recuerdos agradables 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de eso no le di mas importancia pensando que había sido algo casual que no volvería a repetirse aunque es verdad que me venia muchas veces a la cabeza, estaba apunto de acabarse el permiso, solo me quedaban dos días para volver al cuartel cuando una tarde se presento mi hermana con Ana y me dijo si me la podía quedar pues ella iba a salir con nuestra madre de compras, me dijo que tardarían y que si tenía algún problema porque quisiera salir, que a las 7 de la tarde llegaba mi cuñado y que se la llevara, le comente que no había problema hasta esa hora y después ya vería, si me llamaban y me iba se la acercaría a mi cuñado.
Eran como las 5 de la tarde, así que nos preparamos una merienda y fuimos merendando mientras jugábamos a las adivinanzas y al veo veo, después de un rato empezamos a jugar a pelear, empezamos en el tresillo, ella se subía sobre mí y yo la volteaba poniéndola debajo, acabamos en el suelo revolcándonos, ella se subió encima de mí y se sentó a horcajadas sobre mi estomago mientras yo me hacia el cansado, ella saltaba resultándome molesto por lo que la cogí de la cintura y la baje sobre mi pelvis, entonces ella se tumbó sobre mi diciéndome que iba a descansar
– Vamos mejor a la habitación y allí descansamos escuchando música
– Vale
Nos levantamos y nos fuimos a la habitación, puse música suave y me tumbe sobre la cama, ella vino y se echo sobre mí, su cabeza en mi pecho, sus caderas sobre las mías, sus piernas apenas más abajo de mis rodilla, la música sonaba mientras permanecíamos quietos, su entrepierna sobre mi bulto a medio levantar, algo colocado porque ya lo había yo preparado al tumbarme, poco a poco empieza a mover sus caderas con un movimiento lento y suave, y yo empiezo a acariciarla la espada y su culito pequeño pero de una forma redondeada que me va calentando
– Estoy muy a gusto así, ¿y tú?
– También tío
– Me gusta como te mueves con la música
– Si fuera rápida me movía más ji ji
– No, así está muy bien
Poco a poco con mis manos la fui colocando de forma que su rajita daba contra mi verga ya dura, le abrí las piernas poniéndoselas a los costados de las mías mientras no dejaba de masajearle el culo, poco a poco fui yo también moviéndome al ritmo de forma que mi polla ya completamente dura rozaba su raja arriba y abajo, mientras hacia esto pensaba como hacerlo más explícito aun, así que la bajé un momento hacia un lado de la cama mientras me levantaba
– Espera un momento Ani, voy a ponerme más cómodo vale
– Vale
Cogí un pantalón corto de jugar al futbol que era muy fino y holgado y me metí al baño, me desnudé y me lo puse, cuando volví a la habitación mi polla formaba una tienda de campaña en el pantalón, me tumbé otra vez y la llame de nuevo
– Ven sube, ahora estaremos mejor
La volví a colocar en la misma posición solo que esta vez mi verga era algo duro y grueso que se rozaba con ella casi directamente, después de uno o dos minutos con el movimiento la cogí por los hombros y la levante dejándola sentada sobre mi polla, la sonreí y ella me devolvió la sonrisa, levante su faldita que tenia pillada y entonces vi esa braguita blanca con dibujitos que marcaban una vagina de labios hinchados semi abiertos por encontrarse en medio mi verga, la vista era fantástica y la situación increíble, así puesta, sentada sobre mi polla, la coji por las caderas haciendo un movimiento de atrás y adelante rozando toda mi polla por su raja que parecía querer tragarse las braguitas y mi polla, estuvimos unos minutos así, con ese movimiento lento y largo mientras la miraba a ratos a la cara que delataba que también le estaba gustando, a ratos a su rajita, un momento después se echo sobre mi mientras su respiración se agitaba y yo incrementaba los roces sobre ella como si la follara ya sin ningún disimulo, estaba a punto de correrme apretándola contra mí, entonces ella se echo un poco para atrás mientas me decía
– Me duele tío
– ¿El que te duele princesa?
– Los fuerte que lo estás haciendo
Pare de inmediato y la levante un poco para mirarla a la cara
– ¿Quieres que lo dejemos?
– No tío, pero más despacito para que no me duela
– Vale princesa, ¿me dejas que te lo mire por si te has hecho algo?
– Bueno
La baje de mi tumbándola en la cama boca arriba, me agache apartando sus braguitas a un lado y vi lo que nunca imagine, ante mi había un coñito de labios gruesos y quizás algo grande con su caperuzon diminuto que tapaba su quizas inesistente clítoris, todo rojo por el roce que habíamos tenido
– Esta rojo, yo se una forma de curártelo
– Si ¿Cómo?
– Déjame y veras que te pones mejor
– Vale tío
Le baje las braguitas hasta sacárselas, la separe bien las piernas y mientras se lo miraba y tocaba con la yema de los dedos suavemente le dije
– Sana sana culito de rana, si no se te cura hoy se te curara mañana
Era algo que ya le había dicho y se decía cuando se daba un golpe o algo que la hiciera daño, baje mi cabeza sobre ella y la empecé a besar por los labios mayores, por sus ingles, por arriba, por abajo, se los abrí y se los bese por dentro, ella daba encogidas e intentaba cerrar las piernas mientras se reía
– Tiooo me haces muchas cosquillas
– ¿pero te gusta?
– Siii
– Pues un poquito más y estarás curada
Seguí besándola, mirándola y tocándola mientras mi polla estaba a punto de reventar y soltar toda la leche que llevaba dentro, un momento después con el sabor en los labios me fui al baño
– Voy a orinar ahora vengo
Me metí en el baño y empecé a pajearme intentando prolongar el éxtasis, pero apenas dure nada, empecé a echar chorros de leche que recogía con un poco de papel del baño, cuando terminaba de limpiarme mire para atrás y allí estaba ella, en la puerta mirando
– Que te pasa tío
– Que a mí también me dolía un poco por el roce cariño
– ¿quieres que te lo cure yo?
– Me encantaría, pero creo que ya esta
– Haber déjame
Se acercó y se quedo mirando mi polla todavía completamente dura
– Huy que grande ¿por dónde te duele?
– Por aquí cariño
Le marque la parte del caño de expulsión de la leche mientras levantaba mi polla hacia arriba, ella cogiéndomela con su mano empezó a decir “sana sana culito de rana si no se cura hoy se te curara mañana” y acto seguido empezó a darme besitos por la polla mientras me la recorría con la mano de arriba abajo
– Sabe raro tío
– Si, es por que no me lavado hoy cariño, pero ya vale, ya estoy mejor
– ¿De verdad?
– Te lo prometo, anda vamos a quitar la música y a vestirme que creo que tu mama estará a punto de venir
Fuimos a la habitación de nuevo donde ella se sentó en el borde de la cama y yo me quite el pantalón quedándome completamente desnudo para vestirme normal, ella solo miraba y no decía nada
– Cariño, si le dices a mama que me as dado besitos en mi cola para curármela se va a enfadar mucho, o si le dices que yo también te los e dado a ti para curar tu pepe
– Vale tío, no le diré nada a mama
– Ni a mama ni a ningún mayor, ellos se enfadarían contigo y conmigo
– Vale tío no diré nada
– ¿Te a gustado lo que hemos echo?
– El roce al principio si, luego me molestaba, pero si me a gustado jugar contigo otra vez
– Muy bien cielo, otro día jugaremos mas
Nos salimos al salón y seguimos viendo la tv hasta que llegaron mi madre y mi hermana que me dio las gracias y se despidieron sin dejar de decirme que fuera a despedirme antes de volver al cuartel, después de irse yo me volví a la habitación mientras mi madre preparaba cosas para la cena
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