Relatos cortos 3. Papá se vino dentro
Una niña, un padre excitado y una madre consentidora.
Nota del autor
Nuevamente con los relatos cortos, cuando los lean sabrán que no son adaptables alas historias que ahora escribo, espero que entiendan el por qué de dejarlos como relatos cortos.
adalberto1979
Papá se vino dentro
- Puff… puff… puff
Los gruñidos y empujones de mi padre dentro de mí, se volvieron más duros; y yo Sentí su verga hinchándose aún más dentro de mi vagina, si eso era posible.
- ¿Puedo correrme dentro de ella?– preguntó papá con cara de angustia y agonía.
- No sé, creo que es bastante peligroso– respondió mi madre– Ella podría quedar embarazada—Se volvió hacia mí y me preguntó– ¿Cuándo fue tu período, cariño?
Miré hacia el frente de mi cuerpo, hacia donde parecían mis caderas estar bailando solas; mi movimiento era muy obsceno, algo así como una persona diferente y separada de mí; aunque podía sentir cada empuje que mi papá me hizo, los empujones que yo le devolví parecían casi ser hechos por alguien más. Tomó uno o dos segundos para la pregunta de mi madre para filtrarse a través de las sensaciones de la follada de mi propio padre; e incluso más tiempo para que tenga sentido y dejarme recordar de qué estaba hablando, voltee a verla ella sentada en la cama semidesnuda, esperaba mi respuesta.
- No estoy segura… aaahhh… aaahhh– respondí levantando mis caderas de la cama para tratar de capturar aún más los maravillosos y estimulantes empujes de mi padre con su enorme verga– Probablemente hace tres semanas… creo.
- ¿Ves a lo que me refiero?– respondió mamá a mi padre– Ella podría estar ovulando en este momento o en los próximos días. No es realmente buen momento para correrte dentro y arriesgarse así.
Pude ver los ojos de papá alzarse para verla, casi dolorosos, al ver que tenía que retirarse. Sabía que tendría que hacerlo si mamá le dijera que lo hiciera, yo proteste con mis caderas, moviéndolas más, excitándolo para que tuviera su orgasmo dentro de mí.
Casi pude escucharlo mentalmente suplicando, su mirada era un «¡POR FAVOR!»; Supongo que mamá también podría verlo en su rostro; el haber vivido con papá mucho más tiempo que yo lo hacía conocerlo bien, mi madre cerró los ojos resignada
- Está bien– admitió, casi en derrota– Pero solo un chorro; para el resto de tu corrida será mejor que te retires. Creo que un solo chorro no será tan peligroso. De igual forma no es como si fueras correrse en ella todo el tiempo.
Agradecido, mi papá puso los ojos en blanco y comenzó a arrojarse sobre mí, aún más fuerte, mientras yo le correspondí y me moví casi tan fuerte como él, cabe mencionar que él era más fuerte que yo, pues a mis 12 años ¿cómo podría ganarle en fuerza a mi padre?.
La pequeña preocupación de tener el bebé papá desapareció, después de todo, como mamá dijo, esta sería la primera vez que realmente terminaría dentro de mí. Así que solo empujé para que su verga entrara hasta al fondo de mí ser. Un pequeño chorro no haría tanta diferencia, ¿verdad?, pensé para mí misma.
- ¡OH! Aquí viene, cariño– gimió papá; empujando su muy dura verga en mi rajita.
Sentí el pinchazo y el pulso de papá; y sabía el primer chorro de semen de mi padre estaba siendo inyectado en mi cuerpo. Yo apresuradamente comencé a empujarlo disfrutando el orgasmo simultáneo antes de que llegara el segundo chorro, que sería mucho más grueso, pesado y absolutamente repleto de su esperma, papá tendría que sacar su verga de mí.
Pero todo fue muy rápido, la cara de papá tenía una mirada casi estrangulada de angustia, por la tensión de contenerse y dejarme solo un chorro.
Yo podía ver que casi estaba llorando cuando comenzó a retroceder y sacar su verga antes de dejarme el resto dentro de mi rajita. Supongo que mamá también lo notó y justo cuando iba a salirse de mí, mamá lo detuvo oprimiendo sus caderas contra mí.
- Adelante mi amor– le dijo ella– Ya te has corrido un poco en ella, termina el resto.
Los ojos de papá se iluminaron; y él me miró para confirmar, yo también asentí abriendo mi boca de placer al sentir su verga hincharse dentro de mí para depositar toda su fértil semilla en mí chocha; bueno, después de todo, su esperma ya estaba dentro de mí desde el primer chorro. ¿Qué diferencia haría un poco más?, papá entre gemidos murmuró.
- Aaahhh, te lo dejo todo dentro, mi bebé hermosa aaahhh
Sus caderas enloquecieron cuando su verga disparo chorro tras chorro de semen dentro de mí, creo que, en cierto momento, ya no le salía más leche de su verga, pero él se seguía moviendo haciendo gemidos que asemejaban más un llanto que otra cosa, creo que tenía la eyaculación de su vida ¿y quién no lo haría? Al depositar su leche en su hija de 12 años recién cumplidos, bajo el consentimiento y supervisión de su esposa, y para rematar, en los días fértiles de esa niña.
- Gracias, cariño– Dijo y cayó sobre mi cuerpo.
Su verga seguía dura dentro de mí, en ocasiones hacía brinquitos, como si expulsara las últimas gotitas.
¡Dios yo había sido cogida por mi padre plenamente! miraba a mi madre que sonriendo nos daba caricias a los dos, se veía feliz, a pesar de sus preocupaciones de mi posible embarazo, ella también disfrutó el que mi propio padre eyaculara dentro de mí mientras estaría ovulando.
Yo pensaba que si no hoy, en algún momento del día siguiente o dos, los espermatozoides paternos podrían encontrar mi óvulo; Dios, ¿Qué estupidez acabábamos de hacer? Pensaba recuperando la cordura, pero un movimiento del pene de mi padre arrojando más semen, me hizo recordar porque lo habíamos hecho, lo bien que se sintió y que no debía arrepentirme de nada.
La sensación de haber sido deliciosamente jodida me hacía convulsionar de emoción, sentí como su verga fue perdiendo dureza y salió de mi rajita seguido de un hilo blanco de semen, estaba toda llena de sus pequeños bebés que buscarían a cualquier costa mi óvulo. Dios mío eso se sintió demasiado bien, por eso este placer era prohibido
- Ahora cuando tu padre se retire, pon tu mano en tu rajita– me indicó mamá mirando en donde el pene de su esposo había dejado toda su fértil leche– quiero que con tu otra mano aprietes su polla tan fuerte como puedas y le saques lo que le queda de leche
- Y ¿dónde la pongo?—dije refiriéndome a su leche, mientras con una manita tapaba mi raja y con la otra ordeñaba las últimas gotas de mi padre
- Sobre tu vientre mi vida, no quiero que derramen leche sobre las sábanas
Al parecer en ese momento a mi madre le importaba más el no ensuciar sus sábanas que mi probable embarazo incestuoso.
Miré a mi madre con los ojos muy abiertos; pero obedientemente traté de apretar el pene de papá mientras comienza a rodar sobre mí.
- Eso es, ahora aprieta fuerte cariño. Aprieta tan duro como puedas.
Mi madre estaba sentada cruzada de piernas, una mano apoyada en la cama y otra en su muslo, sonreía viendo mi esfuerzo por no manchar y exprimir a mi padre, de alguna manera lo hice. Ya apenas goteaba un poquito de exudado blanco del pene de papá sobre mi vientre, cuando casi se desploma a mi lado en la cama.
Aun así, de alguna manera, papá logró tambalearse erguido para pararse junto a mamá con su pinchazo ahora marchito brillante y con un pequeño goteo que amenaza con caer de la punta, mamá se lo mamó, sintiendo que casi no le salía lechita, me miró orgullosa. Supongo que hice un buen trabajo drenando mi padre de todo el semen que había estado guardando la semana pasada.
Me había desflorado hacía un mes, pero solo me había cogido 2 ocasiones y terminó fuera de mí en todas ellas, ahora no pudo resistirse y mi mamá cedió antes sus ojitos suplicantes.
Mi concha estaba resbaladiza con la sustancia pegajosa que había eyaculado adentro mí, haciendo en mí una especie de pensamiento aterrador sobre toda esa cantidad de esperma de papá, con su leche retorciéndose dentro de mi vagina creo que tuve otro orgasmo; pero excitada de emoción también al saber que mi padre había sido excitado lo suficiente por mi cuerpo para correrse dentro de su propia hija.
Mamá me miraba la rajita, al parecer mamá todavía estaba pensando en la recuperación de daños.
- Ahora será mejor que vayas al baño y te sientes en la taza para dejar que el semen de tu padre se salga tanto como sea posible—instruyó—metete un dedo y saca todo lo que sea posible, no necesitamos una adolescente embarazada aquí en casa, sin embargo, de todos modos…– pensó en algo pero no lo dijo
- Sí mamá– murmuré de acuerdo, mientras me daba la vuelta y me levantaba en dirección al baño a sacarme toda la leche que pudiera de mi padre.
Salí del baño con mi concha drenada, me acosté en la cama y abracé mi almohada, después del sexo tan delicioso que acababa de tener, necesitaba descansar. La sensación blanda del esperma de papá dentro de mí era en realidad más relajante que aterrador.
Escuché a mamá expresar su molestia con papá, cuando mis padres salieron de la habitación.
- Esa es una gran posibilidad que quede embarazada nuestra hija y te viniste dentro de ella—gruñó mi madre– cuando es el peor momento del mes para ella. Quizás no tan malo como será en un par de días cuando comience a ovular; pero Dios sabe que ya es bastante malo. Casi pensarías que querías conseguir que nuestra pequeña niña quedara embarazada de tu bebé
- Sí, querida, bueno quiero decir, no querida– Papá obviamente estaba estresado.
- Sé lo que quieres decir– respondió mamá, exasperada de tono.
Ya estaba casi dormida; así que apenas escuché la última observación de mi madre.
- Así que ahora ten mucho cuidado cuando te corras en ella esta noche, mañana y durante los próximos días– ella terminó diciendo– no quiero que mi esposo tome riesgos innecesarios con nuestro hija, tomate esta pastilla azul, la necesitarás, anda ve y diviértete
- Si cariño—se escuchó cuando papá trago agua– lo haré
No escuché nada más, pero vi como mi padre entró a mi habitación, estaba desnudo, su verga erecta, yo estaba boca abajo, él se subió en mí, apuntó su verga a mi raja y esta entró de nuevo.
- Aaahhh
Fue una sensación riquísima, me jodió toda la noche y se vino dentro de mí en todas las ocasiones, al día siguiente mi rajita llena de leche era observada por mi madre, mi padre la miró y ella le negó con la cabeza como desaprobación, pero eso no lo detuvo, esa semana me estuvo jodiendo cuanto quiso, a veces veía tele con mi madre, llegaba mi padre, me levantaba y me ponía en cuatro en el sillón, ahí desde atrás me cogía arrancando mis gemidos, se vaciaba dentro, mi madre solo lo veía y negaba con la cabeza.
Nueve meses después, en ese mismo sillón, yo parada, empinada y recargada en el respaldo del sillón recibía verga de mi padre por el culo, ahora me la metía por ahí para no afectar al bebé que llevaba, mi abultado vientre de embarazo se mecía con las arremetidas que él me daba, mis gemidos eran intensos, mis hormonas hervían con el embarazo, de repente sentí salir agua por mi vagina, mamá volteo y nos vio
- Le acaba de reventar la fuente a tu hija con la verga, espero que ya estés contento, vas a ser papá y abuelo al mismo tiempo
Papá no contestó, solo puso sus ojos en blanco y eyaculó dentro de mi culo, ninguno contestó a mi madre, porque yo también gemí sintiendo sus lechazos en mi recto.
Nació mi bebé, mi padres lo adoptaron, pues no sería muy normal que yo a mis trece años fuera madre, decidí entonces ser la mejor hermana del mundo; mi papá me siguió cogiendo y se siguió viniendo dentro de mí, solo que ahora mi madre me puso un implante subdérmico anticonceptivo, me sentí desilusionada, pero ella me dijo
- No te sientas mal mi vida, te lo quitaremos cuando seas más grande y puedas estar lista para otro embarazo
- ¿De papi?
- Si mi amor
- ¿Lo prometes mami?
- Si mi vida, lo prometo
Fin
Amigo me estas matando a pajas con tus relatos son muy buenos sigue contando amigo…. 🙂 😉 🙂 😉
Excelente relato. Sigue así.
Adalberto pienso que este relato daba para muchísimo más historias, es genial.
Riquísimo
Menos el embarazo me gustó
Genial menos el preñar a la nena, c ve q es un gran morbo pero no es lo q me moja.
Imagine como el papa c coje fuerte esa concha infantil toda babosa y queda con la verga chorreada, eso si m pone, es rikisimo