Relación con el padre desconocido de mi madre
Una historia de incesto desde las tierras de JAPON.
Después de regresar a la casa de mis padres, mis padres me consolaron, mi padre tenía su propia oficina y comencé a trabajar allí, criando hijos y no tenía idea de tener una relación con mi padre.
Como mi madre trabajó durante muchos años, por lo general tengo dos personas con mi padre y creo que, naturalmente, estaba cerca de mi padre.
Un día, cuando estaba tomando café con mi papá en el sofá, mi falda de una pieza se deslizó y pude ver la línea de visión de mi papá como podía ver la falda de la falda frente a él.
Era tarde, creo que podías ver los shorts
«¡No! ¿Lo viste? ]
«Ah ····»
Mi padre estaba mirando hacia otro lado.
Trabajando en la oficina de mi padre, solo tenía un pantalón corto, excepto en invierno, y no usaba pantimedias.
«Papá … estoy bien»
Después de decir, me puse de pie y puse mi mano en la falda y me quité los pantalones cortos.
Mi padre lo miró en silencio, lo invitó a un baño en la parte trasera de la oficina, se quitó en un tatami sin futón, cerré los ojos
«Papá ven»
«… eres padre e hijo, ¿estás bien?»
«No avergüences a tu padre»
Vi a mi padre despegar, y cuando me cubrieron y me besaron, mi padre se deslizó hacia abajo y chupó mi pezón,
«Chupa más pechos»
Los pezones izquierdo y derecho fueron succionados y frotados fuertemente.
Finalmente, su lengua se arrastra por la parte sensible de la mujer, y Soko le chupa la lengua y la golpea lentamente, lamiendo y levantando la voz.
«Lámela más … ¡Ah, papá es bueno!»
Mi padre, que chupó a Soko, se lamió toda la lengua lentamente con la suya, y sentí que mi cuerpo se estaba debilitando y lo quería.
«Pon a tu papá aquí … ¡ven rápido!»
Fue insertado profundamente en su padre, empujado hacia arriba y se aferró a él como si hubiera llegado al útero.
«Papá fuera … quiero uno oscuro»
No pude soportar la voz por un empujón violento,
«Es un lindo coño apretado … se siente bien, es una obra maestra.
«Buena suerte»
Lo había sentido en el líquido caliente de mi padre que se vertía en mi espalda.
Por supuesto que mi madre no lo sabe.
Nunca pensé que mi papá estaría tan en forma.
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