Relato II: Una par de Gemelos.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por azodani12.
Se acercaban las vacaciones navideñas, teníamos exámenes finales mi hermano y yo, (somo gemelos), mis padres tenían un montón de fiestas a las cuales acudir por su trabajo, y mi hermano y yo tendrías la casa sola para nosotros por un tiempo. Yo era el típico friki de primera, buenas notas, y todo eso, sol que mi hermano me ayudaba a no aparentarlo, coordinábamos ir al gimnasio, estudiar y tener vida social, solo que el obviaba la parte de estudiar y púes se le veía mejor en las relaciones. En cambio a mi, por el estudio que me interesaba mucho, apenas dormía con todo.
También llevaba la carga de un secreto, mi bisexualidad, que nadie la sabía, solo mi hermano sospechaba, pero no me decía nada. Creo que lo empezó a notar hace unos meses, luego de nuestro cumpleaños, en el qué empece a verlo mucho, aunque trataba de disimular verlo cuando se cambiaba, o se desnudaba e iba al bañarse, no podía evitar ver ese cuerpo marcado, lleno de hormonas y mucho menos su polla, la cuál, era evidentemente grande, unos 20 cm, blanca. Siempre que podía me masturbaba pensado en él, frotando mi polla de 18 cm, más o menos. Irónicamente, eso era lo único que nos diferenciaba como gemelos, eso y el cabello. Eramos rubios, pero por un tratamiento se me puso castaño claro. En fin, eramos dos copias exactas en verdad, nada más que el me atraía como un fetiche sexual.
-Miguel, saldremos este fin de semana, no quiero que tu y tu hermano (Carlos) hagan fiesta, ¿Entendido?- Dijo mi mamá.
-Sí, má. Tranquila, igual estamos en época de exámenes así que creo que solo estudiaremos- Dije, y en realidad era verdad, solo que a mi me iba bien en el instituto, así que me habían eximido los exámenes finales, y no dije nada porque no me gusta parecer friki, la verdad. En cambio mi hermano gemelo, Carlos, no le iba también y púes le toca estudiar más en esos momentos para pasar el año, aunque lo ayudo, así que le es más fácil.
Vi desde la ventana de mi cuarto a mis padres irse, y solo pensaba en en mi hermano, esa tarde lo ayudé bastante, para tener el otro día libre y el domingo salir por ahí con los amigos. Ya terminamos de estudiar matemáticas, y me dijo:
-¡Joder, Miguel! ¿Qué haría sin ti?, no se como puedes con todas estar cargas -dijo él.
-Un simple truco, no dormir y café. Aunque, aveces quisiera ser más como tu, la verdad. -Alcancé a decir, pero no me presto mucha atención, estaba con su smartphone viciado. Volvió su vista a mi, y dijo:
-A ver, ya terminamos, ¿no?. Traigamos a María y a Tris, estamos solos y ellas no dirán que no -dijo con emoción.
– Bueno diles a ver, aunque no creo. María me dijo que ayudaría también a la gilipollas de Tris en física. -replique. En eso, el vuelve al teléfono, y después otra vez a mi:
-Tenías razón, putito. Bueno, iré al jacuzzi, hace frío y quiero relajarme. Sí no tienes nada que leer, ven frikaso. -Se levantó y se fue a su cuarto.
Acomode la mesa del salón de estudios, y púes no lo pensé mucho, fui a mi habitación, me cambié, me puse uno de esos short cortos que están a la moda, que son muy cortos y de un color intenso (este era rojo) y un franja blanca que lo delinea todo. Como estaba solo, mientras me ponía el short, lo sentí muy cómodo y no me puse nada debajo de el. Y una vez puesto, me vi al espejo, he de decir que me encontraba apuesto, ya se me notaba bien el abdomen, buenos pectorales y la "v" en el abdomen bajo. No sé porque, pero me imagine a mi hermano que estaba así, pero más trabajo, y me calenté un poco.
Baje a la cocina, corrí la puerta y salí al patio, un amplio lugar con grama bien podada, cercos altos de unos tres metros, cubiertos de esos arbustos que crecían enredándose en ellos, por lo que no se veía nada hacia otros lugares, y menos a nuestro patio. Como les decía ya era época navideña y por ende, Diciembre, y empezaba a nevar aunque en ese instante solo caiga poca nieve, y solo había una capa de nieve. Una vez fuera fui al cobertizo, que en realidad era un salón cubierto con un área de juegos, un sauna, el jacuzzi y un fogón tradicional de leña.
En el momento que me dirigía hacia el cobertizo, como iba sin camisa, y hacía frío, mis pezones estaban duros y tenía la piel de gallina, pero lo que sucedería me dejaría mucho mejor. Abrí la puerta del salón, y ahí estaba mi gemelo. Metiéndose al jacuzzi, desnudo. Volteó, me vio y siguió como si nada, me hizo señas de que entrara.
– ¿Qué haces? ¿Por qué desnudo José? -dije titubeando. Esa escena era única, su culo ahí al aire entrado en agua con burbujas, y sumergiéndose, me altero las hormonas, nunca lo había visto así. Solo pensaba en que no me diera un erección que rompiera mu short.
-Ah! -gimió al sumergirse. -Ven acá putito, normal, como si nunca me hubieses visto desnudo, además es relajante, haz lo mismo ven. Me fui acercando al jacuzzi, subí las escaleras y me sumergí. El agua estaba perfecta, y por ratos podía ver la polla enorme y flácida de mi hermano, cuándo las burbujas no lo tapaban, y lo veía descaradamente ya que solo tenía él la cabeza recostada y los ojos cerrados en una almohada inflable detrás de su cabeza.
Pensé en desnudarme como dijo, pero no sé, si lo hacia la erección se iba a notar mucho… Luego de un rato, noté que sin querer (creo yo) me rozó los huevos, y esa basto para la erección, para decir él:
-No deberías ocultarme que también te gustan los huevos Miguel. -dijo él, relajadamente mientras se sobaba y empezaba a tocarme con sus pies mi cuerpo, empezó en las piernas y subió hasta la cintura, pasando por mi pene, el cuál ya erecto, y luego se posó en los orillos del short, y no sé como, pero me los quito. Esa sensación dada por los roce me tenia jadeando, de verdad.
Acto seguido, me empezó a masturbar con sus pies, ahora era yo el que gemía, y tenia los ojos cerrados, mientras me recostaba. Solo pensé en que mi sueño se había hecho realidad, y quiero que duré, solo pensé eso. Ya llevábamos un rato así, cuándo se detuvo, y empezó con sus manos, hasta hacerme eyacular, un chorro de semen salió debajo del agua, empezó a flotar, vi como se lo frotaba en su pecho y en el mió.
-Ya vengo, espera acá. -dijo mientras salía del jacuzzi. Yo no conteste solo me quedé disfrutando del momento. Cuando del salón, corriendo por el patio no evite verlo caminar desnudo, ese cuerpo emanando algo de vapor por el contacto entre los cambios drásticos de la temperatura caliente y fría, me excito mucho. Pasaron unos minutos cuando volvía con unas cosas en sus manos, ya entrando en el jacuzzi, vi los condones y el lubricante.
Diría que la expresión de mi cara fue épica, era asombro, morbo y excitación. Solo se puso el condón, esa escena me revoluciono las hormonas, me hizo señas para que me levantará y me diera vuelta. El no era virgen lo sabía, y ya sabría que hacer, por lo que me dijo que me quedará quieto y empezó a dilatarme el culo con el dedo indice cubierto de lubricante, daba vueltas, metía, sacaba, me hacía una masaje anal y acto seguido, ¡Zas!.
– ¡Mierda!, Carlos- dijé gimiendo al momento que metió de un tiro su polla en mi culo, empezó suave, apenas la metía sacaba, luego aumento la velocidad y yo jadeaba y me sostenía para no resbalar por el agua. Estuvimos un rato hacía, cuándo sentía un liquido caliente, espeso, dentro de mi culo. Carlos saco su polla, y me dejo descansar porque siguió con el dedo.
-A que nunca te había pasado esto acabado, solo deja que acabes.-Dijo excitado, se le notaba al hablar, y siguió con su dedo, le daba y le daba vueltas dentro, sentía una cosa única, era verdad, nunca había sentido, eso. Y no sé como hizo, pero acabé, salto un chorrazo de semen, sin ni siquiera haberme tocado la polla. Me derrumbé, agitado, el solo se reía excitadamente, y se sentó a mi lado en el jacuzzi, y me rodeo con el brazo, estuvimos así hablando un rato. Una pregunta salió de mi sin pensarla:
-¿Tu también? ¿Quería probar con un hombre? -dijé, el solo asintió y dijo:
-Me alegro de que allá sidos tu, nunca lo podría hacer con alguien más, aunque putito, prefiero el coño, de verdad.
Los dos nos reímos, y empezamos a hablar de su novia y como la cogía, se hizo de noche, fuimos a casa, nos duchamos cada uno en su baño (que eran unidos, solo los separaba una puerta) y me sorpresa fue que al salir del baño, me seque y el paso desnudo en dirección a las escaleras para ir a la cocina desnudo, me vio de reojo y dijo:
-Gilipollas, estamos solos, andemos desnudos. Es normal, y tranquilo. -No le discutir, no me vestí, cenamos desnudos pizza y veíamos una películas en el cuarto de nuestros padres, y nos quedamos ahí dormidos los dos. Nos despertamos y pasamos el resto del fin de semana desnudos en la casa charlando, jugando, hasta que llegaron mis padres.
Luego de ese fin de semana, no nos resistimos y repetimos esa ocasión varias veces, una vez, me llego en la noche al cuarto desnudo, me desnudo y lo hicimos ahí en el acto, con el temor de que nos descubrieran. Luego de un tiempo el empezó más de serio con su novia y la cosa, y ya casi no hacíamos de las nuestras, hasta yo empecé a salir con una mujer, y también me encanto. Así fue, como mi gemelo me ayudo a aclarar mi sexualidad.
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