RELATO REAL – 5 años de incesto con mi hermana.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo lo que voy a relatar es TOTALMENTE REAL.
Lo primero que debéis saber es que yo NO estaba enamorado de mi hermana, ni ella de mí. Jamás tampoco la había mirado con deseo, ni ella a mí. Nada de lo que ocurrió fue premeditado. Mi hermana tenía 21 años y yo 17. El sexo entre nosotros surgió en casa de nuestros abuelos, una calurosa y aburrida tarde de verano en un pueblecito donde no había diversión ni nada que hacer. Los mayores dormían una siesta y nosotros fuimos a explorar un desván lleno de objetos, baúles y otras cosas. Todo surgió espontáneamente, empezando por un juego, como un modo de pasar el rato. Una proverbial revista pornográfica ayudó a que nuestra imaginación se excitase, y entre bromas, risas, juegos y desafíos, fuimos avanzando cada vez más hasta irnos desnudando… tocando… besando… y todo aquello finalizó con sexo con penetración.
Si esto mismo hubiese ocurrido en nuestra vida cotidiana, probablemente jamás se hubiese vuelto a repetir. Pero como en el pueblecito aquel teníamos que estar todo un mes y no había otra cosa que hacer, una vez vencida la barrera de la primera vez, volvimos a probarlo una y otra vez. Cada día que pasaba se volvía más placentero, EXCITANTE, EMOCIONANTE… Sentíamos un placer sexual intenso, disfrutábamos mucho, y por eso mismo seguimos durante años.
El secreto y placer sexual que compartíamos contribuyó a desarrollar entre nosotros una COMPLICIDAD y mayor unión que la que teníamos antes, pero nunca llegó a ser verdadero amor de pareja. Y quizá por eso mismo funcionó todo tan bien. Éramos dos hermanos que nos queríamos muchísimo, que estábamos muy unidos, que teníamos nuestro secreto ante la familia y el resto del mundo y que experimentábamos un gran placer sexual mutuo.
Cuando regresamos a nuestra vida habitual estábamos ya tan "enganchados" al sexo del uno con el otro, que ya no podíamos parar, y seguimos. A veces era difícil encontrar momentos seguros para estar juntos, pero terminábamos lográndolo, aunque fuese a hurtadillas en el portal de casa, en un parque al anochecer o -con gran riesgo- en mitad de la noche en nuestros dormitorios o en la ducha. Tuvimos la fortuna de que cerca de donde vivíamos había unas casas en construcción a las que era fácil acceder y allí podíamos permanecer tranquilos. Incluso montamos nuestro propio "sistema de alarma" para detectar si alguien se acercaba a la zona.
Debo decir que tuvimos muchas anécdotas curiosas y divertidas durante los cinco años que tuvimos aquella relación, pero probablemente se extendería demasiado el relato y quizá se perdería la esencia del mismo.
También tuvimos momentos de intenso miedo y angustia, como cuando creímos que ella había quedado embarazada. ¿Cómo íbamos a contar aquello a nuestros padres y familia?. Afortunadamente todo quedó en un susto, pero a partir de aquel día decidimos que la mayor parte de las veces el sexo entre nosotros sería casi exclusivamente ANAL. La gran alegría es que a mi hermana el sexo anal le resultaba incluso casi más placentero que el convencional, y a mí me daba lo mismo… con lo que el disfrute estaba garantizado y la tranquilidad asegurada. El sexo vaginal quedó reservado exclusivamente para fechas muy "seguras".
Una anécdota divertida es que tras un año de relación mi hermana nunca me había hecho una felación, creo que el sexo oral le daba un poco de reparo al principio. Hoy es algo muy habitual, pero eran otros tiempos, y en aquella época no estaba muy bien visto algo así. Lo habíamos visto en la revista del desván, pero hasta entonces no lo habíamos probado. Un día me dijo que me lo iba a hacer. Fue coger mi polla entre sus manos, hacer ademán de llevársela a la boca y estallar yo en eyaculación directa sobre su cara. Lo realmente divertido es que al menos durante las seis o siete veces siguientes que lo fue a hacer, ocurría EXACTAMENTE LO MISMO. Yo eyaculaba antes casi incluso de llegar a estar en su boca. Supongo que la situación me resultaba demasiado excitante.
Creemos que jamás nadie llegó a pillarnos haciéndolo, o si nos vieron, nunca nos lo dijeron. De todo modos, una tía y una prima nuestra creo que lo sabían, ignoro cómo se enteraron, o si sólo era una certeza basada en conclusiones.
No obstante cometimos un gran ERROR, del que no nos apercibimos hasta mucho tiempo después. Yo eyaculaba dentro de mi hermana. El semen iba saliendo después poco a poco, manchando sus braguitas. Lo que nos lleva a pensar que nuestra madre, que hacía la colada, pudo verlo en algún momento. O tal vez no, ya que en aquella época ya existían unas lavadoras de motor (diferentes de la actuales). Nunca nos dijo nada.
Cinco años más tarde cada uno nos enamoramos de otras personas, nos casamos, y todo aquello terminó, pero en nuestra mente queda el recuerdo imborrable y maravilloso de aquellos años. Nunca hemos vuelto a hablar del asunto, y hoy vivimos en ciudades diferentes y apenas nos vemos, pero cada vez que eso sucede nuestras miradas se encuentran y asoma una sonrisa que denota que en ese instante ambos recordamos todo aquello.
(Muchas veces pienso que el Destino puso todo a punto para que lo nuestro ocurriese, ya que confluyeron en especial DOS circunstancias inusuales: En aquella época en España NO existían revistas porno, las tres que aparecieron en el desván y que debió traer nuestro tío, abuelo, o a saber quién, eran dos francesas y una italiana. Jamás antes habíamos visto pornografía, y por eso fue super-excitante ver aquellas imágenes. La otra circunstancia fue estar durante todo un mes sin nada que hacer en un lugar aburrido).
Hola debió ser fastastico follarle el culo a la hermana ..felicidades