Recordando una rica tarde con mi tío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por rp43191.
Cuando me deja de besar, me dice “Vamos a tu cuarto”, y yo dije que no, que en la casa solo estaba mi insoportable tío y que estaba dormido, y él ok. Yo le bajo los pantalones y al ver su pene tuve que llevármelo a la boca. Empecé a jugar, lo volví loquito, tanto que no aguantó y me alzó y me colocó sobre la mesa y de una me penetró. Y en serio se me olvidó que mi tío estaba en la casa, y yo pedía a gritos “¡Más duro, más duro, fóllame más duro”.
Ya para ese momento estaba totalmente desnuda sobre la mesa del comedor, y mi amiguito me apretaba mis senos, y yo “¡Joder, qué rico, dame más duro”. Y él me decía “Qué buena perra eres”, y yo “Oooooohhh, sí que lo soy, dame más duro”.
Después de llegar varias veces, lo siento sobre la mesa y empiezo a comerme su verga, quería mi lechita directa del tubo. Así pasó, luego nos vestimos, nos despedimos y él se fue.
Cuando él se va, sale mi tío del cuarto y me dice “No pensé que fueras tan perra como para hacerlo ahí”. Yo le respondo que eso no son líos de él, que busque oficio y cuando me dirijo a mi cuarto, él me agarra fuertemente por el brazo, y me mete en su cuarto. Comenzamos a discutir, y en esas él se baja el short con su bóxer y me dice que por mi culpa tiene dolor de huevos. Y yo “Oh”, asombrada por su tamaño, jejejeje.
Las ganas me regresaron y mis pezones se irguieron, y yo le dije que se masturbara, que yo no tenía nada que ver con eso, y él se me acerca y me dice que yo soy la culpable y que por ley debo calmarlo. Yo me niego, no soporto a mi tío, pero para mi mala suerte, o buena jejeje, mis senos no ocultaron mi excitación por ver el pene de mi tío así todo erecto. Él nota eso, se me acerca y me dice: “Sé que quieres, se te antoja, se te hace agua la boca, qué perra eres…” Yo no digo nada y él me carga y me tira en la cama, y se tira sobre mí.
Al principio peleo para quitármelo de encima, y para callarme me mete su lengua hasta mi garganta, qué beso tan excitante. Con todo y eso aún me resisto y él como pudo me clava su verga y comienza a sacarla y meterla como un animal. Después de como 5 embestidas yo ya me andaba corriendo, no podía evitarlo, estaba a mil y ahora debía saciar mi sed con él… Él se sale de mí, y me ordena mamársela y yo ni muy corta ni perezosa hice caso. Él no quería juegos, así que me agarró por mi cabello y empezó darle al ritmo que él deseaba. Me follaba duro por la boca, estaba siendo dominada como me gusta, pero no por quien quería, ni imaginé nunca…
Él hace que pare y me pone en 4, me da unas cuantas nalgaditas, y me dice que hace mucho ha querido meterlo por mi culo. Yo me niego, le digo que por ahí no, y él me calla y me dice que él lo mete donde él quiere. Aclaro que la razón por la que no quería, no era por el dolor precisamente, sino porque la vez que me dieron por ahí no sentí mucho. Sin embargo me preparé para dejarlo meterla por ahí y aburrirme mientras, pues, o eso creí…
Cuando me mete su pene hasta el fondo de una vez, me quejo por lo brusco que es, él se queda quieto y luego empieza a darme como nunca un hombre me había dado por allí. Sentía que me rompía mi culo, pero más que experimentar dolor, gritaba de placer. Qué gusto más grande. Ahí terminé por volverme más perra, le pedía más y más duro a cada cierto tiempo, tuve varios orgasmos y él llegó dentro de mí…
Él se acuesta y me dice que si quiero me puedo ir. Yo me levanto y me quito mi sexy dormilona, él se ríe y me dice “Pensé que no querías, perra”. Y yo le contesto “Fóllame, necesito que lo hagas”. Él me responde “Es todo tuyo”, señalando su pene. Yo se lo chupo y me encargo de ponerlo duro de nuevo, y me monto a cabalgar, y ¡joder qué ricura”. Me muevo como nunca, quería demostrarle lo perra que era y me esmeré en hacerlo. Él me baja, me agarra de las piernas y empieza a follarme otra vez salvajemente, y yo pidiendo más, le decía “Oooohhhhh, tío, qué rico, más duro”. Y él “¿Quieres pipí perra? Y yo “¡Sí, sí, sí, dame más duro, sin piedad, dale duro, aaahhhh que perra soy, estoy en celo tío, dame duro”. Y mi tío más duro me daba.
Esa vez tuve varios orgasmos, me sentía fuera de este planeta, solo quería que me diera más duro y ¡joder que sí me daba duro! Mi buen tío acabó dentro y se tumbó sobre mí, me acariciaba mis senos, y besaba. Así estuvo un rato hasta que logró subirme a tono y su pene ya estaba duro, él me dice “¿Por dónde lo quieres ahora?”, y yo besándolo, tocándolo, le dije “Por mi culo, rómpelo”. Él responde “No esperaba menos de ti”.
Me puse en posición de perrito, y él salvajemente comenzó a montarme, a veces se turnaba entre mi vagina y mi culo, lo que hacía que yo me pusiera más perra, me pegaba. Para ese momento ya ni sabía cuántos orgasmos llevaba. ¡Joder, sí que me gustó que me follara por mi culo”. Ya me ardían mis huequecitos, y él acabó sobre mí, me bañó con su lechita y yo me quedé ahí y me dormí por un rato…
Al despertar, me vestí y salí directamente a bañarme, y me acosté en mi cama a descansar… Ya para eso de las once de la noche salí de mi cuarto y lo vi en la sala, sentado en el sofá. Me acerqué y le dije que tenía hambre (hasta ese momento, no había tomado mi lechita). Él no dice nada, yo le bajo el short y el bóxer, empiezo a chuparle el pene, buscando mi comida. Se la mamé, chupé y lamí, al igual que sus bolitas, hasta que llegó y me tragué todito, no quería nada fuera, se lo chupé hasta sacarle todo… Me dijo “Ven aquí un momento” y me llevó a su cuarto. Allí me penetra otra vez, ya la panocha me ardía, y por otras dos horas más fui su puta y amanecí con él…
Ahora es mí tiíto favorito jejejejeje… Esta mañana le desperté con una mamada, me subí un rato, llegué y se lo comencé a chupar de nuevo, quería mi lechita y me la dio.
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