recuerdos agradables
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por pepeiyo21.
Esto que voy a contar me ocurrió hace bastantes años, me encontraba haciendo el servicio militar y había venido a mi casa de permiso, yo vivía con mis padres y tengo una hermana mayor que yo que esta casada, entonces yo tenia 21 años y mi hermana 29, se había casado hacia unos 7 años y tenia una hija de 5, era una tarde cualquiera donde yo estaba en mi habitación escuchando música porque mis amigos estaban trabajando y hasta las 7 u 8 de la tarde no nos veíamos, yo estaba tumbado en mi cama cuando llego mi hermana con mi sobrina a visitarnos, ella vivía muy cerca y pasaba muchas tardes en casa hablando con nuestra madre, después de salir y saludarlas me volví a ir a la habitación y seguí escuchando música.
Unos minutos después entro mi hermana con mi sobrina y me dijo que me quedara un rato con la niña que ella tenia que hablar unas cosas con nuestra madre y no quería que la niña lo oyera, le dije que no había problema y salió fuera dejándome la niña, ella estuvo tocando cosas y hablándome aunque yo la verdad no la hacia mucho caso, se acabo tumbando conmigo y empezamos a jugar, se me subió encima y un poco de pelea por aquí, un poco de caballito encima de mí, unas risas y por fin tranquilidad otra vez, aunque acabamos yo tumbado boca arriba y ella tumbada encima de mí, así pasaron los minutos escuchando música, sin más, pero de pronto me di cuenta de que ella por el ritmo de la música o por lo que fuera se estaba moviendo encima de mí, era un movimiento lento, como circular, ahora para arriba ahora para un lado…
Como sin darme cuenta me estaba poniendo cachondo, mi pija empezó a crecer muy lentamente, con los movimientos se iba despertando y me estaba resultando incomodo el tenerla doblada pero medio dura,
– Baja un momento Anita
Se bajo, metí mi mano en mi interior y cogí mi polla colocándola hacia arriba en una posición cómoda para mi
– Sube otra vez si quieres Ani
Volvió a subirse y a colocarse a horcajadas sobre mi polla, se tumbó encima y se quedo quieta, un momento después volvió con sus movimientos apenas perceptibles, su pelvis se rozaba contra mi verga que poco a poco seguía creciendo, yo estaba quieto notando como crecía y pensando si seria verdad lo que yo me imaginaba, y es que a ella eso le estaba gustando, no decía nada ni hacia nada dejándola que fuera ella la que hiciera lo que quisiera, su carita sobre mi pecho desnudo, sus brazos a mis costados, sus piernas abrazándome y su rajita rozándose sobre mi polla cada vez mas dura, sus movimientos eran cada vez mas intensos aunque todo muy suave, lo que no había duda ya es que se estaba restregando sobre mi polla y que estaba disfrutando, y yo también pues la tenia completamente dura y sintiendo unas sensaciones que no podía imaginar con mi sobrina tan pequeña, ella por la dureza que ahora se podría decir que la molestaba se movio colocándose un poco mas arriba de forma que la punta de mi polla daba entre sus piernas pero noen ella, por la puerta semi abierta podía ver a mi hermana de espaldas hablando con mi madre que estaba oculta a mi vista, empecé a moverme yo también muy despacito con movimientos que hacía más fuerte el roce entre los dos y que mi capullo diera sobre su ragita y montara sobre su pelvis de nuevo, ella se paró y entonces me pare yo también, un momento después volvía a moverse de nuevo, su pelvis me estaba poniendo al borde de la eyaculación y ya estaba seguro de que ella lo hacía a conciencia aunque no supiera lo que estaba haciendo, el roce a ella también le estaba gustando, y mucho, puse las manos sobre el culito de ella y con mucho cuidado la apreté un poquito sobre mí, ella se apretó arqueándose un poco de forma que me pareció notar como si mi polla se restregara sobre sus labios mayores abiertos, ella respiraba agitadamente y yo estaba apunto de correrme como en mi mejor paja solitaria, cogiéndole las piernas se las abrí para que el roce fuera mayor mientras la apretaba de su culito de nuevo sobre mí, me movía como si la follara todo con cuidado y con largo recorrido de mi polla sobre su rajita, el salto que daba cada vez que bajaba de su pelvis para volver dándole con la punta en medio de su raja y de nuevo meterse por debajo levantándola me estaba poniendo malo de verdad un momento después y sin poder aguantar más la dije
– Bájate un momento Anita y espérame enseguida vuelvo
Me fui al baño, me saque la polla y en un par de minutos acabe la paja con mi mano que ya no necesitaba casi nada porque me estaba apunto de correr, me limpie bien y volví a la habitación
– Ya estoy aquí, ¿quieres seguir jugando?
– Si tío, me gusta estar así escuchando música contigo
– A mí también me ha gustado, otro día escuchamos mas igual, ahora vamos a jugar al parchís mientras oímos música ¿quieres?
– Si tío
Seguimos jugando y un rato después llego mi hermana para irse y diciéndome que sentía la lata que me hubiera dado, le dije que no me había dado lata y que me la dejara cuando quisiera, se marcho y un rato después Sali yo para verme con mis amigos y deseando en lo más hondo de mi ser que volviera pronto a pasar algo parecido
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