Relatos cortos 2. Mila, mi sobrina
¿quién puede resistirse a los encantos de una nena de 12 años?.
Nota del autor
Nuevamente otra entrega de los relatos cortos, espero les agrade, no olviden comentar.
adalberto1979
Mila, mi sobrina
- Por favor Lu, No tengo a nadie más a quien pueda preguntar y es solo por un par de días
Mi hermana Ellie siempre me llamaba Lu en lugar de Luis, cada vez que quería que hiciera algo por ella. Estaba desesperada por que alguien cuidara a Mila, mi sobrina de doce años, mientras iba a una entrevista para un nuevo trabajo mejor remunerado. Doug, el esposo de Ellie, la había abandonado hace dieciséis meses, por una chica tonta de veinte años de su oficina. Para empeorar las cosas, se atrasaba con la manutención de los hijos. Necesitaba desesperadamente este trabajo para ayudarla a llegar a fin de mes. La entrevista involucró una estadía de una noche, ya que la compañía se encontraba a cinco horas en automóvil.
Sabía que estaría de acuerdo en cuidar a Mila, y ese era mi problema. Durante los últimos meses, Mila había estado coqueteando conmigo a lo grande. Creo que ya que tenía un año de pubertad, estaba descubriendo su sexualidad. A medida que su cuerpo se desarrolló, descubrió cuánto la miraban los hombres, en particular a mí. No pude evitarlo, era tan jodidamente sexy y deseable. Tenía el pelo largo y rubio, casi blanco, ojos azules como el cristal y los labios más besables que había visto en mi vida. Noté la hinchazón de sus senos y cuánto más redondo parecía estar su culo.
Cuando noté por primera vez que estaba creciendo los senos, me sentí incómodo estando cerca de ella, ya que tenía erecciones constantes. Mi hermana seguía preguntándome por qué no venía tanto como solía hacerlo. Desde que Doug la abandonó, estaría en su casa casi todos los días, ocupándome de reparaciones menores en la casa, llevando a Mila a la práctica de fútbol o haciendo mandados, ayudándola a mantener dos trabajos. Esta entrevista significó mucho para ella. Si la contrataban, significaba que ya no tenía que trabajar dos trabajos y que no tenía que vivir al día.
- Está bien Ellie, sabes que nunca te decepcionaré. ¿Quieres que me quede en tu casa, o quieres dejarla aquí?
- Bueno, ya que tienes una piscina y yo no, y sabes cuánto le gusta nadar a Mila, la dejaré. Tengo que irme antes del mediodía del miércoles, así que estaré en tu casa alrededor de las once treinta.
- Está bien Hermana, eso estará bien
- Gracias Lou, te amo
- También te amo hermana
Colgué y suspiré ruidosamente. No tenía idea de cómo iba a sobrevivir 48 horas con mi sobrina precoz, sexy y muy deseable, una triada peligrosa. Ella tuvo un profundo efecto en mí. No era que fuera un pedófilo, deseando a cualquier chica preadolescente que vi. En las pocas ocasiones que estuve cerca de chicas preadolescente, no coquetearon conmigo, de hecho, apenas reconocieron mi existencia. Me iba a costar un esfuerzo sobrehumano mantener las manos lejos de mi sobrina.
*******
Llegó el miércoles por la mañana y todavía estaba un poco cansado, ya que anoche no dormí mucho. Tuve un sueño muy vívido: realmente una pesadilla, donde mi hermana estaba llorando y golpeando mi pecho gritando: «¿Cómo pudiste hacerle eso a mi hija, a tu propia sobrina por el amor de Dios? Eres un monstruo Luis, y yo espero que te pudras en el infierno». La mujer policía me quitó a Ellie y la llevó a la cocina, mientras otro policía me ponía las esposas y me leía mis derechos. Me había despertado con un sobresalto, ya que el juez me sentenció a 30 años de prisión por sexo ilegal con una violación a una menor, incesto y abuso.
Sonó el timbre y cuando abrí la puerta, Mila entró corriendo y me abrazó. Ellie me entregó el estuche de Mila durante la noche. Se arrodilló frente a su hija y besó su frente.
- Ahora Mila, sé buena para el tío Lu, y haz lo que él dice– le indicó– y no olvides lavarte los dientes– Ella se levantó de nuevo.
- Gracias Lo, esto significa mucho– bajó la cabeza y me besó en los labios, algo inusual para ella. No fue un picotazo rápido, fue bastante sensual.
- No hay problema Ellie, y buena suerte con la entrevista, sé que vas a conseguir el trabajo.
- Espero que sí
Dijo, mientras la acompañaba a su auto. Me despedí y volví a entrar, donde Mila estaba sentada en la isla de la cocina bebiendo un vaso de limonada.
- Bueno Mila, espero que te portes bien.
- No sé a qué te refieres tío
- Oh, creo que lo haces Mila, así que ten cuidado, ya que no eres demasiado viejo para caer sobre mis rodillas.
- Ok, Prometido– dijo con una sonrisa en su rostro– ¿Puedo ir a la piscina ahora?
- Claro que puedes, cariño
Terminó su bebida y saltó del taburete. Me serví un vaso de limonada y salí al área de la piscina. Saqué una de las sillas del director de debajo de la mesa redonda del patio y me senté. Diez minutos más tarde, Mila salió de la casa con el bikini de hilo blanco más pequeño que jamás había visto. Dos pequeños triángulos de algodón cubrían parte de sus senos, que habían crecido un poco desde la última vez que la vi. La última vez que la vi en traje de baño fue hace casi un año.
Lo recordaba bien, ya que era mi cumpleaños, y Ellie y Mila me habían organizado una fiesta aquí en la terraza de la piscina. En aquel entonces, los senos de Mila no eran realmente senos, sino yemas, y cuando la vi ese día, tuve una erección sorpresa. Me sorprendió que me pusiera difícil mirar a mi sobrina de once años. Ella era solo una niña, pero tuvo un profundo efecto en mí ese día. Me las arreglé para mantener mi erección bajo control por el resto del día, pero cada vez que la miraba, me ponía duro nuevamente. Luego, hace unos meses, comenzó el coqueteo; al menos era lo suficientemente inteligente como para hacerlo cuando mi hermana no estaba cerca.
En el último año, me sorprendió lo mucho que habían crecido sus senos, ahora eran del tamaño de limones medianos, los triángulos de algodón solo cubrían sus senos, sin proporcionar ningún tipo de soporte, no se necesitaba ninguno, el material era tan delgado, yo Podía ver el contorno de sus areolas y sus pezones duros. La pequeña parte inferior del bikini de algodón, era solo un triángulo que cubría su coño.
El doble refuerzo era inútil para ocultar la parte superior de sus labios y su hendidura. Cuando se volvió para sentarse en el diván, se podía ver una pulgada completa de su trasero sobre el triángulo de algodón, unido a su opuesto con finas cuerdas atadas en los arcos en las caderas. Su trasero era hermoso, que sobresalía de su cintura todavía pequeña, se había vuelto más redondeado y lleno en el último año.
- ¿Es legal vender eso?– Pregunté incrédulamente.
- ¿Vender qué?– ella respondió.
- .. esa… esa cosa que llevas puesta, seguramente es ilegal venderla a menores
- ¿Te refieres a mi traje de baño?
- Es la última moda, y solo cuesta $ 14.95
- ¡Te cobraron casi $ 15 por esos trozos de tela! Robo a la luz del día si me preguntas
- Tío Lou, eres tan anticuado– dijo.
Con eso, se puso protector solar en los brazos y las piernas. Con protector solar aplicado en la barriga y los hombros, me entregó la botella y se dio la vuelta; ella se desabrochó el sujetador y dejó caer las delgadas tiras a los costados.
- ¿Puedes ayudarme por favor?– ella preguntó.
Me senté allí con la boca abierta. Necesitaba terminarlo lo más rápido posible antes de que apareciera mi erección. Le puse un poco de protector solar en la espalda.
- Esa no es la forma en que lo haces tío– protestó ella– pon un poco en la palma de tu mano y frótala
- Demasiado tarde– dije
Comencé a frotar la loción sobre su espalda desde su cuello hasta la parte superior de la parte inferior del bikini, lo que significaba que tenía que aplicar una loción en la parte superior de sus nalgas que se movía seductoramente mientras me frotaba adentro. Me di cuenta de que tenía los hoyuelos más lindos, depresiones realmente a cada lado de la espalda, justo encima de las nalgas. Qué malditamente lindo.
- No te olvides de los lados– me dijo sin voltear a verme.
Froté la loción en sus costados, desde sus caderas hasta sus axilas. No me había dado cuenta de que los lados de sus senos se habían abultado donde presionaban contra el diván, hasta que los toqué. ¿Fue un murmullo lo que escuché?
Mi erección apareció. ¡Maldición! Reajusté mi pene para que estuviera acostado contra mi estómago, mostrando menos bulto. Cerré la tapa de la botella de loción.
- Hola tonto, aún no has terminado– Me reprendió de nuevo, siendo su palabra actual de burla– No me has puesto nada en la parte posterior de las piernas
Abrí la botella y vertí un poco en la palma de mi mano, y procedí a frotar la loción en el dorso de sus piernas. Cuando llegué a la parte superior de sus muslos, fui testigo de una vista increíble. Su vulva regordeta estaba marcada por el fuelle de su traje de baño, llenaba todo el ancho del espacio entre la parte superior de sus piernas. Debo haber mirado demasiado tiempo.
- ¿Ya lo hiciste?– ella preguntó.
- Si ya
Rápidamente cerré la botella de loción, la dejé caer sobre la tumbona y me zambullí en la piscina, pequeñas risitas me siguieron. El agua fría lentamente hizo que mi erección disminuya. Oh Dios, ha comenzado, y pasarán 48 horas antes de que llegue cualquier alivio. No estaba segura de cuánto tiempo más podría aguantar, solo había pasado una hora desde que mi hermana dejó a Mila, y ya había tenido una erección.
Mi erección ahora desapareció, salí de la piscina y me senté nuevamente. Mila se levantó, dejando su sostén en el diván. Ahora estaba mirando un par de los pechos más pequeños y excitantes que jamás había visto. Eran bastante firmes, se movían muy ligeramente mientras caminaba, una areola y un pezón de color marrón oscuro, sentado sobre cada pecho, en marcado contraste con su piel color crema. Ella realmente tenía un cuerpo hermoso y mi erección estuvo de acuerdo. Corrió y saltó a la piscina, sus nalgas moviéndose en contrapunto dentro de los pantalones de su traje de baño.
- Hola señorita– le grité– le prometiste a tu madre que te comportarías, y estar en topless definitivamente es un caso de mala conducta
Se quitó la parte baja del traje de baño y me la arrojó. Ella solo rio a carcajadas, cuando aterrizaron en mi cabeza.
- Muy bien, ahora estás en problemas señorita– le grité.
Dejé caer el pequeño conjunto de tela que pasaba por un traje de baño y salté dentro. Ella trató de alejarse de mí, pero yo era un nadador más fuerte. La alcancé y agarré un tobillo. Mientras la enrollaba, una de mis manos encontró su entrepierna, confundiéndola con su cadera. Ella chilló de alegría. Cometí el error de no dejarlo ir. Gemí, mi esfuerzo sobrehumano para resistir tocarla, solo había durado exactamente una hora y veinte minutos.
- Tío, Ese es mi coño.
- Gracias por decirme Mila, como nunca hubiera imaginado—dije yo apenado, Ella se rio.
- ¿Puedes soltarlo ahora?
De mala gana la solté, pero ella no se alejó nadando, puso sus piernas alrededor de mi cintura y abrazó mi cuello. La sensación de sus senos firmes presionando contra mi pecho y su coño frotando contra mi estómago era indescriptible. Mi erección se levantó para besar su trasero.
- Eres un tonto– dijo en voz baja y me besó en los labios– pero te amo mucho
Me sorprendió un poco su repentina expresión de afecto.
- Aunque eres un poco traviesa, bueno más que un poco traviesa, una diablilla, yo también te amo; eres mi sobrina favorita.
- ¡Tío! Soy tu única sobrina– dijo indignada.
- Por eso eres mi favorita
- Tonto– dijo y se alejó y nadó hacia las escaleras.
Pisé agua y observé, mientras ella salía lentamente de la piscina; la lentitud fue definitivamente deliberada, dándome una buena mirada a sus sexys hoyuelos traseros por encima de sus dos hermosas mejillas y un destello de su vulva regordeta cuando entró en la terraza de la piscina. La seguí afuera, y cuando regresé a mi silla, ella estaba acostada boca arriba, con un brazo debajo de la cabeza y el otro colgando casualmente sobre su barriga.
Era la primera vez que veía su coño desnudo. Perlas de agua recogidas en el cabello fino, rubio y rizado en la parte superior de sus impresionantes coño, brillaban a la luz del sol, chispeando como pequeños diamantes. Su barriga cóncava hizo que su coño pareciera aún más prominente, una gran almohadilla en forma de arco ubicada entre dos caderas huesudas, el extremo redondeado formado por su vulva regordeta, atravesada por una hendidura profunda que desapareció entre sus mejillas. Su coño era nada menos que estupendo.
- ¿Estás mirando a mi coño tío?– dijo ella detrás de sus gafas oscuras.
- No, no lo estaba mirando Mila.
- ¿Comiéndolo con los ojos tal vez?
- No, tampoco comiéndome con los ojos.
- ¿Entonces, qué estabas mirando?
- Estaba admirando una de las maravillas de la naturaleza, la vulva de una mujer.
- ¿Entonces si veías mi coño? Y te gusta mi coño
- De hecho si Mila
Ella rodó sobre su estómago, dándome otra vista de su cuerpo. De perfil tenía curvas bastante agradables para un niño de doce años; sus nalgas se alzaban desde la parte baja de su espalda como dos montículos sensuales, separados por una profunda grieta. Ya había renunciado a tratar de ocultar mi erección, cargó mis pantalones cortos. Vi a Mila mirándolo.
- ¿Se está excitando mi tío?
- ¿Necesitas preguntar lo obvio?—dije yo serio, Ella cambió de tema.
- ¿Qué hay para cenar?
- ¿Cómo te suena una pizza?
- Suena bien siempre y cuando me dejes ordenar– Se levantó, recogió su traje de baño desechado y fue a su habitación.
Más tarde esa noche, después de cenar y de que Mila se hubiera acostado, me senté en la cama mirando la TV, cuando escuché que se abría la puerta de mi habitación. Mila apareció con un largo pijama azul celeste que le llegaba hasta las rodillas. Ella se acercó y se subió a la cama y se acostó a mi lado.
- No puedo dormir tío—dijo– ¿me abrazarás?
La rodeé con el brazo y ella se acurrucó en mi hombro poniendo su mano sobre mi pecho. Ella comenzó a jugar con el cabello escaso que cubría mis pezones y se extendía en una delgada línea hacia abajo sobre mi estómago, desapareciendo debajo de la sábana donde se unía a mis pubis. Siguió la línea de cabello y vi como su mano desaparecía bajo las sábanas. Ya me había resignado a dejarla hacer lo que quisiera.
Unos segundos después, jadeé cuando tocó la cabeza de mi pene erecto y deslizó sus dedos alrededor del eje.
- ¡Guau, ya la tienes parada!—exclamó– Me gusta cuando puedo ponerte duro
- ¿De verdad?—pregunté yo mientras jadeaba de placer
- Si—contestó ella
Me quitó las mantas y bajó la cama arrastrando los pies. Durante el siguiente minuto, examinó cada centímetro de mi polla, levantándola, tirando del prepucio hacia atrás, sintiendo las grandes venas que corren a lo largo del eje, apretándolo.
- Desde que tenía ocho años, me he preguntado cómo sería tu polla.
- Entonces ahora lo sabes– le dije– ¿Fue lo que pensaste que sería?
- No, es mucho más grande—dijo con voz ronca. Mi verga golpeó mi estómago cuando ella lo soltó; ella se puso el pijama sobre la cabeza y se despojó de él
- ¿Vas a detenerme?– ella preguntó con mirada coqueta
- Mila, dejé de resistirte hoy en la alberca y no voy a comenzar ahora.
- Bien
Dijo ella, mientras agarraba el eje otra vez y bajaba la boca por encima de la corona bulbosa y comenzaba a chupar y girar su lengua alrededor del extremo.
- Dios mío, Mila, ¿dónde aprendiste a hacer eso?
- De mi mejor amiga Maya, ella le hace mamadas a su prima mayor
Apenas podía creer que una niña de doce años tenía mi polla en su boca y me estaba dando una de las mejores mamadas que había tenido. Unos minutos más tarde puse mi mano sobre su cabeza y la detuve.
- ¿Qué pasa? ¿No lo estoy haciendo bien?—preguntó con cara de preocupación
- No Mila, lo estás haciendo demasiado bien, y a este ritmo me correré demasiado pronto– le respondí– Acuéstate boca arriba, cariño
Ella rodó sobre su espalda y yo me arrastré entre sus piernas. De cerca, su coño era aún más hermoso. No lo había notado antes, ya que su hendidura estaba bien cerrada, pero ahora, con las piernas abiertas, sus labios se habían separado un poco y pude ver los labios internos delgados y aún en desarrollo, su capucha del clítoris y la abertura de su vagina. .
- ¿Te gusta lo que ves tío?
- Tu coño es hermoso Mila, de hecho es muy hermoso.
Empujé un dedo dentro de su vagina, sintiendo la humedad, acumulando su humedad. Mientras frotaba su capucha del clítoris, emergió una pequeña cuenta rosa y, cuando la presioné, jadeó ruidosamente.
- Guau, eso se siente tan bien—dijo abriendo su boca
Regresé mi dedo a su vagina, agregando un segundo, luego un tercero. Estaba bastante apretada, pero no tanto como esperaba que fuera una niña de doce años.
- Puedo ver que has estado explorando tu coño.
- Desde que tenía cinco años.
- ¡Cinco! ¡Maldición! No sabía que las niñas de cinco años hicieran eso.
- Mi amiga Maya me dijo que comenzó a masturbarse cuando solo tenía cuatro años
Moví su clítoris con el extremo de mi lengua, más jadeos escaparon de sus labios. Mientras giraba mis tres dedos en su vagina y lamía su clítoris, ella comenzó a temblar. Su pierna o trasero le daría un pequeño tirón. Levanté la vista hacia sus senos, sus areolas ahora estaban hinchadas e hinchadas, y sus pezones sobresalían, como cuentas duras.
- ¿Estás lista Mila?
- Si– murmuró ella.
Arrastré la cama y me senté en mis ancas. Agarrando el eje de mi polla, froté su corona bulbosa alrededor de la abertura de su vagina. Se veía enorme, llenando todo el espacio entre sus piernas. ¿Podría incluso penetrarla? ¿La lastimaría?
Mientras empujaba contra la abertura, sentí resistencia. Empujé un poco más, luego escuché un escape de respiración, mientras ella se relajaba y comenzaba a respirar de nuevo. Sentí su coño dilatarse, y de repente la corona de mi polla apareció dentro de ella. Ella hizo una mueca de dolor.
- ¿Estás bien Mila?– Pregunté, preocupada de haberla lastimado.
- Estoy bien tío, solo una pequeña punzada de dolor. Se ha ido ahora. ¿Estás dentro de mí?
- Sí, estoy dentro de ti, ¿puedes ver?
Se levantó sobre los codos y estiró el cuello. Todo mi eje llenaba el espacio entre sus muslos, y el apretado círculo de piel que agarraba la parte superior del eje, justo debajo de la corona, era claramente visible, estirado y rojo.
- Dios, eso se ve tan grande– dijo con asombro– Me sorprende que solo haya tenido esa pequeña punzada de dolor cuando la pones dentro de mí. Creo que ya no soy virgen. Gracias tío
Se dejó caer sobre la almohada y enganchó sus tobillos sobre mis caderas. Mientras empujaba un poco, vi su ceño fruncirse un par de veces, como si sintiera una punzada de dolor.
- ¿Estás bien Mila?
- Sí, estoy bien.
Empujé lentamente, sintiendo su suave y resbaladizo coño de satén abrazar mi polla, dándole la bienvenida. Después de unos cuantos empujones más, finalmente golpeé el extremo gomoso de su vagina, mi pubis presionó contra su entrepierna; ella me había llevado a todos dentro de ella.
- ¿Todavía estás bien Mila?
- Sí, me siento llena, tu polla está muy gorda
Me acosté encima de ella, apoyando mi peso sobre mis codos, mis manos abrazando la parte posterior de sus hombros. Empecé a follarme a mi sobrina de doce años; Estaba jodiendo una niña, algo tan ilícito, tan erótico, tan mal, pero tan malditamente bueno.
Salí lentamente hasta que solo la corona de mi polla estaba dentro de ella, luego me sumergí, cada vez más rápido, ya que ella se humedecía aún más de mi líquido preseminal y sus propios jugos. Ahora respiraba más rápido, instándome a follarla más fuerte con sus tobillos tirando de mí más profundamente, hasta que me golpeé contra su cuello uterino de goma, provocando jadeos de placer guturales.
Ella llegó al clímax de repente; ella me sostuvo dentro de ella, con sus brazos alrededor de mi cintura y sus talones en mis caderas.
- Oh, tío… tío… aaahhh– gritó.
Sentí todo su cuerpo convulsionarse y temblar con su orgasmo. Me abrazó tan fuerte que me sorprendió que aún pudiera respirar. Finalmente, después de unos minutos, sentí que su agarre se aflojaba lentamente, luego sus piernas se relajaron y cayeron a su lado, seguidas por sus brazos. Ella abrió los ojos.
- Ese fue el mejor orgasmo que he tenido—dijo– Gracias tío, sabes cómo hacerle el amor a una chica. Esta era una forma mucho mejor de perder mi virginidad, que dejar que un chico con cara de granos lo hiciera
Entonces sintió que mi polla se contraía.
- ¡Todavía estás duro! ¿Todavía no te corriste?
- No Mila, estaba esperando que tú fueras primero
Me besó en los labios, un beso tan suave y gentil, pero tan erótico.
- Eres tan dulce, gracias. ¿Puedo sentir cómo te corres dentro de mí?
- Si—contesté perdiendo la cordura
Reanudé mis empujes, más urgente ahora, ya que había sentido el borde de mi orgasmo varias veces mientras la follaba y tuve que retroceder para evitar que me corriera demasiado pronto. Ahora no había restricción, me follé a mi sobrina con abandono, y no pasó mucho tiempo hasta que volví a sentir la agitación. Mi orgasmo estaba ganando velocidad; Sentí que mi polla se hinchaba cuando el semen subía por el eje y chorreaba en el coño de Mila, chorreaba con fuerza llenando su vagina de doce años con mi abundante líquido. Entonces, mi orgasmo desapareció demasiado pronto, y mi polla que se ablandaba rápidamente se escapó del coñito húmedo y descuidado de Mila. Rodé hacia un lado
- Eso fue increíble—dijo– la sentí, tu eyaculación, cada vez que tu polla se hinchaba, lo sentía cada vez que emanabas tu semen dentro de mí. Creo que me gusta mucho el sexo contigo.
- También me gusta el sexo contigo Mila. Creo que debes ponerte un par de bragas
- ¿Por qué?
- Vas a gotear toda la noche
- Oh sí.
Se levantó de la cama y fue a su habitación. Regresó unos minutos más tarde, con un par de bragas de algodón azul claro con un par verde lima en la parte superior. Abrí las mantas y ella volvió a la cama. Le eché la espalda hacia atrás, con mi mano ahuecando un pecho pequeño y firme. El sueño llegó rápidamente.
********
A las cuatro en punto de la tarde siguiente, Ellie estaba en mi puerta con una gran sonrisa en su rostro. Cuando entró y cerró la puerta, Mila entró corriendo desde el patio y le dio un fuerte abrazo a su madre.
- ¿Conseguiste el trabajo mamá?– preguntó ella, emocionada.
- Claro que sí, cariño—dijo– empiezo el primero del próximo mes– Mila chilló de alegría, luego un ceño cruzó su rostro.
- ¿Qué pasa Mila?– Yo pregunté.
- Eso significa que tendremos que mudarnos, y extrañaré a todos mis amigos y a ti, tío Lou.
- Harás unos nuevos, y te visitaré a menudo, lo prometo—le dije abrazándola, Ellie no lo vio mal, pues solo era un tío y su sobrina que quiere mucho
Después de contarme todo sobre el trabajo y su nuevo jefe, Ellie llevó a Mila a su casa. Hubo silencio en toda la casa y echaba mucho de menos a Mila. Sería difícil no verla todos los días, incluso más difícil no poder tener sexo con ella.
********
A la tarde siguiente, Ellie llamó para decirme que necesitaba hablar conmigo de inmediato. Doce minutos después estaba sentada en la isla de mi cocina.
- Necesito hablar contigo sobre esto– dijo, sacando un par de bragas azul claro y verde lima de su bolso y dejándolas caer sobre la mesa de la cocina.
Estaba mortificado El sueño que había tenido, pasó por mi cabeza. Mi hermana estaba llorando y golpeando mi pecho gritando: «¿Cómo pudiste hacerle eso a mi hija, a tu propia sobrina por el amor de Dios? Eres un monstruo Luis y espero que te pudras en el infierno». La mujer policía me quitó a Ellie y la llevó a la cocina, mientras el otro policía me ponía las esposas y me leía mis derechos. El juez me sentenció a 30 años de prisión por sexo ilegal con violación a una menor e incesto.
- Oh Dios Ellie, lo siento mucho, no pude evitarlo– Estaba tan angustiado que no noté la sonrisa en su rostro hasta que pasaron diez segundos— ¿Crees que es gracioso Ellie?
- Sí lo es– dijo sonriendo– Perdón por hacerte pasar por eso, pero no pude resistirlo.
- Estoy confundido—dije sin saber que pensar– ¿Qué es curioso? ¿qué haya tenido sexo con tu hija? ¿Es gracioso?
- Oh Lu, cálmate. Lo sabía todo, yo fui quien la puso a prueba.
- ¿Pero, por qué?
- Quería que fueras tú quien tomara la virginidad de Mila— me dijo demasiado tranquila– Quería esperar hasta que tuviera dieciséis años, pero Mila, siendo Mila, no quería esperar, y estos pocos días le presentaron la oportunidad de pasar la noche contigo. Por cierto, puedes cerrar la boca ahora
Finalmente me relajé. Necesitaba un trago, así que hice martinis para los dos.
- Podrías haberme dicho– dije mientras tomaba un sorbo de mi bebida.
- Eso hubiera echado a perder la diversión de todo. Sabía que querías tener sexo con ella, una madre puede sentir estas cosas. Sabía cuánto trataste de resistirla, pero resistiendo los encantos de una niña de doce años en la pubertad, particularmente Mila, era una causa perdida.
Nos quedamos un momento en silencio, después ella habló
- Hay más cosas Lou, Mila me dijo lo increíble que eras para el sexo, y siempre tuve algo por mi hermano mayor, desde que tenía ocho años. A medida que crecía, me masturbaba imaginando que estabas haciendo para mí. ¿Lo considerarías?
- ¿Consideras tener sexo conmigo? ¿mi hermana? Pero eso es incesto.
- Como lo es tener sexo con tu sobrina.
- Bueno, supongo que tienes razón. Lo haré, pero con dos condiciónes.
- ¿Cuáles son?
- La primera, no quiero que te vayas de la ciudad y quiero que vengas a vivir conmigo a mi casa, tú y Mila, el dinero nos será problema para ti
- Acepto con gusto, pensé que nunca lo pedirías, ¿y la segunda?
- La segunda, Siempre tuve una fantasía y me preguntaba si tú y Mila la harían realidad.
- ¿Cuál es tu fantasía hermano?
- Tener sexo con una mujer y su pequeña hija al mismo tiempo.
- Hermano a partir de este momento somos tuyas para complacerte en todas tus fantasías y perversiones, además sé que a Mila le encantaría un trio contigo y conmigo, pero quiero que hoy empezaremos tú y yo; y mañana lo haremos los tres y todos los días que tu quieras
- Muy bien, ¿subimos a mi habitación?
- No, primero quiero que sea aquí en la sala, ya sabes, mi fantasía también
Así empezó nuestra aventura, nos desvestimos rápidamente y lo hicimos en todos los lugares posibles de mi casa, su culo fue profanado sobre la mesa de la cocina, gemimos juntos cuando eyacule en su cara, así sería mi nueva vida, gozar los placeres de una mamá y su hija, que también son mi hermana y mi sobrina.
Fin
Excelente, gracias.
no manches tres pajas me hize y termine cansado a si como creo terminaste tu jejejeje buen relato amigo me regusto mucho todo bien contaado wow re ganastes los 5 estrellas…. 🙂 😉
Para ser un relato corto me llevó bastante tiempo leerlo.
Es muy bueno. Tienes tus estrellas bien ganadas
Bravo tremendo relato mi amigo me exite tanto que me vine solo leyendo creía que estaba viendo una gran película 📽 😋🏅