo, solo eran risas, ropa que caía al suelo, muchos besos y una cama que empezaba a moverse.
Luego recordé que siempre mi mama tiene la ventana abierta, despacito me dirigí hacia al patio pero la mala suerte estuvo de mi lado la tenia cerrada, lo peor para mi curiosidad era que los gemidos empezaban hacer más sonoros, me estaba perdiendo de ver a mi mama disfrutando de su nuevo amante, volví a mi habitación me acosté y me empecé a tocar un poco.
Del otro lado mi mama no gemía, gritaba de placer, se escuchaba como la cama golpeaba contra la pared y a mi mama decir cosas como “Soy solo tuya mi amor, que rico me coges, dame más fuerte” y cosas así.
Y fue así como lo conocí, seguro algunos dirán ahí termino todo, pero no.
Fallecio mi padre y después de un par de meses se lo trajo a vivir a casa, a mi me molesto y me pase un buen tiempo en la casa de mis tíos, donde comenzaría toda mi experiencia sexual.
Mi relación con el al principio siempre fue mala, luego empecé aflojar, hasta que me empezó a caer bien, pero por fuera no lo demostraba mucho, lo trataba lo justo y necesario.
Lo lindo de tenerlo cerca era que podía espiarlos a él y a mi mama cada vez que garchaban era una delicia para mis pajas ver esa cosa enterrarse en lo mas profundo de mi madre, en el caso de mis masturbaciones, imaginando que me penetraba a mi obviamente.
Ni que hablar cuando lo espiaba mientras se bañaba mmmmm, llegaba un momento en que me quería meter y decirle, “no queres que te enjabone??” ja.
Un día decidí ponerle fin a esa “mala” relación con el, era tiempo de reconciliarme con mi padrastro de una vez por todas.
Por ese entonces yo tenía 15 años ya había nacido mi hijo Luciano, así que ser madre hiso que madurara un poco o simplemente fue la calentura que me llevo a la definitiva reconciliación con Eduardo.
Era un viernes a la noche había salido con mi novio a tomar un helado, en compañía de mi hijo, estábamos tan cansados que no nos daban ganas de salir mucho, volvimos a casa, acosté a mi nene, mi novio se acostó en mi cama y como la salida a mi me despabilo tenía ganas de tener acción esa noche.
_ No te duermas mi amor, tengo un regalito para vos_ mientras le guiñaba el ojo.
_ MMM ok, espero entonces_ me dijo con cara de ya saber que era.
Me fui al baño y me puse el camisón que me había regalado mi suegro para nuestras aventuras, de color rojo semi trasparente que se dejaba ver mis pechos y una batita del mismo color.
Juro que solo tarde 5 minutos, ni bien llegue a la habitación mi novio estaba re dormido, frustrada me fui a la cocina a tomarme un vaso de agua.
En eso encuentro a mi padrastro en el living que estaba mirando una película en plena oscuridad.
Me siento al lado del con mi vaso de agua a mirar la película.
_ Que miras??_ le pregunte
_ No se recién la enganche_ estaba tan embobado con la película que ni siquiera se fijo que estaba vestida de una manera demasiada sexy.
_ Mi mama?_
_ Se fue a dormir_ me contesto.
Y en eso se me cruza, que era el momento oportuno para “reconciliarme” con Eduardo.
Deje esperar unos minutos, tome valor y …
_ Sabes creo que debo pedirte una disculpa, todo este tiempo que llevas con nosotros no te he tratado como te mereces.
Te he empezado a conocer y me pareces una buena persona, mi mama te ama mucho se que vos también la amas, que ella sea feliz es lo que mas importa, y no es justo que yo siempre te hable o te trate mal.
Le dije de una mientras yo miraba la tele.
Me miro sorprendido, no se si era por la ropa o porque por fin estábamos arreglándonos.
_ Bueno es comprensible, viste en mi alguien que venia a reemplazar a tu padre y te molesto mucho.
_
_ Si lose y es por eso que me quiero reconciliar y llevar bien con vos.
_
_ Me parece bien.
_ me contesto.
Yo me pare, fui a la cocina a dejar mi vaso, me dirigí a mi habitación y me asegure de que mi bebe y mi novio estuvieran dormidos, fui a la habitación de mi mama y ahí estaba dormida boca abajo con una tanguita y una remera puesta, que cualquier hombre que la viera asi le hubiera dado para que tenga ja.
Luego de asegurarme de que nadie iba a molestar, me fui de nuevo al living donde estaba mi padrastro mirando como un bobo la tele.
Me pare frente a él y le pregunte.
_ Entonces nos vamos a reconciliar??_
_ Si claro.
_ Me dijo mirándome.
_ Excelente_ le dije mientras dejaba caer mi batita.
Y por mis adentro y con mi bella sonrisa de picara pensaba, “ay Santi si no te hubieras quedado dormido esto no pasaría, asi que gracias”.
Me subí arriba de él y le comí la boca de un beso metiendo mi lengua lo más profundo, Eduardo solo se resistió creo que 2 milésimas de segundo ja, estuvimos un rato largo besándonos y manoseándonos, sus manos estaban encargadas de apretarme las nalgas, yo por mi parte me refregaba ante ese paquete que empezaba a crecer de una manera rápida y mientras apoyaba mis tetas contra su pecho.
En un momento baja uno de mis breteles sacando mi teta para chuparlo a su gusto.
Apretaba y chupaba, apretaba y chupaba, sacándome algunos chorritos de leche.
_Te Gusta mi leche?_ le pregunte, el solo asintió con su cabeza mientras me seguía mamando los pezones.
Yo gimoteaba despacito y me seguí moviendo sobre esa pijota que pedía salir.
_ Parece que alguien quiere salir a jugar_ Dije en clara referencia a su verga.
Me baje y me arrodille ante mi padrastro, mirándole a los ojos le fui desabrochando su pantalón corto, y junto con su bóxer se lo saque de una.
Diooos, cuando salto ese monstruo frente a mi lo primero que pensé “esto no me va a entrar”, me quede como boba contemplándolo, como si mirándolo me fuera a dar placer.
Entonces puse manos a la obra, literalmente, lo tome con mis dos manos y se la comencé a chupar muy lentamente, primero toda su enorme cabeza, luego iba pasando mi lengua por todo su gran tronco hasta llegar a sus huevos y de ahí volvía a subir y hacer el mismo trabajo.
Cada tanto lo miraba y el solo con la mirada me decía que siguiera.
Después me termine por bajar el ultimo bretel de mi camisón y puse su pija entre mis tetas haciéndole una fabulosa paja con mis pechos mientras se la chupaba con ganas, eso lo calentó aun mas porque tenía su cabeza tirada hacia atrás.
Luego de unas cuantas chupadas mas comenzó a regarme con su leche por toda mi cara, mis pechos y por supuesto recibí una buena cantidad en mi boca.
Me volví a parar frente a él, dándole la espalda, inclinando mi cuerpo y levantando un poco mi camisón, le hice entender que quería que me sacara mi braguita.
Lo cual hiso enseguida, mientras me daba un rico festín con la lechita que me había dejado en mi rostro y pechos.
Me volví a sentar de rodillas sobre él, refregando su maravillosa pija contra mi rajita, mientras nos volvíamos a comer a besos, sus manos inquietas se pasaban por mi cola, por mis pechos, por mi espalda.
En un momento me levanto un poco, tomo su barra enorme y me la empiezo a pasar por mi cuevita varias veces hasta que de una me la mando hasta casi la mitad.
Mi gemido es reprimido por el beso que Eduardo me estaba dando, me quedo completamente quieta y unos minutos mas tarde comienzo a moverme lentamente, mmmmm por fiiin.
Subía y bajaba muy despacio para acostumbrarme a su tamaño, pero Eduardo era muy impaciente, me tomo de la cintura y empezó a marcar su ritmo, rápido y mas profundo, que hacían sacarme gemidos que intentaba reprimir mordiendo el hombro de mi padrastro.
Con el correr de los minutos, acostumbrada a su tamaño yo empecé acelerar los movimiento, le susurraba al oído cosas como; “se siente rico, se siente rico papi”, “quiero más papi”.
A eso parecía gustarle mucho, porque en un momento tomo el control total de la situación, se levanta y me acuesta boca arriba en la otra punta del sillón, me saca el camisón que estaba húmeda por el sudor y con mi tanga que estaba por el suelo me la pone en la boca para que la muerda y apuntando con su verga mi conchita, arremete de una contra mi, metiéndola toda de un solo golpe.
Con mi braga y su mano en mi boca mi grito es completamente acallado, sube mi pierna a su hombro y comienza otro mete y saca, mi padrastro resopla y resopla cerca mío, lo que me pone más caliente.
Como puedo le pido, corrijo, le suplico que me llene de leche, y dicho y echo, 4 o 5 embestidas mas, comienza a descargar su semen caliente dentro de mi concha, junto a el tenia mi cuarto o quinto orgasmo, ya había perdido la cuenta, aun cuando ya había terminado de acabar el seguía moviéndose lentamente.
Se sale y se acuesta en la otra punta del sillón, solo nuestras respiraciones agitadas se escuchaban en el ambiente, iluminados solo por el reflejo del televisor que aun seguía prendido.
Como puedo me levanto y tomo la ropa que había quedado en el suelo, le doy un beso cerca de la comisura de los labios y le digo “Gracias Edu”.
Un poco adolorida me dirijo al baño me lavo un poco y me voy acostar, donde mi novio aun sigue dormido, yo contenta y bien cogida, donde se supone que todo terminaría ahí, pero nadie me aviso que acaba de despertar a un demonio sediento de sexo.
Unos 10 días después de lo ocurrido, yo me estaba preparando para salir a caminar a la plaza con mi hijo, estaba sola y aburrida en casa, eso era lo que creía, asi que me puse mi calza corta de color gris bien ajustada y una crop top de color blanca, me miraba al espejo y la calza me quedaba bien apretada, me marcaba bien la cola notándose mi pequeña tanguita que llevaba puesta, admito que me gusta llamar la atención ja.
Ahí estaba inclinada en la cuna terminando de cambiar a mi nene, con mi colita bien paradita cualquier hombre en su sano juicio si me hubiera visto asi seguro me daba hasta que aprendiera hablar arameo ja, cuando siento unas manos agarrar mi cintura y un bulto apoyándose en la raya de mi cola.
Me pegue un susto que casi golpeo a Eduardo.
_ Tranquila chiquita, soy yo.
No ves que me quiero reconciliar con vos??_ Me decía mientras sus manos volvían a posarse en mi cintura.
_ Ya te dije que era una sola ves.
_ Le conteste
_ No nunca dijiste que iba a ser una vez, pero además vos te reconciliaste conmigo, ahora quiero ser yo quien lo haga.
_ Estaba completamente encerrada, adelante estaba la cuna y atrás me tenia apretada Eduardo con sus manos, no había forma de escaparse, le daba una patada en las bolas para que me deje en paz o simplemente me dejaba llevar.
Obviamente fue la segunda opción la que tome, viendo que le estaba dando permiso, Eduardo me dijo:
_ Vos segui en la tuya, yo prometo no molestarte mucho jeje.
_
Me volví a inclinar hacia la cuna para por fin terminar de cambiar a mi bebe, Eduardo me siguió metiendo mano, esta vez acariciaba mi abdomen y mi entre pierna, mientras refregaba su terrible bulto en mi cola.
La mano que acariciaba mi entre pierna subió lentamente hasta mis pechos y la otra comenzó a meterse dentro de mi calza “mmmm uuuyy siii”, me hiso lo que quiso me pajeo divinamente mientras mis pechos “sufrían” el acoso de sus manos, que apretaba y acariciaban.
Yo estaba perdida gimiendo suavemente, me aferre a los bordes de la cuna, cerre los ojos y me deje llevar, como es costumbre cuando la estoy pasando bien.
_ Lucio, me parece que hoy no salimos a pasear, Eduardo quiere jugar un rato con mama.
_
Viendo que no solo no estaba entregada, sino que estaba regaladisima, me dejo de pajear y comenzó a bajar mi calza junto con mi tanguita sacándomela completamente.
Sentí que se empezaba a bajar su pantalón y luego sentí su pija pasar por mi rajita “MMMMMM”, me abrió un poco las piernas y comenzó a meter su pija en mi entre pierna, yo miraba por debajo y veía como su pija iba y venía, me estaba volviendo loca, asi que le implore que ya me la metiera.
Me abrí un poco mas de piernas y apuntando su gran barra de carne en mi cuevita, me la fue metiendo lentamente, asiéndomela sentir cada cm, “AAAAYYYY SIII PAPIII”, era una delicia volver a sentirla dentro mío.
Se quedo unos segundos quietito y tomándome de la cintura comenzó a cogerme lento pero firme, yo mas aferrada a la cuna y con los ojitos cerrados gemía bajito pero que cada vez se hacían más fuertes a medida que Eduardo aceleraba sus embestidas, “OOO siii chiquita, que rica estas”, me decía mientras me cogía bien fuerte, la cuna se movía para adelante cada ves que mi padrastro me daba con ganas.
_ Mira Lucio a tu mami como goza, es igual a tu abuela, bien putita y golosa por pija.
_
Dicho esto, Eduardo acelero aun mas las embestidas arrancándome alaridos de placer, hasta que sin avisarme y sin permiso termino corriéndose adentro mío.
Tendría que haberme enojado y terminarlo ahí, pero todo lo contrario, lo agarre a mi padrastro lo empuje a mi cama, quedando cruzado con sus pies en el suelo, le abrí un poco las piernas y me arrodille frente a él.
Tome su pija con mis manos y lo comencé a pajear lentamente, me metí su pija en la boca chupando y chupando como un helado, mis manos iban y venían por su pecho, su abdomen hasta sus muslos “arañándolo” con mis dedos; admito que se me ocurrió hacerlo con mis uñas, pero no quería meterlo en quilombos.
Sentía como esa monstruosidad crecía dentro de mi boca y cuando estuvo “punto caramelo”, me le subí encima y me la fui metiendo muuuy despacito “MMMM SIIIII”, me quede quietita unos segundos y mientras me saque mi crop top tirándola al suelo.
Me empecé a mover lentamente “UUU SII PAPI QUE RICO MMMM”.
Dios e acuerdo y me mojo toda, como goce esa maravillosa verga, solo gritaba y gritaba de placer.
Cada tanto miraba la cuna para ver que hacia mi nene, pero mi hijo estaba en otra ni idea de lo que estaba ocurriendo a pocos metros de su cuna.
“Avísame cuando estés a punto de acabar, quiero tomarme la lechita papi”, le dije mientras seguía cabalgando como una perra, el no contestaba estaba hecho un animal en celo que se estaba garchando a la nena de su pareja.
“Ya acabo” me dijo.
Inmediatamente me baje y poniendo su pija entre mis tetas lo termine pajeando con ellas, hasta que en pocos segundos chorros y chorros de leche caliente salieron de su pija, muchos entraron en mi boquita que muy gustosa me la fui tragando, otros impactaron en mi cara y pechos.
Lo poco que me quedo en mi boca se lo mostré y escupí en la cabeza de su pija, mientras con mis tetas lo seguía pajeando.
MMM su verga y mis tetas quedaron enchastradas de semen, yo con mi lengua y boquita la deje bien limpita casi brillosa.
Eduardo quedo acostado intentando recuperar el aire, yo me fui al baño a limpiarme un poco.
Parecía poco importarme si había alguien o no, me paseaba como si nada completamente desnuda por la casa.
Cuando volvía me encontré a mi padrastro en el pasillo con la pija otra vez dura pajeandose con mi braga, yo le sonreí pero admito que me sorprendía verlo otra vez duro listo para otra ronda.
_ Devolveme la tanga.
_
_ Sácamela si podes_ Me contesto.
Se la alcance a quitar de una y cuando me dirigía a mi habitación, me tomo de un brazo y me apoyo contra la pared del pasillo.
Literalmente me comió la boca a besos mientras me manoseaba todo el cuerpo.
Se fue bajando hasta llegar a mi concha, me puso una pierna en su hombro y con mucha agilidad me comenzó a comer mi cuevita, “UUUUYY QUE DELICIA PAPI SIIIIIII CHUPAME MAS QUE RICOOOO PAPI”, me puse mi tanguita en la boca y la mordía para no gritar por como jugaba con mi clítoris con su lengua mientras me penetraba con sus dedos, el olorcito a pija que tenia mi braga me ponía mas caliente, le agarre la cabeza para sentir su lengua mas adentro, dioos que manera de correrme.
Me dio vuelta y con mis manos apoyadas a la pared, me penetro nuevamente “AAAYYY SIII ASII ASIII PAPI”, Eduardo no paraba de penetrarme me daba con mucha fuerza haciéndome retorcer de placer.
En un momento la saco y apunto a mi colita, inmediatamente le dije que no, esa cosa me iba a destrozar, así que no le quedo otra que apoyar su vergota entre mis nalgas y se empezó a pajear con ellas, luego de unos minutos un nuevo chorro de leche impactaba en mi espalda.
Yo no daba mas era demasiado por hoy, me había matado, Eduardo estaba igual así que antes que recuperara energías, me encerré en mi pieza y de paso a ver como estaba mi nene que lo había abandonado pobre.
Eduardo toca la puerta pidiéndome entrar.
_ No Edu, basta terminémosla.
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_ Ya se, pero tengo mi ropa en tu pieza.
_ Jaja pobre lo había dejado embolas en el pasillo.
Agarre sus cosas y se las tire y nuevamente cerré la puerta por las dudas que quiera entrar.
Le di un beso a mi nene y así desnuda como estaba me acosté boca arriba en la cama olvidándome por completo la lechita que me había dejado en la espalda mi padrastro, la pobre sabana quedo pegoteada, pero como buena gatita limpie con mi lengua y cuando termine me quede acostada, mirando a mi nene que solo jugaba con un sonajero, hasta que me gano el sueño y me quede dormida.
Continuara.
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